APUNTES PARA SU HISTORIA
CAPITULO VII-II
Eduardo Pedro García
Rodríguez
Durante
años trató el papa Pío V de levantar una liga católica contra el poderío
religioso y comercial turco en el Mediterráneo, en 1569, el Rey de España
Felipe II aceptó formar paree de la Santa Liga junto con Venecia y el Papa, tanto
para conjurar la amenaza turca, como para terminar con las esperanzas de los
moriscos granadinos.
La
alianza cristiana no se logró por completo hasta 1571, porque Venecia recelaba
de los españoles tanto como de los turcos, finalmente, al no lograr las
concesiones que pretendía de Selim II, se adhirió a la Liga , cuya flota se fue
reuniendo durante el verano de 1571. En total se juntó una fuerza de más de 250
naves, entre galeras, galeazas, fragatas y barcos de carga y unos 30.000
soldados. El mando supremo lo ostentaba Juan de Austria, impuesto por España,
que proporcionaba más de la mitad de los barcos y dos tercios de los hombres.
La
flota cristiana se dividió en cuatro escuadrillas: la primera, que ocupaba el
centro o “batalla”, la mandaba Juan de Austria -asistido por Luís de Requens y
Alejandro Farnesio- con la colaboración de Sebastián Veniero el jefe veneciano-
y Marco Antonio Colonna -el jefe de las fuerzas pontificias; la segunda la
mandaba Andrea Doria -genovés al servicio de España-; la tercera estaba a las
órdenes de Álvaro de Bazan, marqués de Santa Cruz; la cuarta, a las del
veneciano Agustín Barbarigo; y había, además, un grupo de exploración, mandado
por Juan de Cardona. Las flotas se encontraron en el Golfo de Lepanto,
iniciando el fuego la capitana turca, donde alzaba sus banderas el almirante
Alí.
El 7 de octubre de 1571, los turcos perdieron en el
golfo de Lepanto (en la Grecia
actual) 224 bajeles (de los que 130 quedaron en poder de la Santa Liga , mientras
unos 90 naufragaron). Sólo 40 lograron huir. Perecieron 25.000 otomanos, entre
ellos su general, Alí Bajá, quedando cautivos 5.000. De la armada cristiana se
malograron 15 bajeles y 8.000 hombres; de ellos 2.000 eran españoles, 800
pontificios y los restantes venecianos. A cambio lograron la libertad de 12.000
cristianos que los turcos llevaban como remeros en sus galeras
Sin embargo, fue tal el éxito para la Iglesia Católica
que ésta quiso dar celebridad universal, a través de la institución en su
memoria, la festividad del Santo Rosario. Así, añadió a la Letanía Laureana
el verso Auxilium cristianorum (auxilio de los cristianos).
Uno
de los buques de la armada estaba pilotado por el criollo awuara (palmero)
En el municipio awuara (palmero) de Barlovento se
representa el 15 de agosto, en honor de la Virgen y patrona del municipio Nuestra Señora del
Rosario, la Batalla
de Lepanto. Esta representación festiva de moros y cristianos tiene lugar en
los años terminados en 0, 3, 5 y 8. La demarcación municipal ocupa hoy el
antiguo cantón o reino precolonial de Tagaragre.
Algunos autores han querido ver una relación
directa entre la implantación de la fiesta de la batalla de Lepanto en
Barlovento y el hecho de que el capitán awuara (palmero) Francisco Díaz
Pimienta (†1610), quien fuera piloto de la armada de don Juan de Austria
en la batalla de Lepanto, ejerciera posteriormente como maestre de
campo de la compañía de milicias populares de este lugar. A esta interpretación
se suma otra no menos importante: la patrona de Barlovento es la Virgen del Rosario, como sucede en Valle de Guerra, advocación
mariana directamente relacionada con Lepanto.
El Capitán Francisco Díaz
Pimienta, fue un excelente náutico y según biógrafo Lorenzo Rodríguez, “el Oficial más sobresaliente de la Armada de Felipe II y, como
tal, tomó parte en la célebre Batalla de Lepanto, distinguiéndose sobre todos
por su pericia, arrojo y valor.”
Nacido en Puntallana, Benahuare (La Palma ), fue hijo de Diego
Díaz Pimienta y de Mayor Franco, portugueses afincados en esta Isla, y tuvo dos
hijas, Inés y Lucía. En su testamento no nombra a su hija bastarda Jacinta,
habida con Mencía de Oca, vecina de Sevilla, a la que dejó 1000 ducados del
tercio y quinto de sus bienes. También tuvo otra hija bastarda, Catalina,
casada en 1598, la cual premurió a sus padres y no dejó descendencia.
Existe un documento que nos da una clara idea del
arrojo y valor de los que hablaba Lorenzo Rodríguez: “á la vez que relata algunos de sus servicios. En él, Díaz
Pimienta y esposa, queriendo fundar un mayorazgo perpetuo en favor de sus hijas
y de la descendencia legítima de éstas, se habían dirigido al Rey Felipe II. El
6 de marzo de 1606 el monarca expidió real cédula que dice: Que por cuanto D. Francisco Díaz Pimienta le
había servido mas de 30 años en los destinos de Cabo de tres compañías de
infantería y Castellano de una de las fortalezas de esta ciudad; y que en
tiempo del General D. Álvaro de Flores y de D. Francisco Coloma habían ido con
una nave de su propiedad á acompañar las fragatas que salieron de La Habana , é impedido que el
inglés se llevara una que tenia apresada, la cual salvó, así como que habiendo
sido destrozada por efecto de una tormenta la Capitana , del mando del
D. Francisco Coloma, la socorrió con su nave, le concedía la gracia solicitada….”
No dejan de ser curiosas y llamativas las
diferentes representaciones de la
Batalla de Lepanto que se hacen, históricamente,
en Canarias; más que nada por el hecho del alejado contexto, en relación a la
geografía insular, donde sucedió. Sin embargo, estas escenificaciones en el
Archipiélago vienen de muy atrás en el tiempo y, sin lugar a dudas, hay dos que
destacan por su especial interés: la de Valle Guerra en Tenerife y la de
Barlovento en La Palma.
La primera
representación de la Librea
de Valle de Guerra está datada en 1604, coincidiendo con la inauguración de la
capilla que el criollo Alonso Vázquez de Nava construyera en sus propiedades
del Valle, y en la que se rindieron honores a los soldados cristianos de la Liga Santa
“La Librea de la Virgen es símbolo de
identidad cultural de un pueblo que ha sabido combinar el crecimiento social y
económico de sus habitantes, sin perder el vínculo con sus ancestros.
La escenificación de la
Librea de Valle de Guerra es un acto cultural, tipo
auto-sacramental, fuertemente arraigado en la cultura popular, no sólo en la
comarca del Nordeste de Tenerife sino en toda Canarias, que se ha convertido en
el símbolo de identidad más representativo del pueblo de Valle de Guerra.
El desarrollo secuencial de la representación de La Librea contempla dos aspectos
diferenciados, pero a su vez complementarios: por una parte, el desfile de los
barcos de la Virgen ,
y por otra, la representación de la batalla naval con su preámbulo de relato de
acontecimientos históricos.
Hasta el año 1966, aproximadamente, los dos barcos de la Virgen recorrían el sábado
por la tarde el trayecto desde el barrio de La Hondura (donde se
aprestaban) hasta la plaza de la iglesia, que era de tierra en aquel entonces.
A la llegada de los barcos se establecía una carrera alrededor de la iglesia
vieja (hoy desaparecida) entre ambos barcos, ganando aquel que consiguiera
hacer el recorrido en menor tiempo.
En la actualidad, la noche del acto se realiza una procesión en la que,
tras los oficios religiosos, una escuadra compuesta por seis soldados y un
Capitán, ataviados con trajes de la época (que le dan la denominación de Librea) y fusiles que son
reproducción de los que se utilizaron en el segundo tercio del siglo XVI,
escoltan a la Virgen
del Rosario alrededor de la iglesia. Previamente, el Capitán de la escuadra de
escoltas ha solicitado permiso al párroco, para hacerse cargo de la custodia de
la imagen sagrada y, concedido el permiso, prometen devolverla al templo en las
mismas condiciones que le fue entregada.
La representación de La Librea está dividida en cuatro actos: la introducción
histórica, que relata los acontecimientos que se vivían en Europa a principios
de 1570; los prolegómenos del combate, acontecidos en las armadas cristianas y
turcas antes del enfrentamiento; la batalla y posterior derrota del ejercito
turco; y la rendición de los vencidos y su ofrecimiento a la Virgen del Rosario.
Todo el evento está acompañado de música especialmente seleccionada
para cada acto, y de efectos pirotécnicos especiales.” (BienMeSabe,
2012)
La figura del capitán
Díaz Pimienta en La Laguna
y su influencia pro Librea
Entre los contactos que el
Capitán Díaz Pimienta debió mantener como consecuencia del desempeño de sus
cargos, eran frecuentes los de carácter militar, cuya cúpula de mando estaba
establecida en La Laguna ,
con todo lo que ello suponía en la propagación de la heroica gesta de La Liga Santa , siendo tema
de conversación en las reuniones que con frecuencia se celebraban en los
diferentes círculos sociales de la ciudad de Aguere.
Además, como Regidor
Perpetuo de La Palma ,
se relacionaba con cierta frecuencia con el igualmente Regidor Perpetuo de
Tenerife, Don Álvaro Vázquez de Nava II, tío de Inés de Castilla.
También Lucía, la hija de
Díaz Pimienta, casó con el Alférez Mayor de La Palma y Alguacil de la Inquisición en
Canarias, circunstancia que contribuyó a la propagación de las hazañas bélicas
de su padre por el resto de las islas, y por tanto también en La Laguna y en el Valle de
Guerra.
Pero los vínculos del
Capitán con Tenerife no se limitaron al ámbito cívico-militar, sino que además
los tuvo de tipo filial, ya que su hijo -también llamado Francisco-, nacido en
1594, estuvo viviendo en Garachico en casa de unos tíos “que lo criaron
algunos años con amor y afecto de padres”, lo que a buen seguro
-entendiendo la mentalidad de aquellos tiempos-, sirvió para que en todo
Tenerife se hablara del Capitán Díaz Pimienta, de la Batalla de Lepanto, y de La Virgen del Rosario, a
propósito del enorme trasiego de gente de todos los sitios que diariamente
entraba y salía en Garachico, pues casi todo el tráfico marítimo con la isla se
efectuaba desde su puerto, el más importante de Tenerife hasta 1706 con motivo
de la erupción del volcán que sepultó el puerto y parte de la ciudad, pasando a
desempeñar el papel de puerto principal el de Santa Cruz.
No es de extrañar pues, que
tanto en La Laguna ,
como en el propio Valle de Guerra, la gente estuviese al corriente de los
sucesos de Lepanto y de la intercesión
atribuida a la Virgen
del Rosario en la victoria, así como de la existencia de una ermita de la Virgen del Rosario en
Barlovento –Isla de La Palma-,
de las celebraciones de fiestas que en su honor le brindaban los soldados de
las milicias, y de las noticias que llegaban de Sevilla rememorando las
Suntuosas Fiestas de 1572 en honor a don Juan de Austria y sus héroes de
Lepanto, por lo que habida cuenta del fervor religioso predominante en la
época, es presumible que los vecinos del Valle de Guerra que acudían a la
ermita a escuchar misa, participaran de las fiestas en honor de la Patrona del Rosario,
admirados por las milagrosas y legendarias noticias que de la gesta de Lepanto
les iba llegando.
De confirmarse esta
circunstancia podríamos encontrarnos en una coincidencia de fechas por la que,
el día que doña Inés de Castilla inauguraba la ermita de Nuestra Señora del
Rosario del Valle de Guerra, pudiera haberse celebrado algún tipo de fiesta
conmemorativa de los sucesos de Lepanto, dando lugar a lo que desde entonces se
conoce como La Librea.
Ambas
fiestas, la de Barlovento y la de Valle de Guerra han sido declaradas Bien de
Interés Cultural. Categoría: Bien de Interés Cultural con categoría de
ámbito local
Declaración: Decreto del Gobierno Autónomo 157/2009, de 15 de diciembre
Declaración: Decreto del Gobierno Autónomo 157/2009, de 15 de diciembre
El origen y establecimiento de esta fiesta en
Barlovento, a la que se refieren también como "moros y cristianos" o
"La Naval ",
es confuso. La tradición oral habla de su celebración durante todo el siglo XX,
lo que significa que provenía de épocas anteriores, hecho que según los
investigadores no se ha podido comprobar de forma documental.
La primera referencia a la "Fiesta de
Naval" se encuentra en el libro segundo de la cofradía de Nuestra Señora
del Rosario, en las cuentas de los años 1802 a 1810 y de 1811 a 1829, donde
consta el pago de gastos en pólvora para "La Naval ". Bien pudiera
ser esta fiesta el origen de la representación de la Batalla de Lepanto.
La declaración como Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local, a favor de la Librea de Valle Guerra
(Decreto 132/2007 de 24 de mayo), ha supuesto una gran alegría para el pueblo
y, particularmente, para la
Asociación de Amigos de La Librea que durante los últimos años ha trabajado
dura y concienzudamente con la intención de aumentar el reconocimiento popular
e institucional de este acto.
Otras fiestas
Fiestas
Nuestra Señora del Carmen: En el
barrio costero y pesquero de La
Barranquera se celebran las Fiestas en Honor a la Virgen del Carmen, cuyo día
grande se embarca a la Virgen
desde el pequeño muelle hasta la zona de El Apio.
Fiestas
San Roque: Las Toscas de Abajo venera
cada agosto a San Roque, llamado cariñosamente "San Roquito". Una pequeña
fiesta de tres días en la que el costumbrismo canario es abundante.
El Club de Lucha Rosario de Valle de
Guerra
La lucha canaria es la más popular de las
disciplinas y juegos deportivos vernáculos de las Islas Canarias. Es practicada
en todo el archipiélago por miles de luchadores que mantienen una larguísima
tradición que tiene su origen en los juegos de luchas cuyo origen hunde sus
raíces en el pueblo guanche antes de la invasión y conquista por los españoles
en el siglo XV.
Como en muchas otras localidades de Tenerife,
desde finales del siglo XIX las luchas espontáneas en Valle de Guerra,
practicadas en las eras vecinales, fueron el origen del Club de Luchas Rosario.
En 1943 un grupo de entusiastas, aficionados y luchadores, formados en las
escuelas de Tegueste y Valle de
Guerra, fundaron el Club Deportivo Rosario.
Comenzó compitiendo en Segunda Categoría,
luchando en las eras de Genaro, la de Cho Manuel Candelario, la de la curva de
Chiclana o la de don Ramón Jorge. Tras dos temporadas asciende de categoría,
siendo las décadas de los años 50 y 60 las más brillantes en la historia del
club, ganando la liga en 1958.
Salidos de la prolífica cantera de luchadores que
siempre ha tenido Valle de Guerra, al Club han pertenecido destacados luchadores.
Entre ellos, los inolvidables José Gutiérrez (Chaval I), Felipe Ledesma y
Gregorio Dorta, a los que posteriormente se le siguieron luchadores de la talla
de Manuel Gutiérrez (la viejita), Honorio García (Chaval II) o José García
(Chaval III).
Desde 1993, compitiendo en la Primera Categoría
de la Liga de
Lucha Canaria, el Club de Luchas Rosario tiene su terrero oficial en el “José
Gutiérrez Chaval I”
En su dilatada trayectoria el Club ha tenido altibajos y momentos de crisis, llegando incluso a desaparecer durante algunos pequeños periodos. Sin embargo, una y otra vez ha vuelto a renacer gracias al esfuerzo y la ilusión de los muchos valleros, luchadores y aficionados, quienes mantienen con entusiasmo la larga tradición de la lucha en Valle de Guerra y vivo uno de los clubs más señeros de la historia de la lucha canaria.
En su dilatada trayectoria el Club ha tenido altibajos y momentos de crisis, llegando incluso a desaparecer durante algunos pequeños periodos. Sin embargo, una y otra vez ha vuelto a renacer gracias al esfuerzo y la ilusión de los muchos valleros, luchadores y aficionados, quienes mantienen con entusiasmo la larga tradición de la lucha en Valle de Guerra y vivo uno de los clubs más señeros de la historia de la lucha canaria.
El 18 de mayo de 2010 en Museo Historia y
Antrpología de Tenerife ubicado en la Casa de Carta en Valle Guerra
tuvo lugar una exposición en homenajea, a esta laureada entidad deportiva de la Lucha Canaria.
Dicha exposición estuvo compuesta por archivos de imágenes fotográficas,
multimedia, paneles explicativos, figuras troqueladas de los más insignes
luchadores, trofeos, vestimenta y demás recursos, ofreció un recorrido por la
historia de la Lucha
Canaria a través del Club de Luchas Rosario.
La lucha canaria mantenida durante siglos como
divertimento popular, modernamente se convirtió en una disciplina deportiva
regulada institucionalmente a través de clubs y federaciones. En la actualidad
la lucha canaria es practicada siguiendo lo estipulado por el Reglamento de la Federación de Lucha
Canaria de 2003, donde se define como: “Un deporte vernáculo de las Islas
Canarias, caracterizado por su habilidad y nobleza, teniendo como principio
básico el desequilibrio del contrario/a hasta hacerle tocar el suelo con
cualquier parte del cuerpo que no sea la planta del pie, empleando para ello,
con un buen agarre, una serie de luchas, mañas o técnicas”.
Si bien su origen está indiscutiblemente asociado
a como queda dicho a los guanches de las Islas, documentado en numerosas
referencias de historiadores de todas las épocas, la lucha canaria ha
experimentado, sin embargo, importantes cambios en su evolución hasta
convertirse en un deporte de competición. En las últimas décadas, las
transformaciones económicas y de las prácticas sociales y culturales de la
población canaria, desde la dieta y hábitos alimentarios hasta nuevas formas de
ocio, han contribuido a la tendencia a la profesionalización de los luchadores
y a la institucionalización de la lucha canaria como deporte.
Recientemente el Club de Luchas Rosario ha
conseguido la Copa
de Subcampeones de la
Liga Gobierno de Canarias de primera categoría.
Así mismo, el 28 de
septiembre de 2012 falleció uno de los grandes luchadores de Valle Guerra, el
histórico Domingo Hernández, directivo durante más de cuarenta años del Rosario
Estación Servicio El Mirador y presidente de honor de este equipo, Precisamente, Hernández había recibió un
homenaje el domingo anterior en la
Plaza del Cristo, con motivo de la luchada de las Fiestas del
Cristo de La Laguna ,
en reconocimiento a su amplia trayectoria en pro de la lucha canaria en Valle
de Guerra, donde ha estado más de 40 años vinculado al Rosario. La enfermedad
le impidió recibir el cariño de los aficionados, y fue su hijo quien recogió
este agradecimiento.
Club Deportivo Valle de Guerra
El
Club Deportivo Valle de Guerra por el recientemente ascendió a la categoría senior a Preferente,
convirtiéndose en el único equipo del menceyato que militará en esta categoría
durante la próxima temporada 2010/2011.
Banda de Música
La
asociación Nuestra Señora de Lourdes, de Valle de Guerra, y Amigos del Arte, de
Güímar, actuarán este domingo día 10 de abril en la Sala de Cámara del Auditorio
de Tenerife “Adán Martín”. Dicho concierto, que dará comienzo a las 11:30 horas
con entrada libre hasta completar aforo, se enmarca dentro de Las Bandas de
Música en Primavera, ciclo anual que aglutina a las 37 bandas de música de
Tenerife.
Iniciará el concierto
Finalizó el concierto, bajo la batuta de Benigno González Coello,
Los Valleiros
La comparsa Los Valleiros, trayectoria de 33 años de historia de este grupo que
sobrevive gracias al tesón y la ilusión de Isauro Rivero, su director desde el
año 1988. Valleiros, que en la actualidad tiene 44, fue la primera comparsa que
logró tres premios en un mismo concurso en 1998.
Valle
de Guerra es un núcleo que ha ido creciendo con los años. Un núcleo dotado con
los servicios necesarios: un centro de salud, dos colegios de primaria: Lope de
Guerra y Ayatimas, un Instituto de Secundaria: I.E.S. Valle de Guerra, el
Centro Nuevos Caminantes, que acoge a personas con necesidades educativas
especiales, y el Centro Ciudadano, donde se imparten multitud de cursos.
Imagen, autor Pepe Torres, tomada
de La Opinión
de Tenerife.
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