Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
Bautismo del origen griego: “baptizo” significa
sumergir. Los baños sagrados son comunes a muchas religiones antiguas, como los
ritos eléusicos. mitraicos o el hinduismo y el budismo entre otras muchas
confesiones religiosas como veremos.
En pleno siglo XXI cuesta creer la cantidad de personas que siguen determinada
religiones y nunca se han preguntado el origen de sus creencias o prácticas
religiosas.
Generalmente si se le pregunta a
un parroquiano por el origen de los
ritos que practica la repuesta es negativa, en algunos caso se limitan a
responder que: “así lo hacían sus y abuelos y sus padres y así lo hacen ellos”
sin cuestionarse que es lo que realmente significan los ritos que celebran;
bautismo, bodas, sepelios entre otros.
Por ejemplo, en las prácticas religiosas
populares de determinada religión de las denominadas mayoritarias, sus adeptos
en muy raras ocasiones se cuestionan las creencias, costumbres o rituales que esta
confesión enseña como mandato de su dios a los feligreses. Si en alguna clase de
catecismo alguien pregunta por qué se cree en ciertos dogmas, la respuesta
siempre era la misma, “porque así lo manda la santa madre iglesia”.
Muchos católicos tienen asumido
que el origen de la práctica del bautismo en las aguas, es de creación
netamente cristiana y por disposición divina, práctica que los cristianos
atribuyen a Jesús (o a Juan el bautista) como el fundador de la misma.
En
muchas religiones las abluciones y los baños sagrados han sido frecuentes a lo
largo de la historia. Como símbolo de purificación o de nacimiento a una nueva
vida espiritual.
En
Mesopotamia, según la concepción de los babilonios, el agua dulce es el
principio de la vida. Por eso se atribuía una virtud especial a las aguas del
Eridu, junto a la desembocadura del Tigris y el Éufrates. El dios local de
Eridu es Ea (o Enki), señor de las aguas dulces y también dios de la magia. De
ahí el empleo de las aguas del Eridu en una serie de ritos mágicos, con el
propósito de expulsar a los demonios causantes de enfermedades y rehabilitar al
pecador a los ojos de la divinidad.
Los romanos del tiempo de Cristo
se interesaron en las religiones místicas de Egipto y Babilonia en algunas de
las cuales se practicaba el bautismo como ritual. Por ejemplo en los ritos de
iniciación del culto de Isis, el iniciado confesaba sus pecados delante de
otros devotos y era luego bautizado en la certeza que el baño ritual lo
purificaba de sus faltas y lo enrolaba en las filas de la Diosa salvadora. En
una escena grabada en el templo de Isis, en la isla de Philae, se contempla el
momento en que la momia de una divinidad es regada con el “agua fría de Osiris”
y, entonces, brotan de aquel cuerpo unas espigas nuevas. El agua da nueva vida.
Como los egipcios, también los
griegos atribuían a las aguas una virtud vivificadora; Se prescribían abluciones a quienes se acercaban al templo; es
una ceremonia común a muchas religiones, reflejando el recelo de comparecer frente
a la divinidad con impurezas interiores y deseando alejarlas, por analogía, de
la misma forma que se alejan las impurezas exteriores.
El
Sintoísmo es la religión autóctona de Japón basada en la veneración de los
kamis, esas innumerables deidades que contiene la naturaleza. El culto de los
kamis empieza siempre por un acto de purificación con agua. La purificación
permite restablecer el orden y el equilibrio entre la naturaleza, los humanos y
las deidades. Las cascadas se consideran sagradas.
El
Zoroastrismo, religión dualista, fundada por Zoroastro (Zaratustra), opone el
dios del bien al del mal. En el momento de la creación del mundo, el espíritu
del mal atacó la tierra y transformó una parte del agua pura en agua salada. La
pureza y la polución están en el centro de las creencias de los zoroastristas.
El mito del gran diluvio también existe en esta religión.
En
otras culturas tan lejanas en espacio y tiempo como en la época de los Incas,
el agua aparte de ser un elemento vital era venerada y utilizada en baños
rituales, e purificación o de energía; baños previos a ceremonias religiosas en
el templo, ritos que se siguieron practicando aun después de la invasión de los
españoles, hasta que en 1844 se prohibieron estos baños rituales de
purificación por considerarse por parte del catolicismo como ritos paganos.
Como queda dicho en casi todas
las religiones conocidas se encuentran baños y abluciones con ritos muy
variados. La materia más usada es el agua, del mar, de los ríos, de las
fuentes, de los eres etc. En cuanto a la forma de aplicación, puede ser el baño
total, el lavado de ciertas partes del cuerpo, o aspersión.
Entre las practicas
rituales del primigenio pueblo canario antes de la invasión y conquista
española estaba la de purificación o bautismo mediante el agua, de ello nos
dejo testimonio entre otros cronistas el dominico fray Alonso de Espinosa: “Acostumbraban
(porque tomemos desde principio la materia) cuando alguna criatura nacía, llamar
una mujer que lo tenía por oficio, y ésta echaba agua sobre la cabeza
de la criatura: y aquella tal mujer contraía parentesco con los padres de
la criatura, de suerte que no era Bautismo
lícito casarse con ella, ni tratar deshonestamente.”.
Y prosigue imbuido de su etnocristianismo: “De dónde les hubiese quedado esta costumbre, o ceremonia, no saben dar razón
más de que así se hacía. No que fuese sacramento, pues ni lo hacían por tal, ni les
era ley evangélica predicada, más era una ceremonia de un lavatorio, que también otras naciones usaron.”. (A.
Espinosa 1980:35)
Nuestros
ancestros tenían lugares sacros dedicados para uso exclusivo de los ritos de
purificación o bautismo. Para la Isla
Chinech (Tenerife) el Dr. Juan Bethencourt Alfonso recoge:
Bautisterio del Boxo o charco del Bautisterio, localizado en el Barranco del
Boxo en Arico; Charco del Bautisterio en la Fuente de Jeñica o de Los Juncos en el actual
Municipio del Rosario; Lavatorio de los Guanches o cuentita de Cerro Gordo en La Guancha. (J. Bethencourt,
1991)
Como hemos visto la
práctica del rito bautismal tiene su origen en religiones mucho más antiguas
que el cristianismo. El problema con la gran mayoría de la gente religiosa –
particularmente catequistas, sacerdotes,
misioneros, y maestros de seminarios –, es que no aceptan que sus
prácticas religiosas están basadas en otras mucho más antiguas que el
cristianismo y a las que han venido en calificar como paganas.
El bautismo cristiano es uno de los tantos ritos sincretizados
o usurpados de otras religiones de los
pueblos de la antigüedad, el uso de agua lustral se encuentra
entre los babilonios, asirios, egipcios,
griegos, romanos, hindúes, canarios y otros.
De esto
podemos determinar que el agua y sus usos rituales son comunes en muchas
religiones y no patrimonio exclusivo del cristianismo.
El caso es que los cristianos no
van a aceptar que sus ritos y creencias son basados en prácticas, y creencias de
otras religiones que existieron y existen mucho antes que el cristianismo.
Ellos creen que sus prácticas y ritos son diferentes a los de las demás
religiones.
Agettzir Aknaran, 17 n want’ ijussur 10º achano
n tallit taynay tagwancet.
Fuentes consultadas:
Fray Alonso de Espinosa
Historia de Nuestra Señora de
Candelaria
Goya Ediciones. Santa Cruz de
Tenerife 1980.
Juan Bethencourt Alfonso
Historia del Pueblo Guanche, T. I
Francisco Lemus Editor.
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