domingo, 13 de abril de 2014

EFEMERIDES CANARIAS





UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910



CAPITULO –XXII



Eduardo Pedro García Rodríguez

Viene de la página anterior
Estas anotaciones recogen las diversas partidas recibidas, tanto de subvenciones como de arbitrios, ingresos presupuestados, que ahora se revelan como cobros efectivos. A su vez, se van asentando también los gastos presupuestados, que realmente van a constituir los pagos realizados.

En cuanto a los cobros, el registro contable de la subvención recibida del Estado se asienta en la cuenta denominada Subvención del Estado, que trimestralmente fue efectivamente recibida por la Junta, tal y como se desprende de las anotaciones contables realizadas en el Libro Diario. Los cobros procedentes de arbitrios se reflejaron en una única cuenta que lleva ese mismo nombre, Arbitrios, particularidad que implica una pérdida de información al no especificar los diversos conceptos que incluía el presupuesto inicial. No obstante, las recaudaciones mensuales, también sin detallar, se asentaban en una cuenta aparte denominada Liquidaciones.

Respecto a los gastos, también se van a utilizar para registrar las operaciones económicas realizadas por la Junta las mismas cuentas que conforman el presupuesto. Los gastos de personal, como ya se ha referido, se subdividieron en administrativos, facultativos e inspección del Gobierno, no existiendo una cuenta específica para cada uno de estos conceptos; ahora bien, en este caso es posible conocer el desglose de los mismos toda vez que en el cuerpo principal del asiento se detalla el tipo de retribución realizado, lo cual nos ha permitido elaborar el cuadro 1, donde se pone de manifiesto que la cuantía gastada en personal se corresponde aproximadamente con un 67% del gasto presupuestado.

En cuanto a los gastos generales, del análisis pormenorizado de cada anotación contable registrada en la cuenta Gastos generales, cuyo detalle se indica en el propio asiento, se puede señalar que, por orden de relevancia en la cuantía destinada, fueron: arreglo de oficina (materiales, jornales, etc.), material de oficina (libros de actas, sellos, impresos, etc.), alquileres mensuales del local para la oficina y de la caseta para los prácticos, entre otros.

Por su parte, en la cuenta Obras de conservación se registran pagos por los siguientes conceptos, entre otros: jornales de obreros en plantilla, distinguiendo entre el personal general y el de limpieza, mano de obra eventual y materiales (farolas, adoquines, petróleo, etc.).

Finalmente, se ha de indicar que no se produce el detalle referido en los anteriores pagos para las compras de mobiliario, tan solo se anotaba la adquisición y el nombre del vendedor, sin detallar el bien obtenido.
Esta corriente monetaria de cobros y pagos dio lugar a una tesorería, reflejada en las cuentas Depositaría y Banco de España, cuyos saldos muestran el efectivo con el cual finaliza el ejercicio económico la Junta de Obras.

Al cierre del ejercicio económico de 1907, se procede a saldar en el citado Libro Diario las cuentas que conformaron el presupuesto inicial, ocasionando lo que se podría denominar el cierre del presupuesto.



En este sentido, se observa que con fecha 29 de febrero de 1908 se producen tres anotaciones contables. La primera de ellas refleja un incremento del presupuesto inicial como consecuencia del aumento de la partida Obras de conservación, aprobado por la Real Orden de 30 de enero de 1908. El segundo asiento contable nos indica la liquidez existente y materializada en las cuentas Depositaría y Banco de España. Asimismo, el saldo de la cuenta Arbitrios nos indica los ingresos presupuestados y no percibidos, que ascendieron a un 67% de la citada partida. El último asiento del ejercicio se corresponde con los saldos de las cuentas de gastos, cuyo significado es el gasto presupuestado y no realizado, salvo las obras de conservación que superaron el citado presupuesto inicial en 14.645,70 pesetas, consecuencia de ello fue la adición del presupuesto anteriormente referida. También se ha de señalar que este asiento pone de manifiesto que, durante el ejercicio económico, no se produjo ningún gasto en obras nuevas, dado que se salda la cuenta Obras nuevas con el mismo importe inicialmente presupuestado. Este hecho podría venir motivado, tal y como se indicó anteriormente, por la imposibilidad de la Junta de presentar el plan económico de las infraestructuras portuarias a desarrollar en la fecha prevista en el Reglamento de 1903, en noviembre de cada año, dado que la Junta se constituyó legalmente en diciembre. Por tanto, el primer plan de obras nuevas a elaborar sería para el segundo ejercicio económico de 1908.

Por su parte, la cuenta Ingresos eventuales recoge en este ejercicio dos hechos económicos diferentes: por una parte la corrección de un asiento como consecuencia del reintegro de un alquiler pagado en exceso, y por otra el dinero recibido de los causantes de una avería en el muelle de abrigo.

Teniendo en cuenta el presupuesto inicial, el cierre del mismo y realizando una serie de cálculos a través de los cuales se obtienen los cobros y pagos reales, se elaboran los cuadros 2 y 3. El primero de ellos refleja los ingresos presupuestados, los cobros efectivamente realizados y el porcentaje entre ambos. Igual desglose se realiza en el cuadro 3 para los gastos presupuestados y pagos efectuados.

En consecuencia, la diferencia entre los cobros y los pagos realizados (cuadros 2 y 3), corregida por los ingresos eventuales señalados anteriormente, coincide con los saldos de las cuentas de tesorería, es decir, Depositaría y Banco de España, y por tanto con la liquidez de la Junta de Obras al final del primer ejercicio económico.

Conclusiones 
La constitución definitiva de la Junta de Obras del Puerto de La Luz y de Las Palmas supuso el punto de partida para la elaboración de una documentación contable, financiera y económica que nos ha permitido iniciar esta investigación en torno a la organización económica del citado puerto. Esta nueva mirada del puerto y su Junta nos ha llevado a establecer las conclusiones que se exponen a continuación.

El inicio de la contabilidad de la Junta de Obras no tuvo lugar hasta abril de 1907; a pesar de haberse autorizado su creación en junio de 1905, no estuvo legalmente constituida hasta diciembre de 1906. Momento a partir del cual se podría solicitar y percibir los fondos económicos procedentes del Estado, es decir, la cuantía de la subvención, puesto que constituía un auxilio que venía a suplir aquellas necesidades monetarias que la Junta no podía cubrir con los fondos procedentes de su autofinanciación, es decir, de los arbitrios. Posteriormente, tuvo lugar la aprobación del presupuesto anual de ingresos y gastos en abril de 1907.



El Reglamento de 1903 establecía qué libros debía llevar la Junta de Obras para el registro de su actividad económica, como fueron: Diario, Mayor, Caja, y otros libros auxiliares. No obstante, no se detalla de forma explícita el método contable que debía aplicar, pero sí de forma implícita, toda vez que el método de la partida doble se caracteriza, entre otras, por la utilización de los citados libros principales. Por ello, se podría afirmar la aplicación completa de este método. Este procedimiento de registro seguido viene a reafirmar la validez legal del Libro Diario al no permitir tachaduras ni hojas o espacios en blanco.

Otra cuestión relevante que se desprende del estudio realizado es la particularidad de encontrarnos ante la contabilidad desarrollada por un ente público que adopta por aplicación reglamentaria un método contable, como es la partida doble, propia de entes privados. Pues, además, se ha de señalar que es bastante reciente la aplicación del citado método por los organismos públicos, a pesar de haber existido un intento de su implantación en las cuentas centrales de la Real Hacienda de Castilla en 1592.

También se ha de considerar que al tratarse de la contabilidad de un organismo público, cuyos objetivos, obviamente, son diferentes a los de una empresa privada, esta circunstancia ha influido en el desarrollo del propio método contable. Por ello, se hace necesario la elaboración y aprobación de un presupuesto anual y la creación de cuentas específicas como Subvención del Estado, Arbitrios y Liquidaciones, entre otras.
Respecto al plazo de ejecución del presupuesto y las operaciones económicas realizadas por la Junta, se ha de hacer notar que el primer ejercicio económico no abarcó un año, es decir, fueron diez meses y 10 días, lo cual redujo el tiempo de maniobra y actuación de esta institución.

Finalmente, resaltar el cierre del primer presupuesto con el que contó la Junta de Obras, asentado en el Libro Diario. El mismo pone de manifiesto que la capacidad recaudatoria del ente no fue muy elevada, toda vez que ascendió al 33% de lo presupuestado las cantidades efectivamente ingresadas por arbitrios. Por su parte, es notorio que a pesar de tener presupuestada una partida de gastos para obras nuevas, que supuso un 66% del citado presupuesto, en este primer ejercicio económico no se aplicó ninguna cantidad a tal concepto, como consecuencia de la imposibilidad de la Junta de presentar el plan económico de las infraestructuras portuarias a desarrollar en la fecha prevista en el Reglamento de 1903, que debía ser en noviembre de cada año y la misma no se constituyó legalmente hasta diciembre. En cambio, se hizo necesario ampliar el presupuesto inicial de los gastos de conservación, con una dotación adicional el 18 de febrero de 1907.

Como se puede observar en el citado artículo no se detalla de forma explícita el método contable a aplicar sino que señala los libros a utilizar, el procedimiento a seguir en las anotaciones contables que se registran en los mismos y las relaciones entre ellos. También se desprende del mismo la necesidad de elaborar distintas contabilidades: una contabilidad general, una contabilidad de intervención, una contabilidad específica para la pagaduría-depositaría y una contabilidad recaudatoria. Estas exigencias producirán la apertura de distintos libros contables y la correspondiente correlación entre las diferentes contabilidades. Por tanto, queda implícita la aplicación del método de la partida doble con el cual se logra, como señala Hernández Esteve (1982, p. 7), “un sistema integrado, redondo, cerrado en sí mismo, donde no se deja al margen, fuera de juego, ninguna anotación, cuenta, ni apunte”.

Descripción del Libro Diario

El Libro Diario de la Junta de Obras de los Puertos de La Luz y Las Palmas13 se presenta encuadernado, con tapas rígidas y en la portada figura impresa la palabra Diario y los años 1907 y 1915. Se trata de un libro de gran tamaño del cual destacamos su buen estado de conservación, cumpliéndose así una de las funciones atribuidas al secretario contador: “Custodiar los libros y conservar en buen orden el archivo de la Junta y los documentos en tramitación…” (Artículo 11, capítulo VIII, del Reglamento de 1903).
En la primera página se refleja la legalización del libro por parte del organismo público correspondiente que en este caso, tal y como figura en la misma, era la Delegación Especial del Gobierno de S.M. en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. La autenticidad del mismo se manifiesta con el siguiente texto:

Libro Diario para la contabilidad de la Junta de Obras de los Puertos de la Luz y Las Palmas. Consta de cuatrocientos ochenta folios sellados por esta Delegación del Gobierno y rubricados por mí en consonancia con lo dispuesto en R.O. de 17 de Febrero de 1906, reproducida en 23 de Mayo de dicho año.
Las Palmas Abril 18 de 1907

No solamente estaban todas las páginas selladas sino también numeradas en los extremos superiores de ambas páginas, par e impar. Asimismo, no se encuentran tachaduras ni hojas o espacios en blanco, todo ello con la intención de que, por una parte, no se pudieran incluir ni sustituir folios, y por otra no se añadiesen ni anulasen anotaciones. Estos procedimientos a seguir en la forma de registrar las anotaciones contables derivan de la validez de los mismos como documentos legales.

Ambas páginas, par e impar, se dividen en cuatro columnas de distinta extensión. En la de la izquierda se indica la referencia a las páginas del Libro Mayor donde se encuentra tanto la cuenta que se carga como la cuenta que se abona, separados ambos números por una línea horizontal, el dígito superior se corresponde con la cuenta que se carga y el inferior con la que se abona. Como puede verse en la figura 1, se ha cargado la cuenta Depositaría que se encuentra en la página 8 del Libro Mayor y se ha abonado la cuenta Subvención del Estado ubicada en el Libro Mayor en la página 1.


No obstante, se observa que si son varias las cuentas que se cargan, no figura el dígito inferior referido al Mayor de la cuenta abonada, sino que se utiliza la parte superior de la línea horizontal, tanto para indicar la cuenta abonada como el posterior desglose de las distintas cuentas cargadas.14 En la figura 2 se transcribe un asiento donde se indica en la parte superior de la línea horizontal la página del Libro Mayor correspondiente a la cuenta abonada, Depositaría, y se carga al concepto Varios, el cual se desglosa en diferentes cuentas donde también se indica, en la parte superior de la línea horizontal, la referencia al Libro Mayor donde se encuentra la cuenta correspondiente.

La siguiente columna se corresponde con el cuerpo principal del asiento en el cual se registra cronológicamente15 el hecho económico en cuestión. En cada anotación contable se cargan y abonan las cuentas afectadas, práctica habitual del método contable aplicado, con una breve explicación de la transacción reflejada. Tal y como se aprecia en la figura 1, se detalla la operación que consiste en la subvención del Estado recibida trimestralmente por la Junta de Obras. En la Figura 2 se observa, además, la necesidad de crear una subcolumna dentro del cuerpo central, en la parte derecha, para indicar las sumas parciales que recoge cada una de las cuentas desglosadas. Por ejemplo el desglose realizado de la cuenta Personal en las diferentes nóminas (personal administrativo, delegado del gobierno y auxiliar del mismo).

Por su parte, la tercera columna se utiliza exclusivamente cuando se cargan varias cuentas, anotándose en la misma la cuantía total de cada una de ellas; a modo de ejemplo, en la figura 2, el total de la cuenta Personal asciende a 754,11 pesetas.
Finalmente, por cada asiento realizado se anota en la cuarta columna el total del importe de la cuenta o cuentas cargadas y la cuenta abonada (figuras 1 y 2).

Una vez descrito el método contable aplicado y la estructura del Libro Diario de la Junta de Obras de los Puertos de La Luz y Las Palmas, corresponde a continuación analizar la información registrada en el citado libro a través del estudio de la naturaleza de las operaciones realizadas y sus implicaciones, la financiación obtenida y la generada por el propio puerto, así como los diversos gastos que ocasionaba la actividad portuaria.

Análisis del Libro Diario: presupuesto y operaciones económicas

Como ya se ha referido, por aplicación del Reglamento de 1903 se autoriza la creación de las Juntas de Obras portuarias, hecho que se materializa para los Puertos de La Luz y Las Palmas con la Real Orden del Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas dada el 16 de junio de 1905 autorizando su creación.16 Ahora bien, no estuvo legalmente constituida hasta casi dieciocho meses después, por Real Orden de 8 de diciembre de 1906.17 A pesar de estar constituida la Junta desde junio de 1905, no se realizó ninguna anotación contable, como así consta en el Libro Diario, hasta el 19 de abril de 1907, circunstancia que probablemente encuentra su justificación en la falta de legalidad de la misma y en el tiempo que hubo de esperar, tanto para su constitución definitiva como para la aprobación del primer presupuesto, hecho este último que tuvo lugar el 4 de abril de 1907.

Por tanto, la primera anotación contable en el Libro Diario se corresponde con el presupuesto de ingresos y gastos aprobado para el año 1907 por Real Orden del 4 de abril del mismo año. En la exposición de motivos del Reglamento de 1903 se indicaba que los ingresos procedían de la recaudación de arbitrios sobre la navegación y el tráfico marítimo, de subvenciones estatales, provinciales o municipales y donativos de particulares. Respecto a la cuantía de la subvención anual con la que el Estado dota a las Juntas de Obras estaba en función de los arbitrios aprobados por el Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, toda vez que la citada subvención estatal constituía un auxilio y, por tanto, venía a suplir aquellas necesidades monetarias que la Junta de Obras no podía cubrir con los fondos procedentes de los arbitrios. Estos arbitrios estaban regulados en el Reglamento de 1903 de forma exhaustiva, pues constituía una de las facultades económicas de la Junta de Obras, al asignar a la misma no solo la recaudación sino la potestad de proponer al Ministerio correspondiente las modificaciones que juzgase oportunas en los arbitrios. Y también el citado Reglamento dedica un capítulo a la custodia y movimiento de fondos que administra la Junta de Obras (Capítulo IX).

En concreto, para la Junta de Obras de los Puertos de La Luz y Las Palmas,18 el Rey dispuso a través del citado Ministerio que a la vez que se crea la Junta de Obras se proponga y sometan a la aprobación del Ministerio los arbitrios que deban establecerse, y una vez aprobados los mismos “el Gobierno fijará la subvención anual con que el Estado haya de auxiliar dichas obras y servicios y nombrará al ingeniero director de las mismas”.

Respecto a los gastos, estaban relacionados principalmente con las funciones atribuidas a la Junta de Obras, como la conservación y mantenimiento del puerto, obras de ampliación y mejoras y los correspondientes gastos de personal, entre otras.

En la figura 3 se puede ver que el presupuesto anual para 1907 ascendió a 320.600 pesetas. Los fondos procedentes de la subvención estatal conformaron cerca del 62% del total de ingresos. Por su parte, los ingresos procedentes de la recaudación de arbitrios se nutrieron, principalmente, de “producto de transportes” (66%) y con una menor incidencia los derivados de “amarrajes a boyas”, “ocupación de superficie” y “atraques a los muelles”, respectivamente.

En cuanto a los gastos, son significativos los dedicados a las obras tanto de conservación como de obra nueva, al destinarse cerca del 79% del presupuesto total. No obstante, la partida más relevante es la de “obras nuevas”, pues constituyen un 66% del citado presupuesto. Esta circunstancia se explica por el elevado coste de las infraestructuras portuarias, y la importancia de las mismas requería de un plan económico que debía presentarse en el mes de noviembre de cada año y ser formulado por la Junta de Obras (Artículo 22.3, Reglamento de 1903).

Dentro de los gastos de mano de obra destaca la cuantía destinada al personal facultativo (50% de la citada partida) y al personal administrativo (37%). Es obvio que la incidencia total de estos gastos en el presupuesto (16%) es bastante inferior a los gastos de obras y conservación, por lo ya referido anteriormente en torno a la cuantía elevada de estas infraestructuras portuarias y la necesidad del personal que las lleva a cabo. También en este caso la Junta de Obras tenía el deber de proponer a los trabajadores que formarían parte de la plantilla (administrativos y facultativos) y sus sueldos, previa consulta al ingeniero director de las obras respecto al personal facultativo. Ambas plantillas necesitaban la aprobación del Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas y cualquier modificación posterior debía seguir los mismos trámites que los aplicados en primera instancia (Artículo 22.1, Reglamento de 1903).

El 13% restante de los gastos de personal presupuestado para el año 1907 se corresponde con la inspección del Gobierno. Dicha intervención, tanto técnica como administrativa, estaba encomendada a los inspectores de las zonas marítimas, cargo que recaía en los inspectores generales de Caminos, Canales y Puertos (Artículos 14 y 63, Reglamento de 1903).

Una vez analizado el presupuesto para 1907, se procede a continuación a verificar el efectivo cumplimiento del mismo a través de los sucesivos registros en el Libro Diario.

1908.
El Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, solicitó del Estado la permuta del Castillo de San Cristóbal por el edificio entonces denominado Hotel Batemberg, petición que no mereció la aprobación de la superioridad por no comprometerse el Ayuntamiento a abonar la diferencia del valor resultante entre las tasaciones de ambos edificios. En 1913, lo solicitó la entidad Elder Dampster y Ca, también en permuta del edificio situado en la calle del Castillo denominado Casa Elder (Calle de Robayna número 2) que tampoco fue aceptado, reproduciéndose dicha petición con iguales resultados en 1919.
1908. Nace en Telde, Tamaránt (Gran Canaria) Federico Carbajo. Sus primeras publicaciones vieron la luz en revistas y diarios locales. Su formación fue autodidacta. Su obra se inspira en un modernismo clasicista. En los años treinta se relacionó con Montiano Placeres y Luis Benítez Inglott, entre otros. Fallece en 1979. Obras: Pequeño vuelo (1934), poesía. La rampa luminosa (1978), poesía.

1908.

Nace en Erabania (Fuerteventura), Juan Antonio Espinosa  RodríguezAntoñito “ El Dulcero” y la represión franquista en la colonia.


Juan Antonio Espinosa  Rodríguez, nacido en La Oliva en 1908, fue muy conocido por la calidad de sus dulces que hicieron la delicias de varias generaciones de majoreros. Además fue gran   conocedor de la cultura tradicional de la Isla participando activamente en la vida social de Puerto Cabras, donde llegó a fomentar  la creación  de agrupaciones folklóricas y equipos  de lucha canaria.

Menos conocidas fueron sus inquietudes políticas. Hombre muy comprometido social y políticamente fue acérrimo defensor de la ideología anarquista, militando en la CNT y en sus Juventudes Libertarias. Cuando se produjo el  alzamiento franquista, se opuso activamente y  acusado de distribuir octavillas contra los golpistas,  fue condenado a 20 años de prisión.

 Tras  pasar varios años en las cárceles españolas se reintegró a la vida social, convirtiéndose en un referente de ideas progresistas, agasajando entre otros a los represaliados  y deportados por el franquismo en la isla. (Roberto Hernández y Fabiola Herrera Melían, 2011)
1908 Febrero 13. En Tedote (Santa Cruz de La Palma) nace Juan Vidal Torres,  un hombre cuyas características personales serían la seriedad profesional y el buen carácter. Asiste, asiduamente, a los actos científicos que la Real Academia de Medicina celebra y casi siempre ocupa la primera fila en el salón, desde donde presta gran atención a todo lo que en la tribuna dice el orador de turno. Desde que comenzó sus estudios en Tedote (Santa Cruz de La Palma), no dejó ni durante un minuto de sacar producto de lo que aprendía, por lo que fue considerado un magnífico estudiante. En su lugar de nacimiento hizo sus estudios primarios y terminó su bachiller. Siendo muy joven empieza los estudios que le darían el título de doctor en Medicina en el año 1929.
Como les pasó a tantos jóvenes canarios de aquella época, marcharse de su isla significó un golpe anímico que lo entristecía por un lado y lo alegraba por otro, pensando en la llegada a Cádiz (España), donde se encontraba la Facultad de Medicina, considerada como la más antigua de aquel país.

Terminó en Cádiz y marchó después a Madrid y allí, en el Hospital General, buscó al que consideró profesor ideal para que fuera su maestro y que no era otro que A. Hinojal, figura en su especialidad. Bajo la dirección de este profesor estuvo el tiempo que se estipulaba idóneo para adquirir su título de especialista, tiempo que siempre dependía de la inteligencia y aprovechamiento que tuviera el alumno. Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife) fue la ciudad que lo acogió desde el primer momento, aquí conoció a una extraordinaria mujer llamada Mercedes Estarriol Hamilton, con la que se casa y tiene seis hijos.
Ejerce su profesión infatigablemente en el dispensario del Hospital Civil y en el Sanatorio Antituberculoso donde su labor es elogiada y admirada por la totalidad del personal  sanitario de los centros. Más tarde rubrica su labor como miembro de la sanidad nacional española en el Hospital del Tórax.  Es digno también  de destacar el papel que realizó en el Hospital de Niños de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife) , fundación altruista del benemérito Doctor Guigou.
El doctor Vidal Torres ha alcanzado muchas deferencias científicas y algunas de ellas no han salido a la luz pública por la gran sencillez humana que posee y que siempre le ha caracterizado. En uno de los congresos internacionales de Otorrinolaringología fue el encargado de llevar la representación de la Metropolis con una enorme dignidad.

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