UNA HISTORIA RESUMIDA DE
CANARIAS
ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910
CAPITULO –XXII
Eduardo Pedro García Rodríguez
Viene de la página anterior
Estas
anotaciones recogen las diversas partidas recibidas, tanto de subvenciones como
de arbitrios, ingresos presupuestados, que ahora se revelan como cobros
efectivos. A su vez, se van asentando también los gastos presupuestados, que
realmente van a constituir los pagos realizados.
En cuanto a los cobros, el registro
contable de la subvención recibida del Estado se asienta en la cuenta
denominada Subvención del Estado, que trimestralmente fue efectivamente
recibida por la Junta,
tal y como se desprende de las anotaciones contables realizadas en el Libro
Diario. Los cobros procedentes de arbitrios se reflejaron en una única
cuenta que lleva ese mismo nombre, Arbitrios, particularidad que implica
una pérdida de información al no especificar los diversos conceptos que incluía
el presupuesto inicial. No obstante, las recaudaciones mensuales, también sin
detallar, se asentaban en una cuenta aparte denominada Liquidaciones.
Respecto a los gastos, también se
van a utilizar para registrar las operaciones económicas realizadas por la Junta las mismas cuentas que
conforman el presupuesto. Los gastos de personal, como ya se ha referido, se
subdividieron en administrativos, facultativos e inspección del Gobierno, no
existiendo una cuenta específica para cada uno de estos conceptos; ahora bien,
en este caso es posible conocer el desglose de los mismos toda vez que en el
cuerpo principal del asiento se detalla el tipo de retribución realizado, lo
cual nos ha permitido elaborar el cuadro 1, donde se pone de manifiesto que la
cuantía gastada en personal se corresponde aproximadamente con un 67% del gasto
presupuestado.
En cuanto a los gastos generales,
del análisis pormenorizado de cada anotación contable registrada en la cuenta Gastos
generales, cuyo detalle se indica en el propio asiento, se puede señalar
que, por orden de relevancia en la cuantía destinada, fueron: arreglo de
oficina (materiales, jornales, etc.), material de oficina (libros de actas,
sellos, impresos, etc.), alquileres mensuales del local para la oficina y de la
caseta para los prácticos, entre otros.
Por su parte, en la cuenta Obras
de conservación se registran pagos por los siguientes conceptos, entre
otros: jornales de obreros en plantilla, distinguiendo entre el personal
general y el de limpieza, mano de obra eventual y materiales (farolas,
adoquines, petróleo, etc.).
Finalmente, se ha de indicar que no
se produce el detalle referido en los anteriores pagos para las compras de
mobiliario, tan solo se anotaba la adquisición y el nombre del vendedor, sin
detallar el bien obtenido.
Esta corriente monetaria de cobros
y pagos dio lugar a una tesorería, reflejada en las cuentas Depositaría y
Banco de España, cuyos saldos muestran el efectivo con el cual finaliza
el ejercicio económico la Junta
de Obras.
Al cierre del ejercicio económico
de 1907, se procede a saldar en el citado Libro Diario las cuentas que
conformaron el presupuesto inicial, ocasionando lo que se podría denominar el
cierre del presupuesto.
En este
sentido, se observa que con fecha 29 de febrero de 1908 se producen tres
anotaciones contables. La primera de ellas refleja un incremento del
presupuesto inicial como consecuencia del aumento de la partida Obras de
conservación, aprobado por la
Real Orden de 30 de enero de 1908. El segundo asiento
contable nos indica la liquidez existente y materializada en las cuentas Depositaría
y Banco de España. Asimismo, el saldo de la cuenta Arbitrios nos
indica los ingresos presupuestados y no percibidos, que ascendieron a un 67% de
la citada partida. El último asiento del ejercicio se corresponde con los
saldos de las cuentas de gastos, cuyo significado es el gasto presupuestado y
no realizado, salvo las obras de conservación que superaron el citado
presupuesto inicial en 14.645,70 pesetas, consecuencia de ello fue la adición
del presupuesto anteriormente referida. También se ha de señalar que este
asiento pone de manifiesto que, durante el ejercicio económico, no se produjo
ningún gasto en obras nuevas, dado que se salda la cuenta Obras nuevas con
el mismo importe inicialmente presupuestado. Este hecho podría venir motivado,
tal y como se indicó anteriormente, por la imposibilidad de la Junta de presentar el plan
económico de las infraestructuras portuarias a desarrollar en la fecha prevista
en el Reglamento de 1903, en noviembre de cada año, dado que la Junta se constituyó
legalmente en diciembre. Por tanto, el primer plan de obras nuevas a elaborar
sería para el segundo ejercicio económico de 1908.
Por su parte, la cuenta Ingresos
eventuales recoge en este ejercicio dos hechos económicos diferentes: por
una parte la corrección de un asiento como consecuencia del reintegro de un
alquiler pagado en exceso, y por otra el dinero recibido de los causantes de
una avería en el muelle de abrigo.
Teniendo en cuenta el presupuesto
inicial, el cierre del mismo y realizando una serie de cálculos a través de los
cuales se obtienen los cobros y pagos reales, se elaboran los cuadros 2 y 3. El
primero de ellos refleja los ingresos presupuestados, los cobros efectivamente
realizados y el porcentaje entre ambos. Igual desglose se realiza en el cuadro
3 para los gastos presupuestados y pagos efectuados.
En consecuencia, la diferencia
entre los cobros y los pagos realizados (cuadros 2 y 3), corregida por los
ingresos eventuales señalados anteriormente, coincide con los saldos de las
cuentas de tesorería, es decir, Depositaría y Banco de España, y
por tanto con la liquidez de la
Junta de Obras al final del primer ejercicio económico.
Conclusiones
La constitución definitiva de la Junta de Obras del Puerto de
La Luz y de Las
Palmas supuso el punto de partida para la elaboración de una documentación
contable, financiera y económica que nos ha permitido iniciar esta
investigación en torno a la organización económica del citado puerto. Esta
nueva mirada del puerto y su Junta nos ha llevado a establecer las conclusiones
que se exponen a continuación.
El inicio de la contabilidad de la Junta de Obras no tuvo lugar
hasta abril de 1907; a pesar de haberse autorizado su creación en junio de
1905, no estuvo legalmente constituida hasta diciembre de 1906. Momento a
partir del cual se podría solicitar y percibir los fondos económicos
procedentes del Estado, es decir, la cuantía de la subvención, puesto que
constituía un auxilio que venía a suplir aquellas necesidades monetarias que la Junta no podía cubrir con
los fondos procedentes de su autofinanciación, es decir, de los arbitrios.
Posteriormente, tuvo lugar la aprobación del presupuesto anual de ingresos y
gastos en abril de 1907.
El
Reglamento de 1903 establecía qué libros debía llevar la Junta de Obras para el
registro de su actividad económica, como fueron: Diario, Mayor, Caja, y otros
libros auxiliares. No obstante, no se detalla de forma explícita el método
contable que debía aplicar, pero sí de forma implícita, toda vez que el método
de la partida doble se caracteriza, entre otras, por la utilización de los
citados libros principales. Por ello, se podría afirmar la aplicación completa
de este método. Este procedimiento de registro seguido viene a reafirmar la
validez legal del Libro Diario al no permitir tachaduras ni hojas o
espacios en blanco.
Otra cuestión relevante que se
desprende del estudio realizado es la particularidad de encontrarnos ante la
contabilidad desarrollada por un ente público que adopta por aplicación
reglamentaria un método contable, como es la partida doble, propia de entes
privados. Pues, además, se ha de señalar que es bastante reciente la aplicación
del citado método por los organismos públicos, a pesar de haber existido un
intento de su implantación en las cuentas centrales de la Real Hacienda de
Castilla en 1592.
También se ha de considerar que al
tratarse de la contabilidad de un organismo público, cuyos objetivos,
obviamente, son diferentes a los de una empresa privada, esta circunstancia ha
influido en el desarrollo del propio método contable. Por ello, se hace
necesario la elaboración y aprobación de un presupuesto anual y la creación de
cuentas específicas como Subvención del Estado, Arbitrios y Liquidaciones,
entre otras.
Respecto al plazo de ejecución del
presupuesto y las operaciones económicas realizadas por la Junta, se ha de hacer notar
que el primer ejercicio económico no abarcó un año, es decir, fueron diez meses
y 10 días, lo cual redujo el tiempo de maniobra y actuación de esta
institución.
Finalmente, resaltar el cierre del
primer presupuesto con el que contó la
Junta de Obras, asentado en el Libro Diario. El mismo
pone de manifiesto que la capacidad recaudatoria del ente no fue muy elevada,
toda vez que ascendió al 33% de lo presupuestado las cantidades efectivamente
ingresadas por arbitrios. Por su parte, es notorio que a pesar de tener
presupuestada una partida de gastos para obras nuevas, que supuso un 66% del
citado presupuesto, en este primer ejercicio económico no se aplicó ninguna
cantidad a tal concepto, como consecuencia de la imposibilidad de la Junta de presentar el plan
económico de las infraestructuras portuarias a desarrollar en la fecha prevista
en el Reglamento de 1903, que debía ser en noviembre de cada año y la misma no
se constituyó legalmente hasta diciembre. En cambio, se hizo necesario ampliar
el presupuesto inicial de los gastos de conservación, con una dotación
adicional el 18 de febrero de 1907.
Como se
puede observar en el citado artículo no se detalla de forma explícita el método
contable a aplicar sino que señala los libros a utilizar, el procedimiento a
seguir en las anotaciones contables que se registran en los mismos y las
relaciones entre ellos. También se desprende del mismo la necesidad de elaborar
distintas contabilidades: una contabilidad general, una contabilidad de
intervención, una contabilidad específica para la pagaduría-depositaría y una
contabilidad recaudatoria. Estas exigencias producirán la apertura de distintos
libros contables y la correspondiente correlación entre las diferentes
contabilidades. Por tanto, queda implícita la aplicación del método de la
partida doble con el cual se logra, como señala Hernández Esteve (1982, p. 7),
“un sistema integrado, redondo, cerrado en sí mismo, donde no se deja al
margen, fuera de juego, ninguna anotación, cuenta, ni apunte”.
Descripción del Libro Diario
El Libro Diario de la Junta de Obras de los
Puertos de La Luz
y Las Palmas13 se presenta encuadernado, con tapas rígidas y en la portada
figura impresa la palabra Diario y los años 1907 y 1915. Se trata de un libro
de gran tamaño del cual destacamos su buen estado de conservación, cumpliéndose
así una de las funciones atribuidas al secretario contador: “Custodiar los
libros y conservar en buen orden el archivo de la Junta y los documentos en
tramitación…” (Artículo 11, capítulo VIII, del Reglamento de 1903).
En la primera página se refleja la
legalización del libro por parte del organismo público correspondiente que en
este caso, tal y como figura en la misma, era la Delegación Especial
del Gobierno de S.M. en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. La
autenticidad del mismo se manifiesta con el siguiente texto:
Libro Diario para la contabilidad
de la Junta de
Obras de los Puertos de la Luz
y Las Palmas. Consta de cuatrocientos ochenta folios sellados por esta
Delegación del Gobierno y rubricados por mí en consonancia con lo dispuesto en
R.O. de 17 de Febrero de 1906, reproducida en 23 de Mayo de dicho año.
Las Palmas Abril 18 de 1907
No solamente estaban todas las
páginas selladas sino también numeradas en los extremos superiores de ambas
páginas, par e impar. Asimismo, no se encuentran tachaduras ni hojas o espacios
en blanco, todo ello con la intención de que, por una parte, no se pudieran
incluir ni sustituir folios, y por otra no se añadiesen ni anulasen
anotaciones. Estos procedimientos a seguir en la forma de registrar las
anotaciones contables derivan de la validez de los mismos como documentos
legales.
Ambas páginas, par e impar, se
dividen en cuatro columnas de distinta extensión. En la de la izquierda se
indica la referencia a las páginas del Libro Mayor donde se encuentra
tanto la cuenta que se carga como la cuenta que se abona, separados ambos
números por una línea horizontal, el dígito superior se corresponde con la
cuenta que se carga y el inferior con la que se abona. Como puede verse en la
figura 1, se ha cargado la cuenta Depositaría que se encuentra en la
página 8 del Libro Mayor y se ha abonado la cuenta Subvención del
Estado ubicada en el Libro Mayor en la página 1.
No
obstante, se observa que si son varias las cuentas que se cargan, no figura el
dígito inferior referido al Mayor de la cuenta abonada, sino que se utiliza la
parte superior de la línea horizontal, tanto para indicar la cuenta abonada
como el posterior desglose de las distintas cuentas cargadas.14 En la figura 2
se transcribe un asiento donde se indica en la parte superior de la línea
horizontal la página del Libro Mayor correspondiente a la cuenta abonada, Depositaría,
y se carga al concepto Varios, el cual se desglosa en diferentes cuentas
donde también se indica, en la parte superior de la línea horizontal, la
referencia al Libro Mayor donde se encuentra la cuenta correspondiente.
La siguiente columna se corresponde
con el cuerpo principal del asiento en el cual se registra cronológicamente15
el hecho económico en cuestión. En cada anotación contable se cargan y abonan
las cuentas afectadas, práctica habitual del método contable aplicado, con una
breve explicación de la transacción reflejada. Tal y como se aprecia en la
figura 1, se detalla la operación que consiste en la subvención del Estado
recibida trimestralmente por la
Junta de Obras. En la Figura 2 se observa, además, la necesidad de
crear una subcolumna dentro del cuerpo central, en la parte derecha, para
indicar las sumas parciales que recoge cada una de las cuentas desglosadas. Por
ejemplo el desglose realizado de la cuenta Personal en las diferentes
nóminas (personal administrativo, delegado del gobierno y auxiliar del mismo).
Por su parte, la tercera columna se
utiliza exclusivamente cuando se cargan varias cuentas, anotándose en la misma
la cuantía total de cada una de ellas; a modo de ejemplo, en la figura 2, el
total de la cuenta Personal asciende a 754,11 pesetas.
Finalmente, por cada asiento
realizado se anota en la cuarta columna el total del importe de la cuenta o
cuentas cargadas y la cuenta abonada (figuras 1 y 2).
Una vez descrito el método contable
aplicado y la estructura del Libro Diario de la Junta de Obras de los
Puertos de La Luz
y Las Palmas, corresponde a continuación analizar la información registrada
en el citado libro a través del estudio de la naturaleza de las operaciones
realizadas y sus implicaciones, la financiación obtenida y la generada por el
propio puerto, así como los diversos gastos que ocasionaba la actividad
portuaria.
Análisis del Libro Diario: presupuesto y operaciones económicas
Como ya se ha referido, por
aplicación del Reglamento de 1903 se autoriza la creación de las Juntas de
Obras portuarias, hecho que se materializa para los Puertos de La Luz y Las Palmas con la Real Orden del
Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas dada el 16 de
junio de 1905 autorizando su creación.16 Ahora bien, no estuvo legalmente constituida
hasta casi dieciocho meses después, por Real Orden de 8 de diciembre de 1906.17
A pesar de estar constituida la
Junta desde junio de 1905, no se realizó ninguna anotación
contable, como así consta en el Libro Diario, hasta el 19 de abril de
1907, circunstancia que probablemente encuentra su justificación en la falta de
legalidad de la misma y en el tiempo que hubo de esperar, tanto para su
constitución definitiva como para la aprobación del primer presupuesto, hecho
este último que tuvo lugar el 4 de abril de 1907.
Por tanto,
la primera anotación contable en el Libro Diario se corresponde con el
presupuesto de ingresos y gastos aprobado para el año 1907 por Real Orden del 4
de abril del mismo año. En la exposición de motivos del Reglamento de 1903 se
indicaba que los ingresos procedían de la recaudación de arbitrios sobre la
navegación y el tráfico marítimo, de subvenciones estatales, provinciales o
municipales y donativos de particulares. Respecto a la cuantía de la subvención
anual con la que el Estado dota a las Juntas de Obras estaba en función de los
arbitrios aprobados por el Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y
Obras Públicas, toda vez que la citada subvención estatal constituía un auxilio
y, por tanto, venía a suplir aquellas necesidades monetarias que la Junta de Obras no podía
cubrir con los fondos procedentes de los arbitrios. Estos arbitrios estaban
regulados en el Reglamento de 1903 de forma exhaustiva, pues constituía una de
las facultades económicas de la
Junta de Obras, al asignar a la misma no solo la recaudación
sino la potestad de proponer al Ministerio correspondiente las modificaciones
que juzgase oportunas en los arbitrios. Y también el citado Reglamento dedica
un capítulo a la custodia y movimiento de fondos que administra la Junta de Obras (Capítulo
IX).
En concreto, para la Junta de Obras de los
Puertos de La Luz
y Las Palmas,18 el Rey dispuso a través del citado Ministerio que a la vez que
se crea la Junta
de Obras se proponga y sometan a la aprobación del Ministerio los arbitrios que
deban establecerse, y una vez aprobados los mismos “el Gobierno fijará la
subvención anual con que el Estado haya de auxiliar dichas obras y servicios y
nombrará al ingeniero director de las mismas”.
Respecto a los gastos, estaban relacionados
principalmente con las funciones atribuidas a la Junta de Obras, como la
conservación y mantenimiento del puerto, obras de ampliación y mejoras y los
correspondientes gastos de personal, entre otras.
En la figura 3 se puede ver que el
presupuesto anual para 1907 ascendió a 320.600 pesetas. Los fondos procedentes
de la subvención estatal conformaron cerca del 62% del total de ingresos. Por
su parte, los ingresos procedentes de la recaudación de arbitrios se nutrieron,
principalmente, de “producto de transportes” (66%) y con una menor incidencia
los derivados de “amarrajes a boyas”, “ocupación de superficie” y “atraques a
los muelles”, respectivamente.
En cuanto a los gastos, son
significativos los dedicados a las obras tanto de conservación como de obra
nueva, al destinarse cerca del 79% del presupuesto total. No obstante, la
partida más relevante es la de “obras nuevas”, pues constituyen un 66% del
citado presupuesto. Esta circunstancia se explica por el elevado coste de las
infraestructuras portuarias, y la importancia de las mismas requería de un plan
económico que debía presentarse en el mes de noviembre de cada año y ser
formulado por la Junta
de Obras (Artículo 22.3, Reglamento de 1903).
Dentro de los gastos de mano de
obra destaca la cuantía destinada al personal facultativo (50% de la citada
partida) y al personal administrativo (37%). Es obvio que la incidencia total
de estos gastos en el presupuesto (16%) es bastante inferior a los gastos de
obras y conservación, por lo ya referido anteriormente en torno a la cuantía
elevada de estas infraestructuras portuarias y la necesidad del personal que
las lleva a cabo. También en este caso la Junta de Obras tenía el deber de proponer a los
trabajadores que formarían parte de la plantilla (administrativos y
facultativos) y sus sueldos, previa consulta al ingeniero director de las obras
respecto al personal facultativo. Ambas plantillas necesitaban la aprobación
del Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas y cualquier
modificación posterior debía seguir los mismos trámites que los aplicados en
primera instancia (Artículo 22.1, Reglamento de 1903).
El 13% restante de los gastos de
personal presupuestado para el año 1907 se corresponde con la inspección del
Gobierno. Dicha intervención, tanto técnica como administrativa, estaba
encomendada a los inspectores de las zonas marítimas, cargo que recaía en los
inspectores generales de Caminos, Canales y Puertos (Artículos 14 y 63,
Reglamento de 1903).
Una vez analizado el presupuesto
para 1907, se procede a continuación a verificar el efectivo cumplimiento del
mismo a través de los sucesivos registros en el Libro Diario.
1908.
El Excmo.
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, solicitó del Estado la permuta del
Castillo de San Cristóbal por el edificio entonces denominado Hotel Batemberg,
petición que no mereció la aprobación de la superioridad por no comprometerse
el Ayuntamiento a abonar la diferencia del valor resultante entre las
tasaciones de ambos edificios. En 1913, lo solicitó la entidad Elder Dampster y
Ca, también en permuta del edificio situado en la calle del Castillo denominado
Casa Elder (Calle de Robayna número 2) que tampoco fue aceptado,
reproduciéndose dicha petición con iguales resultados en 1919.
1908. Nace en Telde, Tamaránt (Gran Canaria) Federico Carbajo. Sus
primeras publicaciones vieron la luz en revistas y diarios locales. Su
formación fue autodidacta. Su obra se inspira en un modernismo clasicista. En
los años treinta se relacionó con Montiano Placeres y Luis Benítez Inglott,
entre otros. Fallece en 1979. Obras:
Pequeño vuelo (1934), poesía. La rampa luminosa (1978), poesía.
1908.
Nace en Erabania (Fuerteventura), Juan Antonio Espinosa RodríguezAntoñito “ El Dulcero” y la represión franquista en la colonia.
Juan Antonio Espinosa Rodríguez, nacido
en La Oliva en
1908, fue muy conocido por la calidad de sus dulces que hicieron la delicias de
varias generaciones de majoreros. Además fue gran conocedor de la
cultura tradicional de la Isla
participando activamente en la vida social de Puerto Cabras, donde llegó a
fomentar la creación de agrupaciones folklóricas y equipos de
lucha canaria.
Menos conocidas fueron sus inquietudes
políticas. Hombre muy comprometido social y políticamente fue acérrimo defensor
de la ideología anarquista, militando en la CNT y en sus Juventudes Libertarias. Cuando se
produjo el alzamiento franquista, se opuso activamente y acusado de
distribuir octavillas contra los golpistas, fue condenado a 20 años de
prisión.
Tras pasar varios años en las cárceles
españolas se reintegró a la vida social, convirtiéndose en un referente de
ideas progresistas, agasajando entre otros a los represaliados y
deportados por el franquismo en la isla. (Roberto Hernández y Fabiola Herrera Melían,
2011)
1908 Febrero 13. En Tedote (Santa Cruz de La Palma) nace Juan Vidal
Torres, un hombre cuyas características
personales serían la seriedad profesional y el buen carácter. Asiste,
asiduamente, a los actos científicos que la Real Academia de
Medicina celebra y casi siempre ocupa la primera fila en el salón, desde donde
presta gran atención a todo lo que en la tribuna dice el orador de turno. Desde
que comenzó sus estudios en Tedote (Santa Cruz de La Palma), no dejó ni durante
un minuto de sacar producto de lo que aprendía, por lo que fue considerado un
magnífico estudiante. En su lugar de nacimiento hizo sus estudios primarios y
terminó su bachiller. Siendo muy joven empieza los estudios que le darían el
título de doctor en Medicina en el año 1929.
Como les pasó a tantos jóvenes
canarios de aquella época, marcharse de su isla significó un golpe anímico que
lo entristecía por un lado y lo alegraba por otro, pensando en la llegada a
Cádiz (España), donde se encontraba la Facultad de Medicina, considerada como la más
antigua de aquel país.
Terminó en Cádiz y marchó después
a Madrid y allí, en el Hospital General, buscó al que consideró profesor ideal
para que fuera su maestro y que no era otro que A. Hinojal, figura en su
especialidad. Bajo la dirección de este profesor estuvo el tiempo que se
estipulaba idóneo para adquirir su título de especialista, tiempo que siempre
dependía de la inteligencia y aprovechamiento que tuviera el alumno. Añazu n
Chinet (Santa Cruz de Tenerife) fue la ciudad que lo acogió desde el primer
momento, aquí conoció a una extraordinaria mujer llamada Mercedes Estarriol
Hamilton, con la que se casa y tiene seis hijos.
Ejerce su profesión infatigablemente en el dispensario del
Hospital Civil y en el Sanatorio Antituberculoso donde su labor es elogiada y
admirada por la totalidad del personal sanitario de los centros. Más
tarde rubrica su labor como miembro de la sanidad nacional española en el
Hospital del Tórax. Es digno también de destacar el papel que
realizó en el Hospital de Niños de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife) ,
fundación altruista del benemérito Doctor Guigou.
El doctor Vidal Torres ha alcanzado muchas deferencias
científicas y algunas de ellas no han salido a la luz pública por la gran
sencillez humana que posee y que siempre le ha caracterizado. En uno de los
congresos internacionales de Otorrinolaringología fue el encargado de llevar la
representación de la
Metropolis con una enorme dignidad.
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