lunes, 1 de junio de 2015

:::Los usos sociales del color:::


El color es uno de los elementos básicos en la comunicación visual entre las personas. Te bastará un paseo por tu barrio para comprobarlo. Cuando quieras cambiar de acera, reconocerás el paso de peatones gracias a sus líneas blancas y, antes de cruzarlo, esperarás a que la luz del semáforo cambie del rojo al verde. Tal vez entres en una tienda –atraído por los llamativos colores de su letrero– y compres alguna prenda de vestir del color que esté de moda en ese momento. De regreso a casa, en tu portal, reconocerás al cartero por su carrito amarillo...

Las fuentes etnohistóricas recogen algunos ejemplos de los diversos usos sociales del color en las antiguas sociedades amazighes del archipiélago canario. Tratemos de analizar aquí alguno de ellos.
Los estatutos sociales
Ya en la crónica de la expedición italo-portuguesa de 1341, se hace referencia al uso del color en la vestimenta como elemento diferenciador del estatuto social del sujeto. Concretamente, se anota que en Gran Canaria «algunos, que parecían predominar sobre los demás, se cubrían con pieles caprinas pintadas de color amarillo y de rojo» [Recco (1341), en Boccaccio ca. 1342: 123v]. El mismo cronista insiste en ese aspecto cuando habla de los cuatro jóvenes nativos capturados en la antigua Tamarán, uno de los cuales «tiene las calzas de palma, mas los otros [la tienen] de juncos, pintada de amarillo y de rojo» [Recco (1341), en Boccaccio ca. 1342: 124].
El uso del color como indicador jerárquico no se limitaba a las vestimentas, sino que alcanzaba al propio cuerpo de los isleños. Por ejemplo, los nobles canarios no se conformaban con llevar el pelo largo para diferenciarse de los villanos trasquilados, sino que se lo teñían de rubio «con iervas y lexias que para ello hacian» [Sosa (1678: 111v) 1994: 287].
La guerra
También los colores tuvieron su importancia en tiempos de guerra. En la versión Lacunense de la crónica de la conquista de Gran Canaria, se menciona como elemento característico del guerrero canario Doramas su tarha (‘escudo’), decorada con los colores blanco y rojo: «traiasutarja quarteada de blanco, ý colorado» [Lacunense (ca. 1554) 1993: 227]. Al parecer, el uso de este tipo de símbolos geométricos y cromáticos era un fenómeno extendido entre los guerreros canarios, que pintaban sus adargas con «almagra y carbón cuarteados y alxedreses y otras con lanzas» [Gómez Escudero (ca. 1484) 1993: 388].
Por otro lado, la Historia de Abreu Galindo se hace eco de otro tipo de ornamentos utilizados por los guerreros de La Gomera, quienes durante la lucha sólo vestían unos «pañetes de cuero pintados» y se ataban en la frente unas cintas de junco «teñidas de colorado, y asul» [Abreu (d. 1676: 19v) 1977: 74].
Las viviendas
En las fuentes también encontramos referencias al uso del color como elemento decorativo del interior de las viviendas. En el mencionado texto de la expedicion italo-portuguesa de 1341, se dice que «Verdaderamente, las casas, que eran bellísimas y cubiertas de maderas bellísimas, por dentro eran todas blanquísimas, como si aparecieran blanqueadas con yeso» [Recco (1341), en Boccaccio ca. 1342: 123v]. Ya en crónicas posteriores es curioso comprobar cómo la actividad de pintar las casas era algo destinado mayoritariamente a las mujeres:
Los canarios tenían entre ellos oficiales de hacer casas debajo y encima de la tierra, carpinteros, sogueros que trabajaban con yerbas y con hojas de palma y preparaban las pieles para vestidos. La mayor parte de estos oficios los hacían las mujeres, así como la pintura, no de figuras humanas ni de animales, como se usa entre nosotros, sino trabajos para hermosear el interior de las casas y adornarlas [Torriani (1590) 1978: 112-113].
Las pinturas rupestres
Las pinturas que encontramos decorando las paredes de algunas cuevas de Gran Canaria corroboran que en las antiguas culturas amazighes del Archipiélago el color debió de ejercer una función simbólica, además de la estética. Ese tipo de adornos sólo se han conservado en la mencionada isla, pero parecen ser suficientes para confirmar una posible relación entre aritmética y geometría. Por ejemplo, las populares imágenes de la Cueva Pintada de Gáldar parecen tener un significado astronómico y calendárico (Barrios 1997: 157-183). Además, no deja de ser curioso que ese tipo de representaciones se repitan también en las populares pintaderas o en los ya mencionados escudos de los guerreros isleños.
La muerte
Por último, los colores también tuvieron un uso específico durante el complejo proceso de mirlado al que eran sometidos algunos difuntos. Cuando el cuerpo ya estaba envuelto en pieles y para poder identificarlo con posterioridad, el xaxo se marcaba «y assi por la señal y pinta dela piel se conocia despues el cuerpo del difunto» [Espinosa (1594: 27) 1980: 45].

Fuentes

ABREU GALINDO, Juan de. d. 1676 (ca. 1590). Historia de la Conquista de las Siete Yslas de Gran Canaria. Escrita Por el R. Pe. Fray Juan de Abreu Galíndo, del Orden de el Patríarca San Francísco, hijo de la Provínçía del Andaluçía Año de 1632. [Existe edición moderna realizada por el Dr. A. Cioranescu, publicada en S/C de Tenerife por Goya en 1977].

ESPINOSA, Alonso de. 1594. Del Origen y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de Candelaria, que aparecio en la Isla de Tenerife, con la descripcion de esta Isla. Compuesto por el Padre Fray Alonso de Espinosa de la Orden de Predicadores, y Predicador de ella. Sevilla: Juan de León. [Hay ed. moderna de A. Cioranescu, publicada en S/C de Tenerife por Goya en 1980].

GÓMEZ ESCUDERO, Pedro. ca. 1484. Libro segundo prosigue la conquista de Canaria, en F. Morales Padrón (1993: 383-468).

LACUNENSE. ca. 1554. Conquista de la Isla de Gran Canaria hecha por mandado de los señores Reyes Cathólicos Don Fernando y Doña Isabel. Por el capitán Don Juan Rejon y el Governador Rodrigo de Vera con el Alferes Mayor Alonso Jaimes de Sotomayor. Comensose por Musiut Joan de Betancurt. El año de 1439 y se acavó el año de 1477 dia del bienaventurado S. Pº martyr a 29 de abril y duro 38 años esta conquista, en F. Morales Padrón (1993: 185-228).

MORALES PADRÓN, Francisco. 1993 (1978). Canarias: crónicas de su conquista. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular (Ínsulas de la Fortuna, 2), 2ª ed.

RECCO, Niccoloso da. 1341. De Canaria et insulis reliquis ultra ispaniam in occeano noviter repertis. Copia de G. Boccaccio (ca. 1342), cuyo manuscrito se guarda en la Biblioteca Nacional de Florencia. [Existe una edición razonablemente buena realizada por Giogio Padoan: «’Ad insulas ultra Hispaniam noviter repertas’: el redescubrimiento de las islas atlánticas (1336-1341)», artículo publicado en la revista Syntasis (1992-1993) 30-31: 130-143].

SOSA, José de. 1994 (1678-1685). Topografia de la isla afortunada de Gran Canaria. Introducción, transcripción y notas: M. Ronquillo Rubio y A. Viñas Brito. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo. (Ínsulas de la Fortuna, 3).

TORRIANI, Leonardo. 1978 (1590). Descripción e historia del reino de las Islas Canarias. Introducción y Notas por Alejandro Cioranescu. S/C de Tenerife: Goya.

Bibliografía

BARRIOS GARCÍA, José. 2004 (1997). Sistemas de numeración y calendarios de las poblaciones bereberes de Gran Canaria y Tenerife en los siglos XIV-XV. Tesis Doctoral. La Laguna: Univesidad. (Humanidades y Ciencas Sociales, 11).

REYES GARCÍA, Ignacio. 2004. Cosmogonía y lengua en Canarias. S/C de Tenerife: Foro de Investigaciones Sociales.

Autor: Néstor Bogajo En: Revista Mundo Guanche.

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