José Barrios García
INTRODUCCIÓN
El calendario guanche ha
sido objeto de diversos estudios. Tras ellos, la situación general puede
sintetizarse de la siguiente manera: 1
Como vemos, las opiniones
se encuentran muy divididas, imponiéndose la necesidad de un análisis en
profundidad. En mi opinión, buena parte de las divergencias existentes en la literatura
se debe a la falta de una adecuada formación interdisciplinar de los investigadores.
Así, Álvarez (1949) conoce
bien las fuentes pero sus conocimientos astronómicos son muylimitados, e igual
ocurre con Diego (1968, 1979) y Cubillo (1985). Por otra parte, Aparicio et al.
(1994) y Esteban et al. (1994) parten de una formación astronómica académica,
pero demuestran un gran desconocimiento, tanto de las fuentes escritas, como
del contexto cultural en que se insertaban las prácticas astronómicas de los
canarios. 2 Para superar esta situación hemos dedicado un considerable esfuerzo,
por una parte, a la depuración de las fuentes etnohistóricas y, por otra, a una
adecuada formación astronómica, que, junto a la implementación de programas
informáticos avanzados, nos permita reconstruir el cielo histórico de Canarias.
Los resultados que aquí
presentamos sintetizan nuestras investigaciones hasta el momento.
CALENDARIO LUNAR
Al igual que ocurre en Gran
Canaria, las fuentes son prácticamente unánimes en afirmar
que el calendario usual de
los guanches era un calendario lunar. Así, tenemos los siguientes testimonios:
Hacían entre año (el cual
contaban ellos por las lunaciones) muchas juntas generales; y el rey que a la
sazón era y reinaba, les hacía el plato y gasto de las reses, gofio, leche y
manteca, que era todo lo que darse podía; y aquí mostraba cada cual su valor, haciendo
alarde de sus gracias en saltar, correr, bailar aquel son que llaman canario, con
mucha ligereza y mudanzas, luchar, y en las demás cosas que alcanzaban […]
Espinosa (1980 [1594], p.
38)
Aunque averiguar el año y tiempo
en que esta sagrada imagen apareció sea cosa muy dificultuosa, porque ha venido
de mano en mano hase ido perdiendo la memoria; con todo aquesto, aprovechándome
de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de escritura, y de la
computación de las lunas de que los antiguos naturales usaban, vendré
rastreando a dar con lo más averiguado, que es:
El año de mil y
cuatrocientos de nuestra redención, ciento y cinco años antes de que
Espinosa (1980 [1594], p.
51)
El número de días por los
soles, / y el de meses y años por las lunas, / contaban con buen orden y
concierto, / que como eran de cuenta tenían cuentas. Viana (1991 [1604], I, p.
89)
Pero, al igual que ocurre
en Gran Canaria, un calendario lunar puro no justifica la
economía isleña
CALENDARIO SOLAR
En efecto, las fuentes
recogen distintas noticias sobre la adecuación del calendario lunar al ritmo de
las estaciones, que pasamos a resumir brevemente.
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Según Torriani y Abreu, la
luna de agosto recibía un nombre particular:
Dicen también que a Dios lo
llamaban Arguaicha fan Ataman, que significa "Dios del cielo", porque
al cielo llamaban ataman, y que celebraban algunos días de fiesta. Contaban el
tiempo de la luna con nombres diferentes; y el mes de agosto se llamaba
Begnesmet.
Torriani (1978 [1592], p.
179)
Comían cebada tostada y
molida, que llamaban ahoren, y a la cebada tamo […].
Araban con garabatos de
palo: rasguñaban la tierra los hombres, y las mujeres derramaban en la tierra
lo que habían de sembrar; y esta sementera era en el mes de agosto, al cual mes
llamaban beñesmer.
Abreu (1977 [1632], p. 297)
Y Espinosa reconoce que en
la playa de Abona se celebraban a mediados de agosto procesiones similares a
las de Candelaria:
Eran las procesiones que
los ángeles hacían así por la playa, donde la santa imagen estaba, como por la
del Socorro, donde apareció, muy ordinarias, así de noche como de día, con
mucha solemnidad, gran armonía y música de voces suavísimas, con muchedumbre de
compañía que, con velas encendidas, puestas en orden y concierto, hacían su
procesión, desde la ermita que llaman de Santiago, hasta la cueva de San Blas,
por toda la playa […]. En la playa que dicen de Abona, que será cuatro leguas désta
de Candelaria, hacia la
Montaña Roja , se veían también ordinariamente estas procesiones,
principalmente por la fiesta de la
Asunción de Nuestra Señora […].
Espinosa (1980 [1594], p.
65)
Por su parte, Núñez de la Peña es muy preciso al
señalar:
Contauan los meses por las
lunas, y los dias por los soles; tenían en esto mucha cuenta: repartieron el
año en quatro tiempos, Verano, Inuierno, Estio y Otoño, y à su tiempo
sembrauan, y cogian; no pusieron nombre a los meses, sino en passando doze lunas,
hazian vn año, que llamauan Achano, y tenian numero de los que iban passando
con cuenta, y razon.
Núñez (1994 [1676], p. 29)
Pero no explica cómo se
ajusta el calendario lunar al calendario solar, cuestión sobre la que existen
varias versiones en las fuentes.
La primera versión proviene
del autor anónimo que escribió entre 1604 y 1687 las siguientes líneas
expresamente referidas a Tenerife y Gran Canaria. Aunque su autor dice explícitamente
basarse en Viana (1604), la parte más interesante de su testimonio astronómico no
se encuentra en Viana (1604). Según esta información, guanches y canarios:
[…] Contaban el año por
doçe meses i el mes por lunas i el día por soles i la semana de siete soles;
llamaban el año Achano; acababan su año a el fin del quarto mes; esto es su año
comensaban por el equinocio de la primauera i a el quarto mes qe. Era quando
habian acauado la sementera qe. era por fines de iunio hacian grandes fiestas por
nuebe dias continuos aunqe. fuessen entre enemigos; i tubiessen guerras por entonçes
no peleaban i festejabanse unos con otros.
Anónimo de Cedeño (1934
[16821687],pp. 17 r 17 v)
Como vimos anteriormente,
su información es muy confusa respecto a Gran Canaria, y
puede serlo aún más sobre
Tenerife si tenemos en cuenta que, según Viana (1604), los
guanches celebraban fiestas
anuales en los últimos 9 días de abril, al fin y al cabo, el cuarto mes del
calendario juliano/gregoriano.
Desde luego, y al igual que
sucedía en Gran Canaria, debemos aceptar que los guanches
celebraban el solsticio de
verano en relación con los espíritus de los antepasados. A este
respecto, Marín de Cubas
añade que los guanches ajustaban el calendario lunar por el solsticio de
verano:
[…] havía muchos años que
estaba en la ysla, hacian su quenta por las lunas i ajustabanlas por el estío
en los dias mayores de el año, cien años havia antes que Thenerife fuesse
conquistada que la tenian en la ysla i tenian de conocimiento habria 73 años
por este tiempo, de que era madre de Dios y que el niño siendo hombre murio y
resucito […]
Marín (1986 [1687], p. 41
v)
No obstante, afirma
reiteradamente que la primera luna del año correspondía al mes de
agosto:
[…] el año contaban por las
sementeras i llamaban era tenianlos araiados, i señalados en tablas, i
empessabanle serca de agosto llamado beñas mer en la primera luna i por quince
dias continuos hasta la opocicion hacian grandes fiestas devia ser por sus difuntos
iban a las sepulturas, y cuebas con teas y luces encendidas, i despues hacian
grandes comidas […].
Marín (1986 [1687], p. 76
r)
[…] a el mes de agosto en
que hacian sus grandes fiestas de luces, bailes i comidas
llamaban beñasmer, el año,
i la segada, era […].
Marín (1986 [1687], p. 86
r)
[…] Hacían sus fiestas como
los canarios a el fin de la era, o año empesado en la
luna de agosto llamado
Beñasmer […]
Marín (1986 [1694], p. 280)
Vemos, pues, que Marín
proporciona reiteradamente una versión coherente del calendariolunar guanche,
mientras que la versión anónima resulta contradictoria en sus propios términos.
Sobre esta base, seguiremos la opinión de Marín y asumiremos que, en efecto, el
Investigaciones sobre matemáticas y astronomía guanche… año lunar guanche
empezaba con la primera aparición del creciente lunar “cerca de agosto”.
La cuestión es: ¿qué
significa “cerca de agosto”?
CALENDARIO SIDERAL
Hasta aquí hemos utilizado
la información astronómica que nos proporcionan las fuentes, pero ahora debemos
explorar otra clase de información más sutilmente oculta en los textos.
Porque si deseamos estudiar
el mes de agosto entre los guanches, debemos hablar inevitablemente de la Virgen de Candelaria, en
cuyo honor se celebra el 15 de agosto la
festividad popular más
importante de la isla. Una celebración interpretada tradicionalmente como una
reminiscencia del beñesmer guanche del mismo mes. 3
En efecto, nos proponemos
demostrar que las tradiciones asociadas a la Virgen de Candelaria provienen de un culto
guanche anterior a la conquista que, una vez analizado, nos proporciona una
visión insospechada del corazón mismo de la religión astral guanche. De hecho,
veremos cómo la tradición guanche asocia la Virgen de Candelaria con una estrella, y no con
el sol o la luna, proporcionándonos una manera de profundizar tanto en su
calendario como en su religión.
LAS TRADICIONES DE
CANDELARIA
Expresadas de forma muy
resumida, estas tradiciones cuentan cómo a finales del siglo XIV apareció en la
costa de Güímar una escultura de madera representando a una mujer erguidaque
sostenía un niño en su mano derecha y una vela en su mano izquierda. Esta
imagen hizoinmediatamente algunos milagros entre los naturales que causan una
reunión de los nuevemenceyes de la isla. Los menceyes, aun desconociendo su
significado católico, reconocieronsu origen divino, la colocaron cuidadosamente
en una cueva junto a la cueva del mencey deGüímar en Chinguaro, y decidieron
celebrarle un culto guanche en ciertos días del año.
La situación permaneció así
hasta una fecha imprecisa, comprendida entre 1430 y 1450
aproximadamente, en que los
guanches tuvieron conocimiento del significado católico de la imagen por medio
de Antón Guanche, un natural de la isla raptado de muchacho por los esclavistas
españoles y educado en Lanzarote. Él será, según la tradición, quien le
explique a los menceyes el significado católico de la imagen y los convenza de
trasladarla a la cueva de Achbinico, en la costa de Güímar, y proporcionarle un
culto más en consonancia con su origen católico.
En 1496, una vez terminada
oficialmente la conquista de la isla, los españoles, que conocían el culto
guanche a Candelaria en Achbinico, decidieron adoptarlo como el principal culto
católico de la recién conquistada isla, celebrando su festividad anual por
primera vez el 2 de febrero de 1497 (Espinosa 1980 [1594]: 6669).
Desde entonces y hasta hoy
su devoción ha continuado siendo, con diferencia, la más importante de la isla
con dos celebraciones anuales, la del 2 de febrero –la celebración oficial– y
la del 15 de agosto –la celebración popular.
Con estos antecedentes no
es sorprendente encontrar que las tradiciones de Candelaria
puedan enmascarar importantes
vestigios de la religión guanche.
EL CULTO GUANCHE A LA CANDELARIA
La parte más atractiva para
nuestro estudio de estas tradiciones son aquéllas que describen la primera
interpretación que le dieron los guanches a la imagen en términos de su propia cultura,
dado que todas las fuentes asumen que los guanches ignoraban el catolicismo.
Las siguientes son las tres primeras versiones publicadas sobre este punto.
a) Primera versión
La primera versión data de
1585 y nos describe brevemente cómo se extendió rápidamente por toda la isla el
culto a la imagen recién hallada en la costa de Güímar, después de que ésta hiciera
algunos milagros:
[…] sabido ésto por los
moradores de las dichas Islas, la comenzaron a tener en [muy] grandísima
veneración, llamándola "Madre del Sol". La qual devoción ha quedado i
está viva el día de hoi en todos los Naturales, a quien los Españoles llaman "Guanchas",
i la adoran tanto como al mesmo Dios, haciéndole cada año, el día de la Candelaria , gran
fiesta, en la qual cantan i vailan i hacen otras muchas cosas de mui gran
regocijo i fiesta.
González de Mendoza (1946
[1585], p. 95)
b) Segunda versión
Nueve años después, la
segunda versión –y la oficial– describe cómo, después de escapar de sus amos,
Antón Guanche le explica a los guanches el significado católico de la imagen, diciéndoles:
[…] porque ésta es
(diciéndolo en su propio lenguaje): Achmayex, guayaxerax, achoron, achaman, la
madre del sustentador del cielo y tierra, y por tanto es reina de uno y otro
[…], saberla servir y agradar, para que por su medio e intercesión vengáis al
verdadero conocimiento de Dios, que es el Guayaxerax que confesáis […].
Espinosa (1980 [1594], p.
62)
Divulgose la fama desto
[aparición de la Candelaria ];
va la voz discurriendo por la isla, que la mujer que en el reino de Güímar
había aparecido, era la madre del sustentador del mundo, a quien ellos
confesaban y tenían por Dios. Acuden de todas partes a la dedicación que de la
cueva se hacía, y júntase gran número de gente; ordenan fiestas y regocijos,
danzas, bailes, pruebas y saltos de mucha ligereza, carreras, luchas, tirar la
lanza y otros loables ejercicios […]. Quedó concluido y por ley asentado que
tantas veces en el año se junta en este lugar, por honra de la madre de Dios, a
sus regocijos y bailes
Espinosa (1980 [1594], pp.
6364)
c) Tercera versión
Publicada en 1604, esta
versión es –que sepamos– la única que describe la primerísimo reacción de los
guanches ante la aparición de la estatua: Investigaciones sobre matemáticas y
astronomía guanche…
El rey mandó que todos se
apartasen, / que como a estrella celestial preciosa, que él mismo con sus
grandes la llevasen, era más justo y más decente cosa: / y dijo, que antes
todos contemplasen / de a do les vino prenda tan hermosa, / y así en contradictorias
diferencias / hubo estos pareceres y sentencias. / Dijeron unos, si por dicha
era / que alguna de las naves que pasaban / se perdió, y la arrojó la mar
afuera, / […] / Otros dijeron, si quizá de España / alguna gente allí había
venido / que la dejasen […] / Otros de más devotos corazones, / decían que las
voces y armonía, / músicas, cantos, lumbres, procesiones, / con aplauso y
acorde melodía, / eran a causa suya, y los varones / en quien más parte de
prudencia había, / dijeron ser del cielo alguna estrella / en traje de mujer
hermosa y bella. / A al fin todos conformes confesaron / ser cosa celestial,
aunque era muda, y con sonoros cantos la llevaron
[…].
Viana (1991 [1604], I, pp.
253254)
La lectura cruzada de estas
tres versiones sugiere varias hipótesis, siendo la más integradora la de asumir
que la deidad guanche asociada con la escultura de madera fuera una estrella.
En su cosmogonía, esta estrella había sido considerada como “la madre del Sol”,
así como “la madre del sustentador del mundo”.
Bajo este aspecto, la
siguiente afirmación de Espinosa cobra un nuevo cariz, pues, ¿qué
mejor símbolo de una
estrella que la luz de una vela?
Todas, o las mas imágenes
que sabemos haber aparecido entre cristianos, han tomado el nombre […], o del
lugar donde aparecieron […]; o de los efectos que causaron cuando aparecieron
[…]; o de las insignias que tienen, como es ésta de Candelaria, que, por tener
un cabo de vela verde en la mano y por ser muy ordinarias las luminarias y
velas que parecen en su playa, se llama así; y por esto su principal festividad
es la Purificación.
Espinosa (1980 [1594], p.
75)
Como veremos a
continuación, esta hipótesis puede respaldarse con notables argumentos astronómicos
y etnográficos. Nuestro razonamiento procederá como sigue: si la Virgen de Candelaria está
ocultando a una estrella, es probable que la festividad guanche de agosto ocurriera
en un momento importante del año sideral de esa estrella, presumiblemente en su
orto o puesta helíaca.
CANOPO
Para evaluar esta
posibilidad hemos utilizado el programa de ordenador diseñado por Schaefer
(1985, 1987) para calcular las fechas de los ortos y puestas helíacas de las
estrellas.
Los resultados completos de
este cálculo para las 25 estrellas más importantes, bajo condiciones atmosféricas
medias, durante los últimos 2000 años en intervalos de 500 años, pueden verse
en nuestra tabla de ortos y puestas helíacas.
Como esta tabla demuestra,
existe una buena candidata a marcar el comienzo astronómico del calendario
lunar guanche: Canopo. Y ello no sólo por la adecuación de su orto helíaco a la
festividad tradicional, sino porque la observación y el culto a Canopo se
encuentra bien documentado entre los bereberes continentales.
En efecto, poco se sabe
sobre las cosmogonías preislámicas norteafricanas, pero existen
notables evidencias que
señalan a Canopo como el eje central de un antiguo sistema cosmológico,
ampliamente repartido por el norte del continente. En esta cosmogonía, Canopo es
la estrella principal del cielo, la más grande y la más antigua, la madre de
todas las estrellas. Huevo primordial, de su explosión nace el universo que
conocemos (Pâques 1956).
Otras noticias muestran la
importancia de los ortos helíacos de Orión, Aldebarán, Las
Pléyades, Sirio y Canopo en
el calendario tuareg, que usan la expresión ihadan n egmod n itran (= noches de
la reaparición de las estrellas) para designar el periodo de finales de
verano. Entre los tuaregs
del Adrar, Canopo recibe el nombre de Rouchet (= agosto), porque después de
haber estado invisible a principios de verano, reaparece a finales del mismo.
Entre los tuaregs del Ahaggar, Canopo recibe el nombre de Wadet (Foucauld 1952:
1693, 1912).
En este contexto, merece
señalarse la antigua festividad bereber de la Tagdudt , descrita por Khawad
(1978) y MorinHawad (1985). Esta antigua fiesta, casi desaparecida actualmente,
era celebrada a finales de agosto en el sur de Marruecos, y otras partes del
mundo bereber, siguiendo al orto helíaco de la estrella adat, suceso que
marcaba el principio de un nuevo año.
Aunque estos autores no
identifican claramente de qué estrella se trata, la época del año y la
dirección de su orto apuntan nuevamente a la estrella Canopo (¿adat = Wadet
?).
FIESTAS DE FINALES DE ABRIL
Si las fiestas de agosto
son las de la siembra, otras noticias apuntan que las fiestas de la
cosecha podrían tener lugar
a finales de abril. En efecto, Mosto señala que los guanches:
[…] viuono d'orzo & di
carne, et latte di capra […] & di alcuni frutti, spetialmente di
fichi, &per esser il paese
molto caldo, raccolgono le sue biande del mese di Marzo &
d'Aprile […].
Mosto (1895 [145?], pp. 30 v 31r)
Señalando Núñez de la Peña :
Tenian los naturales de
esta dicha isla de Thenerife por costumbre, quando acabauan de coger sus
ceuadas, y leuantar sus heras, de hazer grandes fiestas, y regozijos, en agradecimiento
de los bienes que Dios les auia dado; y era de tanto priuilegio, que passaban à
festejarse de vnos reynos à otros, y à darse los parabienes de la buena cosecha;
aunque huuiesse entre ellos guerras, en aquella ocasion iban seguros sin recibir
agruio de los contrarios, antes muchos agasajos, regalos y famosos conbites.
Todos los años en los
postrimeros dias del quarto mes, que es abril, celebrauan fiestas anales, por
espacio de nueue dias; juntauanse los de cada reyno en el palacio de su rey; y
alli se regozijauan con juegos, danças, bailes […]: en estas fiestas auia grandes
combites à costa de el rey.
Núñez (1994 [1676], p. 33)
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Viana, el primero en
nombrar las fiestas de abril, nos dice sobre las mismas:
La furia Aleto, autora de
discordias, / entre los nueve reyes que regían / de Tenerife los felices
términos, / causó continuas guerras y batallas, / siendo bastante causa, la
codicia / de ganarse las tierras y rebaños ; / pero guardaban por costumbre
antigua, / por días festivales de cada año / del mes de abril los nueve
postrimeros, / porque les diese Dios cosecha próspera / de frutos y ganados, y
aunque hubiese / guerras entre ellos, había entonces treguas / con paz tranquila,
en tanto que duraban / las fiestas, regocijos y placeres. / Para solemmnizar
las alegrías, juntábanse en las cortes de sus reyes / todos los más vasallos, y
los nobles, / ricos, honrados, graves, principales; / en los tagoros con su rey
entraban / a consultar las cosas del gobierno, / utilidad y pro de su
república, / una hora del día en la mañana; / y después de esto, en fiestas y
alegrías / con música, banquetes y holguras / se entretenían todo el demás
tiempo […].
Viana (1991 [1604], I, pp.
141142)
Fueran o no fiestas de la
cosecha, lo cierto es que tal y como se describen, las fiestas de abril no eran
fiestas lunares, pues estaban fijadas en el calendario (solar) castellano. Ello
obliga a pensar que estaban
regidas bien por el Sol bien por las estrellas. En cuyo caso merece notarse
que, precisamente, a finales de abril tenía lugar la puesta helíaca de Canopo y
otras estrellas importantes en el mundo bereber, como son Aldebarán, Orión y
las Pléyades.
Leídas en este contexto,
las siguientes afirmaciones de Bethencourt no son nada descabelladas, si bien
la falta de noticias alternativas nos impide contrastarlas adecuadamente:
[…] Cuanto al culto rendido
a los demás astros sólo se dice que la diosa luna “como madre de los tiempos”
era la encargada de regularlos; siendo sus faces [sic] así como la marcha de la
estrella vaquera, motivos de observaciones para guadameñes y samarines, que
además de astrólogos barruntaban los cambios meteorológicos o sea las
cabañuelas con aplicación a la agricultura y al pastoreo. Arreglado a las revoluciones
sinódicas de la diosa Luna dividían el año en doce partes, que apellidaban
primera luna, segunda luna, etc. […], empezando por la de Agosto según Marín y
Cubas.
Bethencourt (1994 [1911],
p. 270)
[Refiriéndose al beñesmer]
[…] por ministerio de la ley los soberanos lo convocaban tres veces al año, en
la cuarta, octava y duodécima luna, durando cada legislatura nueve días que
correspondían a los nueve últimos de la 3ª decena del mes de Abril, 2ª
decena de Agosto y 3ª de
Diciembre. […].
Bethencourt (1994 [1911],
p. 225)
Respecto a la estrella
vaquera, carezco de cualquier dato que me permita identificarla, salvo que se
trate de la propia Canopo. En cuanto a la posible celebración de un beñesmer a finales
de diciembre, cabe relacionarlo con el solsticio de invierno.
FIESTAS DE PRINCIPIOS DE
FEBRERO
Sin embargo, queda por
aclarar un punto del calendario. ¿Celebraban los guanches hacia
principios de febrero una
fiesta relacionada con las tradiciones de Candelaria, tal y como afirman Espinosa
y otros autores? En mi opinión, existen indicios claros que permiten apuntarlo.
Ya en la famosa Acta de la Cera se pone de manifiesto
cómo algunos castellanos se vieron obligados a ir a buscar a sus esclavos a
Candelaria, pocos días antes de la fiesta de la Purificación.
[…] Y que los dichos Pedro
Fernández y Diego Fernández y Alonso Sánchez de Morales y Pedro Maninidra y
Pedro Mayor fueron en hallar [la cera] este presente año [1497], cuatro o cinco
días antes de la
Purificación de Nuestra Señora la Virgen María. Y que
han oído decir a muchas personas que la han hallado, que siempre por este
tiempo se halla y parece, y que por esto era y es verdad y muy notorio […] y que
este presente año fueron más de veinte personas presentes cuando apareció, que habían
ido en busca de esclavos de vecinos que se habían ausentado […].
Espinosa (1980 [1594], p.
68)
Y Espinosa, Viana y Núñez
señalan que los menceyes de Taoro y Güímar pensaron en
tener la virgen la mitad
del año cada uno, lo cual concuerda con que las fiestas de febrero y agosto
estén separadas, aproximadamente, 6 meses:
[…] había el rey de Taoro
mandado le diesen aviso, y así lo hizo el rey de Güímar, diciendo que una mujer
extranjera había parecido en su reino a la orilla de la mar, que resplandecía
más que el sol […], que viniese de paz si quería gozar de su vista
[…]. Vino el rey de Taoro
de paz con seiscientos hombres que le acompañaban. Y habiendo visto la santa
imagen […], no determinándose, esperaron a que los demás reyes se juntasen y
viniesen […]. Al fin queda consultado entre ellos, asentado y recibido, que
aquello debía ser alguna cosa del cielo, y como tal fuese reverenciada
[…]. El rey de Güímar […]
dijo al de Taoro que le parecía sería bien que todos partiesen deste bien, y
para esto que partiesen el año y que la mitad de él estuviese aquella mujer en
su reino de Taoro y la otra mitad en el suyo de Güímar, donde había aparecido.
Respondió el rey de Taoro […], no acepto al presente el partido […] pues apareció
en tu reino, su voluntad es estar en él […].
Espinosa (1980 [1594], pp.
5960)
Divulgóse la nueva en la Nivaria / de que era de
Dios madre, gran señora, / y como se llamaba Candelaria / con el sumo Achoron
intercesora, / y así con devoción extraordinaria / dos veces en el año aún hasta
agora / se juntan, como entonces se
juntaron, / y fiestas y
alegrías celebraron. / Juntos los nueve reyes cierto día, /
Dadarmo, por mostrarse
generoso, / o porque al de Taoro le temía, / que siempre ha
sido rey más poderoso, / le
dijo, usando necia cortesía, / que por participar ambos del
gozo / en su reino seis
meses la tuviese / del año, y otros seis meses se la volviese.
Viana (1991 [1604], I, p.
257)
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Dado que el orto acrónico
de una estrella tiene lugar algo menos de 6 meses después de su orto helíaco,
la fiesta de principios de febrero podría estar fijada por el orto acrónico de Canopo.
De esta manera, la división del año propuesta por el mencey de Güímar puede interpretarse
como una partición del año sideral de Canopo, en base a los ortos helíaco y acrónico
de la estrella.
COLLARAMPA
Respecto a los nombres de
las estrellas, y dejando al margen la ‘estrella vaquera’ mencionada por
Bethencourt, sólo conozco la siguiente noticia, tomada de antiguos documentos
genealógicos: Juan Doramas tuvo por esposa a la infanta Collarampa, (Dª María
Ana Hernández Bencomo), llamada Estrella en lengua guanche […].
Montes de Oca (1924, p. 61)
FECHA DE LA APARICIÓN DE
CANDELARIA
Por último, no podemos
dejar de considerar el famoso problema cronológico que tanta confusión ha
causado entre los historiadores: la fecha de la aparición de Nuestra Señora de Candelaria
en las playas de Güímar. 4
La primera noticia que
tenemos proviene del propio padre Espinosa. Debería de ser un testimonio de
gran calidad, dada la trascendencia religiosa del tema y el cuidado que asegura
haber puesto en su averiguación:
Aunque averiguar el año y
tiempo en que esta sagrada imagen apareció sea cosa muy dificultuosa, porque ha
venido de mano en mano hase ido perdiendo la memoria; con todo aquesto,
aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de
escritura, y de la computación de las lunas de que los antiguos naturales
usaban, vendré rastreando a dar con lo más averiguado, que es:
El año de mil y
cuatrocientos de nuestra redención, ciento y cinco años antes de que
Espinosa (1980 [1594], p.
51)
Sin embargo, Espinosa
comete un error de bulto que oscurece totalmente su cronología.
En efecto, si la conquista
terminó en diciembre de 1495, y a esta fecha le quitamos 105 años, la aparición
debió de ocurrir en 1390, y no en 1400.
Bien porque notaran este
error y trataran de solventarlo, o bien por cualquier otra razón que desconocemos,
la mayor parte de los autores que siguieron a Espinosa proponen cronologías alternativas,
que a menudo se basan explícitamente en cuentas guanches.
a) Según Torriani (1978
[1593], p. 172) la aparición tuvo lugar en 1405.
b) Según Abreu (1977
[1632], p. 302) tuvo lugar en 1390.
c) Según Viana, (1991
[1604], I, p. 246) tuvo lugar hacia 13301350.
d) Según Núñez de la Peña (1994 [1676], p. 38)
tuvo lugar en 1392.
Según Marín de Cubas (1986
[1687], p. 41 v) y (1986 [1694], pp. 140, 278279)
tuvo lugar en 1395, aunque
en su texto más explícito (1986 [1687], p. 76 r) se limita a corregir ligeramente
la datación de Espinosa, y parece situar la aparición en 13881389.
Como vemos, la situación es
enormemente confusa, y difícilmente podremos aclararla dada la ambigüedad y
contradicción de los datos. Máxime, cuando el análisis iconográfico de la
primitiva imagen indica que debió esculpirse en el segundo cuarto del siglo XV.
6 Sin embargo, dado que Espinosa y otros autores indican repetidamente que sus
cronologías se basan en cuentas calendáricas guanches, cabe hacer algunas
observaciones generales que permitan abrir nuevas perspectivas para su
solución. 7
En primer lugar, está claro
que, en última instancia, la fuente más fiable de que disponen los autores
citados para resolver este problema son las cuentas calendáricas guanches. El desconocimiento
de cómo hacían sus cuentas es lo que, en mi opinión, ha generado buena parte de
la confusión existente. Sin duda, conocer mejor el calendario de la isla
ayudaría a resolver el problema.
En segundo lugar, debemos
notar que, con excepción de Viana, todos los cómputos se basan en el número de
años transcurridos entre la aparición de la Imagen y la conquista de la isla. Las opiniones
varían ligeramente, pero todas se mantienen en los alrededores de las coordenadas
marcadas por el error de Espinosa. Y es, precisamente, el error de Espinosa lo
que nos puede ayudar a solucionar el problema.
En efecto, salvo que todos
sus datos sean erróneos, sólo encuentro dos maneras de corregirlo. La primera,
es asumir que hizo mal la resta, en cuyo caso el año de la aparición sería
1390. Esta solución, que podría ser la adoptada por Abreu y otros autores,
supone que Espinosa culminó con un burdo error aritmético sus cuidadosas
averiguaciones sobre un tema de tal trascendencia para sus propósitos. Desde
luego, no me parece una solución razonable, máxime cuando a lo largo de su obra
Espinosa se refiere siempre al año de 1400 como el año de aparición de la
imagen.
Pero si la fecha de 1400 es
estrictamente correcta, la imagen estuvo en la isla 95 años y no 105, tal y
como afirma Espinosa. Ante esta disyuntiva sólo caben dos opciones. O bien se trata
de un error de edición (en cuyo caso no tengo nada más que decir), o bien los
105 años no son años solares, sino años lunares, en consonancia con la
“computación de las lunas” que usaban los guanches. 8
En este último caso, el
error de Espinosa se reduciría a resolver la ecuación: 95 años solares 105
años lunares 5 x 19 años solares 3 x 5 x 7 años lunares 19 años solares 21 años lunares años lunares
siderales y ciclo de Metón.
Tenemos, pues, que el
aparente error de Espinosa admite una solución calendárica válida, que, de
confirmarse, proporcionaría una notable información sobre la astronomía
guanche.
Nótese que un año lunar
sideral está en consonancia con la importancia de Canopo en el
calendario guanche, tal y
como hemos puesto de manifiesto a lo largo de este capítulo.
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
NOTAS:
1) Según Juan Álvarez
Delgado (1949), los guanches utilizaban un calendario lunar que
empezaba en el solsticio de
verano, y cuyo segundo mes recibía el nombre de beñesmet. Tras la conquista
castellana, la fiesta del beñesmet se transformó en la fiesta de Candelaria.
2) Luis Diego Cuscoy (1968)
sostiene que el calendario lunar guanche empezaba con la primera luna posterior
al 21 de abril. Más tarde sostendrá que el calendario lunar empezaba en el
solsticio de verano, coincidiendo con la fiesta guanche de la Candelaria
(Diego, 1979).
3) Para Antonio Cubillo
Ferreira (1985), el calendario lunar guanche empezaría el 15 de agosto.
Utilizando datos etnográficos sobre los tuaregs argelinos, señala que la determinación
de esta fecha podría estar en relación con la estrella Canopo, aunque reconoce
la necesidad de estudiar previamente “en qué época se ve perfectamente Canopo
[en Canarias] para así poder precisar esta hipótesis y confirmarla en una
futura
comunicación”, comunicación
que no sabemos si se ha publicado.
4) GarcíaEspinel (1989),
mezclando datos de distintas islas, presentan un esquema general del año
económico guanche, empezado en el solsticio de verano.
5) Aparicio et al. (1994
[1992]) opinaron que el calendario guanche empezaba hacia el 21 de abril y que
la fiesta del beñesmet tenía lugar en el solsticio de verano. Más tarde, se retractarían
implícitamente en Esteban et al. (1994), apuntando que el calendario lunar guanche
comenzaba con la primera luna posterior al solsticio de verano y que la
segunda lunación era el
beñesmet.
6) Por su parte, Barrios
(1996b, 1997) sostiene que, efectivamente, la primera luna del año lunar
guanche estaba fijada por el orto helíaco de Canopo hacia mediados de agosto, y
que el culto guanche a esta estrella se transfirió posteriormente a la Virgen de
Candelaria, convirtiéndola
en la principal festividad católica de la isla.
BIBLIOGRAFÍA
ABREU GALINDO, Fr. J. de,
Historia de la Conquista
de las Siete Islas de Canaria . Edición crítica con
introducción, notas e
índice por A. Cioranescu, S/C de Tenerife, Goya, 1977 [1632].
ÁLVAREZ DELGADO, J.,
Sistema de Numeración Norteafricano, Madrid, Instituto Antonio de Nebrija
(CSIC), 1949.
ANÓNIMO DE CEDEÑO,
Naturalesa y costumbres particulares segun otros autores. [Copia de T. Marín de
Cubas], Las Palmas, Ms. en El Museo Canario Microfilm
Millares Carló, 1934
[168287].
APARICIO, A.; BELMONTE, J.
A.; ESTEBAN,
C., “Archaeoastronomy in the Canary Islands .
The pyramids of Güímar”, Warsaw ,
Center for Latin American Studies, S. Iwaniszewski et al. (eds.): Time and
Astronomy at the Meeting of Two Worlds (1992), 1994, pp. 361379.
BARRIOS GARCÍA, J., “Some remarks about the astronomical orientation of
the pyramids of Chacona, (Güímar, Tenerife)”, Sofia ,
Institute of Astronomy ,
Bulgarian Academy
of SciencesNational Astronomical
Observatory Rohzen, V. Koleva and D. Kolev (eds.): Astronomical
Traditions in Past Cultures. Proceedings of the First SEAC Conference (1993),
1996a, pp. 101106.
— , “The Guanche lunar calendar and the Virgin of Candelaria (Tenerife , 14th15th
centuries)”, Bochum ,
Astronomisches Institut der RuhrUniversität,
W. Schlosser (ed.): Proceedings of the Second SEAC
Conference (1994), 1996b,
pp. 151162.
— , Sistemas de numeración
y Calendarios de las Poblaciones Bereberes de Gran Canaria y Tenerife en los Siglos
XIVXV, La Laguna ,
Universidad de La Laguna
(Tesis doctoral inédita), 1997.
BETHENCOURT ALFONSO, J.,
Historia del Pueblo Guanche. Tomo II. Etnografía y organización sociopolítica.
Edición anotada por M. A.
Fariña González, La Laguna ,
Francisco Lemus Editor, 1994 [1911],
t. 2.
CUBILLO FERREIRA, A. L.,
Antropónimos Guanches y Berberes, S/C de TenerifeLas
Palmas, Centro de Estudios
Africanos, 1985.
DIEGO CUSCOY, L., Los
Guanches. Vida y Cultura del Primitivo Habitante de Tenerife, S/C de Tenerife, Cabildo,
1968.
— , El Conjunto Ceremonial
de Guargacho (Arqueología y Religión), S/C de Tenerife, Cabildo, 1979.
ESPINOSA, A. de, Historia
de Nuestra Señora de Candelaria. Introducción de A. Cioranescu, S/C de Tenerife,
Goya, 1980 [1594].
ESTEBAN, C.; BELMONTE, J.
A.; APARICIO, A., “Astronomía y calendario entre las culturas aborígenes canarias”,
Madrid, Equipo Sirius, J. A. Belmonte (coord.): Arqueoastronomía Hispana.
Prácticas astronómicas en la
Prehistoria de la Península Ibérica
y los Archipiélagos Balear y Canario, 1994, pp. 183213 + 7 figs.
FOUCAULD, C. De, Dictionnaire TouaregFrançais.
Dialecte de l'Ahaggar , Paris, Imprimerie Nationale de France, 1952.
GARCÍATALAVERA,
F.: ESPINEL CEJAS, J. M.,
Juegos Guanches Inéditos (Inscripciones Geométricas en Canarias), Tenerife,
Colectivo Cultural “Valle de Taoro” – Tara, 1989 .
GONZÁLEZ DE MENDOZA, J.,
“Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran Reino de la China [Fragmentos canarios]”,
E. Hardisson, “Recensión de: J. González de Mendoza, "Historia de las
cosas más notables, ritos y
costumbres del gran Reino de la
China ". Edición de F. García (M. Aguilar Editor, Madrid,
[1944])”. Revista de Historia (La
Laguna ) 12 (73), 1946 [1585], pp. 9299.
HAWKINS, G. S. ; ROSHENTAL, S. K.,
“5,000and 10,000Year Star Catalogs”, Washington ,
Smithsonian Contributions to Astrophysics, 10(2), 1967.
HERNÁNDEZ PERERA, J.,
“Precisiones sobre la escultura de la Candelaria venerada por los guanches de Tenerife”,
MadridLas Palmas, Anuario de Estudios Atlánticos 21, 1975, pp. 1346 + 12 lám.
IWANISZEWSKI, S., “Archaeoastronomy in Spain . Essay review of: Arqueoastronomía Hispánica. Prácticas
Astronómicas en la
Prehistoria de la Península Ibérica
y los Archipiélagos Balear y Canario. Edited by J. A. Belmonte (Equipo Sirius,
Madrid, 1994)”, Cambridge ,
Archaeoastronomy 21 (Supplement to JHA), 1996, pp. S81S85.
KHAWAD, M., “La Tagdudt ”,
Paris , Tisuraf
3, 1978, pp. 7982.
MARÍN DE CUBAS, T.,
Historia de la Conquista
de las Siete Islas de Canaria [Copia de F. Cardona y J. Barrios], La Laguna , Archivo Barrios
García, 1986 [1687].
— , Historia de las Siete
Islas de Canaria [Libros I y II]. Edición de A. de Juan Casañas y M. Régulo Rodríguez.
Notas arqueológicas de J. Cuenca Sanabria , Las Palmas, Real Sociedad Económica
de Amigos del País, 1986 [1694].
MONTES DE OCA Y GARCÍA, F.,
“Los genealogistas canarios, mi prosapia y su origen”, La Laguna , Revista de Historia
1 (2), 1924, pp. 5861.
MORIN BARBE, M.; HAWAD, M.,
“Agdud”, AixenProvence,
Edisud, Encyclopédie Berbère, France, 1985, t. 2, pp. 246248.
MOSTO, A. da, “Delle sette
isole delle Canarie, & delli loro costumi”, La Laguna , Instituto de
Estudios Canarios, Delle Navigationi di Messer Alvise Da ca da Mosto,
Gentilhuomo Venetiano [Ed. de J. B. Ramusio, Venecia 1554]. Copia de L.
Maffiotte La Roche.
Colección de Fuentes para la Historia Antigua
de Canarias, 1895 [145?].
NÚÑEZ DE LA PEÑA , J., Conqvista y
Antigvedades de las Islas de la
Gran Canaria , y sv Descripcion. Prólogo de A. de Béthencourt
Massieu, Las Palmas, Universidad, 1994 [1676].
PAQUES, V., “Le bélier
cosmique. Son
role dans les structures humaines et territoriales du Fezzan”, Paris, Journal
de la Société
des Africanistes 26, 1956, pp. 211253.
RIQUELME PÉREZ, M. J., La Virgen de Candelaria y las
Islas Canarias. Prólogo de J. A. Hernández Perera, S/C de Tenerife, Aula de
Cultura, 1990.
RODRÍGUEZ MOURE, J.,
Historia de la Devoción
del Pueblo Canario a Ntra. Sra. de Candelaria. Patrona
del Archipiélago y de sus
dos Obispados, S/C de TenerifeCandelaria, CabildoAyuntamiento, 1991 [1915].
RUMEU DE ARMAS, A., La Conquista de Tenerife
14941496,
S/C de Tenerife, Aula de
Cultura, 1975.
SCHAEFER, B. E., “Predicting heliacal risings and settings”, Cambridge , Sky &
Telescope 70, 1985, pp. 261263.
— , “Heliacal rise phenomena”, Chalfont St. Giles, Archaeoastronomy 11
(Supplement to Journal for the History of Astronomy), 1987, pp. S19S33.
TORRIANI, L., Descripción e
Historia del Reino de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el Parecer de sus
Fortificaciones. Traducción del italiano con introducción y notas, por A.
Cioranescu, S/C de Tenerife, Goya, 1978 [1593].
VIANA, A. de, Antigüedades
de las Islas Afortunadas. Edición de M. R. Alonso, Canarias, Gobierno de
Canarias, 1991 [1604].
ZIOLKOWSKI, M. S.,
“Punchao, Wanakawri y la Virgen
de La Candelaria ,
o de los dilemas de los incas de Copacabana”, Warsaw, Center for Latin American
Studies, S. Iwaniszewski et al. (eds.): Time and Astronomy at the Meeting of Two
Worlds, 1992, pp. 343357.
NOTAS
1 Dado su más que
improbable origen guanche, prescindo en esta ocasión de los estudios
relacionados con la orientación astronómica de las llamadas Pirámides de
Chacona (Guímar, Tenerife); estudios a los que, por otra parte, he contribuido
en diversas ocasiones (Barrios 1996a).
2 Cf. Barrios (1996a) e
Iwaniszewski (1996).
3 Entre otros, Bethencourt
(1994 [1911]), Rodríguez Moure (1991 [1915]), Álvarez (1949).
4 Cf. Hernández (1975),
Rumeu (1975), Riquelme (1990).
5 Asumiendo que el regreso
de Antón Guanche a Tenerife ocurriera hacia 14301450.
6 Hernández (1975), Rumeu
(1975), Riquelme (1990).
7 Un problema calendárico
de sincretismo religioso relacionado con la Virgen de Candelaria en Perú ha sido tratado por Ziolkowski
(1994 [1992]).
8 En cualquier caso, nótese
que 105 = 1 x 3 x 5 x 7 es el producto de los 4 primeros números impares.
ANEXO
1000 AC 500 AC 1 DC 501 DC 1001 DC 1501 DC 1601 DC 2001 DC
ASTRO Mag Orto Puesta Orto
Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta
SI 30 dic 30 dic 26 dic 26 dic 23 dic 23 dic 20 dic 20 dic 16 dic 16 dic
13 dic 13 dic 22 dic 22 dic 22 dic 22 dic
EP 30 mar 30 mar 26 mar 26
mar 23 mar 23 mar 19 mar 19 mar 15 mar 15 mar 12 mar 12 mar 21 mar 21 mar 21
mar 21 mar
SV 3 jul 3 jul 29 jun 29
jun 24 jun 24 jun 21 jun 21 jun 17 jun 17 jun 13 jun 13 jun 22 jun 22 jun 22
jun 22 jun
EO 2 oct 2 oct 29 sep 29 sep 25 sep 25 sep 22 sep 22 sep 18 sep 18 sep
14 sep 14 sep 23 sep 23 sep 23 sep 23 sep Achernar 0.60 17 jul 8 ene 25 jul 20
ene 19 jul 1 feb
Acrux 1.10 25 oct 24 jun 30 oct 20 jun 5 nov 15 jun 11 nov 8 jun 21 nov
1 jun 7 dic 18 may 1 ene 18 may Alción 2.96 17 may 30 mar 20 may 3 abr 21 may 4
abr 23 may 8 abr 26 may 11 abr 28 may 15 abr 8 jun 25 abr 13 jun 30 abr
Aldebarán 1.06 26 may 15 abr 29 may 18 abr 30 may 20 abr 1 jun 23 abr 3
jun 26 abr 5 jun 28 abr 15 jun 9 may 20 jun 14 may
Alnilam 1.75 27 jun 23 abr 27 jun 25 abr 27 jun 26 abr 28 jun 29 abr 30
jun 1 may 1 jul 2 may 11 jul 13 may 15 jul 17 may
Altair 0.89 21 dic 24 dic 23 dic 25 dic 24 dic 27 dic 26 dic 29 dic 28
dic 31 dic 29 dic 1 ene 9 ene 12 ene 13 ene 16 ene
Antares 1.22 14 nov 5 oct 18 nov 8 oct 21 nov 11 oct 24 nov 15 oct 28
nov 19 oct 2 dic 23 oct 12 dic 2 nov 18 dic 9 nov
Arturo 0.24 24 sep 16 oct 27 sep 17 oct 30 sep 17 oct 3 oct 19 oct 7 oct
20 oct 9 oct 21 oct 20 oct 1 nov 25 oct 5 nov
Betelgeuse 0.10 19 jun 4 may 21 jun 7 may 21 jun 9 may 23 jun 10 may 25
jun 13 may 26 jun 15 may 7 jul 25 may 11 jul 30 may
Canopo 0.86
28 ago 18 abr 26 ago 18 abr 23 ago 17 abr 22 ago 16 abr 19 ago 13 abr 18
ago 12 abr 28 ago 22 abr 30 ago 23 abr
Capella 0.21 29 abr 5 may 2 may 9 may 5 may 12 may 10 may 18 may 14 may
22 may 19 may 28 may 30 may 7 jun 7 jun 14 jun
Castor 1.99 25 jun 28 may
28 jun 31 may 1 jul 3 jun 4 jul 6 jun 7 jul 9 jun 10 jul 13 jun 21 jul 23 jun
27 jul 29 jun
Deneb 1.33 26 dic 30 ene 25 dic 31 ene 24 dic 31 ene 23 dic 31 ene 23
dic 2 feb 21 dic 3 feb 31 dic 13 feb 2 ene 17 feb
Fomalhaut 1.29 10 mar 24
dic 15 mar 31 dic 19 mar 4 ene 24 mar 9 ene 27 mar 13 ene 31 mar 18 ene 10 abr
29 ene 15 abr 4 feb
Hadar 0.86 4 nov 21 jul 10
nov 13 jul 15 nov 9 jul 22 nov 6 jul 2 dic 30 jun 13 dic 24 jun 26 dic 2 jul 14
ene 25 jun
Mimosa 1.50 26 oct 6 jul 30
oct 28 jun 4 nov 24 jun 9 nov 19 jun 16 nov 14 jun 26 nov 8 jun 7 dic 16 jun 24
dic 10 jun
Polaris 2.12 Pollux 1.21 28
jun 2 jun 1 jul 5 jun 3 jul 7 jun 6 jul 10 jun 9 jul 13 jun 12 jul 16 jun 22
jul 26 jun 29 jul 3 jul
Proción 0.48 12 jul 29 may 14 jul 31 may 15 jul 1 jun 17 jul 3 jun 19
jul 5 jun 20 jul 6 jun 1 ago 17 jun 5 ago 21 jun
Régulo 1.34 7 ago 5 jul 10 ago 8 jul 12 ago 9 jul 15 ago 12 jul 18 ago
14 jul 21 ago 17 jul 31 ago 27 jul 6 sep 2 ago
Rigel 0.34 24 jun 20 abr 23 jun 21 abr 23 jun 23 abr 24 jun 25 abr 25
jun 27 abr 26 jun 28 abr 6 jul 8 may 10 jul 13 may
Rigil Kent 0.33 14 nov 30 jul 19 nov 22 jul 24 nov 19 jul 2 dic 15 jul
12 dic 9 jul 23 dic 1 jul 5 ene 10 jul 25 ene 2 jul
Sirio 1.58
14 jul 15 may 14 jul 16 may 15 jul 16 may 14 jul 17 may 16 jul 18 may 17
jul 19 may 27 jul 29 may 30 jul 1 jun
Spica 1.21 30 sep 23 ago 2 oct 26 ago 5 oct 28 ago 8 oct 31 ago 12 oct 3
sep 15 oct 6 sep 25 oct 16 sep 31 oct 23 sep
Vega 0.14 24 nov 8 ene 26
nov 7 ene 25 nov 6 ene 25 nov 7 ene 25 nov 6 ene 25 nov 6 ene 4 dic 16 ene 8
dic 20 ene
Fechas legales de los
solsticios y equinoccios astronómicos y de los ortos y puestas helíacas de las
25 estrellas seleccionadas, durante los últimos 3,000 años (Observador en condiciones
medias de observación medio para la latitud de Canarias).
Tomado de: INVESTIGACIONES SOBRE
MATEMÁTICAS Y ASTRONOMÍA GUANCHE PARTE III. EL CALENDARIO
José Barrios García
INTRODUCCIÓN
El calendario guanche ha
sido objeto de diversos estudios. Tras ellos, la situación general puede
sintetizarse de la siguiente manera: 1
Como vemos, las opiniones
se encuentran muy divididas, imponiéndose la necesidad de un análisis en
profundidad. En mi opinión, buena parte de las divergencias existentes en la literatura
se debe a la falta de una adecuada formación interdisciplinar de los investigadores.
Así, Álvarez (1949) conoce
bien las fuentes pero sus conocimientos astronómicos son muylimitados, e igual
ocurre con Diego (1968, 1979) y Cubillo (1985). Por otra parte, Aparicio et al.
(1994) y Esteban et al. (1994) parten de una formación astronómica académica,
pero demuestran un gran desconocimiento, tanto de las fuentes escritas, como
del contexto cultural en que se insertaban las prácticas astronómicas de los
canarios. 2 Para superar esta situación hemos dedicado un considerable esfuerzo,
por una parte, a la depuración de las fuentes etnohistóricas y, por otra, a una
adecuada formación astronómica, que, junto a la implementación de programas
informáticos avanzados, nos permita reconstruir el cielo histórico de Canarias.
Los resultados que aquí
presentamos sintetizan nuestras investigaciones hasta el momento.
CALENDARIO LUNAR
Al igual que ocurre en Gran
Canaria, las fuentes son prácticamente unánimes en afirmar
que el calendario usual de
los guanches era un calendario lunar. Así, tenemos los siguientes testimonios:
Hacían entre año (el cual
contaban ellos por las lunaciones) muchas juntas generales; y el rey que a la
sazón era y reinaba, les hacía el plato y gasto de las reses, gofio, leche y
manteca, que era todo lo que darse podía; y aquí mostraba cada cual su valor, haciendo
alarde de sus gracias en saltar, correr, bailar aquel son que llaman canario, con
mucha ligereza y mudanzas, luchar, y en las demás cosas que alcanzaban […]
Espinosa (1980 [1594], p.
38)
Aunque averiguar el año y tiempo
en que esta sagrada imagen apareció sea cosa muy dificultuosa, porque ha venido
de mano en mano hase ido perdiendo la memoria; con todo aquesto, aprovechándome
de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de escritura, y de la
computación de las lunas de que los antiguos naturales usaban, vendré
rastreando a dar con lo más averiguado, que es:
El año de mil y
cuatrocientos de nuestra redención, ciento y cinco años antes de que
Espinosa (1980 [1594], p.
51)
El número de días por los
soles, / y el de meses y años por las lunas, / contaban con buen orden y
concierto, / que como eran de cuenta tenían cuentas. Viana (1991 [1604], I, p.
89)
Pero, al igual que ocurre
en Gran Canaria, un calendario lunar puro no justifica la
economía isleña
CALENDARIO SOLAR
En efecto, las fuentes
recogen distintas noticias sobre la adecuación del calendario lunar al ritmo de
las estaciones, que pasamos a resumir brevemente.
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Según Torriani y Abreu, la
luna de agosto recibía un nombre particular:
Dicen también que a Dios lo
llamaban Arguaicha fan Ataman, que significa "Dios del cielo", porque
al cielo llamaban ataman, y que celebraban algunos días de fiesta. Contaban el
tiempo de la luna con nombres diferentes; y el mes de agosto se llamaba
Begnesmet.
Torriani (1978 [1592], p.
179)
Comían cebada tostada y
molida, que llamaban ahoren, y a la cebada tamo […].
Araban con garabatos de
palo: rasguñaban la tierra los hombres, y las mujeres derramaban en la tierra
lo que habían de sembrar; y esta sementera era en el mes de agosto, al cual mes
llamaban beñesmer.
Abreu (1977 [1632], p. 297)
Y Espinosa reconoce que en
la playa de Abona se celebraban a mediados de agosto procesiones similares a
las de Candelaria:
Eran las procesiones que
los ángeles hacían así por la playa, donde la santa imagen estaba, como por la
del Socorro, donde apareció, muy ordinarias, así de noche como de día, con
mucha solemnidad, gran armonía y música de voces suavísimas, con muchedumbre de
compañía que, con velas encendidas, puestas en orden y concierto, hacían su
procesión, desde la ermita que llaman de Santiago, hasta la cueva de San Blas,
por toda la playa […]. En la playa que dicen de Abona, que será cuatro leguas désta
de Candelaria, hacia la
Montaña Roja , se veían también ordinariamente estas procesiones,
principalmente por la fiesta de la
Asunción de Nuestra Señora […].
Espinosa (1980 [1594], p.
65)
Por su parte, Núñez de la Peña es muy preciso al
señalar:
Contauan los meses por las
lunas, y los dias por los soles; tenían en esto mucha cuenta: repartieron el
año en quatro tiempos, Verano, Inuierno, Estio y Otoño, y à su tiempo
sembrauan, y cogian; no pusieron nombre a los meses, sino en passando doze lunas,
hazian vn año, que llamauan Achano, y tenian numero de los que iban passando
con cuenta, y razon.
Núñez (1994 [1676], p. 29)
Pero no explica cómo se
ajusta el calendario lunar al calendario solar, cuestión sobre la que existen
varias versiones en las fuentes.
La primera versión proviene
del autor anónimo que escribió entre 1604 y 1687 las siguientes líneas
expresamente referidas a Tenerife y Gran Canaria. Aunque su autor dice explícitamente
basarse en Viana (1604), la parte más interesante de su testimonio astronómico no
se encuentra en Viana (1604). Según esta información, guanches y canarios:
[…] Contaban el año por
doçe meses i el mes por lunas i el día por soles i la semana de siete soles;
llamaban el año Achano; acababan su año a el fin del quarto mes; esto es su año
comensaban por el equinocio de la primauera i a el quarto mes qe. Era quando
habian acauado la sementera qe. era por fines de iunio hacian grandes fiestas por
nuebe dias continuos aunqe. fuessen entre enemigos; i tubiessen guerras por entonçes
no peleaban i festejabanse unos con otros.
Anónimo de Cedeño (1934
[16821687],pp. 17 r 17 v)
Como vimos anteriormente,
su información es muy confusa respecto a Gran Canaria, y
puede serlo aún más sobre
Tenerife si tenemos en cuenta que, según Viana (1604), los
guanches celebraban fiestas
anuales en los últimos 9 días de abril, al fin y al cabo, el cuarto mes del
calendario juliano/gregoriano.
Desde luego, y al igual que
sucedía en Gran Canaria, debemos aceptar que los guanches
celebraban el solsticio de
verano en relación con los espíritus de los antepasados. A este
respecto, Marín de Cubas
añade que los guanches ajustaban el calendario lunar por el solsticio de
verano:
[…] havía muchos años que
estaba en la ysla, hacian su quenta por las lunas i ajustabanlas por el estío
en los dias mayores de el año, cien años havia antes que Thenerife fuesse
conquistada que la tenian en la ysla i tenian de conocimiento habria 73 años
por este tiempo, de que era madre de Dios y que el niño siendo hombre murio y
resucito […]
Marín (1986 [1687], p. 41
v)
No obstante, afirma
reiteradamente que la primera luna del año correspondía al mes de
agosto:
[…] el año contaban por las
sementeras i llamaban era tenianlos araiados, i señalados en tablas, i
empessabanle serca de agosto llamado beñas mer en la primera luna i por quince
dias continuos hasta la opocicion hacian grandes fiestas devia ser por sus difuntos
iban a las sepulturas, y cuebas con teas y luces encendidas, i despues hacian
grandes comidas […].
Marín (1986 [1687], p. 76
r)
[…] a el mes de agosto en
que hacian sus grandes fiestas de luces, bailes i comidas
llamaban beñasmer, el año,
i la segada, era […].
Marín (1986 [1687], p. 86
r)
[…] Hacían sus fiestas como
los canarios a el fin de la era, o año empesado en la
luna de agosto llamado
Beñasmer […]
Marín (1986 [1694], p. 280)
Vemos, pues, que Marín
proporciona reiteradamente una versión coherente del calendariolunar guanche,
mientras que la versión anónima resulta contradictoria en sus propios términos.
Sobre esta base, seguiremos la opinión de Marín y asumiremos que, en efecto, el
Investigaciones sobre matemáticas y astronomía guanche… año lunar guanche
empezaba con la primera aparición del creciente lunar “cerca de agosto”.
La cuestión es: ¿qué
significa “cerca de agosto”?
CALENDARIO SIDERAL
Hasta aquí hemos utilizado
la información astronómica que nos proporcionan las fuentes, pero ahora debemos
explorar otra clase de información más sutilmente oculta en los textos.
Porque si deseamos estudiar
el mes de agosto entre los guanches, debemos hablar inevitablemente de la Virgen de Candelaria, en
cuyo honor se celebra el 15 de agosto la
festividad popular más
importante de la isla. Una celebración interpretada tradicionalmente como una
reminiscencia del beñesmer guanche del mismo mes. 3
En efecto, nos proponemos
demostrar que las tradiciones asociadas a la Virgen de Candelaria provienen de un culto
guanche anterior a la conquista que, una vez analizado, nos proporciona una
visión insospechada del corazón mismo de la religión astral guanche. De hecho,
veremos cómo la tradición guanche asocia la Virgen de Candelaria con una estrella, y no con
el sol o la luna, proporcionándonos una manera de profundizar tanto en su
calendario como en su religión.
LAS TRADICIONES DE
CANDELARIA
Expresadas de forma muy
resumida, estas tradiciones cuentan cómo a finales del siglo XIV apareció en la
costa de Güímar una escultura de madera representando a una mujer erguidaque
sostenía un niño en su mano derecha y una vela en su mano izquierda. Esta
imagen hizoinmediatamente algunos milagros entre los naturales que causan una
reunión de los nuevemenceyes de la isla. Los menceyes, aun desconociendo su
significado católico, reconocieronsu origen divino, la colocaron cuidadosamente
en una cueva junto a la cueva del mencey deGüímar en Chinguaro, y decidieron
celebrarle un culto guanche en ciertos días del año.
La situación permaneció así
hasta una fecha imprecisa, comprendida entre 1430 y 1450
aproximadamente, en que los
guanches tuvieron conocimiento del significado católico de la imagen por medio
de Antón Guanche, un natural de la isla raptado de muchacho por los esclavistas
españoles y educado en Lanzarote. Él será, según la tradición, quien le
explique a los menceyes el significado católico de la imagen y los convenza de
trasladarla a la cueva de Achbinico, en la costa de Güímar, y proporcionarle un
culto más en consonancia con su origen católico.
En 1496, una vez terminada
oficialmente la conquista de la isla, los españoles, que conocían el culto
guanche a Candelaria en Achbinico, decidieron adoptarlo como el principal culto
católico de la recién conquistada isla, celebrando su festividad anual por
primera vez el 2 de febrero de 1497 (Espinosa 1980 [1594]: 6669).
Desde entonces y hasta hoy
su devoción ha continuado siendo, con diferencia, la más importante de la isla
con dos celebraciones anuales, la del 2 de febrero –la celebración oficial– y
la del 15 de agosto –la celebración popular.
Con estos antecedentes no
es sorprendente encontrar que las tradiciones de Candelaria
puedan enmascarar importantes
vestigios de la religión guanche.
EL CULTO GUANCHE A LA CANDELARIA
La parte más atractiva para
nuestro estudio de estas tradiciones son aquéllas que describen la primera
interpretación que le dieron los guanches a la imagen en términos de su propia cultura,
dado que todas las fuentes asumen que los guanches ignoraban el catolicismo.
Las siguientes son las tres primeras versiones publicadas sobre este punto.
a) Primera versión
La primera versión data de
1585 y nos describe brevemente cómo se extendió rápidamente por toda la isla el
culto a la imagen recién hallada en la costa de Güímar, después de que ésta hiciera
algunos milagros:
[…] sabido ésto por los
moradores de las dichas Islas, la comenzaron a tener en [muy] grandísima
veneración, llamándola "Madre del Sol". La qual devoción ha quedado i
está viva el día de hoi en todos los Naturales, a quien los Españoles llaman "Guanchas",
i la adoran tanto como al mesmo Dios, haciéndole cada año, el día de la Candelaria , gran
fiesta, en la qual cantan i vailan i hacen otras muchas cosas de mui gran
regocijo i fiesta.
González de Mendoza (1946
[1585], p. 95)
b) Segunda versión
Nueve años después, la
segunda versión –y la oficial– describe cómo, después de escapar de sus amos,
Antón Guanche le explica a los guanches el significado católico de la imagen, diciéndoles:
[…] porque ésta es
(diciéndolo en su propio lenguaje): Achmayex, guayaxerax, achoron, achaman, la
madre del sustentador del cielo y tierra, y por tanto es reina de uno y otro
[…], saberla servir y agradar, para que por su medio e intercesión vengáis al
verdadero conocimiento de Dios, que es el Guayaxerax que confesáis […].
Espinosa (1980 [1594], p.
62)
Divulgose la fama desto
[aparición de la Candelaria ];
va la voz discurriendo por la isla, que la mujer que en el reino de Güímar
había aparecido, era la madre del sustentador del mundo, a quien ellos
confesaban y tenían por Dios. Acuden de todas partes a la dedicación que de la
cueva se hacía, y júntase gran número de gente; ordenan fiestas y regocijos,
danzas, bailes, pruebas y saltos de mucha ligereza, carreras, luchas, tirar la
lanza y otros loables ejercicios […]. Quedó concluido y por ley asentado que
tantas veces en el año se junta en este lugar, por honra de la madre de Dios, a
sus regocijos y bailes
Espinosa (1980 [1594], pp.
6364)
c) Tercera versión
Publicada en 1604, esta
versión es –que sepamos– la única que describe la primerísimo reacción de los
guanches ante la aparición de la estatua: Investigaciones sobre matemáticas y
astronomía guanche…
El rey mandó que todos se
apartasen, / que como a estrella celestial preciosa, que él mismo con sus
grandes la llevasen, era más justo y más decente cosa: / y dijo, que antes
todos contemplasen / de a do les vino prenda tan hermosa, / y así en contradictorias
diferencias / hubo estos pareceres y sentencias. / Dijeron unos, si por dicha
era / que alguna de las naves que pasaban / se perdió, y la arrojó la mar
afuera, / […] / Otros dijeron, si quizá de España / alguna gente allí había
venido / que la dejasen […] / Otros de más devotos corazones, / decían que las
voces y armonía, / músicas, cantos, lumbres, procesiones, / con aplauso y
acorde melodía, / eran a causa suya, y los varones / en quien más parte de
prudencia había, / dijeron ser del cielo alguna estrella / en traje de mujer
hermosa y bella. / A al fin todos conformes confesaron / ser cosa celestial,
aunque era muda, y con sonoros cantos la llevaron
[…].
Viana (1991 [1604], I, pp.
253254)
La lectura cruzada de estas
tres versiones sugiere varias hipótesis, siendo la más integradora la de asumir
que la deidad guanche asociada con la escultura de madera fuera una estrella.
En su cosmogonía, esta estrella había sido considerada como “la madre del Sol”,
así como “la madre del sustentador del mundo”.
Bajo este aspecto, la
siguiente afirmación de Espinosa cobra un nuevo cariz, pues, ¿qué
mejor símbolo de una
estrella que la luz de una vela?
Todas, o las mas imágenes
que sabemos haber aparecido entre cristianos, han tomado el nombre […], o del
lugar donde aparecieron […]; o de los efectos que causaron cuando aparecieron
[…]; o de las insignias que tienen, como es ésta de Candelaria, que, por tener
un cabo de vela verde en la mano y por ser muy ordinarias las luminarias y
velas que parecen en su playa, se llama así; y por esto su principal festividad
es la Purificación.
Espinosa (1980 [1594], p.
75)
Como veremos a
continuación, esta hipótesis puede respaldarse con notables argumentos astronómicos
y etnográficos. Nuestro razonamiento procederá como sigue: si la Virgen de Candelaria está
ocultando a una estrella, es probable que la festividad guanche de agosto ocurriera
en un momento importante del año sideral de esa estrella, presumiblemente en su
orto o puesta helíaca.
CANOPO
Para evaluar esta
posibilidad hemos utilizado el programa de ordenador diseñado por Schaefer
(1985, 1987) para calcular las fechas de los ortos y puestas helíacas de las
estrellas.
Los resultados completos de
este cálculo para las 25 estrellas más importantes, bajo condiciones atmosféricas
medias, durante los últimos 2000 años en intervalos de 500 años, pueden verse
en nuestra tabla de ortos y puestas helíacas.
Como esta tabla demuestra,
existe una buena candidata a marcar el comienzo astronómico del calendario
lunar guanche: Canopo. Y ello no sólo por la adecuación de su orto helíaco a la
festividad tradicional, sino porque la observación y el culto a Canopo se
encuentra bien documentado entre los bereberes continentales.
En efecto, poco se sabe
sobre las cosmogonías preislámicas norteafricanas, pero existen
notables evidencias que
señalan a Canopo como el eje central de un antiguo sistema cosmológico,
ampliamente repartido por el norte del continente. En esta cosmogonía, Canopo es
la estrella principal del cielo, la más grande y la más antigua, la madre de
todas las estrellas. Huevo primordial, de su explosión nace el universo que
conocemos (Pâques 1956).
Otras noticias muestran la
importancia de los ortos helíacos de Orión, Aldebarán, Las
Pléyades, Sirio y Canopo en
el calendario tuareg, que usan la expresión ihadan n egmod n itran (= noches de
la reaparición de las estrellas) para designar el periodo de finales de
verano. Entre los tuaregs
del Adrar, Canopo recibe el nombre de Rouchet (= agosto), porque después de
haber estado invisible a principios de verano, reaparece a finales del mismo.
Entre los tuaregs del Ahaggar, Canopo recibe el nombre de Wadet (Foucauld 1952:
1693, 1912).
En este contexto, merece
señalarse la antigua festividad bereber de la Tagdudt , descrita por Khawad
(1978) y MorinHawad (1985). Esta antigua fiesta, casi desaparecida actualmente,
era celebrada a finales de agosto en el sur de Marruecos, y otras partes del
mundo bereber, siguiendo al orto helíaco de la estrella adat, suceso que
marcaba el principio de un nuevo año.
Aunque estos autores no
identifican claramente de qué estrella se trata, la época del año y la
dirección de su orto apuntan nuevamente a la estrella Canopo (¿adat = Wadet
?).
FIESTAS DE FINALES DE ABRIL
Si las fiestas de agosto
son las de la siembra, otras noticias apuntan que las fiestas de la
cosecha podrían tener lugar
a finales de abril. En efecto, Mosto señala que los guanches:
[…] viuono d'orzo & di
carne, et latte di capra […] & di alcuni frutti, spetialmente di
fichi, &per esser il paese
molto caldo, raccolgono le sue biande del mese di Marzo &
d'Aprile […].
Mosto (1895 [145?], pp. 30 v 31r)
Señalando Núñez de la Peña :
Tenian los naturales de
esta dicha isla de Thenerife por costumbre, quando acabauan de coger sus
ceuadas, y leuantar sus heras, de hazer grandes fiestas, y regozijos, en agradecimiento
de los bienes que Dios les auia dado; y era de tanto priuilegio, que passaban à
festejarse de vnos reynos à otros, y à darse los parabienes de la buena cosecha;
aunque huuiesse entre ellos guerras, en aquella ocasion iban seguros sin recibir
agruio de los contrarios, antes muchos agasajos, regalos y famosos conbites.
Todos los años en los
postrimeros dias del quarto mes, que es abril, celebrauan fiestas anales, por
espacio de nueue dias; juntauanse los de cada reyno en el palacio de su rey; y
alli se regozijauan con juegos, danças, bailes […]: en estas fiestas auia grandes
combites à costa de el rey.
Núñez (1994 [1676], p. 33)
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Viana, el primero en
nombrar las fiestas de abril, nos dice sobre las mismas:
La furia Aleto, autora de
discordias, / entre los nueve reyes que regían / de Tenerife los felices
términos, / causó continuas guerras y batallas, / siendo bastante causa, la
codicia / de ganarse las tierras y rebaños ; / pero guardaban por costumbre
antigua, / por días festivales de cada año / del mes de abril los nueve
postrimeros, / porque les diese Dios cosecha próspera / de frutos y ganados, y
aunque hubiese / guerras entre ellos, había entonces treguas / con paz tranquila,
en tanto que duraban / las fiestas, regocijos y placeres. / Para solemmnizar
las alegrías, juntábanse en las cortes de sus reyes / todos los más vasallos, y
los nobles, / ricos, honrados, graves, principales; / en los tagoros con su rey
entraban / a consultar las cosas del gobierno, / utilidad y pro de su
república, / una hora del día en la mañana; / y después de esto, en fiestas y
alegrías / con música, banquetes y holguras / se entretenían todo el demás
tiempo […].
Viana (1991 [1604], I, pp.
141142)
Fueran o no fiestas de la
cosecha, lo cierto es que tal y como se describen, las fiestas de abril no eran
fiestas lunares, pues estaban fijadas en el calendario (solar) castellano. Ello
obliga a pensar que estaban
regidas bien por el Sol bien por las estrellas. En cuyo caso merece notarse
que, precisamente, a finales de abril tenía lugar la puesta helíaca de Canopo y
otras estrellas importantes en el mundo bereber, como son Aldebarán, Orión y
las Pléyades.
Leídas en este contexto,
las siguientes afirmaciones de Bethencourt no son nada descabelladas, si bien
la falta de noticias alternativas nos impide contrastarlas adecuadamente:
[…] Cuanto al culto rendido
a los demás astros sólo se dice que la diosa luna “como madre de los tiempos”
era la encargada de regularlos; siendo sus faces [sic] así como la marcha de la
estrella vaquera, motivos de observaciones para guadameñes y samarines, que
además de astrólogos barruntaban los cambios meteorológicos o sea las
cabañuelas con aplicación a la agricultura y al pastoreo. Arreglado a las revoluciones
sinódicas de la diosa Luna dividían el año en doce partes, que apellidaban
primera luna, segunda luna, etc. […], empezando por la de Agosto según Marín y
Cubas.
Bethencourt (1994 [1911],
p. 270)
[Refiriéndose al beñesmer]
[…] por ministerio de la ley los soberanos lo convocaban tres veces al año, en
la cuarta, octava y duodécima luna, durando cada legislatura nueve días que
correspondían a los nueve últimos de la 3ª decena del mes de Abril, 2ª
decena de Agosto y 3ª de
Diciembre. […].
Bethencourt (1994 [1911],
p. 225)
Respecto a la estrella
vaquera, carezco de cualquier dato que me permita identificarla, salvo que se
trate de la propia Canopo. En cuanto a la posible celebración de un beñesmer a finales
de diciembre, cabe relacionarlo con el solsticio de invierno.
FIESTAS DE PRINCIPIOS DE
FEBRERO
Sin embargo, queda por
aclarar un punto del calendario. ¿Celebraban los guanches hacia
principios de febrero una
fiesta relacionada con las tradiciones de Candelaria, tal y como afirman Espinosa
y otros autores? En mi opinión, existen indicios claros que permiten apuntarlo.
Ya en la famosa Acta de la Cera se pone de manifiesto
cómo algunos castellanos se vieron obligados a ir a buscar a sus esclavos a
Candelaria, pocos días antes de la fiesta de la Purificación.
[…] Y que los dichos Pedro
Fernández y Diego Fernández y Alonso Sánchez de Morales y Pedro Maninidra y
Pedro Mayor fueron en hallar [la cera] este presente año [1497], cuatro o cinco
días antes de la
Purificación de Nuestra Señora la Virgen María. Y que
han oído decir a muchas personas que la han hallado, que siempre por este
tiempo se halla y parece, y que por esto era y es verdad y muy notorio […] y que
este presente año fueron más de veinte personas presentes cuando apareció, que habían
ido en busca de esclavos de vecinos que se habían ausentado […].
Espinosa (1980 [1594], p.
68)
Y Espinosa, Viana y Núñez
señalan que los menceyes de Taoro y Güímar pensaron en
tener la virgen la mitad
del año cada uno, lo cual concuerda con que las fiestas de febrero y agosto
estén separadas, aproximadamente, 6 meses:
[…] había el rey de Taoro
mandado le diesen aviso, y así lo hizo el rey de Güímar, diciendo que una mujer
extranjera había parecido en su reino a la orilla de la mar, que resplandecía
más que el sol […], que viniese de paz si quería gozar de su vista
[…]. Vino el rey de Taoro
de paz con seiscientos hombres que le acompañaban. Y habiendo visto la santa
imagen […], no determinándose, esperaron a que los demás reyes se juntasen y
viniesen […]. Al fin queda consultado entre ellos, asentado y recibido, que
aquello debía ser alguna cosa del cielo, y como tal fuese reverenciada
[…]. El rey de Güímar […]
dijo al de Taoro que le parecía sería bien que todos partiesen deste bien, y
para esto que partiesen el año y que la mitad de él estuviese aquella mujer en
su reino de Taoro y la otra mitad en el suyo de Güímar, donde había aparecido.
Respondió el rey de Taoro […], no acepto al presente el partido […] pues apareció
en tu reino, su voluntad es estar en él […].
Espinosa (1980 [1594], pp.
5960)
Divulgóse la nueva en la Nivaria / de que era de
Dios madre, gran señora, / y como se llamaba Candelaria / con el sumo Achoron
intercesora, / y así con devoción extraordinaria / dos veces en el año aún hasta
agora / se juntan, como entonces se
juntaron, / y fiestas y
alegrías celebraron. / Juntos los nueve reyes cierto día, /
Dadarmo, por mostrarse
generoso, / o porque al de Taoro le temía, / que siempre ha
sido rey más poderoso, / le
dijo, usando necia cortesía, / que por participar ambos del
gozo / en su reino seis
meses la tuviese / del año, y otros seis meses se la volviese.
Viana (1991 [1604], I, p.
257)
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
Dado que el orto acrónico
de una estrella tiene lugar algo menos de 6 meses después de su orto helíaco,
la fiesta de principios de febrero podría estar fijada por el orto acrónico de Canopo.
De esta manera, la división del año propuesta por el mencey de Güímar puede interpretarse
como una partición del año sideral de Canopo, en base a los ortos helíaco y acrónico
de la estrella.
COLLARAMPA
Respecto a los nombres de
las estrellas, y dejando al margen la ‘estrella vaquera’ mencionada por
Bethencourt, sólo conozco la siguiente noticia, tomada de antiguos documentos
genealógicos: Juan Doramas tuvo por esposa a la infanta Collarampa, (Dª María
Ana Hernández Bencomo), llamada Estrella en lengua guanche […].
Montes de Oca (1924, p. 61)
FECHA DE LA APARICIÓN DE
CANDELARIA
Por último, no podemos
dejar de considerar el famoso problema cronológico que tanta confusión ha
causado entre los historiadores: la fecha de la aparición de Nuestra Señora de Candelaria
en las playas de Güímar. 4
La primera noticia que
tenemos proviene del propio padre Espinosa. Debería de ser un testimonio de
gran calidad, dada la trascendencia religiosa del tema y el cuidado que asegura
haber puesto en su averiguación:
Aunque averiguar el año y
tiempo en que esta sagrada imagen apareció sea cosa muy dificultuosa, porque ha
venido de mano en mano hase ido perdiendo la memoria; con todo aquesto,
aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de
escritura, y de la computación de las lunas de que los antiguos naturales
usaban, vendré rastreando a dar con lo más averiguado, que es:
El año de mil y
cuatrocientos de nuestra redención, ciento y cinco años antes de que
Espinosa (1980 [1594], p.
51)
Sin embargo, Espinosa
comete un error de bulto que oscurece totalmente su cronología.
En efecto, si la conquista
terminó en diciembre de 1495, y a esta fecha le quitamos 105 años, la aparición
debió de ocurrir en 1390, y no en 1400.
Bien porque notaran este
error y trataran de solventarlo, o bien por cualquier otra razón que desconocemos,
la mayor parte de los autores que siguieron a Espinosa proponen cronologías alternativas,
que a menudo se basan explícitamente en cuentas guanches.
a) Según Torriani (1978
[1593], p. 172) la aparición tuvo lugar en 1405.
b) Según Abreu (1977
[1632], p. 302) tuvo lugar en 1390.
c) Según Viana, (1991
[1604], I, p. 246) tuvo lugar hacia 13301350.
d) Según Núñez de la Peña (1994 [1676], p. 38)
tuvo lugar en 1392.
Según Marín de Cubas (1986
[1687], p. 41 v) y (1986 [1694], pp. 140, 278279)
tuvo lugar en 1395, aunque
en su texto más explícito (1986 [1687], p. 76 r) se limita a corregir ligeramente
la datación de Espinosa, y parece situar la aparición en 13881389.
Como vemos, la situación es
enormemente confusa, y difícilmente podremos aclararla dada la ambigüedad y
contradicción de los datos. Máxime, cuando el análisis iconográfico de la
primitiva imagen indica que debió esculpirse en el segundo cuarto del siglo XV.
6 Sin embargo, dado que Espinosa y otros autores indican repetidamente que sus
cronologías se basan en cuentas calendáricas guanches, cabe hacer algunas
observaciones generales que permitan abrir nuevas perspectivas para su
solución. 7
En primer lugar, está claro
que, en última instancia, la fuente más fiable de que disponen los autores
citados para resolver este problema son las cuentas calendáricas guanches. El desconocimiento
de cómo hacían sus cuentas es lo que, en mi opinión, ha generado buena parte de
la confusión existente. Sin duda, conocer mejor el calendario de la isla
ayudaría a resolver el problema.
En segundo lugar, debemos
notar que, con excepción de Viana, todos los cómputos se basan en el número de
años transcurridos entre la aparición de la Imagen y la conquista de la isla. Las opiniones
varían ligeramente, pero todas se mantienen en los alrededores de las coordenadas
marcadas por el error de Espinosa. Y es, precisamente, el error de Espinosa lo
que nos puede ayudar a solucionar el problema.
En efecto, salvo que todos
sus datos sean erróneos, sólo encuentro dos maneras de corregirlo. La primera,
es asumir que hizo mal la resta, en cuyo caso el año de la aparición sería
1390. Esta solución, que podría ser la adoptada por Abreu y otros autores,
supone que Espinosa culminó con un burdo error aritmético sus cuidadosas
averiguaciones sobre un tema de tal trascendencia para sus propósitos. Desde
luego, no me parece una solución razonable, máxime cuando a lo largo de su obra
Espinosa se refiere siempre al año de 1400 como el año de aparición de la
imagen.
Pero si la fecha de 1400 es
estrictamente correcta, la imagen estuvo en la isla 95 años y no 105, tal y
como afirma Espinosa. Ante esta disyuntiva sólo caben dos opciones. O bien se trata
de un error de edición (en cuyo caso no tengo nada más que decir), o bien los
105 años no son años solares, sino años lunares, en consonancia con la
“computación de las lunas” que usaban los guanches. 8
En este último caso, el
error de Espinosa se reduciría a resolver la ecuación: 95 años solares 105
años lunares 5 x 19 años solares 3 x 5 x 7 años lunares 19 años solares 21 años lunares años lunares
siderales y ciclo de Metón.
Tenemos, pues, que el
aparente error de Espinosa admite una solución calendárica válida, que, de
confirmarse, proporcionaría una notable información sobre la astronomía
guanche.
Nótese que un año lunar
sideral está en consonancia con la importancia de Canopo en el
calendario guanche, tal y
como hemos puesto de manifiesto a lo largo de este capítulo.
Investigaciones sobre
matemáticas y astronomía guanche…
NOTAS:
1) Según Juan Álvarez
Delgado (1949), los guanches utilizaban un calendario lunar que
empezaba en el solsticio de
verano, y cuyo segundo mes recibía el nombre de beñesmet. Tras la conquista
castellana, la fiesta del beñesmet se transformó en la fiesta de Candelaria.
2) Luis Diego Cuscoy (1968)
sostiene que el calendario lunar guanche empezaba con la primera luna posterior
al 21 de abril. Más tarde sostendrá que el calendario lunar empezaba en el
solsticio de verano, coincidiendo con la fiesta guanche de la Candelaria
(Diego, 1979).
3) Para Antonio Cubillo
Ferreira (1985), el calendario lunar guanche empezaría el 15 de agosto.
Utilizando datos etnográficos sobre los tuaregs argelinos, señala que la determinación
de esta fecha podría estar en relación con la estrella Canopo, aunque reconoce
la necesidad de estudiar previamente “en qué época se ve perfectamente Canopo
[en Canarias] para así poder precisar esta hipótesis y confirmarla en una
futura
comunicación”, comunicación
que no sabemos si se ha publicado.
4) GarcíaEspinel (1989),
mezclando datos de distintas islas, presentan un esquema general del año
económico guanche, empezado en el solsticio de verano.
5) Aparicio et al. (1994
[1992]) opinaron que el calendario guanche empezaba hacia el 21 de abril y que
la fiesta del beñesmet tenía lugar en el solsticio de verano. Más tarde, se retractarían
implícitamente en Esteban et al. (1994), apuntando que el calendario lunar guanche
comenzaba con la primera luna posterior al solsticio de verano y que la
segunda lunación era el
beñesmet.
6) Por su parte, Barrios
(1996b, 1997) sostiene que, efectivamente, la primera luna del año lunar
guanche estaba fijada por el orto helíaco de Canopo hacia mediados de agosto, y
que el culto guanche a esta estrella se transfirió posteriormente a la Virgen de
Candelaria, convirtiéndola
en la principal festividad católica de la isla.
BIBLIOGRAFÍA
ABREU GALINDO, Fr. J. de,
Historia de la Conquista
de las Siete Islas de Canaria . Edición crítica con
introducción, notas e
índice por A. Cioranescu, S/C de Tenerife, Goya, 1977 [1632].
ÁLVAREZ DELGADO, J.,
Sistema de Numeración Norteafricano, Madrid, Instituto Antonio de Nebrija
(CSIC), 1949.
ANÓNIMO DE CEDEÑO,
Naturalesa y costumbres particulares segun otros autores. [Copia de T. Marín de
Cubas], Las Palmas, Ms. en El Museo Canario Microfilm
Millares Carló, 1934
[168287].
APARICIO, A.; BELMONTE, J.
A.; ESTEBAN,
C., “Archaeoastronomy in the Canary Islands .
The pyramids of Güímar”, Warsaw ,
Center for Latin American Studies, S. Iwaniszewski et al. (eds.): Time and
Astronomy at the Meeting of Two Worlds (1992), 1994, pp. 361379.
BARRIOS GARCÍA, J., “Some remarks about the astronomical orientation of
the pyramids of Chacona, (Güímar, Tenerife)”, Sofia ,
Institute of Astronomy ,
Bulgarian Academy
of SciencesNational Astronomical
Observatory Rohzen, V. Koleva and D. Kolev (eds.): Astronomical
Traditions in Past Cultures. Proceedings of the First SEAC Conference (1993),
1996a, pp. 101106.
— , “The Guanche lunar calendar and the Virgin of Candelaria (Tenerife , 14th15th
centuries)”, Bochum ,
Astronomisches Institut der RuhrUniversität,
W. Schlosser (ed.): Proceedings of the Second SEAC
Conference (1994), 1996b,
pp. 151162.
— , Sistemas de numeración
y Calendarios de las Poblaciones Bereberes de Gran Canaria y Tenerife en los Siglos
XIVXV, La Laguna ,
Universidad de La Laguna
(Tesis doctoral inédita), 1997.
BETHENCOURT ALFONSO, J.,
Historia del Pueblo Guanche. Tomo II. Etnografía y organización sociopolítica.
Edición anotada por M. A.
Fariña González, La Laguna ,
Francisco Lemus Editor, 1994 [1911],
t. 2.
CUBILLO FERREIRA, A. L.,
Antropónimos Guanches y Berberes, S/C de TenerifeLas
Palmas, Centro de Estudios
Africanos, 1985.
DIEGO CUSCOY, L., Los
Guanches. Vida y Cultura del Primitivo Habitante de Tenerife, S/C de Tenerife, Cabildo,
1968.
— , El Conjunto Ceremonial
de Guargacho (Arqueología y Religión), S/C de Tenerife, Cabildo, 1979.
ESPINOSA, A. de, Historia
de Nuestra Señora de Candelaria. Introducción de A. Cioranescu, S/C de Tenerife,
Goya, 1980 [1594].
ESTEBAN, C.; BELMONTE, J.
A.; APARICIO, A., “Astronomía y calendario entre las culturas aborígenes canarias”,
Madrid, Equipo Sirius, J. A. Belmonte (coord.): Arqueoastronomía Hispana.
Prácticas astronómicas en la
Prehistoria de la Península Ibérica
y los Archipiélagos Balear y Canario, 1994, pp. 183213 + 7 figs.
FOUCAULD, C. De, Dictionnaire TouaregFrançais.
Dialecte de l'Ahaggar , Paris, Imprimerie Nationale de France, 1952.
GARCÍATALAVERA,
F.: ESPINEL CEJAS, J. M.,
Juegos Guanches Inéditos (Inscripciones Geométricas en Canarias), Tenerife,
Colectivo Cultural “Valle de Taoro” – Tara, 1989 .
GONZÁLEZ DE MENDOZA, J.,
“Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran Reino de la China [Fragmentos canarios]”,
E. Hardisson, “Recensión de: J. González de Mendoza, "Historia de las
cosas más notables, ritos y
costumbres del gran Reino de la
China ". Edición de F. García (M. Aguilar Editor, Madrid,
[1944])”. Revista de Historia (La
Laguna ) 12 (73), 1946 [1585], pp. 9299.
HAWKINS, G. S. ; ROSHENTAL, S. K.,
“5,000and 10,000Year Star Catalogs”, Washington ,
Smithsonian Contributions to Astrophysics, 10(2), 1967.
HERNÁNDEZ PERERA, J.,
“Precisiones sobre la escultura de la Candelaria venerada por los guanches de Tenerife”,
MadridLas Palmas, Anuario de Estudios Atlánticos 21, 1975, pp. 1346 + 12 lám.
IWANISZEWSKI, S., “Archaeoastronomy in Spain . Essay review of: Arqueoastronomía Hispánica. Prácticas
Astronómicas en la
Prehistoria de la Península Ibérica
y los Archipiélagos Balear y Canario. Edited by J. A. Belmonte (Equipo Sirius,
Madrid, 1994)”, Cambridge ,
Archaeoastronomy 21 (Supplement to JHA), 1996, pp. S81S85.
KHAWAD, M., “La Tagdudt ”,
Paris , Tisuraf
3, 1978, pp. 7982.
MARÍN DE CUBAS, T.,
Historia de la Conquista
de las Siete Islas de Canaria [Copia de F. Cardona y J. Barrios], La Laguna , Archivo Barrios
García, 1986 [1687].
— , Historia de las Siete
Islas de Canaria [Libros I y II]. Edición de A. de Juan Casañas y M. Régulo Rodríguez.
Notas arqueológicas de J. Cuenca Sanabria , Las Palmas, Real Sociedad Económica
de Amigos del País, 1986 [1694].
MONTES DE OCA Y GARCÍA, F.,
“Los genealogistas canarios, mi prosapia y su origen”, La Laguna , Revista de Historia
1 (2), 1924, pp. 5861.
MORIN BARBE, M.; HAWAD, M.,
“Agdud”, AixenProvence,
Edisud, Encyclopédie Berbère, France, 1985, t. 2, pp. 246248.
MOSTO, A. da, “Delle sette
isole delle Canarie, & delli loro costumi”, La Laguna , Instituto de
Estudios Canarios, Delle Navigationi di Messer Alvise Da ca da Mosto,
Gentilhuomo Venetiano [Ed. de J. B. Ramusio, Venecia 1554]. Copia de L.
Maffiotte La Roche.
Colección de Fuentes para la Historia Antigua
de Canarias, 1895 [145?].
NÚÑEZ DE LA PEÑA , J., Conqvista y
Antigvedades de las Islas de la
Gran Canaria , y sv Descripcion. Prólogo de A. de Béthencourt
Massieu, Las Palmas, Universidad, 1994 [1676].
PAQUES, V., “Le bélier
cosmique. Son
role dans les structures humaines et territoriales du Fezzan”, Paris, Journal
de la Société
des Africanistes 26, 1956, pp. 211253.
RIQUELME PÉREZ, M. J., La Virgen de Candelaria y las
Islas Canarias. Prólogo de J. A. Hernández Perera, S/C de Tenerife, Aula de
Cultura, 1990.
RODRÍGUEZ MOURE, J.,
Historia de la Devoción
del Pueblo Canario a Ntra. Sra. de Candelaria. Patrona
del Archipiélago y de sus
dos Obispados, S/C de TenerifeCandelaria, CabildoAyuntamiento, 1991 [1915].
RUMEU DE ARMAS, A., La Conquista de Tenerife
14941496,
S/C de Tenerife, Aula de
Cultura, 1975.
SCHAEFER, B. E., “Predicting heliacal risings and settings”, Cambridge , Sky &
Telescope 70, 1985, pp. 261263.
— , “Heliacal rise phenomena”, Chalfont St. Giles, Archaeoastronomy 11
(Supplement to Journal for the History of Astronomy), 1987, pp. S19S33.
TORRIANI, L., Descripción e
Historia del Reino de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el Parecer de sus
Fortificaciones. Traducción del italiano con introducción y notas, por A.
Cioranescu, S/C de Tenerife, Goya, 1978 [1593].
VIANA, A. de, Antigüedades
de las Islas Afortunadas. Edición de M. R. Alonso, Canarias, Gobierno de
Canarias, 1991 [1604].
ZIOLKOWSKI, M. S.,
“Punchao, Wanakawri y la Virgen
de La Candelaria ,
o de los dilemas de los incas de Copacabana”, Warsaw, Center for Latin American
Studies, S. Iwaniszewski et al. (eds.): Time and Astronomy at the Meeting of Two
Worlds, 1992, pp. 343357.
NOTAS
1 Dado su más que
improbable origen guanche, prescindo en esta ocasión de los estudios
relacionados con la orientación astronómica de las llamadas Pirámides de
Chacona (Guímar, Tenerife); estudios a los que, por otra parte, he contribuido
en diversas ocasiones (Barrios 1996a).
2 Cf. Barrios (1996a) e
Iwaniszewski (1996).
3 Entre otros, Bethencourt
(1994 [1911]), Rodríguez Moure (1991 [1915]), Álvarez (1949).
4 Cf. Hernández (1975),
Rumeu (1975), Riquelme (1990).
5 Asumiendo que el regreso
de Antón Guanche a Tenerife ocurriera hacia 14301450.
6 Hernández (1975), Rumeu
(1975), Riquelme (1990).
7 Un problema calendárico
de sincretismo religioso relacionado con la Virgen de Candelaria en Perú ha sido tratado por Ziolkowski
(1994 [1992]).
8 En cualquier caso, nótese
que 105 = 1 x 3 x 5 x 7 es el producto de los 4 primeros números impares.
ANEXO
1000 AC 500 AC 1 DC 501 DC 1001 DC 1501 DC 1601 DC 2001 DC
ASTRO Mag Orto Puesta Orto
Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta Orto Puesta
SI 30 dic 30 dic 26 dic 26 dic 23 dic 23 dic 20 dic 20 dic 16 dic 16 dic
13 dic 13 dic 22 dic 22 dic 22 dic 22 dic
EP 30 mar 30 mar 26 mar 26
mar 23 mar 23 mar 19 mar 19 mar 15 mar 15 mar 12 mar 12 mar 21 mar 21 mar 21
mar 21 mar
SV 3 jul 3 jul 29 jun 29
jun 24 jun 24 jun 21 jun 21 jun 17 jun 17 jun 13 jun 13 jun 22 jun 22 jun 22
jun 22 jun
EO 2 oct 2 oct 29 sep 29 sep 25 sep 25 sep 22 sep 22 sep 18 sep 18 sep
14 sep 14 sep 23 sep 23 sep 23 sep 23 sep Achernar 0.60 17 jul 8 ene 25 jul 20
ene 19 jul 1 feb
Acrux 1.10 25 oct 24 jun 30 oct 20 jun 5 nov 15 jun 11 nov 8 jun 21 nov
1 jun 7 dic 18 may 1 ene 18 may Alción 2.96 17 may 30 mar 20 may 3 abr 21 may 4
abr 23 may 8 abr 26 may 11 abr 28 may 15 abr 8 jun 25 abr 13 jun 30 abr
Aldebarán 1.06 26 may 15 abr 29 may 18 abr 30 may 20 abr 1 jun 23 abr 3
jun 26 abr 5 jun 28 abr 15 jun 9 may 20 jun 14 may
Alnilam 1.75 27 jun 23 abr 27 jun 25 abr 27 jun 26 abr 28 jun 29 abr 30
jun 1 may 1 jul 2 may 11 jul 13 may 15 jul 17 may
Altair 0.89 21 dic 24 dic 23 dic 25 dic 24 dic 27 dic 26 dic 29 dic 28
dic 31 dic 29 dic 1 ene 9 ene 12 ene 13 ene 16 ene
Antares 1.22 14 nov 5 oct 18 nov 8 oct 21 nov 11 oct 24 nov 15 oct 28
nov 19 oct 2 dic 23 oct 12 dic 2 nov 18 dic 9 nov
Arturo 0.24 24 sep 16 oct 27 sep 17 oct 30 sep 17 oct 3 oct 19 oct 7 oct
20 oct 9 oct 21 oct 20 oct 1 nov 25 oct 5 nov
Betelgeuse 0.10 19 jun 4 may 21 jun 7 may 21 jun 9 may 23 jun 10 may 25
jun 13 may 26 jun 15 may 7 jul 25 may 11 jul 30 may
Canopo 0.86
28 ago 18 abr 26 ago 18 abr 23 ago 17 abr 22 ago 16 abr 19 ago 13 abr 18
ago 12 abr 28 ago 22 abr 30 ago 23 abr
Capella 0.21 29 abr 5 may 2 may 9 may 5 may 12 may 10 may 18 may 14 may
22 may 19 may 28 may 30 may 7 jun 7 jun 14 jun
Castor 1.99 25 jun 28 may
28 jun 31 may 1 jul 3 jun 4 jul 6 jun 7 jul 9 jun 10 jul 13 jun 21 jul 23 jun
27 jul 29 jun
Deneb 1.33 26 dic 30 ene 25 dic 31 ene 24 dic 31 ene 23 dic 31 ene 23
dic 2 feb 21 dic 3 feb 31 dic 13 feb 2 ene 17 feb
Fomalhaut 1.29 10 mar 24
dic 15 mar 31 dic 19 mar 4 ene 24 mar 9 ene 27 mar 13 ene 31 mar 18 ene 10 abr
29 ene 15 abr 4 feb
Hadar 0.86 4 nov 21 jul 10
nov 13 jul 15 nov 9 jul 22 nov 6 jul 2 dic 30 jun 13 dic 24 jun 26 dic 2 jul 14
ene 25 jun
Mimosa 1.50 26 oct 6 jul 30
oct 28 jun 4 nov 24 jun 9 nov 19 jun 16 nov 14 jun 26 nov 8 jun 7 dic 16 jun 24
dic 10 jun
Polaris 2.12 Pollux 1.21 28
jun 2 jun 1 jul 5 jun 3 jul 7 jun 6 jul 10 jun 9 jul 13 jun 12 jul 16 jun 22
jul 26 jun 29 jul 3 jul
Proción 0.48 12 jul 29 may 14 jul 31 may 15 jul 1 jun 17 jul 3 jun 19
jul 5 jun 20 jul 6 jun 1 ago 17 jun 5 ago 21 jun
Régulo 1.34 7 ago 5 jul 10 ago 8 jul 12 ago 9 jul 15 ago 12 jul 18 ago
14 jul 21 ago 17 jul 31 ago 27 jul 6 sep 2 ago
Rigel 0.34 24 jun 20 abr 23 jun 21 abr 23 jun 23 abr 24 jun 25 abr 25
jun 27 abr 26 jun 28 abr 6 jul 8 may 10 jul 13 may
Rigil Kent 0.33 14 nov 30 jul 19 nov 22 jul 24 nov 19 jul 2 dic 15 jul
12 dic 9 jul 23 dic 1 jul 5 ene 10 jul 25 ene 2 jul
Sirio 1.58
14 jul 15 may 14 jul 16 may 15 jul 16 may 14 jul 17 may 16 jul 18 may 17
jul 19 may 27 jul 29 may 30 jul 1 jun
Spica 1.21 30 sep 23 ago 2 oct 26 ago 5 oct 28 ago 8 oct 31 ago 12 oct 3
sep 15 oct 6 sep 25 oct 16 sep 31 oct 23 sep
Vega 0.14 24 nov 8 ene 26
nov 7 ene 25 nov 6 ene 25 nov 7 ene 25 nov 6 ene 25 nov 6 ene 4 dic 16 ene 8
dic 20 ene
Fechas legales de los
solsticios y equinoccios astronómicos y de los ortos y puestas helíacas de las
25 estrellas seleccionadas, durante los últimos 3,000 años (Observador en condiciones
medias de observación medio para la latitud de Canarias).
Tomado de:
COLOQUIO DE HISTORIA
CANARIOAMERICANA
(2004)
Francisco Morales Padrón
Coordinador
Las Palmas de Gran Canaria,
2006
CABILDO DE GRAN CANARIA.
CASA DE COLÓN
1ª edición, 2006
Coordinación editorial:
Isabel Grimaldi Peña
Departamento de Ediciones
de la Consejería
de Cultura y Patrimonio Histórico
Ilustración de cubierta:
Juan Manuel de Silva. Retrato de doña María Ana Vélez del Hoyo(detalle). Ca.
1740. Pintura sobre lienzo.
Diseño cubierta: Montse
Ruiz
ISBN: 848103407X
Depósito legal: GC 4202006
Imprime: Compobell, S.L.
Maquetación y PDF: Némesys
Network Multimedia Systems, S.C.L.
Colabora: Caja Rural de
Canarias
COLOQUIO DE HISTORIA
CANARIOAMERICANA
(2004)
Francisco Morales Padrón
Coordinador
Las Palmas de Gran Canaria,
2006
CABILDO DE GRAN CANARIA.
CASA DE COLÓN
1ª edición, 2006
Coordinación editorial:
Isabel Grimaldi Peña
Departamento de Ediciones
de la Consejería
de Cultura y Patrimonio Histórico
Ilustración de cubierta:
Juan Manuel de Silva. Retrato de doña María Ana Vélez del Hoyo(detalle). Ca.
1740. Pintura sobre lienzo.
Diseño cubierta: Montse
Ruiz
ISBN: 848103407X
Depósito legal: GC 4202006
Imprime: Compobell, S.L.
Maquetación y PDF: Némesys
Network Multimedia Systems, S.C.L.
Colabora: Caja Rural de
Canarias
No hay comentarios:
Publicar un comentario