Desde luego que no hace falta ser
Gabo para saber que la crónica de la tan cacareada consulta acerca de si
nuestras preferencias de futuro pasan por atiborrarnos de ladrillo o por pegar
a perforar el fondo marino o, lo que es lo mismo, si preferimos enterrarnos en
cemento o enterrarnos en piche, era otra “Crónica de una muerte anunciada”. En
esta nuestra, como sucedió con el Santiago Nasar de la original de
García Márquez, tal vez tengamos que levantarnos a las 5.30 del 23 de
noviembre, pero no para esperar el barco del obispo -en este caso el barco de
REPSOL- sino, justamente, para evitar que todo un cúmulo de circunstancias haga
inevitable el crimen que planea sobre esta heptainsulana nación africana.
Desde luego que no puede la Coordinadora Canaria
contra las Prospecciones, ni ninguna de las organizaciones que la
integran, mostrarse sorprendidos ni por la suspensión “constitucional” de la
consulta, ni por la decisión del gobierno pseudo-autónomo de plegarse a las
evidentes –y esperadas- presiones del gobierno colonial. Ambas cuestiones
estaban cantadas de antemano. Es más, en mi opinión, el tándem CC-PSOE en el
gobierno subordinado de esta colonia buscaba esta salida para volver, poco a
poco y culpando a “Madrid”, a sus posiciones de antaño de permitir y celebrar
las prospecciones a pesar de los pírricos beneficios que para estas
tierras supondrían, pero no tan pírricos para los ávidos bolsillos de algunos
tiburones jilufos que estarían al “cáido” de las migajas con que la
multinacional prometía untarles los besos. En este supuesto las organizaciones
populares estaban destinadas desde el inicio al papel de tontos útiles. Algo
bueno, sin embargo, puede salir de este falsete colonial en el que quedamos
atrapados. La retorcida pregunta absurdamente consensuada entre organizaciones
y gobierno regional –por favor, ¡NO llamarlo “Gobierno Canario” hasta que no lo
sea de verdad!- carece ahora de sentido. Se plantea de nuevo en sus términos
originales que debería ser el decir simplemente SI o NO a las PROSPECCIONES.
Al término de la reunión con el
ejecutivo regional de hace justamente una semana el portavoz de la Coordinadora ,
Jerónimo Gómez, aseguraba que "La consulta se
realizará el próximo 23 de noviembre sí o sí. Si finalmente el Gobierno
autónomo no la convocara la sacaríamos nosotros adelante aunque no fuera
vinculante", aunque como
“vinculante” nunca se planteo la dichosa consulta. Me alegraría –y no solo a mi- que esta contundente
afirmación correspondiera a una realidad y no solo a una intención personal del
portavoz. También Intersindical Canaria, tras una dura crítica al ejecutivo
-esta vez poco fundada porque el gobierno regional solo cumplía lo que
prometió- expresó claramente su posición al respecto: "llamar al pueblo canario y
su clase trabajadora a asumir con claridad la vanguardia de esta lucha,
manteniendo el pulso de la movilización y saliendo en peso a las calles el 23N
para emitir nuestra opinión en una consulta que debe realizarse pese a quien le
pese". Ahora bien, ni uno ni otra, han clarificado una
cuestión a mi juicio primordial ¿Y AHORA QUÉ PREGUNTAMOS?
¿Volvemos a la dicotomía del ladrillo frente al piche? Creo que si así se
hiciera la desmovilización sería, no solo general, sino lógica y necesaria al
demostrarse que las organizaciones políticas, sindicales y ecologistas se han
plegado a la exigencia del ejecutivo regional de servir para mantener el actual
status político-social de esta colonia.
Es preocupante que, a menos de un
mes para la propuesta consulta, ni la Coordinadora ni las organizaciones implicadas
hayan hecho público un comunicado, claro y preciso, de cómo plantean realizar
–si es que lo plantean- el plebiscito popular; de que se va a preguntar y
de cómo se plantea proseguir la imprescindible movilización popular contra las
prospecciones. El no estar ya en la calle batallando es empezar a perder esta
contienda. Me apropio del verso de Yeray, en especial de la décima que copio:
Mantente firme,
pueblo, tus conquistas
son tuyas aunque suyas las calculan
los que han especulado y especulan
y hoy llevan el disfraz de ecologistas.
Mantente firme, que hay funambulistas
que dicen defender el medio ambiente
pero después de haberle hincado el diente
a todo lo que un día defendiste.
Hoy tienes que pensar que es como un chiste
que estén tras la pancarta en vez de enfrente.
son tuyas aunque suyas las calculan
los que han especulado y especulan
y hoy llevan el disfraz de ecologistas.
Mantente firme, que hay funambulistas
que dicen defender el medio ambiente
pero después de haberle hincado el diente
a todo lo que un día defendiste.
Hoy tienes que pensar que es como un chiste
que estén tras la pancarta en vez de enfrente.
Como parte de este pueblo pretendo justamente
eso, mantenernos firmes. Creo que con una pregunta clara ganaríamos una
batalla, no la guerra, que solo tendrá un fin cuando conquistemos la soberanía
política con la descolonización, pero si una importante batalla, pero si se
cede ante la presión que ejerce el gobierno español para que no se celebre la
consulta o ante la que ejerce el gobierno dependiente regional de CC-PSOE al
contraponer las prospecciones foráneas a su modelo de expoliación, será una
batalla perdida. Una vez más los canarios de a pie, el pueblo, sorribaremos el
terreno, lo araremos, lo plantaremos….y la cosecha la recogerán los de siempre.
Esa responsabilidad está ahora en las manos de
los que convoquen la consulta. El poder votar un rotundo NO depende
fundamentalmente de la pregunta que nos hagan.
Francisco Javier González
Gomera a 29 de octubre de 2014.
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