Que días aquellos por mayo de
1985 en el Barranco de Fanfan en Acentejo, aún la próstata me permitía degustar
el vino tinto matancero escuchar una parranda, y a la sombra de unos pencones
recordar unos versos de Estevanes:
“La patria es una
peña,
la patria es una
roca,
la patria es una
fuente,
la patria es una
senda y una choza.
Mi patria no es el
mundo;
mi patria no es
Europa;
mi patria es de un
almendro
la dulce, fresca,
inolvidable sombra".
Nicolás Estévanez
y Murphy.
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