Los antiguos habitantes de Canarias contaban con
numerosos espacios de aprovechamiento comunal. Aquí hacemos una pequeña reseña
de los que están mejor documentados.
:::Espacios comunitarios:::
Casas regias
Según los cronistas, los canarios contaban
con casas regias o reales, donde el guanarteme compartía con sus súbditos
grandes fiestas y banquetes.
Al respecto, la versión Ovetense (1478-1512:
127v) de la conquista grancanaria cuenta:
Tenían los dichos Guadartemes casas de
rrecreación y pasatiempos, donde se juntaban onbres y mujeres a cantar y a
bailar, y acabados sus cantos y bailes, ordenaban sus banquetes y comidas de
mucha carne asada y cosida (Morales Padrón 1993: 161).
El conquistador toledano Antonio Cedeño (ca.
1490: 15v-16) relata:
La maior casa que se halló fue la de
Guanartheme […] se halló aforrada en tablones de tea mui ajustados, que no se
conocían las junturas, ensima estaban pintados de blanco con tierra i de
colorado con almagra i de negro con carbón molido, unos ajedresados, i tarjetas
redondas a modo de quesos por el techo (Morales Padrón 1993: 375).
Tagorores
El tagoror era el sitio de reunión del mencey (menzy,
‘principal’) y del consejo de ancianos nobles. Solía estar a la entrada (o en
las cercanías) de la vivienda de este responsable de la jefatura. Era un
terreno circular, de ahí su nombre (tagururt, ‘recinto circular’),
circunscrito por piedras que hacían el papel de asientos, destacando entre
ellas una más elevada destinada al de rango superior.
Sobre el tagoror, el dominico Alonso de Espinosa
(1594: 34v) precisa:
[...] que era el lugar do hacía su
consulta y recibía los pareceres de los de su consejo. Este lugar estaba
delante de la puerta de su casa, en alguna llanura y en circuito del ala
redonda puestos a poco trecho unas piedras en que se asentaba el rey y sus
vasallos al sol de Dios (Espinosa 1980 (1594): 54).
Tenerife es la isla donde más referencias
se han encontrado de este tipo de construcciones, con unas 80 repartidas por
todo el territorio.
Plazas
Las plazas están poco documentadas en Canarias,
no obstante tenemos algunas evidencias de su existencia, siendo tan sólo la de Gáldar,
en Gran Canaria, la única con datos fiables.
El capellán conquistador Pedro Gómez Escudero
(ca. 1484: 46v) recoge:
[…] una plaza o circo sercada en forma
circular i bien grande, que caben siete mil hombres. Es de altura de dos a tres
tapias de alto de piedras grandes en mucha manera sin varro; tiene dos puertas,
una enfrente de otra. En esta plaça dicen hacían justicia de los delinquentes
[…] (Morales Padrón 1993: 388).
Espacios de almacenaje: graneros
Los graneros, construcciones que permiten el
almacenamiento y conservación de granos, son espacios comunitarios gestionados
por el jefe principal de la comunidad.
Las edificaciones más espectaculares se
encuentran en Gran Canaria, donde destaca el Cenobio de Valerón,
construcción realizada sobre piroclastos cementados o tobas en las que se
abrieron pequeños compartimentos de forma esférica, llegando a un número de 298
distribuidos en 8 pisos; además contaban con una ranura en la que colocaban una
piedra plana o puerta de madera para su cerramiento.
Por lo general, estos graneros se encontraban en
lugares elevados o de difícil acceso, para facilitar su defensa.
Los principales graneros de Gran Canaria se
encontraban en Gáldar y Telde, por ser los más grandes en el entorno de los dos
principales núcleos urbanos y cabeza de los guanartematos.
Rediles de ganado
Los rediles eran espacios cercados por muros de
piedra donde se custodiaba al ganado. En la actualidad, existen pocos vestigios
originales, ya que en su mayoría han sido reutilizados por los pastores después
de la Conquista.
Se hallaban casi siempre en zonas protegidas,
como vaguadas, interfluvios de barrancos, etc. Los más grandes que se han
descubierto se localizan en Fuerteventura.
Canteras de piedra
La inexistencia del metal en las Islas llevó a
los antiguos canarios a desarrollar al máximo la industria cantera, creando
auténticos centros para esta manufactura allá donde se encontraba la mejor materia
prima.
En los alrededores del pico del Teide existieron
varios talleres canteros donde se obtenía obsidiana, piedra formada en
magmas básicos, de color negro y aspecto cristalino, que se utilizaban –debido
a su especial dureza– para la fabricación de herramientas cortantes, como las
tabonas. También existen evidencias de pequeñas canteras, de este mismo
material, en Gran Canaria y La Palma.
Para la fabricación de molinos de piedras, se
utilizaba una piedra especial de origen basáltico, más fácil de tallar
que la obsidiana. Se conocen cuatro canteras de explotación de molinos en la
isla de Gran Canaria y tres más en Tenerife. Alrededor de estas
canteras, es habitual encontrar estructuras de habitación, lo que evidencia la
profesión de cantero.
Fuentes |
ESPINOSA, Alonso de. 1980 (1594). Historia de Nuestra
Señora de Candelaria. Introducción de Alejandro Cioranescu. S/C de
Tenerife: Goya.
MORALES PADRÓN, Francisco. 1993. Canarias: crónicas de su conquista. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular (Ínsulas de la Fortuna, 2), 2ª ed. |
Bibliografía |
ARCO AGUILAR, Mª del Carmen del, y Juan Francisco Navarro
Mederos. 1996 (1987). Los aborígenes. CCPC (Historia Popular de
Canarias, 1).
MEDEROS MARTÍN, Alfredo, y Gabriel Escribano Cobo. 2002. Los aborígenes y la prehistoria de Canarias. CCPC. |
Autor:
Belkis Lopez En: Revista Mundo Guanche.
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