Pecio situado frente al muelle Reina Sofía. Pesquero ruso
hundido en 1977 de cerca de 80 mts. de eslora y posado en su lado de estribor.
En muy buen estado es fácil de bucear en su interior, aunque hay que tener
cuidado con las numerosas redes que aun están en su interior, esta posado en su
lado de estribor. En muy buen estado es fácil de bucear en su interior teniendo
especial cuidado con restos de redes de pesca.
Icam-el majidum-el alia
Casi al final del dique Reina
encontramos a un grupo de tres barcos hundidos a escasos metros, Los Kinder,
nombre que se le da popularmente en Gran Canaria debido a que siempre tienen
sorpresas...
El Icam, El Majidum y el Alia eran pesqueros de altura que se hundieron en distintas épocas formando un triangulo con poca distancia entre ellos.
El Icam es un barco coreano de 50 mt, que se hundió en circunstancias poco claras, al colisionar con el Majidum, otro barco coreano también de 50 mt una oscura noche de 1985 a escasa distancia de la costa y del malecón. Esto explica la poca distancia que hay
entre ellos.
El Alia es un barco de
nacionalidad hispana de 40 mt de largo que se hundió en 1980 a escasos metros
de donde 5 años después se hundirían los coreanos. Un repentino y violento
golpe de mar hizo que se fuera a pique en pocos minutos, sin lamentar perdidas
humanas.
La inmersión es ideal un 3en 1,
sin pasar de los 21 mt de profundidad con fauna muy variada.
Lo primero que sorprende, en el descenso hasta los primeros 15 mt es la espectacularidad de esta composición submarina, la silueta de estos pecios nos da una introducción a lo que viene. En la primera toma de contacto con los mismos se descubre entre sus hierros marcados por el paso del tiempo, algún que otro cangrejo araña oculto entre las pequeñas algas que cubren el casco. A medida que recorremos cualquiera de estos tres pecios, no es raro verse inmerso en un banco de roncadores, o encontrar algún angelote(tiburón de arena) o chucho(raya), buscando resguardo al pie de un pecio. También podremos apreciar la inmensa variedad de especies que se aglutinan junto a estas estructuras abandonadas que sirve de refugio a júreles, sargos, salmonetes, bogas y alguna que otra morena.
Lo primero que sorprende, en el descenso hasta los primeros 15 mt es la espectacularidad de esta composición submarina, la silueta de estos pecios nos da una introducción a lo que viene. En la primera toma de contacto con los mismos se descubre entre sus hierros marcados por el paso del tiempo, algún que otro cangrejo araña oculto entre las pequeñas algas que cubren el casco. A medida que recorremos cualquiera de estos tres pecios, no es raro verse inmerso en un banco de roncadores, o encontrar algún angelote(tiburón de arena) o chucho(raya), buscando resguardo al pie de un pecio. También podremos apreciar la inmensa variedad de especies que se aglutinan junto a estas estructuras abandonadas que sirve de refugio a júreles, sargos, salmonetes, bogas y alguna que otra morena.
El viaje al interior de los barcos está sólo reservado para buzos con especialidad, debido a la experiencia que se requiere para entrar en un pecio.
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