Como
he dicho anteriormente y todos sabemos más o menos, nuestra riqueza forestal
asegura una Acuífero Subterráneo también rico, como la pasada y reciente
Historia del Agua en Canarias atestigua; Por ejemplo en Tenerife, que después
de la conquista poco agua de lluvia se recogía para la agricultura, en Eres,
Charcas, Embalses, etc., dependiendo el abasto de Aguas en General de las
Galerías o Fogaras y Pozos, política despilfarradora y onerosa que básicamente
continúa en la actualidad. Quiero decir que tras más de cinco Siglos de
explotación sistemática, descontrolada y mercantilista, aún tenemos, cada vez
menos, agua.
Esta
circunstancia, salvo la que se formó al tiempo que la Isla , de riqueza freática es
debido a que durante quien sabe cuántos miles de milenios, teníamos una
cubierta vegetal que amansaba el agua de lluvias y escorrentías y facilitaba su
filtración; Fue posible porque nuestros exuberantes y húmedos Bosques de
Laurisilva arrebataban el vapor de agua que el Alisio traía del Atlántico, en
una reacción física tan sencilla y elemental que, literalmente destilan el agua
del aire, en una reacción física que además es visible, fantásticamente hermosa
y asombrosa, que además se puede vender como atractivo turístico. Porque para
todos sin excepción es casi una experiencia mística cuando alguien explica a un
neófito viendo el fenómeno mientras se produce, como en esta Tierra Nuestra, en
los dominios del “Mar de Nubes llueve de forma horizontal”; Y estos fenómenos
exclusivos del Monte de Laurisilva, Mar de Nubes y Lluvia Horizontal, son
vendibles, acompañados de una degustación gastronómica acorde con el lugar y
clima [Escaldones y pucheros, chicharrones y potaje de berros...], después de
la charla correspondiente sobre la
Cultura del Agua y la Flora endémica, son factibles de rendir buenas
rentas a las “arcas del pecunio” canario, ¿Verdad?
Aunque
son muchos los motivos por los que es preciso, indispensable, incluso
Estratégicamente, Conservar, Recuperar y Proteger Nuestro Patrimonio Forestal,
un Gobierno Canario Libre, debe prestar especial atención a esta cuestión, que
no debe en ningún caso enfocarse como algo independiente al resto de políticas
específicas y o generales. En un territorio tan pequeño y al mismo tiempo tan
frágil, con todas las Especificidades Medioambientales que concurren en cada
rincón, que hacen un Continente de cada Isla y un Continente de Continentes al
Archipiélago, todos ellos inéditos e irrepetibles, la Atención y Gestión de
Nuestro Medioambiente debe presidir y condicionar el Desarrollo Futuro de
Nuestra Tierra; Planificar y acometer un Desarrollo Auto Sustentable de
Nuestros Recursos, no es tan complicado si de verdad se quiere hacer y si se
dejan a un lado las prisas y las poses electoralistas y los intereses oscuros,
porque en el terreno medioambiental, lo único que se manifiesta o ve con
inmediatez son las agresiones que se le hacen y no las medidas que se toman
para su guarda y mejora. Es decir, es una tarea de continuidad y sin plazos,
donde los resultados se ven tras varias legislaturas y aún décadas, lo que no
cuadra con el animal político actual.
No
es mi intención quedarme en solo un discurso de buenas intenciones, sino
proponer medidas concretas que un Gobierno Canario Libre debe acometer para no
solo Conservar y Mejorar lo que haya en ese momento, sino Recuperar lo que se
pueda de lo que hubo y Gestionarlo todo de forma razonable para asegurar una
Soberanía Alimenticia y Energética, sin poner en peligro nada.
Para
finalizar esta primera parte, entiendo que es necesario, para poner las cosas
en su justo lugar, es preciso reconocer que la ocupación humana transforma el
Medio Natural, pero es la sobreexplotación y las insensateces de unos pocos
quien lo ponen en peligro. A este respecto, como una gran parte del territorio
canario está sujeto, al menos nominalmente, a una protección especial de
supuesta protección, con demasiada frecuencia se criminaliza a los habitantes
de estos “espacios protegidos”, haciéndolos responsables del deterioro
sistemático y desaparición de Nuestros Montes, especialmente algunos
personajes, sicarios al servicio de las políticas públicas y otros.
Tierra
quemada fue la política seguid durante la conquista; Palmerales y Montes
quemados para sofocar la resistencia, pues de los palmerales y montes obtenían
alimento, recursos y refugio. Y licencias de tala indiscriminada a cualquiera
que le pagara al cabildo correspondiente, para talar los bosques. Las crónicas
y relatos de la conquista y los acuerdos de los cabildos posteriores a la
conquista están ahí, para quien quiera consultarlos. Identificados los
culpables reales y los que no han sabido revertir eso más que con papeles bien
redactados pero inoperantes y que no valen ni el coste de lo que cuesta
imprimirlos, ahora toca hacer lo contrario.
Desde la Vieja
Fortaleza , Rukaden Ait Anaga.
26 Marzo 2015
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