CAPITULO XIII
Chaurero n Eguerew
INVASIÓN, SAQUEO Y OCUPACIÓN DE LA ISLA CHINECH
(TENERIFE) VIII
El cristiano comercio
de seres humanos para financiar la guerra de ocupación.
Ya hemos visto como la documentación
generada en los primeros tiempos de la invasión y conquista de la isla no se
menciona la supuesta batalla de La
Victoria, ni hace mención a este topónimo el cual
indudablemente sería de creación muy posterior, pues no esta recogido en las
actas del Cabildo colonial consultadas hasta 1525 y en las datas de
repartimiento de las tierras usurpadas no figura dicho nombre. La primera
mención es debida precisamente al creador de la leyenda de la supuesta batalla
de la victoria el frayle Espinosa que recordemos publicó su obra en 1594.
Los relatos supuestamente
históricos publicitados por algunos
entes oficiales cuando menos causa rubor a quienes tenemos algunas nociones de
nuestra historia colonial, es lamentable que individuos nacidos en Canarias jueguen
a ser historiadores siendo además capaces publicar infundíos arteramente
orquestados por el sistema colonial, y lo que es aún más denigrante si cabe,
que estos estómagos agradecidos desarrollen sus libelos desde la óptica del
invasor, exaltando lo repudiable y actuando de cancerberos de las prisiones
intelectuales-y de las otras-, creadas por sus amos de la metrópoli.
Estos obnubiladores y
descerebrados colaboracionistas cuyas investigaciones en torno a la Historia colonial de
Canarias, no va más allá de los textos publicados en Internet por algunas
bucólicas e interesadas páginas turísticas, tratan de crear “Cátedra” desde las paginas oficiales de determinados
Ayuntamientos e incluso Cabildos coloniales, cuyos responsables políticos son
unos auténticos analfabetos en cuanto a la historia de la realidad
sociocultural de la
Nación Canaria de la que viven.
Dicho lo que antecede, recordemos
que las tropas invasoras estaban acuarteladas pasando la invernada (que según
algunos investigadores aquel invierno de 1495-1496 fue especialmente lluvioso)
en el campamento de Añazu (Santa Cruz), hasta que a finales de mayo como queda
dicho recibieron el socorro de víveres de parte de Juan de Guzmán, a mediados
del mes de junio se pusieron en movimiento hacía el interior de la isla con el
ánimo de ocupar el codiciado menceyato de Taoro, donde se suponía que residía
el mayor contingente de la resistencia isleña. En todo caso, la plana mayor del
ejercito invasor era consientes que por aquellas fechas la marcha era un simple
paseo militar pues mientras los mercenarios invernaban en Añazu, la epidemia de
modorra había trabajado a su favor. Por tal motivo la resistencia guanche se iba apagando.
De los horrores de la epidemia provocada los
historiadores nos dejaron constancia: …”ni hallaban
con quien pelear, por morirse todos de una
pestilencial enfermedad, y así los hallaban, de ciento en ciento, muertos y
comidos de perros.
Sobre estos feroces
animales, que se ensañaban devorando los cadáveres putrefactos, “Estos perros eran
unos zatos o gozques pequeños, que llamaban cancha, que los naturales criaban; y como por la enfermedad se
descuidaban de darles de comer, hallando carniza de cuerpos muertos, tanto se
encarnizaron en ellos, que acometían a
los vivos y los acababan, y así tenían por remedio de su desventura los naturales dormir sobre los árboles
cuando caminaban, por miedo de los perros.” (A. Rumeu, 1975:279)
De
hecho los efectos letales de esta guerra biológica alcanzaron tal magnitud que
le permitieron al capitán invasor licenciar a la mayor parte del ejército de
mercenarios el 15 de febrero 1496 para librarse del tremendo coste
de las soldadas y los avituallamientos. A partir de ese
momento quedó en la isla un grupo de mercenarios veteranos al mando del capitán
Estupiñán, el tenía por misión velar por los intereses de la inversión en la
invasión del Duque de Medinasidinia, además de los suyos propios. El resto del
contingente estaba formado por los allegados a Alonso de Lugo, los militis que
decidieron quedarse ante la promesa de reparto de las tierras ocupadas así como
los auxiliares isleños de Tamaránt, Titeroygatra, Erbania y Ghumara.
Ante
esta situación de desamparo de la tierra en los menceyatos resistentes los
invasores la hollaban sin encontrar prácticamente resistencia ya que los
guerreros sobrevivientes a la epidemia capaces de ofrecer resistencia se iban
concentrando en las medianías de la isla, situación aprovechada por las
mesnadas mercenarias para en continuas
razzias llevadas a cabo en los auchones de los menceyatos de Anaga, tegueste,
Tacoronte y Taoro, Icod y Daute, apresar a cuantos guanches podían sorprender,
especialmente mujeres y niños, mayormente pertenecientes a los achicaxnas
y los achicaxnais que eran los que estaban al cuidado de rebaños y poblados.
Las inmensas deudas contraídas por Alonso de Lugo eran de tal índole, que se elevaba a sumas muy cuantiosas. La
liberación económica del conquistador
pendía de las capturas y esclavización de los guanches y sus ganados. Las capitulaciones de Zaragoza de 1493 le habían
reconocido el dominio absoluto como
botín de guerra de los guanches y propiedades de los cinco bandos de guerra. De ahí su saña en depredar los auchones, cristiana
actividad a la que prestó todos sus esfuerzos.
“Alonso de Lugo se trasladó
a la metrópoli, en marzo de 1496, en el primero de sus tres
sucesivos viajes, cifra récord no igualada hasta entonces por nadie. ¿Cuál era
su principal objetivo? Vender en los mercados andaluces
importantes partidas de esclavos guanches, para con el importe
de las transacciones atender a los más perentorios débitos.
En este primer viaje
de Alonso de Lugo a la metrópoli a lo largo de 1496 debió venir acompañado de un importante número de esclavos, que él y los socios se apresuraron a vender para cubrir
gastos y repartir beneficios. De esas
provechosas transacciones se deja hoy sentir el eco en el mercado valenciano, por mor de su rica
documentación, así como en el de Sevilla según veremos más adelante.
Dos jornadas
más tarde, el 28 de marzo, comparecía ante idéntico escribano
Alonso de Lugo, titulándose “governador de la ysla de Tenerife, por el Rey e la Reyna, nuestros señores,
vezino de Sevilla en la collación de Sant Andrés...”. Su
propósito era otorgar un poder relacionado con los esclavos
guanches que en el mes de febrero de 1496 había remitido a
la corte
con el mensajero Pedro de Castellanos, para que los entregase como obsequio a los soberanos y a diversos magnates.
Por este documento nos enteramos de
que el emisario, abusando de la confianza otorgada, había incumplido dolosamente el mandato.
Flotaba la
sospecha de que los esclavos permanecían
ocultos con propósito de ulterior venta. Esta circunstancia provoca
el mandato a favor de “Luys Carrasco, vezino desta dicha çibdad, en
la dicha collación, que está presente, para que por él e en su nombre pueda
demandar e recabdar e rescebir e aver e cobrar, civil e criminalmente,
asy en justicia como fuera della, e tomar venta o pago o como él quisyere e por bien
toviere, de Pedro de Castellanos, vezino de la çibdad de Baça, o de sus bienes,
treynta e dos esclavos canarios, de
la dicha ysla de Tenerife.” A. Rumeu,
1975:282-83)
Vamos a dejar de momento los pormenores de este ignominioso comercio de que los cristianos invasores hicieron objeto a nuestros antepasados y retomemos las razzias de que eran victimas. Según la Historia oficial los menceyes resistentes se rindieron en Taoro mediante un Tratado celebrado el 25 de julio de 1496, pero existen indicios de que dicho Tratado no fue de rendición en el sentido estricto de este concepto, y sí lo fue de cese de hostilidades basado en las habituales seguridades de vidas y haciendas que ofertaban los invasores. Al respecto veamos la relación que de este suceso nos ofrece el Dr. Juan Bethencourt Alfonso, quien fue un excelente recopilador de la tamusni (historia oral de nuestros ancestros) y por consiguiente depositario de nuestras más arraigadas tradiciones: “el resultado fue una conjura de la nobleza liguera a espaldas de los villanos y la celebración secreta a fines de junio de las bases del tratado de paz de Los Realejos, según las cuales a cambio de hacerse los guanches cristianos y de reconocer la soberanía de los Reyes Católicos, les garantizaba el general Lugo la libertad con igualdad de derechos y deberes que los españoles.
Cuando el 25 de julio descubrieron los villanos en el campamento del Realejo lo tramado por la nobleza, se arremolinaron furiosos denostando a los reyes de traidores y cobardes e injuriando a los personajes de mayores prestigios; apresurándose a ganar las alturas de Tigaiga para derramarse por sus respectivos tagoros, con objeto de apoderarse de los medios de vida y de llevar la alarma a todas partes, con los desmanes propios de las guerras civiles y sociales.”. (J. Bethencourt Alfonso, t. III, cap. VIII)
Si bien para nuestros ancestros la palabra dada era un pacto inquebrantable no así para Alonso de Lugo que jamás respeto un contrato con los suyos, mucho menos lo iba a respetar con unos infieles, entre otras causas porque ello le privaría de su principal fuente de ingresos económicos, la venta de seres humanos en los mercados peninsulares. Por consiguiente, utilizando como excusa la existencia de reductos guanches insumisos, bajo el silogismo de “Operaciones de limpieza” continuó cazando y esclavizando guanches con el beneplácito de los nobles y los villanos sumisos, lo que motivo que los tabores resistentes mantuvieran durante 50 años una guerra de guerrillas en la que los invasores vieron más de una vez en peligro la ocupación de la isla tal como quedó registrado en las actas del primer cabildo colonial.
Como resultado de estas “Operaciones de limpieza” los mercados de esclavos de Valencia y Sevilla alcanzaron un auge inusitado, tal como quedo recogido en la documentación de la transacciones documentadas hechas publicas por la ya citada Vicenta Cortes para el de Valencia y de Francisco Morales Padrón para el de Sevilla, de dichos autores reproduciremos algunos documentos relacionados con esta actividad, pero antes permítanos el posible lector que hagamos una breve digresión en torno al mercado de esclavos de Sevilla.
La
distribución del botín de guerra, incluso los esclavos capturados, se realizaba
en proporción con varios elementos: la hacienda aportada, la jerarquía militar,
el equipo bélico y ciertos méritos relevantes en campaña. De esta forma,
recibían mejor premio los capitanes, los soldados con caballo, seguidos por los
ballesteros y así sucesivamente; era tal la meticulosidad de valoración que
llegaban a contabilizarse las partes de la armadura como ser guanteletes,
escarcelas, petos, etc., para así aumentar el importe del premio, del cual se
deducía el famoso quinto real. (Silvio Zabala, 1991:3)
Desde
un punto de vista jurídico, esclavitud es una institución que coloca al ser humano
en situación de cosa, en cuanto le niega personalidad jurídica y lo considera
susceptible de apropiación. De aquí entonces si se mira desde un punto de vista
económico el ser humano bajo la condición de esclavo es mercancía de cambio
susceptible a ser vendida o comprada. Peor entonces si jurídicamente se le
niega, su condición de ser humano este puede ser asesinado y no le corresponden
penas aflictivas al culpable.
La
mano de obra esclava distribuida entre los vencedores hace posible ampliar las
áreas sembradas, recolección de frutos, semillas, reunir alimentos y
almacenarlos. Por otra parte también el esclavo es factor económico en el
transporte de mercaderías, transporte de materiales de construcción, etc.
adquiriendo así un valor agregado que valía más que un enemigo muerto. Por este
valor agregado se lo conservó del mismo modo como se lo hizo con los animales
domésticos, pasando al estadio de servus, es decir sirviente, dependiente del
propietario, y por ello carentes de derechos. (Genovese, Eugene D.1971: 56)
En
Castilla, con la Ley
de las Siete Partidas (El concepto de “guerra justa” fue presentado
sistemáticamente por Tomás de Aquino en Summa Theologiae), se establece que son
siervos aquellos sobre los que se ejerce el señorío, agregando que la servidumbre
se estableció entre las gentes que eran naturalmente libres, al someterse
voluntariamente al señorío.
Era
tal la abundancia de esclavos producto de las guerras de invasión, que los
reyes solían ofrecerlos como espléndidos obsequios a altos dignatarios, por
ejemplo, las donaciones que efectuó el rey católico Fernando, quien en 1488
regaló al Papa Inocencio VIII 100 esclavos moros para su servicio, y en 1496
regaló al embajador Capelo de Venencia un mencey de los esclavizados en Chinech
(Tenerife).
La Corona de la metrópoli y los altos dignatarios, nobles y
eclesiásticos, se van a hallar metidos de lleno en este denigrante comercio.
Los reyes de Castilla fueron los primeros interesados en la trata de esclavos,
de la que sacaban importantes beneficios. Todo ello justifica en Sevilla y en
otras ciudades andaluzas la existencia de una actividad mercantil y comercial
muy intensa, que los documentos notariales no hacen sino confirmar. Al frente
de estos negocios se encuentran numerosos mercaderes, protagonistas de la
vitalidad financiera de los mismos.
La
empresa esclavista debía producir bastantes beneficios y dar mucho de sí cuando
son tantas las personas que en ello estaban implicadas. El descubrimiento del
Nuevo Mundo iba a dar a este comercio un giro inesperado. La apertura de este
nuevo e inmenso mercado va a provocar el interés, la codicia y la sed de lucro
por parte de personas que hasta ese momento habían despreciado e ignorado esta
actividad, considerándola poco rentable y ciertamente arriesgada.
En
este contexto es de suponer que muchos de los esclavos guanches fueran
reexpedidos a las nuevas tierras invadidas en Abia Yala, más tarde rebautizada
por los europeos como América. Por otra parte, recordemos que las primeras
flotas transportando las hordas hispánicas al “nuevo mundo” hacían escala
obligada en Canarias, especialmente en las islas Tamarant y Ghumara donde como
era habitual en la época, completaban sus dotaciones con nativos enrolados a la
fuerza o mediante promesas de participación en los productos del saqueo.
Es un
hecho incuestionable la existencia de una amplia antroponimia y toponimia de
origen netamente guanche en muchos países americanos, respaldada por modernos estudios científicos en torno a la
genética que arrojan un alto porcentaje de genes guanches. En estos estudios
están implicados antropólogos, arqueólogos y genetistas, entre ellos el decano
de Ciencia y Tecnología de la UCE,
doctor Fermín Mercedes, de la República Dominicana, y Juan Carlos
Martínez-Cruzado, director del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Puerto
Rico, recinto Mayagüez, quienes confirman la presencia del ADN mitocondrial de origen guanche. En
Venezuela existen poblaciones completas donde los genes guanches son
predominantes, es seguro que de llevarse a cabo investigaciones similares en
otros países de los denominados iberoamericanos e incluso en algunos estados
del sur de los Estados Unidos de América, la presencia de genética guanche
entre un amplio sector de esas poblaciones sería sorprendente.
Dicho
lo anterior, veamos algunos de los documentos relativos al comercio de seres
humanos en los mercados de Sevilla y Valencia.
Mercado de Sevilla
2 .-18 ahril 1472.-Diego de Sevilla (mercader, vesyno de Sevylla en la
coliación de Santa Maria) vende a
Rodrigo de Andújar (vesyno de la cibdad
de Murcia, que está
presente) una esclava canaria,
natural de Tenerife, que ha nonbre Ysabel, de hedad de treinta
años poco más o menos; e más otro su esclavo negro, natural
de Guynea, de hedad de quince
años poco más o menos, que ha
nombre Lancarote ... (F. S. P.,
sin fol. j. (Francisco Morales Padrón,
1961)
41.-16 junio 1496.-Andrés Suárez
[Gallinato] (fijo de Pedro del
Algava, difunto que Dios aya, e de Leonor Suárez [Gallinato]
su muger, vezino de Sevilla en la collación de Sant Andrés) deve a Ruy Pérez de Esquivel (vesyno de
Sevilla en la collación de Sant Juan,
qu'está presente) 6.365 maravedis
desta moneda que se agora usa, los quales son de resto de una mula de color
prieta que d'él rescibió e conpró
... la qual dicha mula está en su poder;
los quales dichos maravedís le ha de dar e pagar desde oy día de la fecha
fasta 15 días primeros siguientes, so pena del doblo. E porque más seguro sea de
ser mejor pagado, dale por ellos en
enpeños un esclavo canario de Tenerife, que ha nombre Juan, de hedad de 17 años
poco más o menos, en tal manera que
sy al dicho plaso no le diere e pagare estos dichos maravedis se
quedará
con él ...
(J. M., fols. 197 v.-198).
(Francisco Morales Padrón, 1961)
46.-9 noviembe
1496: Miércoles.-Constanza
Espinosa (vecina de Sevilla en
la collación de Santa María)
vende al Bachiller Luís de
Herrera, vecino de
Sevilla, una esclava
canaria de color lora, de
nombre Beatriz, de edad de veynte años y natural de la Ysla de La Palma, por
precio de tres mil
maravedís, que declara
haber recibido (L. G.
C., fol. 542 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
50.-20 mayo 1497.-Juana de Morales (mujer de Andrés de Yévenes, vecina
de Sevilla) vende a Alfonso Martínez de Arroya
y a María Ruiz (su mujer, ambos vecinos de esta
ciudad) una esclava canaria,
de nombre .. . y
edad .
. ., natural de Tenerife. (G. B.
B., sin fol.). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
54.-14 octubre 1497:
Sábado.Carta de quito de Teresa
Fernández (mujer de Diego Fernández,
difunto, vecina de Sevilla en la
collación de Santiago) a Gómez de
Córdoba (vecino de Sevilla en la
collación de San Estevan) en razón
de una esclava
canaria, que dijo ovo
comprado por seis mil maravedís. (J. R.
P., fol. 623 v.). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
83.-35. Abril 1500,
miércoles Fianza de Antón Hurtado,
vecino de Sevilla en la collación de San Marcos) y Diego Furtado
(vecino de Sevilla en la collación de
San Lloreynte), de mancomún, a Roso de
Sevilla, alcayde de la cárcel del Concejo de la Ciudad, para que
permita a Joban Canario, de edad de 18 años, preso en la
cárcel, que ande suelto por lo alto y por
lo bajo de dicha cárcel,
otorgando que no se fugará, y de hacerlo se obligan a pagar los maravedís en
que fuere condenado y debiere el Juan Canario ( y las costas,
con más mil reales de plata,
mitad para costas y alcayde, y mitad
para los
roperos de Sevilla. (F. SE., 2P,
folio 174 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
84-7 julio 1500:
Duartes.-Gómez De la
Puebla, (carpintero,
marido de Ana Manuel, vecino de Sevilla en la collación de Santa María) vende a Alfón Lobo (Capellán de la Reyna Nuestra
Señora, vecino de Carmona) un esclavo canario que ha nombre Christóbd,
naturd de La Palma, de 20
años de edad,
por precio de onze mil1 maravedís. (F.
SE., 2.Q, folio 112 v..). (Francisco Morales Padrón,
1961)
85.-8 julio
1500: Hiércoles.-Poder de Antón
Martínez (mercader, vecino de Sevilla)
a Pedro Lozano
(marinero, vecino de
Sevilla en la collación de San Vicente) para demandar un su esclavo canario, que
ha nombre Sebastián, de 20 años de edad,
natural de Tenerife, ferrado en ambos carrillos, en el uno una
flor de
lis y en el otro una estrella, fugado
ha nueve meses; y le da poder para recibirlo, otorgar
documentos y pa- recer ante Justicias en razón de ello. (F. SE.,
2.", fol. 33). (Francisco
Morales Padrón, 1961)
95.-5 septiembre 1500: Sábado.-Poder de Andrés
Martinez (cortidor, vecino de
Sevilla en la collación de San Lloreynte)
a Diego Pérez (ferrador, vecino de Sevilla en la collación de San
Miguel) para demandar un su esclavo
canario que ha nombre Sebastián y hedad de veynte años, ferrado en anbos
carrillos con una flor de lis el uno, e una
estrella en el otro, el qual se
le fue e absentó puede aver onze
meses, poco más o menos; y para !que lo
pueda recibir, y parecer ante las Justicias en razón de ello. (F. SE.,IP,
fol. 448 v.). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
104.-11 enero
1501.-Juan Bautista de Negro
(ginovés, vesino de Sevilla en la collación de Sant Andrés) vende a Viceno d'Espíndola (mercader ginovés, en esta dicha cibdad de Sevilla., que
esta presente); conviene a saber:
una su esclava caaria, natural de Tenerife, que ha
nonbre Leonor, de hedad de 12 años poco más o menos; e véndesela por de
buena guerra e no por
de pas, por sana
e syn ninguna tacha,
por prescio de 12.000 maravedís desta moneda que se agora usa.. . (L. P.
S., fol. 50. (Francisco Morales
Padrón, 1961)
107.-21 abril
1501.-honor Bocanegra (muger de Gerónimo Rafael de ..., vezino de Sevilla en la collación de Sant
Andrés) otorga que da su poder complido, a Afonso Martínez de Casarrauvya (vezino
desta cibdad en la collación de Sant Marcos),
especialmente para que por él en su nombre
pueda vender e venda una
su esclava canaria, que ha nombre Ana, natural
de La Palma,
de edad
de 20 años ... (P. SE.,
Lo, sin fol.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
117-1.3 agosto 1501.-Diego de Balacios (fijo del Alcayde Pedro Mateos,
vesino desta cibdad de Sevilla en la collación de Sant Román...) vende a María
de Valdés (muger de Pedro de Santa Ana,
vesina de Triana, guarda e collación
de Sevilla, que está
presente) un su esclavo, de color blanco,
canario, natural de la
ysla de
Tenerife, que se nombra Pedro, de hedad de 25 años poco más
o menos; e véndegelo por de buena guerra
e no
de paz, por huydor y con
todas las otras tachas buenas o malas
que en él
parecieren por prescio
de 10.000 maravedís ... (J. R.
P., 1." fol. 589 v.).
(Francisco Morales Padrón, 1961)
118.-21 agosto
1501.-Diego de Córdoba, en
nombre y voz de Fernando Carrillo, de quien tiene poder, debe a Alfón de Perona (vecino de Sevilla en la collación de San Bartolome) 1.700 maravedis, que
son de préstamo a Fernando
Carrillo y a en su nombre, a
pagar en Sevilla desde
hoy fasta seys meses conplidos primeros siguientes,
so pena del doblo; y para ello
obliga los bienes de Fernand Carrillo, e
especialmente obliga e ypoteca una esclava
canaria, que ha nombre Ysabel,
de hedad de veynte años, con un niño
su fijo, que se llama Johan, de
hedad de un año y medio, para que el dicho Alonso de Perona tenga a la dicha
Ysabel e al dicho su hijo en su poder
ypotecados por la dicha debda, con
condición que si
la dicha Ysabel e
el dicho su hijo murieren o
absentaren, que sea a riesgo del dicho Fernand Carrillo e del dicho
Diego de Córdoba en su nombre; y Alfón
de Perona, que está presente, otorga que recibe a la dicha Ysabel y a su hijo
ypotecados. (F. SE., 2."
fol. 42 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
125.-31 diciembre
1501: Viernes-Rodrigo de Lora
(tintorero, vecino de Sevilla en
la collación de Santa María)
vende a Juan
de Baeza (trapero, vecino de
Sevilla en la collación de Santa Maria) un esclavo canario llamado Pedro, de 18 años de edad,
por precio de doce mil maravedí~. (F. SE.,
1502, fol. 2 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
132.-12 febrero
1502: Lunes.-Pedro Fernándes debe a
Diego de Soria nueve mil maravedis, y le
da en prenda una esclava de color
blanca, natural de Tenerife, de edad de
treinta años y llamada Catalina; y que
si no paga la pueda vender, entregándole el más precio, si lo valiere, y si la vendiere en menos, Pedro Fernández pagará la diferencia a Diego de Soria ... (J. R.
P., fol. 20). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
137.-5 marzo 1502: Sábado. -Pedro Bernal
(yerno de Christóval Sánchez
Zamarra, vecino de la villa del Puerto de Santa María) otorga a Juan Canario (natural de la
Ysla de Tenerife, presente), que por razón que Gonzalo Suárez de Quemada, vecino
del Puerto de Santa María, vendió al
dicho Pedro Bernal al dicho Juan Canario, diciendo
ser cautivo esclavo suyo, por
precio de doce mil maravedís, con
condición que si en
cierto término pagase los dichos 12.000 mrs., que e1 dicho Pedro Bernal los recibiría y le
volviese al dicho Juan Canario (según pasó
ante Christóval de las Camas, escribano publico de dicha villa, en
17 de
enero deste año), e desspues de
lo cual Gonzalo Suárez confesó ser libre
el dicho Juan Canario (según escritura
que pasó ante Juan García Ferrera,
escrivano de dicha villa, en 28 de febrero deste año), y porque el dicho
Juan Canario alegó ser libre y
sobre ello contiende
con él en pleito:
por ende, dicho Pedro Bernal dice y declara
que el dicho Juan
Canario es libre,
y no tiene contra él recurso, ni cautiverio, ni sujeción alguna, y que
puede ir y andar libremente por do
quisiere, como persona esenta, sin
mácula de cautiverio ni sujeción
alguna; y otorga y promete no
fazer demanda ni mover pleito
sobre ello, so pena
de veinte mil maravedís para
el dicho Juan Canario. (F. SE.,
fol. 303 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
138,-5 de marzo 1502; sábado.
Pedro Bernal (vecino de la villa de del Puerto de Santa María) otorga a Juan Canario
(natural de la Ysla de Tenerife, presente) que por
razón de que a su ruego va con él a la villa del Puerto
de Santa María, para
averiguar cierto pleito
que trae con Gonzalo
Suárez de Quemada, vecino
de dicha villa,
sobre razón de la
vendida que del dicho Juan Canario le
hizo: por ende, otorga y se obliga de lo tener por libre en dicha villa, e que no consentirá qu'el dicho Gonzalo
Suárez, ni otra persona, le
prenda su cuerpo, ni
coger en prisión, ni otra manera que sea; y que desde
hoy día en que esta carta es fecha hasta quince días primeros siguientes
lo volverá libremente a esta
Ciudad; y otorga y promete de lo tener por firme, y no ir contra ello, so pena de veinte mil maravedís para
el dicho Juan Canario; y para
seguridad da por su fiador a Bartolomé
López, viscochero, vecino de Sevilla en
la collación de Santa María en la Cestería, y se obliga de lo sacar a paz y a
salvo, obligándose asimismo el
fiador. (F. SE., fol. 314). (Francisco Morales Padrón, 1961)
150.-11 abril
1502: Lunes.-Pedro Fernández de la Lima (vecino de Sevilla en la collación de San
Andrés) vende a Diego de Sevilla (cambiador, vecino de Sevilla en la collación
de Santa María) una esclava
de canaria, natural de Tenerife, de
edad treinta años, por precio de diez y nueve mil maravedís que
ha recibido. (J. R. P., fol. 100 v.). (Francisco Morales Padrón,
1961)
153.-24 mayo
1502: Martes.-Sancho de
Ferrera (marido de Doña Violante de Cervantes, vecino de
Sevilla en la collación de San
Lloreynte) ahorra a Leonor Canaria, su
esclava, de edad de 20 años, natural de las Yslas de Canaria, por sus
muchos servicios. (E. SE., fol. 279 v.).
(Francisco Morales Padrón, 1961)
165.-11 noviembre
1502.-Pedro Alvarez (marido
de Elvira Jiménez, vesyno de la
villa de Tarifa), vende a Rodrigo de Sevilla (mercader, vezino desta cibdad
de Sevilla en la
collación de Sant Visente, qu'está presente)
un su esclavo canario, natural
de Tenerife, de hedad de 18
años poco más o menos, su nombre Benito;
el qual dicho esclavo le vende
por de buena guerra e no de paz, e por
sano de todas enfermedades, e por no borracho ny ladrón ny fuydor por el prescio de 13.000 maravedis desta
moneda que se agora usa. (J. R. P., fol. 664). (Francisco Morales Padrón, 1961)
172.-24 enero 1503.-María Canaria
(esclava que fue de Alfonso de
Sevilla, alias "Miverga",
que Dios aya, vesina de Sevilla en la collación de Santa María) otorga que ha recibido de Jerónimo Fernández de Corcuera e de Gonzalo
Martinez López (vecinos desta dicha cibdad, albaceas del testamento
del dicho Alfonso de
Sevilla, presentes) los bienes
syguientes: dos colchones llenos de lana, e un par de sávanas, e una
manta, e dos almohadas llenas de lana, e una
c..., que le
manda en su testamento; e más ha recibido d'ellos unos manteles
de lino de tres varas, e más tres paramentos de cama, y
un destajo de seda de ladrillejos, e un
cofre, e
una caldera, e una azada,
e una paleta e
un tajador de palo; los cuales dichos bienes ellos le
dan por descargo de la conciencia del dicho difunto. (F. SE., 2." fol.
222 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
180.-1 abril
1503.-Antón González el Moso
(marido de Ana Benítez, vecino
de la villa del Puerto de Santa María) por
sí, de una parte, y Juan de Moya (canario, natural de la
Ysla de Tenerife),
por sí, de la otra, otorgan que tienen pleito entre ellos por decir Antón González que Juan de Moya era su esclavo; y
han acordado que Juan de Moya sirva
a Antón González, en su
casa, un año y
medio, y
si se fugare vuelva
a servir perdiendo el tiempo que hubiere servido, volviendo a contar el
año y medio, dándole Antón González de comer,
beber, vestir y medicinas; y que al cabo del año y
medio sea Juan de Moya libre
y quito de cautiverio, y sus
hijos y bienes horros, y volverlo al Licenciado Pedro de Maluenda, o a otro
Juez, so pena de ocho mil maravedis; y para seguridad da por sus
fiadores a Francisco
Núñez y Pedro
Alvarez, carpinteros, vecinos de Sevilla en la collación de San Salvador, los que a la firmeza de esta escritura obligan todos sus
bienes... (F. SE., 1.5 fol. entre hoja 79). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
187.-2 agosto 1503: Miércoles.-Juana Canaria (natural de la Ysla de La Palma, criada que dixo que
es de Gonzalo Sánchez, Jurado y vecino de la villa de Alcaiá de Gazuies,
estante en Sevilla otorga que su poder
a Johan de Peñafiel (vecino de Sevilla
en la collación de San Lloreynte) para
parecer ante el Asistente Conde de Cifuentes, y sus Lugartenientes, y ante los Alcaldes y Jueces
de la Ciudad de Sevilla, y
pueda reclamar y pedir su libertad, por cuanto es horra y libre, sin
cargo de esclavitud alguna, y ganar
mandamiento de libertad
y ahorramiento a su
favor. (F. SE., (?), fol 61
v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
189.422 agosto 1503: Martes.-;Pedro Padilla
(marido de Juana de Merlo, vecino
de Sevilla en la collación de San
Vicente) debe a Gonzalo de Biedma (vecino
de Sevilla en la
collación de San Andrés, presente) diez mil maravdis de préstamo, a
pagar en Sevilla dentro de seis meses, so pena del doblo; y para seguridad da en empeño una su esclava canaria llamada Beatriz, de 30 años de edad, e a Juanico Canario, su hijo de dos años de edad,
naturales de Tenerife; y le da facultad
que caso de no pagarle, pueda vender
a la esclava
Beatriz sin formalidad
alguna para cobrarse ... (F. SE.,
3.5 fol. 42). (Francisco Morales Padrón, 1961)
190.-23 agosto 1,503:
Miércoles.-Poder de Alfonso
Canario (natural de la Ysla de Tenerife,
marido de Juana Méndez,
vecinos de Bejer)
a Juan de Peñafiel, procurador de
los canarios, vecino de Sevilla, para que pueda parecer ante el Asistente y sus Lugartenientes, y ante los Jueces de
Sevilla, y pida sea dado por libre por cuanto de
derecho lo es, y para otorgar los
documentos y escrituras que sean
necesarios ... (P. SE., fol. 53). (Francisco Morales Padrón, 1961)
191.-8 septiembre 1503: Viernes.-Poder de Pedro Canario (natura de la Ysla de Tenerife, del vando
de Anaga, (criado del Jurado García del jurado García de Vergara) a Juan de
Peñafiel, vecino de Sevilla en la collacion de
san Lloreynte, especialmente para parecer ante cualquier Juez y
conseguir su libertad, y para
pleitos en razón de ello. (F. SE., 3.Q,
fol. 108 v.). (Francisco Morales
Padrón, 1961)
192.-22 septiembre
1503: Viernes.-Pregón:
Estando en la
plaza de San Francisco, a las cinco después del mediodía, en presencia
de Francisco de Segura, escribano público de Sevilla, Diego de Valencia,
pregonero del Concejo de la Ciudad, dijo: que por mandado de Alfón de Palma, vecino de Utrera, pregonaba que a todas
las personas que sabían de su
esclavo que se llama Juan Canario, huído
de su casa hacía quince o 16 días, les daría de hallazgo mil maravedís. Y
dióse el pregón en la calle de las Gradas, y en los mercados acostumbrados. (F.
SE., 3Q, fol. 173 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
203.-10 mayo 1504: viernes.-Diego de Santo Domingo
(mercader, vecino de la Ciudad de Toledo) vende a Antonio de Vargas Bonete
{marido de Leonor
de Vaena, vecino
de Sevilla en la collación
de Santa María, que está
presente) un esclavo suyo canario,
blanco, llamado Pedro, natural de Thenerife, de veynte años de edad, por
precio de siete mil maravedí. (F.
SE., 1.0, fol. 479). (Francisco
Morales Padrón, 1961)
208.-26 julio
1504: Viernes.-Poder de Ana
Néndez Farfán (mujer de Alfonso López de
Ayala, vecino de Sevilla en la collación
de San Vicente) a su marido, con licencia del mismo, para. vender a Juan y a Pedro, canarios esclavos. (J.
R. P.,
fol. 359). (Francisco Morales Padrón, 1961)
215.-10 septiembre 1504: Martes.--Pedro de Padilla
(escudero, marido de Juana de Merlo, vecino de Sevilla en la collación de San Vicente) vende a Fernand Caravajal (trapero, vecino de Sevilla
en la collación de San Andrés, que está presente) una su cabtiva
canaria, que ha nombre Beatriz y
30 años de edad, natural de
Tenerife, e asimismo a Gonzalo Díaz
(carretero, vecino de Sevilla en
la collación de San Vicente) un su
cabtivo canario, de nonbre Juan y tres
años de edad, hijo de la dicha Beatriz,
nacido en Sevilla;
por precio de 11.500 maravedís la Beatriz y 4.000 el Juan, habiendo cobrado los 15.000 maravedís, de los que da
carta de pago,
con las firmas
y seguridades de
costumbre. (F. SE., z., fol. 45). (Francisco Morales Padrón, 1961).
Continua:
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