lunes, 11 de agosto de 2014

Movimientos cruciales VI


 “….como la sutil brisa del Alisio….”

En mi anterior comunicación (Movimientos cruciales V), ponía un ejemplo e intentaba que se entendiera que la Unidad puede o no ser cuestión de “Programas”, pero lo que sí estoy absolutamente seguro, es que es cuestión de “Prioridades y buena actitud (Si dijera patriotismo- Como pienso- tal vez sería malinterpretado o no se me entendería bien lo que quiero decir)”, antes que de ninguna otra cosa.
Por una vez y sin que sirva de precedente puesto que yo no soy “ejemplar o ejemplo de nada (Je je, el más adecuado para eso…)”, en el ejemplo que ponía como hecho demostrativo de que la Unidad es posible, estábamos incluidos yo (El burro delante pa’que no se espante), con un antiguo militante del CNC, y paradójicamente, como comenté, nada negativo que comentar y mucho positivo que celebrar, así que si alguien tan imperfectamente humano con ideas políticas como el que suscribe, es capaz de sentarse a hablar tranquilamente, en un ambiente distendido y sin “saltarle al cuello” (Figuradamente) al otro en medio del debate para traerlo a mis posiciones (Que las tengo al margen de organizaciones), me parece a mí que cualquiera puede hacerlo también.

Tenemos fama los canarios, según la “propaganda turística oficial” de ser un Pueblo amable y tranquilo que acoge al visitante cordialmente aunque no sea como nosotros (Costumbres, idiosincrasia, pensamiento, etc.), y ese debe ser el espíritu y la actitud que debe imperar entre nosotros. Me parece a mí que es lo correcto entre Compañeros, Compatriotas y Hermanos del mismo Pueblo, y es lo que se espera de “Homo Sapiens Sapiens de la Raza de Metcha Al Arbi o Affalou, o Güanches si Uds. lo prefieren”. No creo que sea acertado (Nuestra Historia es testigo de ello, en el pasado y en el presente) que dos Compatriotas y Hermanos, Compañeros de las mismas o parecidas luchas Socio- Políticas, se sienten a hablar sobre el Interés de la Patria, y cada uno lance a su Jurria contra el otro para vencerlo y cuasi obligarlo a pasarse a su bando con sus Tabores. Yo entiendo que es una actitud que se nos presenta como “clásica de la lucha política” y no es verdad, es algo más innato al ser humano, el imponer más que el convencer al otro. Es, además de lo más fácil, la forma que tenemos de sustraer a los demás, la ocasión de que tal vez trituren nuestro argumentario, pues inconscientemente asumimos que aunque este nos convenza a nosotros, con él no seremos capaces de convencer a los demás. A las pruebas me remito; Cada Partido u Organización cuenta con un electorado dado, que puede oscilar arriba y abajo un poco, pero que no presenta una curva ascendente ostensible y mantenida en el tiempo.
En mi anterior comunicación antes mencionada, decía yo que en un momento dado, antes de la fundación del CNC “había roto con Antonio (Cubillo)” y que todavía “me encochinaba al recordarlo”. Todavía hoy sigo manteniendo que aquello fue un error, con la diferencia que, precisamente hoy, y después de haber cometido (Yo mismo) el mismo error que el Camarada Antonio, he logrado entender que:

1º- Nadie nacemos “aprendido”, sino que tenemos que aprender por nuestra cuenta y casi siempre de nuestros errores más que de nuestros aciertos.
2º- Un “mal día lo tiene cualquiera”, y tras haber reunido y seguir reuniendo (Me temo), una buena colección de ellos, me temo que tal circunstancia no era para romper unilateralmente.
3º-No por ser más radical que nadie se tiene más razón; A veces hasta se puede perder por ello.
Pero llegar a estas conclusiones me ha llevado mis años, porque solo veía el aspecto político- programático- operativo de la cuestión, totalmente alejado de la experiencia que los años nos van dando a todos, esas duras lecciones que no nos queda otra que aprender; Esas que, como dijo el otro, “te hacen pensar aunque eso te dé fatigas…” y que hacen posible que uno vea las cosas al lado del burro y no sobre sus costillas.
Esta “confesión pública”, ha sido posible, sobre todo, por haber cambiado la actitud; El enemigo no son las Jurrias y Tabores de mis Hermanos organizados bajo el paraguas de unas siglas, aunque a veces (Cuando a uno se le calienta la lengua), pueda tener “las ganas de repartirles unos variscacillos”, pero ni estaría bien (Son los míos) ni seguramente obtendría otro resultado que el que ellos sacaran también los garrotes y macanas, momento en que las huestes invasoras y sus descendientes se frotarían las manos entusiasmados y nos arrebatarían el terreno que tanto nos ha costado reconquistar. Así pues, el problema de la Unidad es un problema de actitud general y no de programas ni de siglas: Es algo personal de cada uno, y como algo individual de cada Canario/ a, debe ser cambiado a nivel personal, individual, en un proceso de evolución humana y política imprescindible.
Un proceso interior, sin aspavientos, declaraciones y golpes de pecho, en que con la sutileza del Alisio, empecemos a considerarnos y considerar al resto de los nuestros, por encima de siglas, Jurrias o Tabores, poco a poco como Camaradas/ Compañeros/ as, Hermanos/ as que luchamos todos por el Objetivo Común de alcanzar la Descolonización e Independencia de Nuestra Patria/ Matria. Y que por lo tanto, el enemigo está en otro lugar, por lo que guardaremos las macanas y garrotes para hablar entre nosotros. Y si nuestra evolución humanística y política no fuera todavía tan avanzada como para evitar “algún desencuentro”, en nuestras tradiciones existe lo que se conocen como “desafíos”, retos justos para fajarse dentro de unas normas de nobleza como las que han caracterizado siempre a nuestro Pueblo, y luego tan amigos no, más amigos que antes, pues habrá mantenido cada uno su posición con nobleza, reconocerá su error (Errare Humanun est- Y de bestias perseverar en el error-) o se someterá al dictamen ecuánime de los Hermanos/ as y Camaradas, y habrá ganado no el vencedor (Del Debate) sino Canarias, Nuestra Patria o Matria y nuestro Pueblo. Como dicen los cristianos, aplicable en este caso, “a Dios rogando……”.
Para finalizar esta, he de confesar también, que me costó mucho entender que, aunque en ocasiones tengan puntos de vista diferentes a los míos, aunque a veces me pueda calentar con cualquier cosa o cualquiera, mis Compañeras/ os, Hermanas/ os, Compatriotas todos, no son ni mis enemigos ni los enemigos de “la Causa”. No nos engañemos, el enemigo es la metrópoli y quienes les apoyan. Si un hermano/a o compañero/a estuviera, en un momento dado errando, es mi obligación hacérselo entender de una forma correcta y respetuosa (Sin la macana o el garrote), de la misma forma que me gustaría si fuera al revés. Que muchas veces, las prisas y nuestra limitada capacidad para expresarnos y expresar ideas y conceptos totalmente abstractos (Aunque tengan concreción real), no siempre tenemos o conservamos la cabeza fría, y en medio del debate (Sobre todo si es algo acalorado- Acalorado no significa violento), a veces no somos tan precisos o tan claros como a nosotros nos parece, lo que puede desencadenar incomprensión que nosotros interpretamos como simple “cerrazón o ganas de llevar la contraria”, por lo que deberemos acostumbrarnos apuntar cuidadosamente lo que queremos decir y como queremos decirlo, para que no se nos olvide nada y en lugar de avanzar en la lucha de Liberación Nacional, tengamos que abochornarnos otra vez, y podamos acabar con “la espalda contra la pared frente a los nuestros”.
¡Basta ya! No más luchas entre nosotros. Madurar y hacer engrandecer, descolonizar y liberar a Nuestra Patria o Matria y a Nuestro Pueblo, es tarea de todos, por lo que hemos de cuidar y mimar si es preciso a los nuestros, no combatirlos. Hacer ver un error al Hermano/ a, depende casi siempre, no de la evidencia ni del tamaño o la raíz del error, sino de nuestra capacidad de comprensión, de ponernos en el lugar del otro y de nuestra capacidad para explicar y hacer ver las cosas (Convencer no me gusta y suena mal), no de la cerrazón o irracionalidad de su actitud. No tiene más razón el que más grita o el que adopta la posición más radical; Puede tener sus razones, pero no todas, y por encima de lo veraces que puedan ser los argumentos esgrimidos y la Libertad de Pensamiento y Opinión y de de las razones propias, está el Interés General ( Y futuro) de la Patria o Matria y del Pueblo Canario. “Por muchas razones que se crean tener, nunca se tendrán todas, pues las cosas son siempre según el cristal con que se miran, y todos tenemos las nuestras…”
…¿Es que la sangre de aquellos,
en la de estos se extinguió
y el Amor a ti con ellos?
¿No vendrán nuevos destellos,
La Dignidad se perdió?...
(Fragmento de Mi Patria De Secundino Delgado)
Desde la Antigua Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
Agosto de 2014.


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