DOLORES Y LUISA DE
LEÓN Y JOVEN DE SALAS
Otra muestra de mujeres pintoras
en la ciudad de Las Palmas, la constituyen las hermanas León y Joven de Salas,
sobrinas del artista Manuel Ponce de León, quien en 1853 las representó en un
romántico retrato doble de 120 × 99 cm. En esos momentos, las hijas de su
hermano mayor —Francisco María— contaban 22 y 13 años, respectiva- mente. Ambas
tuvieron a su tío como maestro de dibujo y pintura. Aparecen de pie, recortadas
sobre un jardín, en un momento de atardecer. Dolores viste un traje con corpiño
ajustado y amplia falda de tonos azulados con encajes en la parte superior y en
las amplias mangas, luciendo un ramillete de flores a la altura del pecho. Su
aspecto es decidido y algo adusto, mostrando el negro y largo cabello recogido
con un curioso tocado de color rojo. La mano izquierda sujeta un tulipán y la
derecha un pañuelo.
En contraste, la expresión de
Luisa revela con su mirada cierta timidez, hecho que se corrobora al coger uno
de los brazos de su hermana, buscando seguridad. El parecido de esta última con
su padre, también pintado por el artista, es muy notable. Se presenta vestida
con un traje de rosadas tonalidades, encima de una blanca blusa ornamentada con
un lazo anudado al cuello. El peinado y aderezo del cabello es similar al de
Dolores. En el espacio ajardinado del fondo de la composición se vislumbran
grandes árboles y una balaustrada con el correspondiente florón, rematado por
un pavo real. El paisaje se encuentra envuelto en una aureola de misterio,
bañado por la luz dorada y la espesura de la arboleda captada en semipenumbra.
En toda la obra predominan los colores delicados, contrastando armónicamente
los lumínicos tonos azules y rosáceos, del primer término, con los oscuros
dorados y azulados del fondo del lienzo.
Dolores (1831-1899) se dedicó
fundamentalmente a la representa- ción de naturalezas muertas, exhibiendo
varios bodegones en las explosiones de 1847, 1849 y 1862. Respecto a los dos
expuestos en 1849, la memoria que se editó de la muestra, reseñaba que han
agradado a todos por la exactitud del dibujo y verdad del colorido.
En el certamen de 1862 presentó
cuatro naturalezas muertas, obteniendo por una de ellas el galardón de una
Memoria del certamen. Hemos podido localizar en manos particulares, uno de los
bodegones que realizara (46 × 66 cm.), firmado en 1847 y dedicado a sus padres,
que viene a suponer, prácticamente, una copia de dos obras similares realizadas
por el maestro. A la exposición de 1853 concurrió con un paisaje campestre de
mucho mérito y de buen colorido.
Su hermana menor, Luisa
(1840-1912) fue discípula de Manuel Ponce de León en el Colegio de Señoritas de
Vegueta. Participó en los certámenes de 1853 y 1862. Al primero de los
reseñados, presentó la copia de un estudio de cabeza de Julian. En la Exposición Provincial
de 1862 presentó un dibujo a lápiz que representaba una figura, por el que se
le concedió una mención honorífica. Sus
descendientes conservan tres pequeñas obras, de 25,5 × 19 cm. de las cuales dos
son acuarelas que muestran un barco y un castillo, respectivamente, mientras
que la tercera está realizada al pastel, representando un idílico paisaje.
(María de los Reyes Hernández Socorro,Gerardo Fuentes Pérez,
y Carlos Gaviño de Franchy)
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