RAMÓN ÁLVAREZ BRAUN, UN HOMBRE BUENO, UN SOCIALISTA
EJEMPLAR, UN DEMÓCRATA DE COTA E ILUSTRE APAREJADOR, EN EL RECUERDO
Aniversario de su fallecimiento. En la foto,
primero por la izquierda Ramón Álvarez Braun le acompaña en el centro el
entonces consejero de Educación del Gobierno Canario y catedrático de
matemáticas don Luis Balbuena y por la derecha es desconocido.
Estaba actualizando mi blog personal y altruista EFEMÉRIDES, algo me parecía extraño, viendo que muchos
me leían un artículo que publiqué en mi blog por motivo de la jubilación del
amigo y compañero de docencia Ramón Álvarez Braun, la verdad que me era
sorprendente, le pregunté a mi mujer Antonia María González de Chaves y Díaz,
si sabía algo del amigo Ramón, puesto que es vecino directo de mi suegra
Antonia María Díaz y Díaz en la
Avenida de las Asuncionistas de la capital tinerfeña. Mi
mujer no me dice nada, enseguida me voy en busca del periódico tinerfeño EL
Día, para hojear las esquelas, claro que la sorpresa se convierte en
realidad, mi querido amigo y compañero Ramón Álvarez Braun se nos iba al
infinito.
El artículo que ya han leído muchos amigos, lo dejo para el final, ahora
quiero centrarme como conocí a este hombre bueno, socialista ejemplar, un
demócrata de cota. Fue precisamente en el preludio de las primeras elecciones
generales en la restauración de la democracia en el mes de junio del año 1977,
primero en la desaparecida Terraza del Teatro Cine Atlante de la Villa de La Orotava en un mitin del PSOE con el histórico socialista Múgica como
principal comunicador, una semana después en el recordado mitin en el Estadio
Municipal El Peñón del Puerto de la
Cruz donde conocimos a Felipe González Marques que en el
ocaso del tiempo iba a ser presidente del gobierno de España. En ese
mismo año conocí a la que iba a ser compañera de mi vida en una verbena en su
pueblo natal La Cruz Santa ,
vivía entonces con sus padres en el edificio de las Asuncionistas de la Capital Tinerfeña
y al lado vivía Ramón con su mujer, una dama de la Villa de La Orotava que conozco desde
la infancia Carmita Galván Fernández, un día me tropiezo a Ramón en el garaje
del edificio chicharrero, donde charlamos y entablamos una gran amistad para
toda la vida. El daba clases en Aparejadores, un servidor trabajaba en la Cooperativa Agrícola
Bananera de Tenerife del Puerto de la
Cruz como Jefe de la Administración ,
ambos nos emprendimos preparar oposiciones a profesor de Formación Profesional
y ambos fuimos a Madrid al final de la década de los años setenta del siglo XX
y ambos aprobamos dichas pruebas con números de altura, él fue destinado cerca
de su domicilio Chicharrero en el Politécnico de Ofra y un servidor al
Instituto de Formación Profesional Minas de Riotinto de la provincia onubense de
Huelva. Recuerdo que me incorporé a mi nuevo puesto de trabajo con alegría, me
llevé a mi mujer y a mi hijo mayor hasta que al final del año 1981 me
concedieron la plaza en mi pueblo natal de La Orotava en el Barrio de
San Antonio donde continuo de docente en la actualidad. Ramón siempre estaba
preocupado por mí, siempre les preguntaba a mis suegros por mi vida en Minas de
Riotinto. A él le estoy agradecido por toda esta desinteresada gentileza y
felicidad por mi persona y por mi familia.
En el mes de mayo del año 1983, Ramón Álvarez Braun, forma parte del
equipo de gobierno de don Jerónimo Saavedra Acevedo, como director general de
infraestructura de la
Consejería de Educación con don Luis Balbuena de consejero. La Labor desde la política es
impresionante, se construyen, colegios e institutos de enseñanzas medias en
todo el archipiélago canario, se fortalece la enseñanza pública y la
concertada, la labor es increíble, aumentando el número de matriculaciones y
fortaleciendo los niveles de enseñanza en la comunidad educativa.
Decirte querido compañero de docencia, querido amigo Ramón Álvarez Braun,
que sabemos que a donde vamos es la felicidad, la misericordia, el sosiego y la
esperanza. Atrás dejamos el sufrimiento, la enfermedad por supuesto a una mujer
fiel compañera de tu placidez Carmita Galván Fernández, a unos hijos
maravillosos de muy alto nivel María Consuelo, Ramón y María del Carmen y a
muchos amigos que te querían de verdad, que te amaban y te admiraban. No pude
acompañarte en este triste final, la noticia de tu marcha me vino muy tardía,
pero siempre estaré contigo tal como lo he hecho hasta el momento.
Estimado amigo, no te olvide que trabajamos juntos como docentes en la Formación Profesional ,
fuiste un maravilloso vecino de mis suegros y te casaste con una orotavense
Carmita Galván Fernández también amiga de mi casa y de mi familia. Recuerda que
en la época del noviazgo orotavense pasaste mucho tiempo en la fonda Revés de
la calle Viera y comiendo los exquisitos platos de casa Gregorio Pacheco en la
calle El Agua (Tomás Zerolo) esquina con el callejón de Ascanio de la Villa de La Orotava. Fuiste un
excelente funcionario, primero como profesor de Secundaria y luego, y hasta tu
jubilación, profesor de la
Universidad , concretamente de la Escuela de Aparejadores y
Arquitectos Técnicos. Fuiste Director General de Infraestructuras con tu amigo
don Luis Balbuena como Consejero de Educación y con don Jerónimo Saavedra
Acevedo de Presidente de Canarias.
Decirte Ramón, que con Luis y Jerónimo a la cabeza, hiciste posible que
cada niño y cada niña canarios tuvieran su propio puesto escolar, sin turnos
partidos en que los escolares ocupaban de tarde el puesto escolar que ya había
sido ocupado por otro escolar por la mañana. Eliminaste las injustas
concentraciones escolares donde niños de una localidad pasaban el día en otra,
porque no había colegio en su zona, como ocurría con San José y La Guancha. Las
eliminaste, en el caso de nuestro pueblo La Villa de La Orotava , construiste, como en muchas otras
localidades canarias con igual fin, el Colegio Público Francisco Afonso
Carrillo, que hace poco cumplió sus 25 años.
Ramón fue el artífice de esa silenciosa revolución educativa, en épocas
de vacas flacas, transformando el poco dinero en mucho, en muchas ocasiones a
costa de su salud física. Porque Ramón fue un socialista de los de antes, que
miraba el dinero público como sagrado y que no se permitía ni una alegría con
ese dinero, ahorrando incluso en transporte (recuerdo verlo cargar con material
para centros como equipaje en sus viajes entre islas). Esa entrega hizo que
Ramón enfermara tras su paso por la Consejería , con algo que desembocó en un
trasplante de riñón, afortunadamente exitoso. Y Ramón siguió trabajando y
dándolo todo por los otros, hasta el punto que su ejemplo ha sido tal, como
caballero y como socialista, que siempre le insté a que hablara de cuando en
cuando a los jóvenes, en una época en que es necesario como nunca reforzar sus
valores. Pese a todo lo anterior, ni Ramón, ni Luís ni Saavedra tienen calle
alguna en el callejero municipal, ni siquiera una placa en el centro que tanto
ha significado para la formación de nuestros más jóvenes: el Francisco Afonso
Carrillo. Pero Ramón si tiene lo que le vamos a ofrecer: el calor, el cariño y
el reconocimiento de un centenar de amigos que le vamos a dar las gracias por
una vida íntegra, de honradez y de ejemplo. Es un acto que homenajea no sólo su
faceta política, que especialmente fue intensa en la época de la transición, en
los momentos en los que había que pelear por la libertad, sino como profesional
intachable, puesto que Ramón Álvarez Braun fue una persona muy completa.
En la época actual, hablamos de un aparejador – arquitecto técnico que ha
peleado significativamente por la dignificación de su profesión, por darle
estatus en España similar al que los ingenieros de la construcción tienen en
los países europeos, siendo en ese sentido una avanzadilla, al tiempo que ha
sido una persona que siempre ha estado muy preocupado por actualizarse
constantemente, por asistir a cursos organizados por el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. Siempre se ha oído hablar maravillas de él a sus
alumnos de Aparejadores, un profesor extraordinario, que transmite muy bien sus
conocimientos y que en definitiva es una persona muy bien valorada y querida en
la Escuela de
Aparejadores.
Ramón Álvarez Braun fue una institución en el PSOE por su firme compromiso con unos principios
democráticos que muchas veces se echan en falta en la vida política, alejados
de la norma actual de convertir la política en una profesión, dejando los
principios atrás, ya que siempre entendió que la política es algo más que haya
bombillas en las farolas, que las calles estén asfaltadas, sino que debe
existir un compromiso con los valores supremos como la libertad, la justicia,
la igualdad, la solidaridad y el respeto de los derechos fundamentales. En su
vida, ha demostrado ser fiel y coherente con esos principios que siempre ha
defendido, por lo que ha supuesto para muchos un ejemplo, ya que ver que hay
personas que se mantienen en pie cuando las cosas no van bien, manteniendo
además sus ideales intactos, para quienes pensamos de una forma muy parecida,
es un empuje hacia adelante. ¿Entienden por qué lo pongo como ejemplo y
referente de valores, por qué creo que debe enseñar a los jóvenes? Por todo
eso, y aunque te lo he dicho siempre y te lo repetiré hoy: gracias, Ramón hasta
pronto.
El amigo y convecino del Puerto de la Cruz , ex alcalde de la ciudad, ex Delegado de
Gobierno en Canarias y compañero de Ramón Álvarez Braun en el partido
socialista Salvador García Llanos, escribe sobre este genial socialista, que
titula “RAMÓN
ÁLVAREZ, EL COMPROMISO ÉTICO DE UN IDEÓLOGO”: “…Lo primero que impresionaba de Ramón Álvarez Braun era su voz. No era
radiofónica sino por el halo de autoridad que desprendía a la hora de facilitar
cualquier explicación. Enfático, ajustado, su afán didáctico era reforzado por
aquel tono que imprimía en sus intervenciones.
Después, hay que ponderar su coherencia entre el discurso y el método.
Quiso practicar lo que predicaba. Ello elevó su estatura, sobre todo a la hora
de defender la honestidad en la política como una auténtica divisa.
Ramón Álvarez Braun nos ha dejado. En silencio. Y quienes le conocimos y
le tratamos sabíamos de su sufrimiento. Pero la tenacidad, otra de sus
cualidades, le impulsaba a seguir. No era de los que se rendía. Por eso, desde
su lucha en la clandestinidad, por las libertades y por la democracia, fue un
ejemplo. Abrazó un compromiso ético digno de reconocimiento.
Profesor de la Escuela
de Aparejadores y de la
Universidad de La
Laguna , Álvarez militó en el Partido Socialista Obrero
Español, en cuyo seno era muy apreciado por el sentido consecuente de su
pensamiento ideológico. Defendió la honestidad en la política como una
auténtica divisa.
En la primera legislatura autonómica, siendo Jerónimo Saavedra presidente
del Gobierno y Luis Balbuena consejero, ejerció como director general de
Planificación, Construcciones y Equipamiento Escolar de la consejería de
Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. En el desempeño de su
cargo, sobresalió por las autoexigencias que se impuso para el cumplimiento de
los compromisos.
Se ganó el respeto de sus compañeros departamentales, profesionales y
políticos. Años después de cesar en la dirección general, fue candidato del PSOE al Senado por la isla de Tenerife pero no
salió elegido. Ello no le impidió seguir defendiendo sus ideas en órganos y
foros donde su discurso, recio y contundente, siempre cosechó el reconocimiento
que se otorga a quienes enriquecen su ideología y trabajan con humildad y
entrega a favor de una causa.
Ramón Álvarez Braun defendió siempre a los más desfavorecidos. Dedicó sus
esfuerzos a mejorar la educación en las islas, consciente, como era, de las
necesidades que había. La
Laguna , la isla, Canarias, España: su visión del mundo era
tan exigente como generosa. Un socialista cabal y comprometido: esa era su
realidad. Con aquella voz, con aquella autoridad, con aquella autoridad. Con
aquella dignidad…”
(Bruno Juan Álvarez Abreu)
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