domingo, 26 de octubre de 2014

CANOPO SE VA Y CON ELLA LA ULTIMA ROMERIA DEL AÑO "EL SOCORRO", Y OTROS...


..Tubieron todos estos gentiles una propiedad de morir primero que revelar  secreto o cosa que fuesse suia o en sus tierras mas en sus quentas de los años dixeron que el año presente de mil quatro cientos y nobenta y zinco, era numero de cien años poco mas hasta seis u siete que hallaron esta imagen en la plaia: el año contaban por las sementeras i llamaban era tenianlos araiados, i señalados en tablas, i empessabanle serca de agosto llamado beñas mer en la primera luna i por quince dias continuos hasta la opocicion hacian grandes fiestas devia ser por sus difuntos iban a las sepulturas, y cuebas con teas y luces encendidas, i despues hacian grandes comidas, iban las mujeres a vicitar a nra. señora i llebabanle de comer, i decianle mui alegres que viniesse, i no tuviesse verguenza para comer, i preguntabanle si queria estar sola, hacian alli muchos vailes regando la cueba con leche, i ramos de arboles i ierbas de el campo....

Existe una buena candidata a marcar el comienzo astronomico del
calendario lunar guanche: Canopo. Y ello no solo por la adecuacion de su orto helÌaco a la festividad tradicional, sino porque la observacion y el culto a Canopo se encuentra bien documentado entre los bereberes continentales.

En efecto, poco se sabe sobre las cosmogonÌas preislámicas norteafricanas, pero existen notables evidencias que señalan a Canopo como el eje central de un antiguo sistema cosmologico, ampliamente repartido por el norte del continente. En esta cosmogonÌa, Canopo es la estrella principal del cielo, la mas grande y la más antigua, la madre de todas las estrellas. Huevo primordial, de su explosión nace el universo que conocemos (P‚ques 1956).

Otras noticias muestran la importancia de los ortos helÌacos de OriÛn, Aldebar·n, Las Pléyades, Sirio y Canpo en el calendario tuareg, que usan la expresión ihadan n egmod n itran noches de la reaparición de las estrellas) para designar el periodo de finales de verano. Entre los tuaregs del Adrar, Canopo recibe el nombre de Rouchet agosto), porque después de haber estado invisible a principios de verano, reaparece a finales del mismo. Entre los tuaregs del Ahaggar, Canopo recibe el nombre de Wadet (Foucauld 1952: 1693, 1912).

En este contexto, merece señalarse la antigua festividad bereber de la Tagdudt, descrita por Khawad (1978) y Morin-Hawad (1985). Esta antigua fiesta, casi desaparecida actualmente, era celebrada a finales de agosto en el sur de Marruecos, y otras partes del mundo bereber, siguiendo al orto helÌaco de la estrella oΓadat, suceso que marcaba el principio de un nuevo año.

Aunque estos autores no identifican claramente de qué estrella se trata, la época del año y la dirección de su orto apuntan nuevamente a la estrella Canopo (øΓada ).


Un genovés en las islas en 1341



Giovanni Boccaccio escribió, además, un pequeño tratado intitulado  «De canaria et insulis requiris ultra Hispaniam noviter repertis, o sea «En  torno a las Canarias y a las otras islas nuevamente descubiertas más allí  de España», donde se comenta una narración de! viaje de Nicoloso de  Recco a las Canarias, recopilada en Sevilla por mercaderes florentinos que  la transmitieron a Florencia a Boccaccio, algunos años más tarde del 1341, que escribió su ensayo. Este pequeño tratado fue encontrado, con  otros escritos, en una trastienda de una biblioteca florentina a inicios del  siglo pasado y difundido por Sebastián Ciampi en el 1826 y 1827. 

El viaje de Nicoloso da Recco a las Canarias se llevó a cabo entre 
el verano y el otoño del 1341, bajo el pabellón portugués y se concluyó negativamente, así como lo describió Boccaccio: <<los marineros lograron apenas rehacerse de los gastos del viaje». Da Recco y tripulación, que se pasan cinco meses costeando en una extraordinaria gira para la época, "encontraron excelentes higos secos conservados en cesta de palma, tales como vemos los de Cesene, y además trigo mucho más hermoso que el nuestro, si juzgamos por el tamaño y grueso de sus granos, que eran muy blancos».

"la isla les pareció muy poblada y bien cultivada; produce grano de trigo, frutas y principalmente higos; el grano de trigo lo comen como los pájaros, o bien hacen de él harina, con lo que se alimentan sin amasarlo, y beben agua".
El interés de Portugal y España por el archipiélago Canario, punto de apoyo fundamental para las flotas que recorrían el Océano a lo largo de las costas africanas, cada vez más hacia el sur, y que se tornaron sumamente importantes cuando se comenzó a conocer el mismo descubriendo otros archipiélagos más a partir de aquel entonces inicia la historia de Canarias moderna.

Arimaguadas: ¿Prostitución sagrada?


Desde la más remota antigüedad, lo que se ha dado en llamar "prostitución sagrada" se dio en las más diversas culturas y creencias, casi todas relacionadas con el culto a la "diosa madre" y a los ritos de fertilidad, que coincidían con las épocas de la siembra, de la cosecha o el apareamiento del ganado. También hubo momentos señalados en los que se gozaba de entera libertad y promiscuidad en las relaciones sexuales, como sucedía en "la noche del error" en la cultura amazigh (bereber). De igual manera, se vincula este tipo de prácticas a las antiguas sociedades matriarcales, en las que sexualidad y espiritualidad iban de la mano y en las que el sexo era una ofrenda para conseguir el favor de los dioses en cuanto a la fertilidad. Y así, en antiguas civilizaciones orientales como la mesopotámica y la egipcia se pensaba que al practicar estos ritos se aseguraban la fecundidad de la tierra, del ganado e incluso de las personas. Sin embargo, también se plantea la hipótesis de que estas prácticas guardan relación con los rituales de iniciación de las vírgenes adolescentes antes del casamiento. Estas mujeres consagradas, generalmente vivían en casas o "templos" destinados para ellas y eran llevadas allí, al comienzo de la pubertad, para encargarse de ciertas labores sagradas del templo. Se mantenían de los donativos de los hombres que tenían relaciones sexuales con ellas.
Pero quizás los antecedentes más claros los tenemos en Mesopotamia, con el culto a Ishtar, que concedía a las "prostitutas sagradas" el status de sacerdotisas, siendo consideradas y respetadas como personas privilegiadas y admiradas por la sociedad. Algunas incluso eran nobles, princesas o hermanas del rey. Ishtar era en Babilonia la diosa del amor, de la guerra, de la fertilidad y de la vida... aunque su culto se asociaba principalmente con la sexualidad. La diosa Ishtar viene a ser equivalente a la Astarté de los fenicios, Tanit de los cartagineses, Afrodita de los griegos y Venus de los romanos, todo ello como resultado de un continuo trasvase cultural y religioso, a través del Mediterráneo, a lo largo de la Antigüedad, que también llegó a Canarias.
Asimismo, existen paralelismos en lugares mas lejanos, como la India, en donde las "devadasis" (prostitutas religiosas), generalmente niñas menores de edad de la casta de los intocables, eran llevadas a los templos hindúes para bailar y actuar en nombre de la diosa Yellamma. Y más lejos aún, en la isla de Pascua, se dan unas asombrosas convergencias culturales con Canarias, especialmente en la concerniente a nuestras arimaguadas, pues allí existía la costumbre de llevar a dos cuevas volcánicas del Poike, en el extremo oriental de la Isla, a niñas preadolescentes, a las que llamaban "neru" (vírgenes), que quedaban aisladas por un largo tiempo, no se sabe bien si con fines religiosos o para conservar la tez blanca de su cuerpo, a la que se le daba mucha importancia en los tiempos antiguos.
Y si ahora nos trasladamos a nuestras islas, vemos que las fuentes documentales de la conquista de Gran Canaria, posiblemente influidas por la mentalidad religiosa de la época, presentan a las arimaguadas como sacerdotisas o monjas. Nos dice la crónica Ovetense: "...Los guanartemes tenían casas de doncellas encerradas, a manera de emparedamiento...". Por su parte, Abreu Galindo comenta: "Entre las mujeres canarias había muchas como religiosas, que vivían con recogimiento y se mantenían y sustentaban de lo que los nobles les daban, cuyas casas y moradas tenían grandes preeminencias; y diferenciábanse de las demás mujeres en que tenían las pieles largas que le arrastraban, y eran blancas: llamábanles mag(u)adas... a las casas llamaban "Tamogante en Acoran", que es decir, casa de Dios"
Veamos ahora el porqué del titulo de este artículo. Si hacemos un somero análisis lingüístico de la palabra "arimaguada" (debe ir sin hache) y de la frase "Tamogante en Acoran", ambas de clara procedencia amazigh (bereber), observamos para la primera, que en tamajeq (lenguaje de los tuareg) "emawad" significa adolescente, el prefijo "ar" igual a "lugar de", con lo cual en nuestro caso "ar-imaguadas" se correspondería con "el lugar de las doncellas". En cuanto a "Tamogante en Acoran", encontramos que en tacelhit (el dialecto bereber del Alto Atlas occidental, Sus y Antiatlas marroquí), "tameggant" significa prostituta. Y si completamos la frase, vemos que "en" (n) en todos los dialectos bereberes se traduce por "de", y Acoran era el nombre que le daban los antiguos canarios al dios supremo, que en este caso creemos que se trata de la Luna (en bereber aggur, agguren ihual a acoran, en plural). Por lo tanto, podríamos traducir literalmente y "a bote pronto" como "la puta de las lunas" y no "la casa de Dios" como hasta ahora se ha venido transcribiendo por cronistas e historiadores. Esto que a primera vista podría parecer grosero, chocante o irreverente a nuestra subjetiva, y llena de prejuicios religiosos, mentalidad occidental, no lo sería tanto si reconocemos el origen oriental del cristianismo, en donde se le da especial énfasis, entre otros, al anacrónico concepto de la virginidad. Con todo lo cual podemos pensar que las imaguadas (doncellas) gozaban de un estatus especial, consagradas al dios luna (que era masculino para los antiguos canarios) y que posiblemente eran recluídas en algunas casas o cuevas -a modo de templos- monasterios, donde se les instruía en la religión y se preparaban para su especial función social y religiosa por la clase noble para su "disfrute" en ciertas ocasiones. De allí podían salir para casarse, probablemente con los de la clase alta, previo "derecho de pernada" del guanarteme o alguno de sus allegados.
(Francisco García-Talavera)
(El Dia.es)
Y como reflexión final, creo que es bueno atreverse -sin ningún tipo de prejuicios religiosos- a llamar las cosas por su nombre y, con entera libertad, a exponer razonadamente cualquier hipótesis que pueda contribuir al avance del conocimiento de nuestro patrimonio histórico-cultural.
Publicado por María Gómez Díaz. Octubre de 2014.


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