ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910
CAPITULO –XIVI
Eduardo Pedro García Rodríguez
1906. Alemania intentó
instalar un cable submarino de comunicaciones entre Vigo (España) y Canarias,
Francia e Inglaterra reacciona ron rápidamente con el fin de impedir que
Alemania afianzase sus intenciones en el Archipiélago. Esta cuestión era
incluida por las dos potencias de la
Entente dentro de algunos acuerdos que entre Francia,
Inglaterra y España creían necesarios para preservar el statu quo y el
mantenimiento del equilibrio de poderes en el Sistema Europeo y que implicaría
un compromiso de no alienar o hacer con cesiones a Gobiernos extranjeros en las
posesiones insulares españolas a cambio de la asistencia franco-británica en la
defensa de éstas. Algunos expertos navales ingleses opinaban que la ocupación
alemana de las Islas Canarias no dañaría los intereses de su país, que Alemania
necesitaría una distribución de sus Fuerzas Navales en tiempos de guerra que
sería de gran ventaja para los ingleses y que a éstos les sería posible
desalojados en el momento en que desearan hacerlo. Otros expertos, por
supuesto, pensaban de otra manera y la diplomacia inglesa actuaba previendo
todas las posibilidades En la nota que el Embajador francés en España, Jules
Cambon, presentó en febrero de 1907 al Rey y al Ministro de Asuntos Exteriores
españoles se quería incluir el compromiso tripartito de no ceder a otras
potencias derechos de pesca, depósitos de carbón o la utilización permanente de
puertos en las respectivas posesiones marítimas. Tenía el Embajador en mente
sus conversaciones con el Gobierno español acerca del peligro que re presentaba
para España el dominio alemán de cualquier punto de la costa atlántica de
Marruecos por su vecindad con Canarias cuando, con motivo del permiso obtenido
por los alemanes para establecer un depósito de carbón en Guiniwuada (Las
Palmas), había recalcado la necesidad de cerrar la costa del Atlántico a
Alemania. Dos años más tarde, asimismo por razones estratégicas, los británicos
se sintieron obligados a oponerse a otro intento alemán de asegurarse una
estación de carbón en Canarias. Las continuas susceptibilidades que estas
propuestas suscitaron en los inestables Gobiernos españoles, incapaces en su
debilidad de encontrar el consenso necesario, hicieron que el acuerdo fuera
reducido a un intercambio de Notas entre los Gobiernos británico, español y
francés, que se llevó a cabo el 16 de mayo de 1907. En el lenguaje diplomático
utilizado para justificar el intercambio de notas, Francia establecía que como
potencia poseedora de colonias en África, con costas mediterráneas y
atlánticas, estaba vivamente interesada en que ninguna gran potencia militar se
estableciera por sí misma en las Islas Baleares o Canarias.
1906.
Óscar Domínguez. Nació en La Laguna, en Chinech
(Tenerife,) Oscar Domínguez. En la misma casa que nació murió su madre, en la
calle Herradores, por lo que su padre decidió trasladarse a Tacoronte con toda
la familia. Allí Óscar permaneció durante toda su infancia junto con su abuela
y sus hermanas.
Más
tarde fue a estudiar al Instituto de Canarias en La Laguna. Allí pasó los
mejores años de subida como adolescente lagunero, pero no le iban bien los
estudios ya que no mostraba interés ni por las letras ni por las ciencias.
En
verano se iba con su familia a un pequeño castillo de su propiedad en
Guayongue, en la costa de Tacoronte. En uno de estos veranos pintó su propio
retrato y un cristo que se rifó en las fiestas de Tacoronte. También pintó un
par de dibujos que regaló y un mural para el casino que más tarde pintaron de
blanco encima.
En
1927 Óscar marcha a París junto con su hermana y su cuñado que se habían ido
allí poco antes. Allí hace cuadros bajo la influencia de Dalí, Picasso, Tanguy,
etc. En 1933 expuso sus obras en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de
Tenerife introduciendo así el surrealismo en la isla. En 1936 se unió al grupo
surrealista. Ese mismo año hizo su último viaje a Tenerife debido a la Guerra Civil. Estos
años fueron los más inspirativos para Óscar y en los que más obras creó.
En la Segunda Guerra
Mundial se marchó a Marsella, lugar donde permanecería hasta el fin de la
guerra. En 1943 realizó su primera exposición individual en la galería Louis
Carré. Escribió un libro de poemas en 1947 y recibió la nacionalidad francesa
en 1948.
Óscar
Domínguez se suicidó en 1957 en París por una crPoco antes había realizado una
exposición con que tuvo un gran isis que tuvo.
éxito.
1906. El Rey Alfonso XIII visita la isla de La Gomera, dentro del plan de
visitas de aquel monarca de la metrópoli
a la colonia de Canarias.
1906. En el Puerto de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife)
los cuatro depósitos de carbón que existían tenían una capacidad total de
50.000 toneladas y sus propios muelles de servicio; disponían además de 50
depósitos flotantes, capaces para 130
a 180 ton. Cada uno, y de 50 lanchas de 15 a 26 toneladas. En esta
época, Añazu y Guiniwada (Santa Cruz y Las Palmas) exportaban juntos dos veces
más carbón que todos los puertos de la Metropoli. Sin
embargo, esta actividad comercial había entrado en crisis en Añazu (Santa
Cruz). Por una parte, el volumen de las ventas disminuía, como consecuencia de
las repetidas huelgas de cargadores de carbón (1898, 1901, 1910, 1912). Por
otra parte, había entre los dos puertos canarios una dura guerra económica,
librada precisamente sobre el terreno del suministro de combustible, porque de
él dependían principalmente las preferencias de los navegantes. Para atraer el
tráfico, los dos puertos se hicieron competencia en los precios, hasta que por
fin se pusieron de acuerdo para unificar los precios. Se solían ofrecer también
"premios" a los capitanes y maquinistas, para incitarlos a volver.
También se convino que se debía suprimir este uso. El resultado fue un malestar
económico, la retirada de varias líneas importantes, como la alemana, que
prefirió a partir de entonces la escala de Madera, y una disminución del
tráfico y, por lo tanto, de los servicios, que ocasionó nuevas huelgas y
manifestaciones de descontento de los trabajadores canarios.
1906. Nace en Tedote n
Benahuare (Santa Cruz de La
Palma) Salterio Díaz Duque, siendo hijo de Juan Díaz y
Rosario Duque. Hizo sus primeros estudios en Tedote (Santa Cruz de La Palma) y la carrera de
magisterio en Chinet (Tenerife). Queriendo seguir los verdaderos impulsos de su
vocación, marcha a Madrid (España) en cuya Facultad se matricula en la carrera
de Medicina, que termina en 1935.Viene a su Isla y se establece como Médico‑Pediatra
en la calle O,Daly, logrando amplia consideración y respeto por su competencia
profesional y su carácter afable y servicial.
Llevado por su vocación
pediátrica decide ampliar sus conocimientos en esta rama de la medicina y se
traslada a Madrid en el mes de Junio de 1.936. A11í le sorprende, un mes
después, el fantasma de la guerra civil de los españoles dejándole incomunicado
de los suyos en Benahuare (La
Palma), durante los casi tres años que duro la guerra,
como sucedió a tantos otros canarios
de aquella época. En 1.940, vuelve a Benahuare (La Palma) y se establece como
médico‑pediatra en Las Ledas (Breña Baja) y en Cuatro Caminos (Breña Alta),
obteniendo mas tarde la
Titular de E1 Paso donde ejerce varios años. Desde a1lí pasa
al pueblo tinerfeño de Adeje, donde después de algunos años de ejercicio se
jubila, pasando entonces a residir en Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife),
donde fallece en 1974.
1906.
Rafael Oramas Navarro. Nacido en el Puerto de La Luz en Las
Palmas de Gran Canaria. Medio Centro y Delantero.
En el barrio de Santa Catalina en el
llamado "teso del Porteño" fue donde dio sus primeras
patadas al balón. Su primer equipo fue el Santa Catalina donde
coincidió con Espino "el jardinero" y con Padrón
"el Sueco", proclamándose Campeones de Canarias en 1924. Ese mismo año pasó al Marino,
donde se alineó de medio centro. Reforzó al R. Victoria en la gira que el club albinegro
realizó en la primavera de 1925 por distintas ciudades peninsulares con el
nombre de "Selección Canaria". El Español se
interesó por sus servicios antes de que la expedición regresara a Canarias,
jugando junto a Padrón en partidos de prueba. En el verano de 1925 cuando el
equipo liderado por Ricardo Zamora visitó las islas debutó con los catalanes en
el Campo España en partido frente al Marino, donde dio una
soberana lección como canalizador del juego. Junto a él se incorporaron a
los de Sarriá, Rafael González, defensa del Marino y José Padrón,
ídolo isleño conocido popularmente como "el sueco". Alcanzó fama en
la ciudad condal tras un memorable partido en que consiguió dos goles ante el
Red Star en París en noviembre de 1925. En diciembre de ese mismo año formó
parte de la selección de Barcelona, junto a los internacionales Samitier,
Paulino Alcántara, Sagi-Barba, Piera, Trabal, que se enfrentó a la
selección de Praga en partido homenaje a Ricardo Zamora. El equipo catalán con
los futbolistas canarios se proclamaría Campeón de Cataluña en 1928-29 y
Campeón de Copa de España en 1929 en la histórica final frente al Real
Madrid.
Titular junto a Zamora en
los campeonatos celebrados, fue muy elogiado su juego en Argentina y
Uruguay durante la gira que el conjunto blanquiazul realizó por esos
paises. Marcó un gol ante el Boca Juniors en Buenos Aires
en partido que empató el Español 2-2. Aunque en Canarias
destacara principalmente como canalizador del juego, en el conjunto españolista
era alineado de delantero centro con lo que se convirtió en goleador en
estos años como españolista. Participó en el partido inaugural de la Liga española el 9 de febrero
de 1929, obteniendo dos goles que sirvieron para que el Español derrotara al
Real Unión de Irún por 3-2 en su campo de Casa Rabía. Con ello Oramas se
convierte en el autor de los dos primeros goles isleños en la Liga de 1ª División.
Participó esta temporada en 8 partidos marcando 7 goles, siendo destacado un
“hat trick” del canario ante el Real Madrid al que venció el Español por
4-0, el 24 de marzo de 1929. Tras su marcha del Español y después de un periplo
por varios clubes como el Racing de Madrid (1929-30) y el Recreativo de Huelva (1930-31)
regresó al fútbol isleño donde años mas tarde se retiró .
Rafael Oramas se retiró en una tarde de
gloria para el fútbol catalán, en que vistiendo los colores de la Selección de Barcelona frente a los representativos
de Checoslovaquia, sufrió un derrame en una pierna que
terminó liquidándole todas sus facultades, y a poco después el fútbol le dejó a
un lado y le olvidó por completo. Y esto no lo merece Oramas, como no lo
merecieron tampoco otros que dedicaron todas sus actividades y energías al
fútbol y que dieron al deporte español días de gloria. (Federico Silva Rojo. 25 años de futbol.1941.Las Palmas)
Rafael, considerado
el “Meana”
canario del balompié
La personalidad de
Oramas. Fue un
jugador excelente, serio, tenaz, incansable. Gran técnico, que dominaba los
secretos de su difícil misión. Muy hábil para sortear los peligros y muy
práctico por su regularidad y por su rendimiento, ocupando cualquier puesto que
se le designara. Uno de los mejores hombres que ha tenido el Español de Barcelona, y que procedía
de otro glorioso club canario “incubador” al menos, de figuras gloriosas
del fútbol español con los que compartió camiseta y honores.
Palmarés:
Campeón de Canarias 1924
Campeón de Cataluña.1928-29
Campeón de Copa de España.1929
Participó en 1ª División:
Temporadas
|
Equipos
|
J ug.
|
Goles
|
|
1928-29
|
Español de Barcelona
|
8
|
7
|
|
Debut: 9-2-1929:Casa Rabía. Español
,3 R.Unión de Irún, 2 . Marcó el 2º y 3ºgol de su equipo. Primer gol
canario en Primera División.
Cuadro del R.C.D.
Español en el Campo España de Las Palmas.1925.
Iniciador de una saga de futbolistas
canarios que llevaron su apellido como :Su hermano Pancho,
jugador del Atlético, Domingo Oramas,
jugador del
Marino, Falito Oramas, tambien españolista en los cuarenta;
Oramas
, extremo derecho de los "diablillos amarillos" Campeones de España
en 1962. Otro Oramas tambien Campeon de España juvenil con la UD Las Palmas en 1972. Oramas del
San Antonio, Menchu
Oramas,Félix Oramas y Alexis Trujillo Oramas tambien han sido
futbolistas de esta saga que hace honor al apellido procedente del gran
guerrero canario. (Javier Domínguez García, 2008)
1906 Enero 16. Nace en Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) Francisco Toledo
Pérez, en la calle Pérez de Brito 42, hijo de Francisco Toledo Rosa y Luisa
Pérez González. Casado con Carmen Dolores Trujillo Hernández, hija de Manuel
Trujillo Palacios y Micaela Hernández Rodríguez.
Presenta un currículo lleno de
trabajos, estudios, dedicación al enfermo y, como consecuencia de esto, lleno
de honores y distinciones. Prueba de ello es lo siguiente:
Licenciado en Medicina y Cirugía
(1929); Inspector Municipal de Sanidad. (1933); Médico Titular por oposición de
Tedote (Santa Cruz de La Palma).
Distrito Norte (1934); Fiscal de la
Vivienda(1935) Diplomado en Tisiología por la Dirección General
de sanidad (1933); Tisiólogo del Dispensario Antituberculoso de Tedote (La
Palma (1944); Médico de Sanidad Exterior del Puerto. (1941);
Director del Centro Secundario de Higiene de Tedote (Santa cruz de La Palma). (1948); Graduado en la Escuela Nacional
de Tisiología. (1950); Subdirector del Sanatorio Antituberculoso de Mirca
(1948); Funcionario Técnico Sanitario al Servicio del Instituto Agrario
Nacional de Venezuela (1952).
Su primera escuela fue la Escuela Real y en
ella estudio con el que fue su primer maestro, don José de las Casas, padre de
don José Apolo de las Casas. De la Escuela Real (pública) paso al colegio de Santa
Catalina (Este fue fundado por Faustino Méndez Cabezola como colegio
incorporado al instituto de Eguerew (La Laguna) Allí hizo todo el bachillerato,
salvo el ultimo curso y la revalidad que los termino en el
Instituto de Eguerew (La Laguna),
que hoy lleva el nombre de quien fue su profesor Adolfo Cabrera Pinto; tuvo
cómo compañeros de clase a José Pérez Vidal, Domingo Rodríguez, Domingo Santos,
Rosalía Duque, Nieves y Emma Santos, hijas de don Manuel Santos, el propietario
del Diario de Avisos: también era compañera Zeneida Felipe. El local estaba en
la calle de Joroz.
Desde pequeño jugaba al fútbol. A
los 16 años, antes de marchar a Eguerew (La Laguna), llego a ser uno de los mejores defensas
que se recuerdan en el Tenisca. Era por entonces el presidente del
Tenisca su compañero de estudios José Pérez Vidal. El local social se
reducía primero a un banco de la plaza de San Francisco; después alquilaron una
habitación de la planta baja del viejo Casino (en el lugar que hoy ocupa el
Parador);
En su juventud, en el Teatro
Chico y en el Circo de Marte, se celebraban con frecuencia reuniones y
actividades artísticas de aficionados, fomentadas por las asociaciones, en las
que con frecuencia participaba. A los dieciséis años colaboraba como redactor
en el periódico “ Canopus”, en el que la mayoría de los redactores eran
principiantes que luego abandonaban la pluma. Lo dirigía D. José Pérez Andréu
como Semanario de la juventud, apareció el sábado 15 de Julio de 1922 con un
encabezamiento que decía: “Que aprendan a leer los que no saben y los que
saben lean”. En este periódico, se recogieron los pinitos literarios de su
generación.
Más tarde, después de su año en
Eguerew (La Laguna)
en 1924, se trasladó a Madrid (España). Estudio en la vieja Facultad de
Medicina de San Carlos ‑en la calle Atocha‑. Durante esa época, tenía un nivel
muy elevado y una calidad científica superior. El plantel de catedráticos,
profesores y ayudantes era extraordinario. Cuando llegó, el catedrático de
Histología era Ramón y Cajal. Hernando, el de Farmacología, Jiménez Díaz,
el de Médica, Olivares, el de Quirúrgica, Juan Negrín, el de Fisiología,
en cuya Cátedra fue alumno interno por oposición bajo la dirección de Tomas
Cervia. En su Escuela se formaron importantes profesores: Ochoa ‑más tarde
premio Nobel‑, Grande Cobián, Tomas Cervia etc.
Durante sus años de estudiante en
la Metropolis
se hospedo por algún tiempo en la calle de Moratín 42 ‑hoy 48‑, esquina a la de
San Pedro; allí tenía pensión doña Lola, una señora de Chinet (Tenerife).
Entre los pensionistas, se
encontraba, el famoso pintor, Gregorio Toledo Pérez, el huésped más antiguo y
mimado, quien le hizo un retrato que abono con una invitación a comer. Estaba
también, el Doctor Don Manuel Morales Pérez, que era de unos cursos superiores.
Casi todos los estudiantes se refugiaban
en el Ateneo donde existía una cuota especial para ellos, por unas pesetas al
mes tenían buena calefacción, una de las mejores bibliotecas de Madrid y un
servicio de bar muy económico. Y además, se tenía la oportunidad de ver y
escuchar en persona a las “mejores cabezas” de entonces de la política, de las
letras, y de la ciencia.
Estos canarios, sobre todo los
estudiantes de Medicina, tenían un sitio donde se reunían casi todos, a veces
más a charlar que a estudiar. Para poder tomar duchas “gratis y calientes” se
apunto a clases subvencionadas de Esgrima, que se practicaba en los
sótanos, llegando a ser, sin pensarlo, subcampeón en
España.
Vivió en los últimos años de su
carrera la época en que toda España se revolvía contra la Dictadura de Primo de
Rivera y, sobre todo en Madrid, donde las protestas y disturbios estaban a la
orden del día, los estudiantes universitarios se hallaban entre los elementos
más agitadores.
Principalmente los de Medicina
tenían frecuentes choques con la policía española. Y tantos fueron los desórdenes,
dentro y fuera de las aulas, que, ya cerca de fin de curso de 1928, se ordenó
cerrar la
Universidad Central. Como las demás seguían abiertas, marcho
a Santiago también en aquel país para terminar el último curso de carrera y
obtener la Licenciatura
con la calificación de Sobresaliente a los 23 años de edad. Durante este año
tuvo el privilegio de trabajar como alumno interno con el eminente clínico
Novoa Santos.
Inicia su actividad profesional
en mil novecientos veintinueve, como medico interno en el Hospital
General de San Carlos en Madrid (España), En 1930 regresa a su
isla, ejerce como Medico General en consulta privada durante dos años y poco
tiempo después en 1932 embarca como inspector de Sanidad en la Trasatlántica
francesa, haciendo la travesía a las Américas.
Regresa en 1933, se casa, y
ejerce por casi un año en Fuencaliente como medico Titular y luego, en 1934,
pasa a ejercer como Titular en Tedote (Santa Cruz de La Palma).
La tuberculosis era ‑en esos
momentos‑ la enfermedad más grave e importante, que se llevó a su
hermana de 28 años y a su hija de 4
años. Causaba estragos entre la juventud. Ello le motivo para profundizar en su
estudio. Becado y pensionado por la
Junta de Ampliación de Estudios del Cabildo Insular de Tedote
(La Palma)
para especializarse en Tuberculosis. (1936) marcha a la Metropolis a trabajar
como médico Residente del Sanatorio Antituberculoso de Húmera de Pozuelo.
Madrid. (1936-1937) primero y después en el Sanatorio Antituberculoso de
Villafranca del Cid. Castellón (1937-1938); Regresa a su isla en mayo de 1938.
En 1939 recibe Mención honorífica
por su eficacia en combatir la epidemia de viruela como Delegado Gubernativo
Sanitario de La Isla
y por su campaña de vacunación antivariólica en plena epidemia. (1939); Fue un
virtuoso del estetoscopio y de la radiología torácica de la que fue
maestro para sus 4 hijos médicos. Desde sus comienzos fue un gran colaborador
del Doctor Miguel Pérez Camacho, siendo el Médico Internista de la
Clínica de este ultimo. Primero, en La Farmacia de D. Vicente Capote, con Don Miguel
Pérez Camacho a la cabeza, en plan tertulia, y más tarde en La Sociedad “La Cosmologica”, ‑ bajo
la dirección del doctor Amílcar Morera Bravo-, se reunían casi semanalmente
muchos médicos para celebrar cursos, seminarios, conferencias, etc., con el
objetivo de mantener viva la inquietud científica. A estas nunca falto.
De esa época han quedado muchos trabajos y publicaciones de contenido muy
científico e interesante.
Amenísimo conversador, con un
estilo llano de unas cualidades cautivadoras. Hombre de muchos saberes,
erudito sin igual, especialmente, en literatura e historia. La música
clásica fue su solaz. Uno de sus hobbies fue coleccionar sellos y su deporte
favorito, ya de mayor, la
Caza. Pues ambas cosas le servían – decía él –para relajarse
y poder pensar.
Escribió de él Felipe Hernández
Rodríguez, Ex Presidente del Cabildo Insular de Tedote (Santa Cruz de La Palma) al referirse a él en
su articulo “Una calle para el Doctor Toledo Pérez” en el Diario de
Avisos:
“Los grandes hombres
trascienden de su profesión, de su oficio o de su arte. Lo que han sido es
superior a lo que han hecho. El recuerdo de una entrevista que hice al doctor
don Francisco Toledo Pérez, con ocasión de la imposición de la Cruz Azul de la Seguridad Social
por sus servicios a los enfermos de Santa Cruz de La Palma. me remiten la imagen
querida de aquel hombre alto y de caminar recto, como su vida misma, que
trataba de esconder los sentimientos y las emociones tras el gesto enérgico ‑pero
siempre humano-.
Cuarenta años en el fiel
desempeño de su profesión sin rehuir jamás de la llamada al trabajo,
estudiando día a día e intentando aplicar los avances permanentes de la Medicina, crearon en
torno de su persona una aureola, aquí y fuera de aquí, difícil de superar;
tanto en el médico como en el hombre, porque fue capaz ‑en una sociedad
limitada como la nuestra- de ser universal a la manera de los grandes hombres
del Renacimiento.”
En Noticias Medicas el
Doctor Don Juan Torres Gost, Director Nacional de Sanidad, escribe:
“Hay hombres que con su
desaparición dejan un vacío que no se llena jamás, parece que siguen viviendo,
tan fuerte calaron en el ambiente en el que se desenvolvieron que, los
años no son una medida del tiempo de su ausencia, sino una medida de su
presencia entre nosotros Su vida fue una continua entrega a los
demás.Estábamos juntos en el Sanatorio Antituberculoso de Húmera, él de médico
y yo de director. Como médico, siempre estaba dispuesto a atender al que le
necesitaba. No tenía horas de trabajo por que todas eran buenas para ir a ver y
a consolar a un enfermo con una hemoptisis o con un neumotórax Toledo siempre
estaba en primera fila en el cumplimiento del deber”.
Falleció en Tedote (Santa Cruz de La Palma) el 1 de junio de 1970 a la edad de 64 años.
1906 Marzo 27.
Extracto del Libro de Actas de las Juntas
Generales de la P., R.
y V. Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna
En la Muy Noble y Leal Ciudad
de San Cristóbal de la Laguna,
de la Isla de
Tenerife, a veinte y siete de Marzo de Mil novecientos seis: siendo hoy el día
señalado por S. M. C. el Rey Don Alfonso XIII y Serenísimos Infantes Doña María
Teresa de Borbón y D. Fernando de Baviera para visitar el Santuario é Imagen
del S. Smo. Cristo que lleva el título de esta Ciudad y en la que es venerado
desde los primeros años de su fundación y conquista de la Isla, bajo la presidencia del
Excmo. e Iltmo. Sor. Doctor D. Nicolás Rey Redondo, dignísimo Obispo de
Tenerife, reunióse la
Venerable Esclavitud de la devota Imagen en la Iglesia de su Santuario
para recibir a S. M. y A. A. R. R.
Revestido su Excima. Iltma. con los
ornamentos pontificales y asistido del Iltmo. Cabildo Catedral, gremio de
Beneficiados, Clero Parroquial y Seminario, el Esclavo Mayor de esta
Corporación Sr. D. Carlos Hamilton y Monteverde, pidió al Prelado que
haciéndose intérprete de los deseos de la Venerable Esclavitud
impetrara de S. M. y A.A. R.R. la gracia de que se inscribieran en esta piadosa
asociación para mayor gloria de Dios y culto de esta Sagrada Imagen de
Jesucristo Crucificado, a cuyo ruego accedió su Excima. Iltma. con la bondad y
celo que le distingue.
Acto seguido procedióse a ordenar
el recibimiento y al efecto en la puerta del Templo tomaron el palio seis
señores Esclavos, y luego que a S. M. y A.A. R.R. se les dio el Asperges por el
Sor. Obispo, y adorado que fue por S. M. el Santo Lignum Cruzis [sic],
dirigióse la procesión a la
Capilla Mayor, presidiendo al Clero y la Venerable Esclavitud
que llevaba cirios encendidos, a los que seguía S. M. bajo palio y tras de
éste, los Serenísimos Infantes, Ministro de la Corona y demás personas de la Real comitiva y Autoridades
locales.
Terminadas las preces y oraciones,
cantose [sic] por la Capilla
el In Nómine Jesus, a cuyo acto se arrodilló el concurso y dicha por el Prelado
la oración del nombre de Jesús, dirigióse al trono y en nombre de la Venerable Esclavitud
solicitó de S. M. y A.A. R.R. la gracia de que se deja hecho mérito y la que le
fue concedida.
Con el beneplácito de S. M.
procedió el Prelado a la bendición e imposición de las medallas, insignias de la Venerable Esclavitud,
a cuyo tiempo el Esclavo Mayor se dirigió al trono y en una fuente de plata
ofreció a S. M. el Título de Esclavo Mayor Perpetuo, terminándose el acto
firmando S. M. y A. A. el album [sic] de visita del Santuario, que con tan
fausto acontecimiento abre esta Corporación para perpetuar la memoria de tan
señalado suceso.
Por último, dióse por el Señor
Obispo la bendición solemne, acabada la cual S. M. se retiró del templo en la
misma forma del ingreso, llevando el palio los Señores Concejales, atención con
que la Venerable
Esclavitud obsequió al Excmo. Ayuntamiento.
De todo lo cual, y de firmar esta
acta el Excmo. é Iltmo. Sr. Obispo, Alcalde de la Ciudad, Deán de la Santa Iglesia
Catedral, Esclavo Mayor, Decano del gremio de Beneficiados, Director de la Económica, Párrocos y
Rector del Seminario, yo el infraescrito Secretario certifico.
N ICOLÁS , OBISPO DE
TENERIFE
|
JUAN REYES Y VEGA
|
|
ALCALDE
|
ENRIQUE MEDINA
|
CARLOS J. R. HAMILTON
|
DEÁN
|
ESCLAVO MAYOR
|
FRANCISCO SOLER Y SANZ
|
EDUARDO MARTÍN R
ODRÍGUEZ
|
|
PÁRROCO DEL SAGRARIO CATEDRAL
|
JUAN DE ASCANIO Y
NIEVES
|
ROQUE BERZAL Y GARCÍA
|
DIRECTOR DE LA REAL ECONÓMICA DE
TENERIFE
|
RECTOR DEL
SEMINARIO
|
SANTIAGO BEYRO Y MARTÍN
|
DOMINGO DE LA ROSA
|
PÁRROCO DE LA IGLESIA MATRIZ DE
|
SECRETARIO
|
NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN
|
|
NOTA:
En cumplimiento de lo acordado por la Venerable Esclavitud
para la perpetua memoria y estímulo de los Esclavos que nos sucedan en los
futuros tiempos, como Secretario de la Corporación paso a inser tar la relación
detallada de todo lo ocurrido en la visita Régia que S. M. el Rey D. Alfonso
XIII y R.R.A.A. los Serenísimos Infantes Doña María Teresa de Borbón y Don
Fernando de Baviera hicieron a esta venerada y Sagrada Imagen del S. Stmo.
Cristo de la Laguna.
Para esta solemnidad, por la Junta de Gobierno acordóse
preparar el templo con la mayor suntuosidad posible, sin que la devota Imagen
se sacara de su camarín. Al efecto, dispúsose el blanqueo y pintura del Templo
y sus dependencias en la parte exterior y que se limpiaran con todo
atildamiento las alhajas de plata.
Aunque la Esclavitud cuenta con
todo lo necesario para las necesidades del culto de este Santuario, en atención
a que éste sería el único Templo de la Ciudad que S. M. visitaría [sic], se acordó
solicitar de otras Iglesias y Corporaciones algunas alhajas para el mayor
adorno de ésta, a lo que se ofrecieron gustosas todas las entidades y personas
a quienes se dirigió el ruego, por lo cual la Esclavitud les rinde
público testimonio de gratitud.
El lltmo. Cabildo Catedral facilitó
los dos blandones de plata, doce candeleros y dos bateas del mismo metal, el
Santo Lignum Crucis, los pontificales y el rico terno blanco bordado de oro,
dos frontales, algunas colgaduras de damasco y ocho sillones de terciopelo
carmesí también bordados de oro.
La Parroquia de Nuestra
Señora de la Concepción
franqueó las varas del palio, los dos grandes Angeles con vestiduras de plata
para junto el altar, cinco lámparas y seis candeleros de plata y dos frontales.
Por último, de la Parroquia del Sagrario
se trajeron seis candeleros de plata y del Convento de Santa Catalina el Palio
blanco bordado de oro.
Con todos estos adornos y los
propios de la Esclavitud presentaba el Templo tal aspecto de gravedad y riqueza
que no pudo menos de llamar la atención de las Reales Personas y regia
comitiva, como así lo anunciaron los telegramas que dirigieron a la Corte.
Para terminar el decorado, colocóse
el trono de S. M. al lado del Evangelio bajo dosel de terciopelo de seda
carmesí galonado de oro, con rico sillón y reclinatorio de lampaso encarnado, y
fuera del dosel, a la derecha, dos sillones y reclinatorios para sus A.A.; y
desde las barandillas de plata al arco del coro, se extendieron dos filas de
bancos de terciopelo, los que se encabezaban con tres sillones por la derecha y
dos por la izquierda para los Ministros, Autoridades y comitiva regia. Y por
último púsose bajo del coro y frente a la puerta el trono de plata en que se
coloca el Santísimo Cristo cuando se le saca en procesión, con los grupos de
fanales, faroles de plata y caídas [sic] ó cuelgas bordadas de oro.
Reunido en el templo el clero y la
Esclavitud, según se detalla en el acta anterior, poco antes de la llegada de
S. M. y A.A. abrióse la puerta y con el ceremonial de rúbrica fueron recibidos,
teniendo lugar la visita en la forma en que en la misma acta se describe; debiéndose
hacer constar que aunque el público deseaba presenciar el acto, nadie se
atrevió a entrar, bastando para ello la consideración de lo corto del local,
conducta ejemplar que publica la cultura de los hijos de esta histórica Ciudad.
Luego que S. M. y A. A. R. R.
salieron a la plaza en el coche regio y el pueblo vió que lucían [sic] sobre el
pecho las insignias de Esclavos del Stmo. Cristo, prorrumpió en aclamaciones y
á pesar de que la lluvia quiso poner a prueba su fe cristiana y su adhesión a
las instituciones, con gran entusiasmo y desafiando las inclemencias del
tiempo, marchó tras la comitiva regia, vitoreando sin cesar.
Para completar esta relación hago
constar que la medalla que la Esclavitud ofreció á S. M. era de oro, en
colores, pendiente de un cordón de seda y oro con pasador de una corona real,
también de oro; teniendo la medalla en el anverso, la siguiente dedicatoria:
––A S. M el Rey D. Alfonso XIII. 1906.
Las medallas de los Serenísimos
Infantes, aunque iguales en la forma a la de S. M., eran de plata sobre-dorada,
con cordones de seda roja.
El título decía así.––Por cuanto Su
Magestad [sic] Católica el Rey D. Alfonso XIII, que felismente [sic] rige los
destinos de España, en su visita a esta Ciudad se dignó oir la súplica de esta
Venerable Esclavitud del Stmo. Cristo de la Laguna, inscribiéndose como Esclavo
Mayor Perpetuo de la devota y prodigiosa Imagen de Nuestro Sr. Jesucristo
venerada en Tenerife desde los primeros tiempos de su conquista. Considerando
la Corporación la mayor gloria que a Dios Nuestro Señor resulta en este acto de
viva fé y piedad cristiana de nuestro amado soberano y el grande honor que a la
misma le reporta; acordó expedir el presente título de Esclavo Mayor Perpetuo
que reverentemente pone en las reales manos de S. M., sella do con el de la
Corporación y refrendado por los oficiales de la misma, según estilo.= Ciudad
de San Cristóbal de la Laguna veinte y siete de marzo del año del nacimiento de
Nuestro Señor Jesucristo de mil novecientos seis.= + Nicolás, Obispo de Tenerife
= El Esclavo Mayor, Carlos J. R. Hamilton.= El Secretario, Domingo de la Rosa.
En el libro de visita se firmó la
siguiente inscripción: = En el año de mil novecientos seis, visité este
Santuario del S. Stmo. Cristo de la Laguna y me constituí Esclavo de Nuestro
Señor Jesucristo en esta su devotísima y venerada imagen.––Alfonso, Rey de
España ––27 de marzo de 1.906.= María Teresa de Borbón de Baviera, Infante de
España.= Fernando María de Baviera y Borbón, Infante de España.
Por último, debo consignar que las
medallas fueron encargadas al orfebre D. Rafael Fernández Trujillo, quien las
ejecutó con perfección digna de su merecida fama.
El Título de Esclavo extendido a
favor de S. M. en pergamino, es un trabajo acabado de caligrafía en oro, plata
y colores, en el que su inteligente autora, que lo es una de las religiosas de la Asunción, dio una prueba
más de su habilidad y delicado gusto, siendo de la misma mano la inscripción y
viñetas que ilustran el libro de visitas en que firmó S. M. y A.A., al que le
dá valor de verdadera alhaja tanto por su mérito como por las magníficas tapas
de plata repujada, obra del siglo XVII, que lo cubren, regalo que al S. Smo.
Cristo hizo con este objeto la piadosa y distinguida Señora Doña Concepción
Salazar y Chirino, Marquesa Vda. De Villanueva del Prado y Acialcazar [sic].
Finalmente hago constar que, las
gestiones e iniciativas del Licenciado en derecho y Beneficiado de esta Santa
Iglesia Catedral, Don José Rodríguez Moure, quien se tomó un grandísimo interés
en todo lo referente al acto que dejo narrado y a quien principalmente debe la Esclavitud el haber
salido tan airosa del ceremonial transcrito, serán de imperecedero recuerdo, no
sólo para la Corporación,
sino para la Ciudad
entera, por ser ella la verdadera representante del Santísimo Cristo de su
nombre.
Domingo de la Rosa
ESCLAVO SECRETARIO”
[Del Libro de Actas de las Juntas
Generales de la P., R.
y V. Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, comenzado el año de 1905. Folios 3 al 9].
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