Eduardo
Pedro García Rodríguez
Hemos
venido siguiendo con atención los intentos una vez más por parte de los poderes
coloniales de la destrucción sistemática de todo aquello que de alguna manera
pueda contribuir al reconocimiento de la identidad canaria y por tanto al
aumento de nuestra autoestima como pueblo diferente y diferenciado.
El
ojo del colonialismo no duerme, está siempre avizor y preparado apara
aprovechar la menor coyuntura, oportunidad o excusa para arremeter contra los
fundamentos identitarios y culturales de este pueblo sometido.
Es
larga la lista de oprobios y humillaciones infligidas por el colonialismo
español y sus testaferros, canarios serviles y descerebrados -simples criados
que tratan de imitar a su amo, contentos y agradecidos por que este les permite
usar vestimentas y corbatas similares a las suyas y, además les tolera que roan
los huesos que arrojan al pie de su mesa como a perros preferidos-, vienen
condenando a esta maltrecha y sometida
Nación Canaria.
Estos
canarios de servicio por una parte se valen de
la fuerza del Estado colonizador para enfrentarse al proceso de
uníformación canario y defender la
lengua y cultura nacional-estatal de la metrópoli. Por otra parte se valen
de esta misma fuerza del Estado opresor
para suprimir la identidad, religión y
cultura ancestral nacional de este pueblo colonizado, utilizando unas relaciones de dominación propias coloniales.
Así, el pueblo canario al carecer de un Estado debe afrontar (careciendo además
de medios) para salvar su identidad la
doble acción del proceso de internacionalización y la agresión del Estado-español. Este proceso de homogeneización
que pretende disolver la identidad nacional canaria, desintegra y margina económica,
social, política, religiosa, cultural
y lingüísticamente a la sociedad canaria.
En
lo económico desde los primeros momentos de la invasión y conquista por las
hordas mercenarias castellanas, en que nuestras tierras, aguas y medios de
producción fueron usurpados por los invasores, los canarios hemos sido
considerados como siervos y sometidos a siclos de monocultivos impuestos desde
la metrópoli, cañas de azúcar, vinos, cochinilla, tomate y plátanos. Ya en los
años sesenta del pasado siglo se nos impone el monocultivo del turismo de
masas, ansioso de Sol, playas y alcohol baratos, brutales consumidores de
nuestros limitados recursos naturales, los cuales han venido siendo dilapidados
en beneficios de las siempre hambrientas arcas del Estado español, y algunas
migajas concedidas a los entregados burgueses criollos vende matrias. Esta
segunda invasión europea del archipiélago aportó alguna ventaja a sus
habitantes, a partir de la masiva llegada de estos turistas de alpargatas,
dejamos de ser considerados como siervos pasando a ser asalariados, pues estaba
mal visto que las limpiadoras de pisos y los camareros presentaran aspectos
famélicos o estuviesen tuberculosos por falta de los alimentos mínimos.
Paralelamente
al auge turístico, la metrópolis inicia una campaña de desmantelamiento del
tejido productivo canario con objeto de aumentar la dependencia del
archipiélago, eliminan las industrias de transformación, el sector tabaquero,
el ganadero, las industrias conserveras, el sector de la pesca, eliminando
además nuestra ancestral presencia en el banco canario-sahariano en beneficio
de las flotas gallegas, andaluzas y
vascas, y el sector agrícola primario hasta el extremo de en la actualidad
tengamos importar lechugas y zanahorias desde la metrópolis e incluso del resto
de Europa, de lo que se beneficia un pequeño grupo de importadores, verdadero
gobierno en la sombra de esta colonia. El sector del pequeño y mediano
comercio, la pequeña y mediana industria, verdaderos promotores de la economía
y puestos de trabajo estables, han sido sacrificados en aras de las
multinacionales, empresas extractoras cuyos beneficios revierten en Europa y
sus desperdicios quedan en Canarias. Incluso las grandes marcas internacionales
con representaciones diferenciadas para España y Canarias, han sido absorbidas
por y monopolizadas por el capital español.
Nuestro
escaso territorio está siendo devorado por los tiburones del piche y el
cemento, por los buitres de la especulación inmobiliaria, y por si fuera poco,
pretenden llenarnos las islas de vías férreas para que la industria alemana de
trenes y tranvías puedan continuar con sus beneficios económicos y sosteniendo
sus plantillas, mientras que en canarias la tasa de paro ronda el 30 por
ciento, y las cotas de miseria en un importante sector de la población es
abrumadora, cuestión que por otra parte no debe sorprendernos pues el
colonialismo español siempre nos sometido a hambrunas cíclicas por causa de los
monocultivos impuestos.
Los
suministros vitales tales como la energía eléctrica, agua, teléfonos, grandes
contratas, comunicaciones, transportes aéreo, puertos y aeropuertos son
monopolios de España, como dato interesante, debemos recordar que recientemente
el Ministro español de Fomento ha declarado públicamente que los aeropuertos canarios están sufragando los
déficit de los aeropuertos españoles, lo que nos induce a creer que también los
puertos marítimos.
Por
otra parte, el reino de de España y sus múltiples gobiernos siempre han
impedido la creación de una banca, compañías de seguros y financieras,
netamente canaria, en cambio, promueve la instalación en esta colonia de toda
la banca española y europea, lo que nos induce además a preguntarnos: ¿Dónde
está la tan cacareada pobreza de nuestro Archipiélago? Falacia que viene
sosteniendo el colonialismo para una mejor explotación de nuestros ingentes
recursos.
En
este orden de cosas el futuro no es nada halagüeño para nuestro archipiélago,
ya que tanto la metrópolis como sus socios europeos, nos tienen predestinados
por una parte, a ser el geriátrico de los jubilados europeos donde puedan
mitigar sus múltiples achaques y enfermedades las cuales se trasmiten a la
población local, y por otra, a ser el prostíbulo de Europa en África, donde
empleados de medio pelo, taxistas, ferroviarios etc., puedan hacer turismo
sexual y, los proxenetas grandes negocios.
Desde
los primeros tiempos de la colonización, uno de los fines prioritarios de los
invasores-especialmente de la iglesia católica-, fue erradicar todo vestigio de
la cultura ancestral del pueblo canario, lo que afortunadamente no consiguieron
del todo, debido entre otras cuestiones a que los aspectos morales, sociales e incluso intelectuales de la
cultura guanche eran con muchos superiores a los de doble moral de los europeos, produciéndose el
efecto contrario es decir, que muchos aspectos morales y sociales fueron
asumidos por los colonos, conformando la especial idiosincrasia de los actuales
canarios.
Son
mucho los ancianos actuales que recuerdan que cuando eran niños y asistían a
las escuelas primarias especialmente en las zonas rurales, que los maestros
españoles les pegaban duramente o les ponía de rodillas sobre montoncitos de
sal y con los brazos en cruz sosteniendo algunos libros cuando se expresaban en
clase con palabras o frases en lengua guanche, lengua que el sistema ya daba
por extinguida pero de la que aún por
aquellas épocas existían retazos de ella.
Son
innumerables los hombres y mujeres canarios que han enriquecido el saber humano
destacando en los campos de la medicina,
las letras, la técnica, la industria, el comercio, la jurisprudencia, la
política, las milicias y el clero y los deportes, así como grandes luchadores
por la libertad y emancipación de los pueblos, la mayoría de ellos de clara
ascendencia guanche aunque muchos de ellos lo ignorasen por el hecho de portar
nombres y apellidos europeos impuestos por el sistema dominante y por
desmemoria histórica.
Muchos
de ellos ignorados y ninguneados por el sistema colonial y, cuando estos no les
ha sido posible por la notoriedad alcanzada en sus respectivos campos, el
colonialismo se ha apresurado a “españolizarlos” y englobarlos en sus “glorias patrias”.
El
mayor acoso contra la identidad canaria comienza en los años sesenta del pasado
siglo en pleno franquismo, cuando se impone en esta colonia una vez más y con
más virulencia, el funcionariado español en las delegaciones de los
ministerios, hacienda española, correos,
juzgados, policía, ejército y clero, enseñanza, empleados de confianza en la
entidades comerciales y bancarias, hoteles, constructoras y en general, en
cualquier actividad de interés económica o social para el colonialismo, cuyo
fin último es engordar las siempre hambrientas arcas del reino de España.
Estos
traslados de empleados de la metrópolis a la colonia han estado además
incentivados económicamente con sustanciosos aumentos en las nóminas y haberes,
por la aplicación del Plus Colonial, posteriormente camuflado bajo el silogismo
de Plus de Residencia, además, estos empleados vienen alentados
psicológicamente para mantener un status de
colonizador y, defender mantener a ultranza la supuesta españolidad del
archipiélago, y promover el complejo de endofobia en los canarios, de estos
saben muchos los profesores de enseñanza primaria, de Institutos y
universitarios, (salvo honrosas excepciones) casi todos ello españoles o
canarios españolistas, estos últimos más execrable si cabe que los primeros.
Por
ser de sobra conocidos, no vamos a examinar a la prensa española editada en
Canarias ni a esa pléyade de plumíferos de servicio carentes de dignidad,
simples mendigos con corbata que pasan sus oscuras e insulsas vidas restregando
sus lomos en las piernas de sus amos locales y foráneos a la espera de que
estos les deje caer un hueso o mendrugo de pan de sus opulentas mesas para
saciar su hambre física, pues la espiritual si es que alguna vez la tuvieron,
hace muchos akanos que la cedieron a Guayota para poder escribir en los papeles
coloniales o hacer de fantoches en las emisoras de radios y televisiones.
Son
notorios los cursos de vocalización que el sistema exige a los canarios que
quieren desarrollar su vocación periodística como locutores de radio o
presentadores de televisión aunque estos medios emitan desde canarias, pues es
cuestión de desterrar el acento canario y sustituirlo por el de Valladolid o
Madrid, da pena cuando no causan hilaridad o vergüenza ajena al ver como
algunos de estos locutores se esfuerzan en pronunciar la “zetas” y las “ces”.
En
la memoria de muchos de nosotros pervive el recuerdo de la convocatoria por
parte del gobierno supuestamente autónomo canario de quinientas y tantas plazas
en la enseñanza, las cuales estaban ocupadas interinamente o como contratados
por maestros y maestras la mayoría canarios, para concurrir a estas plazas
vinieron opositores desde España en tres aviones expresamente fletados para el
evento, como era de esperar la mayoría de los maestros canarios quedaron en el
paro a pesar de que algunos llevaban años ejerciendo en los respectivos
centros, y sus plazas ocupadas por lo españoles, como es natural total
desconocedores de la historia y realidad sociocultural canaria, y cuya misión
consistía en imponer a todo trance la gramática castellana y la historia
oficial de España.
Parece
ser que los políticos de servicio canarios entienden por cultura los macros
conciertos de supuestos artistas cantantes y músicos españoles muy conocidos en
el barrio donde nacieron y sus alrededores, otros, reliquias vivientes de la
época franquista, y algunos de moda con lo que pretenden continuar embotando
los cerebros de los jóvenes canarios para que se olviden de ser reivindicativos
al carecer de un futuro estable y,
continúen inmersos en un mundo de color rosa que les presenta los medios
de intoxicación social coloniales, con unos continuos bodrios televisivos,
radiofónicos o mediante la denominada prensa del corazón, elaborados en España
y de los cuales los denominados medios locales se limitan a hacer burdas copias
que en ocasiones caen en lo grotesco. Mientras los artistas canarios –en todas
sus facetas, como es tradicional-son ninguneados por el sistema y se ven
obligados a emigrar para alcanzar algún reconocimiento a su labor.
Nadie puede hacer que nos sintamos inferiores, si no
es con nuestro propio consentimiento... Conocer el camino, es distinto de
caminarlo, entonces, dejamos de ser teoría... Iluminado es quien toma
conciencia de la oscuridad, para superarla..., es quien aprehende que "dondequiera que nos planten hemos de saber
florecer..., es quien discierne que el camino está iluminado, que las
herramientas para el viaje han sido entregadas, y que ahora es tiempo de
caminar..." (Anónimo)
Terrorismo
psicológico colonial
Toda invasión con ánimo de conquista y sometimiento es por su propia
naturaleza cruenta, pero en el caso de Canarias la invasión
castellana-aragonesa supuso una crueldad desmesurada y fue además totalmente
deshumanizada, tanto por parte de los ejércitos mercenarios como por el clero
católico que participó activamente durante todo el proceso de invasión y
sometimiento del archipiélago el cual duró casi un siglo.
Una vez sometidas las islas denominadas de “conquista realenga” fue
necesario por parte de los invasores el crear mecanismos tendentes a
“pacificar” los territorios sometidos para poder explotarlos tranquilamente así
como a sus habitantes, en consecuencia se procedió como primera medida a
eliminar los focos de resistencia mediante las “operaciones de limpieza”, las
cuales no fueron totalmente efectivas ya que una parte importante de la población
guanche se negó a asumir el mandato de los invasores, conformando el bando de
los alzados, actitud que con diferentes avatares históricos hemos venido
manteniendo hasta el presente.
El segundo paso consistió en eliminar mediante métodos sangrientos e inhumanos
la lengua madre del pueblo sometido así como su religión y cultura, al objeto
de tratar de despojarlo de su ancestral identidad como pueblo, incrustando de
forma violenta en la sociedad dominada la lengua y cultura del invasor, cosa
que no han conseguido totalmente, pues basta raspar un poco en la superficie
del canario actual para encontrar debajo al guanche que realmente es.
Marx, en El Capital, describió acertadamente, hace más
de un siglo, aquel derramamiento de sangre que caracterizó la dominación
española. Fue, según Marx, una "cruzada de exterminio, esclavización y
sepultamiento de la población aborigen" y recordó: "Los actos de
barbarie y desalmada crueldad cometidos por las razas que se llaman cristianas
contra todas las religiones y todos los pueblos del orbe que pudieron subyugar,
no encuentran precedentes en ninguna época de la historia universal ni en
ninguna raza, por salvaje e inculta, por despiadada y cínica que ella
sea".
Al respecto convine recordar las palabras de Aimé
Cesaire, el gran poeta martiniqués, sucintamente rompe la imagen propagada del
colonizador como salvador de bárbaros. De su Discurso sobre el colonialismo
se lee: “Hablo de sociedades vaciadas de
su esencia, culturas pisoteadas, instituciones socavadas, tierras confiscadas,
religiones atropelladas, magníficas creaciones artísticas destruidas,
posibilidades extraordinarias borradas.”
Una vez conseguida por parte del invasor el dominio
territorial de la nación invadida, conviene para una mejor y más sosegada
explotación de su población conseguir el dominio psicológico de la misma, en un
principio esta labor de alienación mental estuvo encomendada a la iglesia
católica, la cual-hay que reconocerlo-, hizo una eficiente labor desde los
pulpitos propagando una doctrina de sometimiento del esclavo o siervo a su amo
o señor como voluntad divina, reservando para los contraventores o díscolos las
terribles pena del infierno donde estarían sumergidos eternamente en las
calderas de aceite hirviendo de Pepe Botero, es decir, del diablo o demonio
católico, en cambio a los dóciles se les reservaba una parcelita de gloria en
el cielo a cambio de aceptar resignadamente una vida miserable explotada por
sus amos entre los cuales se contaba la propia iglesia católica, representante
única -según ella- en la tierra de un dios infinitamente justo y
misericordioso.
Esta misión “redentora” de la iglesia católica en la
colonia canaria se vio además reforzada por la presencia del “Santo Tribunal de la Inquisición”, ente
“civilizador” que a pesar de haber sido creado según sus promotores por
inspiración divina cristiana, fue el mejor y más efectivo instrumento del
demonio en manos del clero católico, mediante el cual se cometieron en nombre
de su dios las mayores aberraciones que la humanidad haya conocido.
El dominio espiritual y psicológico de la mayor parte
del pueblo canario estuvo en manos de la iglesia católica hasta bien entrado
los años sesenta del pasado siglo XX en que tiene lugar la segunda invasión
masiva europea del Archipiélago Canario con la llegada del denominado turismo
de masas, entonces como hemos dicho más arriba los canarios dejamos de ser
considerados siervos para pasar a ser asalariados de bajo coste, pero con este
turismo masivo también aporta a la colonia nuevas ideas, nuevas maneras de
interpretar la realidad colonial aportadas por los propios europeos no
españoles, y si bien el régimen fascista que gobernaba la metrópolis por
aquellas fechas hizo todo lo posible por cercenar de cuajo aquellos brotes de
identidad canaria, poco a poco tuvo que ir abriendo la mano en aras de los
inmensos recursos económicos que en forma de divisas aportaba –y aporta- el
turismo en la colonia a las arcas del franquismo y a los bolsillos de sus
seguidores ideológicos canarios y criollos de servicio.
Así las cosas y forzado por la opinión internacional,
el colonialismo se ha visto obligado a enmascarar su verdadero rostro bajo
formas supuestamente democráticas dotando a la colonia de un remedo de Estatuto
de Autonomía que sólo beneficia al capital español y europeo así como a la
Pléyada de políticos de servicio estómagos agradecidos que con su complicidad
permiten la inmisericorde explotación de esta nación con mayor intensidad si
cabe.
“En
una época de universal engaño, decir la verdad constituye un acto
revolucionario” (George Orwell)
A nuevos tiempos nuevos métodos, el dominio
psicológico del pueblo canario mediante la religión oficial ha ido perdiendo
efectividad, por ello, se impone nuevas técnicas de dominio de las mentes
populares y las antiguas consignas metropolitanas de: “Pan y Toros” han sido
sustituidas por las más actuales de: “Carnavales, Fútbol y Telenovelas” además
de toda una serie de bodrios “culturales” emitidos por las cadenas de radio y
televisión del Estado español en Canarias, así como las autodenominadas
“Autonómicas” o “locales” sin dejar en el tintero a la prensa “local” todas
ellas –salvo alguna excepción- en manos de empresas españolas, cancerveras y acérrimas defensoras como no podría ser
menos, del sistema colonial, las cuales además tienen la desvergüenza de
ampararse bajo el silogismo de “prensa plural y democrática”.
Es más que
probable que estos medios de comunicación social masivos empleen técnicas para
quebrar las condiciones de fortaleza de los individuos, de forma tal que queden
incapacitados o condicionados, de manera que puedan ser fácilmente manipulados
por el sistema colonial. Para ello, se esfuerzan en romper la unidad
familiar y destruir los principios inculcados en el hogar relacionados con la
religión, el honor, el matriotismo (patriotismo) y la conducta sexual.
La
implantación en esta sociedad colonial
de numerosas tendencias, actitudes y costumbres, especialmente entre la
juventud –las que comenzaron a despuntar en los años setenta- y que hoy son habituales
en el comportamiento y manifestaciones individuales y colectivas. No saben o no
se han preocupado por investigar: que la mayor parte de esas manifestaciones se
originan y son planeadas, diseñadas y puestas en práctica por los centros de poder del colonialismo
español, constituyendo verdaderos lavados masivos de cerebros.
Además de
la manipulación de las masas mediante los medios anteriormente citados, el
sistema colonial emplea técnicas de acoso psicológicos al individuo, se ataca
perversa, temeraria y ensañosamente a la víctima sujeto de este operativo
depredador y saqueador de la psiquis humana individual y colectiva, siendo
frecuente el acoso a militantes
independentistas, mediante métodos que el Doctor Heinz Leyman describe como:
“Psicoterrorismo”, del cual a
continuación reproduzco algunos apartados de su cuadro “Psicología Terrorista”
donde muestra que la consigna o razón de acosar, como el intento de asesinar
psíquicamente al objetivo mediante sostenido modus operandis dilectual, del cual muchos canarios
independentistas somos victimas, -aún ignorándolo- seleccionadas por el
colonialismo, la historia reciente es testigo de los múltiples conmatriotas que
incapacitados de hacer frente a este acoso, han optado por el suicidio.
“No se
permite a la víctima comunicarse ni hablar, se la ridiculiza, se orquestan
escenas de violencia perversa en donde se la hace aparecer como la causante de
ella; se desacredita y anula su palabra con el uso de estigmas y la emisión de
juicios condenatorios anticipados, hábilmente promovidos por hábiles y bien
forjadas campañas de intoxicación de medios; se amedrenta y silencia con la
amenaza de ser "la próxima víctima" a quien por conciencia o
clemencia, intente discrepar del objetivo, espectáculo o escándalo prefabricado.
A la
víctima se le grita, injuria e infieren ataques verbales criticando su
desempeño, minando su valor y autoestima, con el argumento sostenido de
ausencia de moral e inteligencia.
Se critica
su vida privada y sus creencias espirituales -no religiosas-, mediante el uso
sostenido de rumores especulativos tendenciosos, minimizadores, ridiculizadores
y faltos de sustento y verdad.
Por vía
telefónica, verbal, grafittis, escritos y demás se la amenaza y minimiza
anónima, privada y/o públicamente, de manera tal que "una mentira mil
veces repetida se convierta en una verdad imaginaria", o que el
"miente, miente, miente, calumnia, calumnia, calumnia, de esto algo
queda", repetitiva e incesantemente difundido, consume la estigmatización
-con la categoría de insulto- que el pensamiento acosador busca insertar en la
Psiquis colectiva. Ejemplo, juicios de valor tales como: arribista, mago,
aplatanado, ambicioso, loco, vago, moro con corbata, copión, inmoral, corrupto,
terrorista, incapaz, sinvergüenza, desleal, traidor, tonto, inescrupuloso,
inútil, gay, etc.
Busca
destruir la vida social y profesional del acosado o acosada al extremo que se
sienta psicológicamente juzgado o juzgada su intimidad, rechazado, excluido,
censurado, cuestionado, condenado, señalado, estigmatizado, conduciendo a la
víctima a la autoeliminación, autoaislamiento y paralización ocasionada por la
vergüenza, culpa y miedo inducidos.
Usa el
rumor malintencionado, como herramienta sostenida de acoso; sin importar que
sea o no cierto, posiciona sin veracidad, Divinidad ni Ley, las especulaciones
o estigmas preconcebidos, como verdades oficiales acabadas.
Orquesta
operativos basados en antivalores, como: intolerancia, intransigencia,
discrimen y violencia vestida de "seguridad" "patriotismo"
"civismo" "lucha por el bien", etc., metodología que usa el
pretexto de combatir lo negativo, lo cual, en lugar de erradicar, refuerza el
promocionado comportamiento actitudinal "delincuencial", ilegal y
oficialmente legitimado.”
Ante esta
realidad que en ocasiones nos abruma, debemos manejar las herramientas
necesarias para combatir y vencer al Psicoterrorismo, y son las siguientes:
Tomar
conciencia y centrarse en que el ataque no es hacia la persona en sí, sino un
modo de vida y un nivel de consciencia primitivo del acosador; ejemplo: el
perro que ladra ante quien pasa, da -indistintamente- de lo que es y tiene: su
ladrido.
Cuidar la
salud, esto es: elegir centrarse en que uno es un ser espiritual viviendo una
experiencia humana de acoso, y de cómo elija afrontarla depende los efectos de
éste; a la vez que elegir pensar en positivo, no tomar el veneno producido por
los acosadores, el que no mata ni intoxica si elegimos no beberlo; elegir
mantenernos en lo iluminado de la vida, sanidad traducida en la no reproducción
de la violencia o agresión de los acosadores.
Tomar
conciencia que nadie nos debe nada, que el primer e insustituible aliado es uno
mismo, dentro de quien late nuestro Maestro primigenio, nuestro Espíritu
Instructor que consuela, asesora y sana; latido convertido en consultor de
cabecera sin horario, en asistente de desfogues de llanto y dolor vertido de
las heridas en franco y abierto proceso de limpieza y cura.
Ubicar
aliados dispuestos a hacer prevalecer con coraje y valor, los principios y valores
que defienden, como los ejes rectores de su vida, por sobre privilegios que los
deformen.
Afrontar la
situación, vestidos del Valor venido del Amor; armadura sin la cual los dardos
del acoso, manifestados en comentarios mal intencionados y palabras sin
sentido, nos hieren.
Luchar sin
odio, metodología que nos mantiene a salvo de ser perturbados psíquicamente,
objetivo que buscan perpetrar los acosadores, ya que con ello nos
vulnerabilizan.
Marzo de
2010.
FUENTES CONSULTADAS
LEYMANN, H.
Universidad de Umeâ Suecia
Mobbing: la persécution au travail.
Seuil. Paris 1996.
Ref. doctores Leyman e
Hirigoyen, tomada de la web http://www.mobbing.un, edición asumida por http://www.actosdeamor.com/victoriassecretas.htm.
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