ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910
CAPITULO –XIX
Eduardo Pedro García Rodríguez
1907.
Carmelo Duarte Pérez. Breña Baja. Nació y pasó su
juventud en la Isla de La Palma, donde se dedicó a la docencia y llevó por
varios años la dirección de la “Academia Pérez Galdós”. Obtuvo en 1931, el
primer premio en un concurso de cuentos patrocinado por la revista
“Trabajadores de la Enseñanza” con el llamado,” “Resurrección de la
Aldea”. Viaja a Venezuela en 1950 debido a las persecuciones de la
Dictadura reinante en España y trabaja en diferentes instituciones
educacionales como profesor de Castellano y Literatura, Francés e Historia del
Arte, siendo recordado como figura prominente en la formación de juventudes. En
1964 publica su primer libro, “Tres Autorretratos”, a manera de antología
poética. Obtiene el primer premio de poesía con su libro “Al desnudar las
sombras” en un concurso nacional auspiciado por el Ateneo de Punto Fijo.
Posteriormente se publican los siguientes poemarios: “Transparencias Oníricas”
(Santa Cruz de Tenerife, 1979), “Paraguaná en Crepúsculo (1980), “Huellas del
Alma”(1991),publicado por el Hogar Canario Venezolano con la colaboración del
Gobierno Autónomo de Canarias y “Florilegio Poético” (1995). Asimismo, “Centelleos”,
un libro de aforismos que recoge las mejores experiencias del autor. Sus poemas
y artículos de opinión, aparecieron en diferentes diarios de Venezuela y
Canarias. Recibe Medalla de Oro del Rotary Club (1971), “Orden 27de Junio”
(1974) y el Centro Hispano de Punto Fijo crea la Orden “Maestro Carmelo Duarte”
(1991). Deja varios libros inéditos. (Tomado de: www.premiostaburiente.com/personajes/)
1907. Nace en Valle
Gran Rey, isla de la
Gomera Manuel Navarro Rolo. Procedente de una familia
con gran afición al Punto Cubano, Manuel Navarro Rolo es uno de los grandes
poetas populares de La Gomera,
y si bien no practicaba el arte de la improvisación en público, pues no era
amigo de canturías, sí que nos dejó un amplio legado poético en forma de
décimas, en donde brilla su ingenio, destacando por el manejo de datos
históricos y por su afición a las décimas, que los aficionados en La Gomera llaman ‘profundas’.
Composiciones famosas suyas son,
entre otras: “La caña”, “El martillo”, “Las poesías de la crema Camarena”, “La
caballa”, "Las Décimas del Telémaco" o “Las décimas del temporal del 41”
1ª
Se cansa
un duro camino
de
tanto pasar por él
y se
cansa una mujer
de un
hombre puro y digno.
Y se
cansa un campesino
de
hacer varias labranzas,
cansa,
luego, como avanza
la
gloria favorecida,
todo
cansa en esta vida
que
hasta lo más bueno cansa.
|
2ª
Se
cansa un enamorado
de
hacer varias visitas
y
también las señoritas
de
ver a su apasionado.
Cansa,
luego, estar sentado,
esperando
una bonanza,
cansa,
luego, como avanza
la
gloria favorecida,
todo
cansa en esta vida,
que
hasta lo más bueno cansa.
|
|
|
|
También practicó el género de la
controversia, aunque por escrito, ya fuera con otros poetas o en obras donde él
mismo ejercía los dos papales contrapuestos, como en “Concepto del hombre de
campo y el de ciudad”, o la “Conversación entre un hombre y una palma”.
Manuel Navarro Rolo fue uno de
los 171 pasajeros que el 9 de agosto de 1950 se embarcó en Valle Gran Rey, en
la aventura incierta del Telémaco, convertido en barco mítico de la emigración
clandestina. Y de ese viaje nos dejó, quizá su obra más conocida, “Narración
Histórica de un Viaje Transoceánico desde La Gomera (Islas Canarias) a Venezuela en el
Motovelero ‘Telémaco’. Año 1950”, en la que en 50
décimas nos narra las vicisitudes del viaje.
Murió en Añazu n
Chinet (Santa Cruz de Tenerife), atropellado por un coche, en 1979.
1907. En Breña Baja, Benahuare (La Palma) nace Carmelo Duarte Pérez. Nació y pasó su juventud en su isla natal, donde se dedicó a la docencia
y llevó por varios años la dirección de la “Academia Pérez Galdós”. Obtuvo en
1931, el primer premio en un concurso de cuentos patrocinado por la revista
“Trabajadores de la
Enseñanza” con el llamado,” “Resurrección de la Aldea”. Viaja a
Venezuela en 1950 debido a las persecuciones de la Dictadura reinante en
España y trabaja en diferentes instituciones educacionales como profesor de
Castellano y Literatura, Francés e Historia del Arte, siendo recordado como
figura prominente en la formación de juventudes. En 1964 publica su primer
libro, “Tres Autorretratos”, a manera de antología poética. Obtiene el primer
premio de poesía con su libro “Al desnudar las sombras” en un concurso nacional
auspiciado por el Ateneo de Punto Fijo. Posteriormente se publican los
siguientes poemarios: “Transparencias Oníricas” (Santa Cruz de Tenerife, 1979),
“Paraguaná en Crepúsculo (1980), “Huellas del Alma”(1991),publicado por el
Hogar Canario Venezolano con la colaboración del Gobierno Autónomo de Canarias
y “Florilegio Poético” (1995). Asimismo, “Centelleos”, un libro de aforismos
que recoge las mejores experiencias del autor. Sus poemas y artículos de
opinión, aparecieron en diferentes diarios de Venezuela y Canarias. Recibe
Medalla de Oro del Rotary Club (1971), “Orden 27de Junio” (1974) y el Centro
Hispano de Punto Fijo crea la
Orden “Maestro Carmelo Duarte” (1991). Deja varios libros
inéditos. Fallece en 2002.
1907 Enero 20. Nace Arturo Cendeo Méndez Martín, en el Paso. En
1926 inicia sus estudios de Medicina en Cádiz, (España) concluyéndolos en
Madrid en 1930.
Durante el último año de la Licenciatura,
practicó en la Metropolis
en el Hospital de San Juan de Dios, servicio del Profesor José Sánchez Covisa,
en la Clínica
de Enfermedades de la Piel
colaborando en dicho servicio, así como en el Laboratorio de Parasitología y de
Patología Tropical a cargo del Profesor Gustavo Pitaluga y el doctor Hombría.
Asistió durante un curso al Dispensario Azua para enfermedades venéreas.
Posteriormente, realizó otro curso en la Cátedra de Parasitología y Enfermedades
Tropicales, siendo nombrado por Oposición Médico del Servicio Sanitario
Colonial español, en donde entró a prestar servicios en Noviembre de 1930,
realizando prácticas de Medicina Tropical en el Hospital General de Santa
Isabel, hasta Abril de 1931 en que fue destinado a la Estación Sanitaria
de Batete en Fernando Poo, en donde estuvo dedicado principalmente a la
profilaxis de la
Tripanosomiasis, y otras endemias tropicales,
posteriormente prestó servicios durante un año como Médico Director de la Estación Sanitaria
de Mikomesen (Guinea Continental Española), de Medicina General y profilaxis de
enfermedades tropicales. Durante el año de 1934, fue médico de Sala del
Hospital General de Santa Isabel (Sala de tripanosomiasis y dermatología) estando
encargado durante este tiempo como médico Director de la Leprosería de Santa
Isabel. Durante el año de 1935 médico Director del Hospital de Kogo (Guinea
Continental Española) donde estuvo encargado del Servicio de Cirugía y
enfermedades de la piel. A partir de 1936, Médico de Asistencia Pública
Domiciliaria interino de Breña Baja (La Palma) hasta 1939, dedicado a Medicina general y
cultivando la especialidad de enfermedades de la piel y venéreas, estando
encargado del dispensario Antivenéreo de la capital hawara hasta 1942.
Después de ejercer durante muchos
años en varios municipios de Benahuare (La Palma) se establece en Mazo a
principios de 1950 hasta que se jubiló en 1991. Permanece hasta la fecha
residiendo en esta última localidad. Como especialista en Dermatología y
Venereología simultanea su consulta en Los Llanos de Aridane y Tedote (Santa
Cruz de La Palma). Fue muy popular, pues ejerció con gran actividad en el medio
rural, atendiendo su ejercicio a varios pueblos a la vez. E1 Ayuntamiento de
Mazo le nombró Hijo Adoptivo el 16 de septiembre de 1991.
1907, febrero 14.
Los primeros recuerdos que tengo de la zona denominada el
Rincón antes de llegar a Costa Ayala viniendo desde el Auditorio, se remontan a
mis años de infancia, cuando desde el Parque de Santa Catalina iba con mi madre
a la casa de mi tía pasando por la estrecha carretera que serpenteaba al
lado de la Peña
de la Gaviota,
peña que por otro lado con su casa de madera en lo alto hacía que mi
imaginación viajara a mundos de ilusión y fantasía.
Más adelante y en medio de la loma, sólo e imponente se
encontraba un edificio amarillo, con unas llamativas columnas exteriores,
conocido como la casa de los holandeses.
El Rincón es una zona que a pesar de su cercanía a Tenoya,
debido a la orografía del terreno hace que parezca muy lejano.
En mi búsqueda de datos de Tenoya, empiezo a interesarme
por el Rincón cuando a comienzos de los años noventa leo en la peana de la
imagen de la Dolorosa
que está en la ermita y que se utiliza para la procesión de Semana Santa, una
inscripción que hace alusión al Rincón y a doña Dolores de Armas.
La verdad es que una vez empiezo a indagar sobre esta
señora y la imagen, de nuevo vuelvo a encontrarme con un mundo de ensoñación en
este rincón de Tenoya.
Haciendo una brevísima reseña histórica sobre el Rincón,
vemos que a comienzos del siglo XX, doña Dolores de Armas, hija de una rica
familia de Arucas, tiene una casa con sus huertas, vacas, gallinas y un
oratorio dedicado a la Virgen
de los Dolores.
Este oratorio fue inaugurado el 14 de febrero de 1907,
oficiando don Juan Hernández, párroco interino de la parroquia a donde
pertenecía el mismo, la de San Lorenzo.
A este oratorio acudían sacerdotes y religiosos requeridos
por doña Dolores que tenía un “libro de anotaciones de misas y festejos”, en el
que iban firmando los invitados a las celebraciones religiosas.
Estas fiestas se celebraban en septiembre, y en ellas la Virgen hacía un pequeño
recorrido a modo de procesión, hasta llegar a la vista de Casa Ayala, para luego
volver sobre sus pasos. Allí se comía, bebía y se quemaban todo tipo de
voladores y cohetes, consiguiendo realizar una pequeña fiesta entre los
habitantes de estos desolados lugares en aquellos años.
La imagen de la
Virgen de los Dolores, fue realizada por don Rafael Bello,
asiduo a la finca de doña Dolores. Hoy en día esta imagen de vanadera y crecida
podemos observarla habitualmente en la ermita de Ntra. Sra de la Encarnación.
Tras la muerte de doña Dolores de Armas estas fiestas empiezan a decaer.
Tras la muerte de doña Dolores de Armas estas fiestas empiezan a decaer.
Esos terrenos en la segunda mitad de la década de los años
20 del pasado siglo, eran propiedad de doña Ana Lezcano de la Rocha y de don
Antonio Yánez Matos. (Laureano Lezcano
Galindo, 2007).
1907 junio
8.
SOBRE PETICIÓN DE LOS VECINOS DE SAN MIGUEL PARA
LEVANTAR UNA ERMITA DEDICADA A SAN ROQUE EN EL
PAGO DEL MISMO NOMBRE, CON MOTIVO DE LAS
EPIDEMIAS QUE HABÍAN AFECTADO A LA ZONA.
1907
Obispado
de Tenerife. Secretaría:
"S.E. Y. El Obispo mi
Señor ha decretado con esta fecha lo siguiente. = "Transcríbase la solicitud que antecede de los vecinos de S. Miguel a los curas de los pueblos
limítrofes de Granadilla, Vilaflor y Arana
para que informen cuanto les parezca
sobre la pretendan del de San Miguel". = Solicitud^ Excmo.
Ylmo. y Revdo. Sor. Obispo de esta Diócesis de Tenerife= Los vecinos del pueblo de San Miguel ante VE.
reverentemente exponen que desde el año de mil ochocientos noventa y tres en que la mano de Dios castigó nuestra Ysla con el
terrible azote de la peste colérica
cuyo mal hizo grandes estragos en el vecino pueblo de Arana y especialmente en un pago del Valle, los expresados vecinos de este pueblo hicieron voto al
glorioso San Roque, de levantar una Ermita bajo su advocación en el pago de su mismo nombre, distante del pueblo
próximamente cuatro kilómetros y con
un número de ochenta y nueve vecinos. Este voto lo hicieron como Dios y su Santo no permitiera que la expresada peste les invadiera, como Dios oyó sus
oraciones y obligados por lo tanto
al expresado voto, desean cumplirlo lo antes posible tanto más por haberlo renovado, el ya citado voto en este año
cuando Dios de nuevo nos volvió amenazar con otra peste no menos temible que la primera y por lo
tanto Suplican a V.E.Y.se digne darnos la superior autorización para llevar a
feliz término la obra de referencia,
cuya gracia esperamos obtener de la
reconocida bondad que a V.E.Y. caracteriza, cuya vida y salud conserve dios largos años= San Miguel diez
y ocho de Mayo de mil novecientos
siete. Excmo. Ylmo. y Revmo. Señor en nombre de
los vecinos Norberto Alvarez González. Lo que comunico a V. para su
inteligencia y efectos oportunos.Dios guará... La Laguna 8 de Junio de
1907..."
Fuente: Libro de Oficios. 1825-1914. A.P. Arona. (En:
Carmen Rosa Pérez Barrios, 1996: 169).
1907 octubre 30.
Nace en Vallehermoso La Gomera Guillermo
Ascanio Moreno: Es ejecutado por las fuerzas fascistas en Madrid (España) 04/07/1941). Ingeniero
mecánico, Político y militar. Realizó estudios de ingeniería en Barcelona y
Berlín. En 1930 ya es el más destacado dirigente del movimiento “Juventud
Gomera”. Se afilia al Partido Comunista en 1931 e impulsa la Federación Obrera
del norte de la isla. Se encuentra en Madrid al comienzo de la Guerra Civil, pero
organizará el Batallón Canario de Voluntarios y planificará la defensa
artillera de Madrid. Es nombrado Comandante en Jefe de la VIII División del
Ejército del Centro. Recibe la medalla al valor en 1938. Cuando se conoce la
sublevación de Casado ocupa el puesto de mando del II Cuerpo de la ciudad
lineal y con ello dirige la defensa del norte de Madrid. Es detenido al
finalizar la Guerra,
y permanece en prisión hasta el día de su ejecución.
Guillermo
Ascanio conoce de primera mano la realidad de una sociedad caciquil, dominada
por unas élites terratenientes que, conjuntamente con el poder de las empresas
extranjeras dedicadas a la exportación de plátanos fundamentalmente, ejercían
un férreo control sobre el campesinado y un incipiente proletariado agrícola
que vivía al servicio de las empresas plataneras. La sociedad en la que pasa
sus primeros años está caracterizada por las profundas desigualdades, un
estricto control social, una economía extremadamente dependiente y unas cifras
brutales de analfabetismo, una realidad que puede asimilarse a un mundo
semifeudal y semicolonial. Datos de la época demuestran que mientras que Madrid
tenía un 30% de población que desconocía los rudimentos básicos de la escritura
y la lectura, en Canarias esas cifras alcanzaban el 90%.
La
posición social de su familia le permite estudiar, primero en La Gomera y más tarde en Santa
Cruz, La Laguna,
Las Palmas, Barcelona y Berlín. A comienzos de la década de los treinta
Guillermo, en medio de una sociedad que vive en una profunda crisis política
con la caída de la Dictadura
de Primo de Rivera, decide tomar un activismo político definido. A los 23 años
funda las Juventudes Republicanas en La Gomera y junto a otros jóvenes gomeros
comprometidos, como el poeta Pedro García Cabrera, crea Juventud Gomera, una
organización que agrupa a jóvenes intelectuales que tendrán su principal órgano
de expresión en el periódico “El Altavoz”.
Aunque
Guillermo Ascanio colaboró en la creación de las primeras secciones de las
Juventudes Socialistas en La Gomera
e incluso se afilió a la CNT
durante su estancia en Barcelona, ya en “El Altavoz”, en el año 1930, no dudaba
en hablar públicamente de su admiración por el partido comunista y su acción
política, que consideraba la más adecuada en ese momento, organización en la
que empieza a militar oficialmente tras su fundación en Canarias en el año
1933.
A
pesar de que su brillante carrera como estudiante lo mantuvo separado de
Canarias no estuvo en absoluto alejado de la realidad isleña. Jacinto Barrios
Capilla, autor de “Lucha, pasión y muerte del Comandante Ascanio” escuchó de
los labios del propio Ascanio, durante la batalla de Madrid, numerosos relatos
sobre La Gomera,
la miel de palma o el gofio, recordando “el suave acento canario del Comandante
Ascanio…”. En sus viajes a la isla de La Gomera Guillermo colaboró activamente en la
constitución de incipientes células comunistas y en el refuerzo de la Federación Obrera.
Su hermana Amelia, tuvo una activa labor como educadora de los trabajadores y
trabajadoras de las plataneras y el mismo colaboró incluso donando los terrenos
que servirían para establecer la sede, a mediados de los años treinta, de esta
Federación, que años después serviría de espina dorsal de uno de los más
relevantes casos de resistencia activa al golpe fascista en Canarias.
La
acción inicial de los jóvenes gomeros trata de aglutinar a las distintas
familias de la izquierda existentes en la Isla. En el medio de opinión de Juventud Gomera
dicen claramente en octubre de 1930 que “La Gomera posee un minimun de problemas inmediatos
planteados, que exigen cooperación, aunque sea accidental, de toda su juventud,
en especial aquella bien orientada que milita en campos afines a nuestra
ideología, de la que posee programas y tácticas de transformación radical”.
Aunque en el número del 10 de noviembre de 1930 el propio Guillermo valora la
necesidad de una revolución y destaca concretamente el papel positivo de los
comunistas en esta labor. Además indica ideas que se desarrollan en textos
posteriores, criticando que los republicanos por “…cambiar solamente el nombre
de Monarquía por República y continuar la misma organización estatal”. Ascanio
igualmente reclama que se legalice al partido comunista y que se produzca el
“…reconocimiento del derecho de las regiones a proclamar su independencia…”,
una posición que se puede encuadrar perfectamente en las posturas defendidas
por las organizaciones marxistas sobre la cuestión nacional durante las décadas
de los veinte y los treinta.
Guillermo
Ascanio con su formación personal y política se convierte en un extraordinario
analista de la realidad que le rodea. Colabora activamente en medios como el ya
mencionado “El Altavoz”, “La
Prensa”, el semanario “Espartaco” o en el órgano del Batallón
Canarias en la defensa del Madrid republicano, el “Canarias Libre”. Sus ideas
evolucionan desde un regeneracionismo juvenil, que se pretendía oponer al
modelo de liberales conservadores, que había dominado la vida política en el
estado español durante varias décadas, a posiciones abiertamente
revolucionarias, influidas sin duda por sus contactos externos y las lecturas
de textos de los grandes autores marxistas. Su crítica al caciquismo que sufre
Canarias y a la situación de los trabajadores del campo se agudiza mientras se
forma como Ingeniero pasando por la Universidad de La Laguna, Las Palmas,
Barcelona y Berlín. En este último lugar tiene ocasión de conocer de primera
mano la resistencia comunista ante el auge del nazismo y el peligro que este
suponía para Europa.
En
1930 Guillermo Ascanio ya expresa su desencanto juvenil con la sociedad que le
ha tocado vivir, nuevamente en “El Altavoz” explica que “…desde niños sabemos
todos de promesas fantásticas en periodo pre-electoral. Y hoy día ya no nos
conforman las promesas. No nos conformarían ni los hechos. Hoy, cuando algo nos
aprieta demasiado, la solución no es conformarse, ni arreglarlo, ni siquiera
cambiarlo por otra cosa igual. Es substituirlo por otra cosa distinta y más
adecuada a su fin”. Es un comentario que podemos considerar que mantiene una
absoluta vigencia y que refleja el eco de una sociedad que vive un momento de
cambio. Canarias, con su economía agroexportadora enormemente dependiente sufre
de lleno el impacto de la gran crisis de 1929. Sus consecuencias en las Islas
tienen unos efectos claros, reducción del poder adquisitivo de las masas
obreras y campesinas, altas cifras de paro y aumento de la conflictividad, que
tiene uno de sus máximos exponentes en los Sucesos de Hermigua de 1933.
También
en 1933 Guillermo realiza un magnífico análisis de la realidad isleña en varios
números del semanario “Espartaco” bajo el título “La crisis económica y el
proletariado canario”. En el mismo enfoca claramente tres grandes problemas de
Canarias, el papel de las grandes empresas agroexportadoras, el de la gran
burguesía y el escaso desarrollo del hecho nacional canario. En este sentido
Ascanio es rotundo al afirmar que “la situación política de Canarias dentro del
Estado español ha impedido e impide la formación de una conciencia regional propia
en torno a nuestros problemas…”. El autor vincula de forma clara la situación
política de Canarias con el papel de la clase obrera y la toma del poder,
apostando por que “...su finalidad inmediata la constitución de un
gobierno obrero y campesino canario”, un pensamiento que se verá
truncado por el golpe de estado franquista del 18 de julio de 1936.
Al
estallido de la rebelión militar golpista Guillermo Ascanio está pasando unos
días de vacaciones cerca de Madrid. Ingresa, junto con su hermana Amelia, en
las milicias populares, que se encargarán de la defensa de la capital española.
Junto a trabajadores, estudiantes e intelectuales isleños pone en marcha en
septiembre de 1936 el “Batallón Canarias”, al que se sumarán militantes de
izquierda de diferentes barrios obreros de la capital y brigadistas
internacionales. Entre sus miembros estaban los grancanarios Bernardo de la Torre Champasur,
Álvaro Lisón, Zamora Doreste y Germán Pírez entre otros. El órgano de expresión
del “Batallón Canarias” estará constituido por el “Canarias Libre”, desde el
que se dan nociones políticas y se relatan algunas de las acciones militares en
las que participan los milicianos.
Entre
1936 y 1939 Guillermo Ascanio ocupará un puesto destacado en la defensa de
Madrid. Será nombrado comandante en jefe de la 8ª División del Ejercido Popular
y Jefe de Estado Mayor de la misma División. Durante la existencia del
“Batallón Canarias”, este lucharán de forma destacada en la toma del Alcazar de
Toledo, en Seseña, Pinto, Talavera, en la defensa del famoso Puente de Los
Franceses o en El Pardo. Por sus acciones de guerra Guillermo Ascanio recibe el
22 de agosto de 1938 la
Medalla al Valor de la República por su papel en la defensa de la
capital republicana. En las páginas de “Canarias Libre” deja plasmada su firme
voluntad de resistir hasta el final cuando escribe “El enemigo está rompiendo
sus dientes contra los muros que estamos levantando con nuestros pechos entorno
a Madrid”.
Durante
los últimos meses de guerra le sorprende el golpe de estado que dentro del
bando republicano da el Coronel Segismundo Casado, quien, viendo la batalla
perdida, trata de llegar a un acuerdo con las tropas de Franco. Casado,
profundamente anticomunista y receloso del papel de la URSS en la guerra, logrará,
con el apoyo del ala moderada del PSOE y un sector de los anarquistas
desencantados con el PCE, dar un golpe de mano que generó la detención de
decenas de militantes comunistas, entre ellos Guillermo Ascanio. La resistencia
de estos es superada con cierta rapidez, aunque Dolores Ibarruri en su obra “El
único camino” destacó el papel del comandante isleño que según La Pasionaria arengó a sus
tropas diciendo “para hacer frente a una traición como la de Casado, no se
necesitan órdenes de nadie…que cada comunista cumpla con su deber”. A pesar de
esa resistencia Ascanio fue detenido por sus antiguos camaradas de lucha, pocos
días después se confirmaba la caída de Madrid y la derrota de la república, los
fascistas encuentran las cárceles republicanas llenas de algunos de los mejores
combatientes comunistas que durante cuatro años les habían impedido su entrada
triunfal en la capital española.
Guillermo
Ascanio y su hermana Amelia Ascanio son sometidos a un Consejo de Guerra. Al
primero lo condenan a muerte a la segunda, con un cargo de “auxilio a la
rebelión”, la condenan a 20 años de cárcel. El comandante isleño pasa sus
últimos meses instruyendo a sus compañeros de infortunio en idiomas y en
formación política. Se le acusa de dirigir la resistencia desde la cárcel y el
3 de julio de 1941 es fusilado en la tapias del cementerio del Este de Madrid,
a los 33 años de edad. Poco antes dejaba una declaración cargada de valor, en
la que resumía su lucha: “soy comunista; he sido jefe de una división; me he
opuesto a la entrada de ustedes (franquistas) en Madrid; he luchado contra los
casadistas y hasta el último momento de mi vida haré todo lo que pueda contra
el fascismo y por la revolución. Ahora, hagan lo que quieran”. (Rubens Ascanio)
1907 diciembre 8.
Juan Doreste
Casanova nace en Guatiza, término municipal de Teguise (Lanzarote), hijo de
Eusebio y María. Hizo sus estudios de Bachillerato y Magisterio en Las Palmas
de Gran Canaria, donde obtuvo el título de Maestro de Primera Enseñanza al
cumplir los 20 años. Por ese tiempo ya era afiliado del Partido Socialista
Obrero Español y de la
Federación Obrera Canaria.
Como maestro interino tuvo docencia en Tinajo (Lanzarote)
de abril de 1927 a
junio de 1929; de allí pasó a la
Escuela de Espartero en Teror (Gran Canaria) hasta diciembre
de 1931. Entre diciembre de 1933 y noviembre de 1934 lo vemos ejerciendo de
maestro en la Escuela
de Melenara (Telde). Durante estos años realiza los cursos para acceder al
escalafón de funcionario docente del Estado como maestro propietario consiguiendo
una plaza en la Costa
de Bañaderos (Arucas) el 12 de noviembre de 1934.
Al instalarse en Arucas, se integra también en la vida
social y laboral del municipio. Sus inquietudes culturales y sociales le llevan
a la Federación
Obrera Canaria, en donde desempeña una meritoria labor de
enseñanza de adultos, lector de periódicos para jornaleros analfabetos y
organizador del PSOE a nivel local.
Su prestigio profesional y social lo lleva a jugar un papel
sobresaliente en la campaña electoral a favor del Frente Popular y ganar las
elecciones generales del 16 de febrero de 1936 en toda España. En Arucas los
resultados conseguidos por el Frente Popular determinan una resolución
gubernativa por la que se desaloja del poder local a la derecha caciquil y
terrateniente. Se designa Alcalde de Arucas a Juan Doreste Casanova que, con 29
años, dirigirá los destinos del municipio tan sólo 152 días. El golpe de Estado
de 18 de julio de 1936 lo destituye a la fuerza, lo encarcela, lo suspende de
empleo y sueldo, lo inhabilita para el ejercicio profesional de la docencia y
lo condena a la pena capital.
La pena de muerte le fue conmutada por la condena de cadena
perpetua, para luego acogerse a una serie de disposiciones que le fueron
suavizando la pena de privación de libertad. Por eso vemos cómo, después de 7
años encarcelado, el 17 de julio de 1943 pasa a prisión atenuada hasta
“licenciarse” definitivamente el 24 de julio de 1948 por mandato de la Capitanía General
de Canarias.
Los doce años de prisión se ven agravados por la Orden Ministerial
de 24 de abril de 1940, por medio de la cual es separado definitivamente del
servicio, causando baja en el escalafón de funcionario docente del Estado. Esta
condena de muerte profesional fue en la práctica para un enseñante vocacional como
lo era Juan Doreste tan dura como la pena capital, porque le condenaba a morir
de hambre en una posguerra de desabastecimiento y miseria generalizadas.
Privado de recursos, sobrevivió dedicándose a impartir
clases particulares y, con el tiempo, pudo montar una modesta academia de
enseñanza primaria y secundaria en Las Palmas de Gran Canaria. Como toda la
promoción del inolvidable Plan de Estudios del Ministro Republicano “Marcelino
Domingo”, Juan Doreste era una persona bien formada y con una magnífica actitud
pedagógica. Algunos de sus exalumnos, como el que fue rector de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria, Manuel Lobo Cabrera, guardan un grato recuerdo de este
enseñante y resaltan sus cualidades docentes.
Juan Doreste Casanova luchó lo indecible por ser restituido
en el Cuerpo de Maestros de Primera Enseñanza. Fruto de su tenacidad hizo que
el 7 de julio de 1965 (29 años después de que fuera depurado y desalojado del
ejercicio profesional por sus ideas democráticas) fuera revisado su expediente
y se dejara sin efecto la ya citada O. M. de 24 de abril de 1940, siendo
reintegrado al Cuerpo de Funcionarios del Estado y nombrado maestro propietario
provisional. Pero el peaje que tuvo que seguir pagando por demócrata,
socialista y sindicalista le acompañaría durante toda su vida. Por ello debía
ejercer obligatoriamente en otra provincia distinta de la de Las Palmas durante
cinco años y seguir inhabilitado para el desempeño de cualquier cargo directivo
o de confianza.
Por eso vemos a nuestro exalcalde dando clases
provisionalmente en Las Rehoyas entre el 1 de septiembre de 1965 y agosto de
1966, para tener luego que desplazarse al Barrio de Chirche (término municipal
de Guía de Isora, Tenerife), en cuya Agrupación Escolar Mixta imparte clases
entre julio de 1966 y agosto de 1967. De allí lo trasladan al Zumacal de
Valleseco, en cuya escuela trabaja hasta que le sobreviene la muerte en 1971.
Su viuda, Francisca Cabrera Almeida, domiciliada en la
calle Pérez del Toro 45, en la capital grancanaria, siguió sufriendo en su
propio cuerpo los efectos de la represión franquista. Tiene que entablar
largos, costosos y dolorosos pleitos para poder reclamar ante el Ministerio de
Educación y Ciencia la computación de servicios a efectos de trienios,
comprendidos entre el 27 de agosto de 1936 (fecha en que inicialmente Juan
Doreste fue suspendido con pérdida de empleo y sueldo por un año, nueve meses y
16 días) al 7 de julio de 1965 (29 años) sin mucho éxito, a pesar de que
existían multitud de casos parecidos en que el Tribunal Superior de Justicia y
mediante resoluciones de la Dirección General se les había reconocido como
servicios computados a efectos de antigüedad. La persecución y el ensañamiento
de la dictadura contra este personaje y su viuda se detiene el 12 de noviembre
de 1975, ocho días antes de morir Franco, cuando el Tribunal Superior de
Justicia estima en parte el recurso contencioso-administrativo admitiendo los
servicios realizados por D. Juan Doreste desde 1936 hasta 1965 que sería algo
así como el derecho al lucro cesante por no poder ejercer una actividad ante
una imposición extrajudicial contra los más elementales derechos de las
personas.
Un personaje de estas características tan especiales, que
sirvió honestamente a su pueblo y sufrió por ello la persecución, la privación
de libertad y la pérdida de sus derechos, merece sobradamente el reconocimiento
más agradecido de sus contemporáneos. Por todas las razones expuestas, desde
hace ya varios años, el nombre de Juan Doreste Casanova, Alcalde de Arucas,
figura en el rótulo de una céntrica calle de la ciudad de Arucas en donde se le
recordará siempre como demócrata, socialista, sindicalista, maestro y ciudadano
ejemplar. (Ramón Díaz Hernández, 2010.
En: Fundación
Canaria MMXXI).
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