Capitulo IX-II
Eduardo
Pedro García Rodríguez
APUNTES SOBRE LA PENETRACIÓN CRISTIANA
EN CANARIAS
Generalmente las conquistas
de unos pueblos por otros suelen ir precedidas de penetraciones religiosas que actúan como
puntas de lanza. En el caso de Canarias, la punta de lanza estuvo en manos del
cristianismo, esta confección religiosa puso sus miras en el archipiélago desde
tiempos remotos. La santa sede erigida en árbitro de los pueblos y secundada
por las turbas fanáticas cristianas europeas, decide esclavizar y expoliar las
islas Canarias. Para ello comenzó regalando el país con la misma facilidad con
que se concedía una indulgencia. A partir de ese momento, comenzaron los males
de este pueblo los cuales preveo que van a continuar durante largo tiempo.
El Papa
Clemente VI, erige en reino a las islas Canarias, y concede los derechos de
conquista de las mismas al almirante francés Luis de la Cerda , con el título de
“Príncipe de la Fortuna ”,
en 1344.
Confirma a los vicarios después
de ser electos misioneros, El Pontífice Benedicto XIII da testimonio de ello
por medio de la bula Illius celestis agricole, 20 de noviembre de 1424.
El más grave obstáculo con que tropezaba la
evangelización era la pervivencia de la esclavitud del infiel, defendida por un
grupo compacto de doctrinarios (Egidio Romano y Enrique de Sousa a la cabeza) y
combatida por una minoría de penetrantes teólogos (Inocencio IV, Santo Tomás y
Agustín de Ancona. La curia pontificia va a adoptar en 1434 una postura
intermedia que, para el momento, supone un decidido progreso.
El cambio anterior se operó gracias a los
informes enviados a la corte pontificia sobre las verdaderas circunstancias de
los aborígenes atlánticos con el apoyo del Obispo del Rubicón, Fernando
Calvetos, y por el testimonio directo del misionero fray Juan de Baeza,
minorista, y un lego indígena, Juan Alfonso Idubaren. Eugenio IV, proclamó la
libertad de los aborígenes canarios, pero que,
los “mercaderes piratas” jamás respetaron.
Las violencias cometidas por piratas
cristianos con los Canarios, fueron execradas por la bula Regimini gregis
de fecha 29 de septiembre de 1434...
En cuanto al núcleo misional de
Tenerife, radicado en el sur de la isla, más concretamente en Candelaria
(Menceyato de Gúímar) contó desde un principio con poderosos valedores que
contribuyeron a dar al mismo inusitado auge.
Los
mallorquines intentaron una penetración por el menceyato de Adeje en 1347,
posiblemente por la playa de Los Cristianos. Entrevistados con el mecey
Betzenuriga le expusieron sus pretensiones de paz y evangelización, escuchados
por el mencey y sus consejeros, fueron invitados a abandonar el país, con la
advertencia de que si volvían con las mismas pretensiones serían ejecutados.
El ministro
general de la orden franciscana fray
Jaime de Zarzuela (elegido el 20 de mayo de 1458) acogió bajo su tutela
el eremitario de Tenerife, sometiéndolo a directa jurisdicción. El
principal apóstol de esta misión fue fray alfonso de Bolaños, quién había conseguido catequizar buen número
de infieles güimareros. Sabemos por expresa declaración pontificia que el
núcleo tinerfeño lo componía tres misioneros, y hasta es dable identificar a
otro de ellos, fray Masedo. Acaso fuese el tercero fray Diego de Balmanua. De
los tres hay constancia de que vivieron entre los guanches y que predicaban en
la lengua de éstos. (Bula decet apostolicam sedem1462.) Bullarium,
tomo II, núm. 978,página 512).
El segundo protector del eremitario de
Tenerife fue el obispo de Rubicón don Diego López de Illesca, a quien de sobra
conocemos. Éste patrocinio se extendió a fray
Alfonso de Bolaños, como cabeza visible del núcleo nivaríense. Dicho
prelado se erigió en defensor del misionero contra las tropelías del vicario de
Canarias fray Rodrigo de Utrera, acudiendo con sus quejas, en 1461, ante
la propia corte pontificia. Conocemos estos incidentes por la bula Decet
apostolican sedem, 1462. del Papa Pío II.
...Para que los recursos económicos no
faltasen, Pío II, por la bula Pastor bunus (7 de octube de 1462)
concedió una amplia indulgencia en beneficio de los cooperadores en las obras
misionales...y fulmina de nuevo con la excomunión contra los piratas que
salteasen y vendiesen a los naturales si no les restituían inmediatamente la
libertad.
...Una bula posterior del Papa
Paulo II, la Docet
romanorum pontifecen (1465), nos informa de manera indirecta que por
esta data el fraile Alfonso de Bolaños ejercía autoridad como vicario sobre
Guinea, las islas del mar Océano y algunas de las Canarias.
...En 1465 Diego García de Herrera,
señor de las islas Canarias, como se quejase del comportamiento de Bolaños en
carta que dirigió al Papa Paulo II,...que según Herrera, fray Alonso de Bolaños
abusaba de sus privilegios, proponiendo sustituirle a fray Diego de Balmanua,
misionero que conocía la lengua de los isleños...
A esta etapa tan intensa de la acción
misional aluden con reiteración los testigos de la famosa Información de
Cabitos (1477). El propio señor de las Canarias Diego García de Herrera
confiesa, por la pluma de su procurador, lo que sigue: <<el obispo de
las dichas islas ha estado en las dichas islas e sus clérigos; e en la dicha
isla de Tenerife han entrado azas veces frayles e tienen su iglesia e hay en ella
asaz gente bautizada>>. El testimonio merece ser realzado por la
calidad de la persona y la concreción de los detalles.
Es posible que
la iglesia a que hace referencia Diego García de Herrera fuese la cueva de
Achbibinico o de San Blas, (la que anteriormente había estado destinada para el
esquilmo del ganado) que después fue la primera parroquia erigida en el valle
de Güímar. En varios documentos del protocolo del escribano Sancho de Urtarte,
se hace mención expresa de la parroquia de San Blas.
En el testamento otorgado por Luis Alonso,
natural (guanche) de Tenerife, dispone una manda << a la cofradía del
Stmo. Sacramento de la iglesia parroquial de San Blas, en el pueblo de
Candelaria, media dobla para aumento de la cera,>>. Además dispone
que, <<por el vicario, frailes, y convento de Ntra. Sra. de
Candelaria, que sobre la tumba de su padre Pedro Alonso y la suya, se le diga
una misa cantada de cuerpo presente y
otra misa rezada de réquiem, ofrendado de una fanega de trigo, un carnero y
un cántaro de vino>>. Sábado 18 de julio de 1579. Fol. 1.126
vº. Por esta manda testamentaria,
podemos ver como unos 83 años después de la conquista, los mazigios tinerfeños
continuaban ofrendando alimentos a sus difuntos, aunque naturalmente de manera
sincretisada. Esta practica guanche, era aceptada por la iglesia debido al
pingüe beneficio económico que la misma le proporcionaba.
...Al igual que Pío II, Sixto IV se apresuró
a expedir una bula, la Pastoris aeterni,
29 de junio de 1472, fiel trasunto de las inquietudes misionales. El
pontífice minorista se declara entusiasta y ardoroso campeón de la conversión
de los indígenas guanches y africanos, depositando toda su confianza en fray
Alfonso de Bolaños para el desempeño de tan importante misión. Con este objeto
erigía la nunciatura de Guinea, designando nuncio y comisario a fray
Alfonso de Bolaños. Quedaban bajo su inmediata dependencia espiritual la isla
de Tenerife, los territorios de África y Guinea y las islas del mar Océano. Con
lo que tenemos que, Tenerife antes de tener obispado, tuvo Nunciatura.
Sixto IV, haciendo caso omiso de la soberanía portuguesa y de la
jurisdicción espiritual otorgada a la orden de cristo por su predecesor Calixto
III, (dicho pontífice había concedido jurisdicción espiritual sobre el
continente africano a dicha Orden por la bula Inter Caetera, de 13 de
mayo de 1456.)
BAUTISMO POR EL RITO
GUANCHE
En determinas culturas,
especialmente en las africanas es huso común el imponer al recién nacido, un
nombre que sirva para distinguirlo de los demás y que al mismo tiempo indique
la procedencia familiar, de clan o tribu. Generalmente el nombre es escogido
por los padres o parientes del neófito, en función de los que los padres y
parientes próximos esperan y desean del “bautizado” o lo toman de algún
pariente o antecesor que se hubiese distinguido en la comunidad, bien por
determinados hechos sucedidos en su vida, o porque se hubiera destacado de
entre los suyos, como cazador, guerrero,
deportista, hombre mascota etc., en la medicina o cualquier otra actividad de
relevancia en servicio de la comunidad.
En
todo caso, este primer nombre distintivo suele ser provisional, ya que,
cuando el individuo alcanza la mayoría de edad, (en la sociedad guanche era a
los 25 años) éste puede tomar el nombre que estime conveniente, el cual
generalmente está determinado por las cualidades que en su vida cotidiana haya
desarrollado el futuro portador, en el
hecho de que destaque en alguna actividad concreta, o en que posea alguna
característica física o moral destacables.
ANTECEDENTES
Las noticias
que hasta nosotros han llegado sobre la toma de nombres propios por nuestros
antepasados, son pocas y confusas ya que, generalmente, éstas nos han sido
trasmitidas por frailes, los cuales suelen actuar imbuidos por el fanatismo de
sus creencias y por consiguiente, guiados por un ego cristianismo exacerbado y con un odio feroz hacía
cualquier creencia o cultura por ellos
denominada “paganas”. Por tanto, trataban de resaltar en éstas las similitudes
con sus ritos Católicos, (por esas fechas, la mayoría de frailes y clérigos
eran totalmente analfabetos) en unos casos o falseándolos en otros. En todo
caso, cuando no podían erradicar de los pueblos conquistados determinadas
creencias, a pesar de los criminales métodos empleados en sus intentos a través
del brazo secular, cambiaban de táctica y se limitaban a sincretizar estas
creencias dándoles un tinte de catolicismo. Así en Canarias tenemos que,
determinados lugares de culto guanche fueron cristianizados implantando en
éstos, ermitas o cruces, y aplicando a los mismos nombres de santos Católicos.
Los árboles Santos, tales como los pinos y dragos, fueron victimas propicias
para las hachas de los conquistadores en su afán por destruir los lugares sacros de los guanches.
En aquellos
casos en que no les fue fácil la tala por encontrar una fuerte oposición por
parte del pueblo guanche, se limitaron a cristianizarlos con supuestas
apariciones de vírgenes. Tales fueron los casos del pino santo de Terure, (Gran
canaria) el cual tenía tres dragos en una de sus inmensas ramas y dos lajas con
unos grabados rupestres formados por la silueta de dos píes (podomorfos), en su
base, nacía una fuente cuyas aguas eran reputadas como medicinales tanto por el
pueblo mazigio como por los conquistadores, los que no dudaron en beneficiarse
de ellas.
Así mismo
según referencias recogidas de los antiguos canarios por el historiador Marín
de Cubas, en 1687, en una de sus ramas existió la tumba de un antepasado
protector, cuyo nombre no se conoce con exactitud, pero que pudo ser
precisamente el de Terure, tal como lo expone el mencionado historiador: <<Lo qe piadosamente se
tiene es qe aquellas piedras, i tierra onde estaban plantados los dragos, devía
estar el cuerpo de algun Varón Sancto que en la isla muriesse>>.
El clero no tuvo muchos
remilgos a la hora de implantar imágenes cristianas o cristianizadas, en el
caso de La Virgen
del Pino concretamente, sirvió una imagen cuyo origen es incierto, pero que al
igual que la Chaxiraxi ,
no son de factura cristiana, veamos lo que sobre La Virgen de Terure o Teror
nos dice el coronel y viajero inglés, E.B. Ellis: <<Entre otras
imágenes extraordinarias de esta isla, una de las más extrañas es la que existe
en Teror, una pequeña pero pintoresca aldea situada a unas once millas de Las
Palmas. Es de madera, está cubierta de joyas y provista de cuatro brazos.
Y lo que para alguien que conozca las deidades de la India supondría que intenta
representar al dios hindú Visnu, aquí sin embargo es la Virgen y la tradición
asegura que hace algunos siglos se la encontró milagrosamente clavada en un
pino de un bosque cercano. No obstante el motivo por el que tiene cuatro brazos
es un misterio que dudo que incluso un sacerdote pueda resolver sastifactoriamente.
>>.
Entre los
árboles venerados por el pueblo y sincretisados por el clero podemos citar el
Pino Santo de la isla de La
Palma (Las Nieves) y El Pino Santo de Acentejo, (La Victoria , Tenerife) en
todos ellos, el clero hizo aparecer milagrosamente Vírgenes, práctica que les
dio tan buen resultado que decidieron exportar
la experiencia a América, donde las apariciones marianas se
multiplicaron bajo los auspicios de los frailes dominicos y franciscanos. De
los árboles santos de la isla de Chinet, solo se libraron de la sacralización
católica, (y del hacha) los pinos santos de Vilaflor, quizás por encontrarse
alejados de las zonas de influencia europea, en zona de muy difícil acceso.
En cuanto a
los lugares cultuales situados en lugares elevados y preeminentes, de
atormentada orografía y difícil acceso para el clero y sus acólitos, la
estrategia empleada fue diferente. Comenzaron a tejer burdas leyendas en torno
a horribles aquelarres protagonizados por supuestas brujas y brujos con
asistencia del propio Satanás. El amilanamiento de los neófitos se conseguía
lanzando sobre éstos terribles amenazas y anatemas, sobre el cada ves más
crédulo y alienado por la religión católica pueblo guanches. Así dieron
nacimiento a la denominación de bailaderos de las brujas, a los lugares donde
nuestros antepasados se reunían – y en algunos de los cuales se reúnen sus
descendientes en nuestros días – para practicar los ritos ancestrales de
nuestros mayores. En la actualidad, son innumerables los lugares que en las
montañas, bosques y Llanuras, de toda nuestra geografía ostentan el topónimo
Bailadero, ello nos da una idea de la pervivencia de algunas de las prácticas
rituales guanches, después de la conquista hasta nuestros días, a pesar de la
brutal represión de la iglesia y de su brazo secular, pues aún hoy en pleno
siglo XXI, determinados sectores de la población canaria continúan practicando
los rituales de nuestros antepasados.
En las bandas
del Sur, aún el presente se escucha de boca de los ancianos algunas plegarias,
en la lengua de nuestros antepasados, veamos unas recogidas por los
compañeros Sita, en Güímar, y Nando en Chío, Guía de Isora:
¡¡Uh!!
Magné Mastáy Achen tumba Manéy.
¡Uh!
Ma gdnná, Mastay ase-n tunwa, Maney.
Tanemir
uhana gek magék Enehana benijime
barba Enaguapa acha abezan.
Tansmmirt
uyan ajeq Mayeq n eyenna benn iyimme
Hansa
n wafa ass abezzan.
TRADUCCION AL CASTELLANO
¡¡Oh!!
Madre del cielo
Madre de la tierra.
¡Oh! Madre del cielo, Madre del crecimiento
de la hermandad,
Madre de lo nuevo.
Gracias
poderosa Sol por salir un día más para alumbrar la noche.
Gracias,
joya que eres fulgor, Sol del comienzo del alba,
que
tiñe siempre de luz toda la oscuridad (o maldad).
Traducción
al castellano del Dr. Ignacio Reyes García.
REFERENCIAS SOBRE EL RITUAL
GUANCHE DE LA IMPOSICIÓN
DE NOMBRES
<<Acostumbraban
(...) cuando alguna criatura nacía, llamar a una mujer que lo tenía por oficio,
y ésta echaba agua sobre la cabeza de la criatura: y aquella tal mujer,
contraía parentesco con los padres de la criatura, de suerte que no era lícito
casarse con ella, ni tratar deshonestamente. De donde les hubiese quedado esta
costumbre, o ceremonia no saben dar razón más de que así se hacía. No que fuese
sacramento, pues ni lo hacían por tal, ni les era ley evangélica predicada, más
era una ceremonia de un lavatorio, que también otras naciones usaron. Pude ser
haberles quedado esta costumbre y ceremonia desde el tiempo que Blandano y
Maclovio predicaron en estas islas (como atrás queda dicho) o antes, y como ellos
murieron o se fueron de ellas, no les quedó más que la ceremonia, olvidando el
fin para que se hacía, y el nombre por quien. >>
Así es como el
dominico fray Alonso de Espinosa, nos describe la imposición de nombres a los
neófitos guanches, de tal manera que aparentemente, la ceremonia de la
imposición de nombres guarda cierta similitud con el bautismo cristiano.
Es el acto de lavar de la cabeza a los
pies al bautizado y el hecho de que la
oficiante, contraiga parentesco espiritual con los padres, lo que da pies al
dominico para dar a entender tal posibilidad. Aunque el historiador es parco en
detalles, no deja de consignar que <<también otras naciones
usaron>>. Ignoramos los detalles sobre la ceremonia, aunque sabemos
que esta se llevaba a cabo indistintamente en el mar y en los charcos de los barrancos o en las
proximidades de determinadas fuentes de agua.
Así mismo, el autor “olvida” mencionar que las tales mujeres eran las
Maguadas, sacerdotisas guanches algunas de las cuales tenían su convento y
hospital en el barranco de Chacorche (Candelaria) y, que entre otras funciones,
tenían la de dar nombre a los achikukas.
(niños/as) detalle que seguramente debió conocer, pues su fuente de información
para estos temas las tomó de ancianos guanches, de Candelaria, tal como afirma
mas adelante: <<...son tan cortos y encogidos los guanches viejos que,
si las saben no las quieren decir, pensando que divulgarlas (a extranjeros) es
menoscabo de su nación. >>
BAUSTISTERIOS
La toponimia nos ha legado algunos
de los lugares donde nuestros antepasados acostumbraban a realizar la ceremonia
de la imposición de nombres, algunos de losque aún se conservan son los
siguientes:
BAUTISTERIO
DEL BOXO o CHARCO DEL BAUTISTERIO, localizado en el barranco del Boxo de Arico,
a mediados del siglo XIX en unas cuevas de este barranco se descubrieron cinco
tallas de barro, conteniendo cada una un esqueleto de niño.
CHARCO DEL
BAUSTISTERIO, situado a orillas del mar, en el municipio de La Guancha , Tenerife,
FUENTE DE
JEÑICA o de LOS JUNCOS. En el Municipio del Rosario, sobre la carretera de
Güímar.
LAVATORIO DE
LOS GUANCHES o FUENTITA DE CERRO GORDO.
BARRANCO DE
CHAMARTA (CHAMATTU), en Eguerew, (La
Laguna , Chinet;) en este barranco existió un centro cultual
guanche.
Es indudable
que el número de eres y charcos consagrados como bautisterios tanto en las
playas como en barrancos y en las proximidades de las fuentes debió ser
numeroso en todos los menceyatos.
PRIMERA IMPOSICIÓN DE NOMBRE POR EL RITO GUANCHE DESPUES DE LA INVASIÓN Y CONQUISTA
El pueblo canario viene tomado
conciencia de sus orígenes, conciencia que día a día nos impulsa a recuperar nuestra
secuestrada identidad. Por ello, sentimos la necesidad de usar los nombres
propios de nuestros ancestros, con la misma ansiedad con que un hijo adoptado
busca incansablemente a su madre biológica. Así, multitud de personas nos
hacemos llamar por nombres guanches en contraposición a los nombres de origen
europeos que nos han venido imponiendo a partir de la conquista y posterior
cristianización de nuestras islas.
En el año
1996, la
Asociación Sociocultural Kebehi Benchomo, puso en marcha una
campaña tendente a fomentar la imposición de nombres nacionales a los recién
nacidos, para ello concedía – y concede – el titulo de socio de honor a todos
aquellos niños/as que ostentando nombres guanches lo soliciten por
mediación de sus padres, hasta el presente cuentan con setenta socios de honor
por este concepto.
El primer
bautizo por el rito guanche de los tiempos actuales, fue llevado a efecto en
las playas de Chimisay (playa del Socorro) en el menceyato de Güímar,
isla de Chinet, el 14 de Octubre de 1997 en la persona del Achikuka
Bencomo, hijo del Amesnau Ulidaren ( alias Emiliano
Bethencourt Expósito), y de Peregrina María Gómez Díaz. Ofició de Arimaguada, Acerina
( alias María Espinosa Díaz), y como Kanku,
Guaire Adarguma ( alias Eduardo Pedro García Rodríguez.) La asamblea
estuvo compuesta de unos treinta asistentes, entre ellos, como extranjeros
invitados de honor asistió el investigador, escritor y arqueólogo sueco, y
-según él- ciudadano del mundo, doctor Thor Heyerdahl, acompañado de su esposa.
La asamblea llegó a la playa de
Chimisay sobre las doce horas y, auque la mañana estaba bastante
desapacible y fría, la Arimaguada
tomó al achikuka de los brazos de su madre y envolviéndolo en un
cojín de piel de cabra, se dirigió a la
orilla de la playa y en un lugar donde rompen las olas procedió al lavatorio de la cabeza y cuerpo
del niño, concluida esta parte de la ceremonia, entregó al neófito en brazos
del Kanku, quien a continuación lo depositó en los de la madre.
La asamblea se trasladó al
municipio de Arafo, (antiguo feudo de los sacerdotes kankus, encargados de
mantener el culto al divino Sol,) donde habría de celebrarse la Guatativoa en
honor del niño, aquí y antes de comenzar el festejo, el Kanku presentó
al Achikuka a la asamblea del pueblo de la siguiente manera: El Achikuka
completamente desnudo fue tomado por el Kanku por debajo de las axilas y
presentándolo de cara a la asamblea dijo: >>conozco yo que éste, es Bencomo,
hijo de Ulidaren, hijo de...( sigue nombrando a los ascendientes
paternos hasta donde alcanza la memoria) y es libre de todo defecto o
mancha>>. Acto seguido, el Achikuka
y sus parientes comenzaron a recibir los presentes de la asamblea, entre
ellos la actuación de varios grupos folkcloricos y solistas que compartieron
con los parientes del niño la alegría del primer bautizo guanche en nuestros
días.
El hecho de
que el Kanku o Maguada tome al niño solamente después de que éste haya sido
lavado (purificado), está relacionado con el tabú de la sangre, el que el
pueblo guanche respetaba al máximo.
Mostrando al
recién nacido desnudo ante la asamblea, el Kanku demuestra al pueblo que el
niño está perfectamente constituido, y que no posee ningún defecto físico,
extremo éste muy importante en la sociedad de nuestros antepasados, cuya
actividad económica principal era el pastoreo y por consiguiente debían llevar
una vida al aire libre y por terrenos abruptos, además de estar debidamente
capacitados para la guerra, razones por las cuales una buena constitución
física era fundamental.
En la fotografía superior,
podemos apreciar a un grupo de asistentes al acto de imposición de nombre por
el rito guanche a Bencomo hijo de Ul-Idaren. La ceremonia tuvo lugar en la
playa Chivisay (El Socorro), en el Municipio de Güímar Chinech (Tenerife),
entre los asistentes: Thor Heyerdal y Sra
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