1819.
Fallece en Las Palmas de Gran Canaria, María Joaquina Viera y Clavijo.
Está
considerada la primera mujer poeta de Canarias.
Hermana del primer
historiador canario y máximo exponente del movimiento ilustrado en las Islas, José Viera y Clavijo, del que ya
hemos hablado en artículos anteriores (Ilustración y Tertulia de Nava) y que
personalmente para mí, ha sido la mente más preclara de todos los tiempos,
hasta ahora, en la
Literatura Canaria. Sin embargo, de su hermana apenas se
conoce su biografía.
María Joaquina de Viera y Clavijo fue interesante
personalidad de la
Ilustración canaria que logró destacar por su inteligencia e
ingenio pese a mantenerse en una obligada segunda fila tras su importante
hermano, el arcediano José de Viera y Clavijo. El primer nombre de mujer que
registra la poesía canaria es el de una ilustrada cuya escritura se fecha a
caballo entre los siglos XVIII y XIX: es el de doña María (o María Joaquina) de
Viera y Clavijo, hermana de nuestro Ilustrado por excelencia, don José de Viera
y Clavijo.
Muy poco sabemos de su persona. Los apuntes
biográficos que de ella hemos recogido la sitúan en el marco existencial de tan
celebrado hermano a quien acompañaría toda su vida, durante los casi treinta
años de estancia de don José en Las Palmas (entre 1784 y 1813), ciudad en la
cual fallecería en este último año. doña María de Viera y Clavijo moriría seis
años después, en 1819.
Debió ser doña María gran compañera y admiradora
de su hermano, a quien pudo, además, prestarle el gran apoyo intelectual que su
propia cultura y preparación le permitían. De ello ha quedado constancia en un
interesante y completísimo inventario de los escritos de don José que redactó
doña María: cuatro hojas en octavo, con los títulos perfectamente ordenados por
temas, que acompaña a uno de los más bellos manuscritos de José Viera y Clavijo
que conserva el Museo Canario de Las Palmas: el del poema Los meses.
Hitos
Según el historiador Álvarez Rixo, doña María
Viera y Clavijo cultivaba la escultura además de escribir sonetos esdrújulos.
Al parecer dejaría esculpidas la figura del Obispo Fray Juan Bautista Cervera y
las pequeñas estatuas del padre Fasenda y de don Vicente Ramos.
Desgraciadamente, ninguno de sus sonetos esdrújulos se han conservado, pero sí
otras composiciones que no carecen de interés. Se trata de “poesía de
circunstancias”, elevadas por la gracia poética de un posible convencionalismo
estéril.
Sus poemas fueron recopilados en 1880 por el historiador grancanario Agustín
Millares, pues hasta
ese momento fueron inéditos.«Detrás de todo gran hombre, hay una mujer»
Desde hace mucho tiempo, el primer domingo de mayo celebramos el día de “la madre”, para muchos una fiesta convencional y convenida. No obstante hemos querido brindar, como agasajo, a todas las madres y mujeres en general y en particular a las admirables mujeres y madres de nuestra asociación este artículo con nuestra más sincera congratulación.
Puerto de la Cruz (Tenerife), 1736 – Las Palmas de Gran Canaria, 1819.Imagen tomada de: BienMesabe.
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