19 n Want’ ijamaynut Magek n 15
achano n tallit taynay tagwancet (19 de junio del año 15 de la nueva era
guanche, equivalente al 19 de junio de 2015 del calendario occidental) fue un
día de jubilo para la Congregación de la Iglesia del Pueblo Guanche.
En el
principio no era el verbo, dicen Nuestros Tagorales, era el útero. El huevo
cósmico de donde surge toda la vida.
Si las religiones patriarcales sentencian al cuerpo de las
mujeres al dolor, las adoradoras de la Diosa Madre Chaxiraxi lo recuperan como
una herramienta para conectarse con lo divino.
Con el transcurso del tiempo, en distintas religiones se ha ignorado y transformado
radicalmente el rol y el poder de la mujer con el objetivo de subvertir su
fuerza y capacidad, anulando una energía
propia y natural, que se acrecienta por su capacidad regeneradora, y por su
sentido común e inteligencia,
proyectándose de forma válida en
diversas esferas de la conciencia.
Diosa Madre
que bajo diferentes denominaciones,
prácticamente todas, fueron
alguna vez representadas de negro,
porque dicho color es el que se utiliza simbólicamente para
señalar a esa
tierra primigenia que,
una vez fecundada por la
potencia celeste, será
la fuente de toda vida:
física, espiritual e intelectual.
Diosa-Madre-Tierra implica indefectiblemente color negro.
Fue, es y será la Diosa eterna,
la madre nutricia que alimenta a sus hijos y les abraza para que renazcan los
sueños y el espíritu de cada ser se nutra de su amor incondicional para
elevarse encarnación tras encarnación a la eterna fuente divina de donde todo
proviene.
En este día tanto el clero como
los fieles de nuestra iglesia nos hemos visto enriquecidos espiritualmente con
la consagración como nuevas Maguadas de dos hermanas, Dacil Ait Tilelli y
Ariscaya Ayt Himagua, quienes siguiendo la llamada de
Nuestra Magné Chaxiraxi han decidido dedicar sus vidas al servicio de Nuestra
Magné y de nuestros hermanos bajo el amparo de nuestra Comunidad, la Iglesia
del Pueblo Guanche.
Sobre las ocho de la tarde en un mágico rincón del
municipio de Arico acariciados por los vivificantes rayos de Magek, dos
hermanas, dos mujeres, dos mujeres entrenadas en la
Tradición de la Diosa Madre Chaxiraxi y sus paredros, que celebramos e
instruimos.
Estas nuevas mujeres,
ya no están atadas a las convenciones patriarcales como las mujeres comunes o
despotenciadas. Conocen su sacralidad, están comprometidas con
ella y la sirven como sirven visiblemente a la Diosa Madre de manera
cotidiana y social.
Todo cambio, toda transformación
es gradual, no se obtienen resultados inmediatos, la acción
espiritual actúa internamente para ayudarnos a transmutar las
situaciones negativas en positivas.
La transformación implica cambios
en la naturaleza del ser humano, a nivel espiritual se debe realizar un trabajo
de introspección (auto examen de los actos, estados de ánimo y conciencia), no
se trata de buscar refugio en aquello que causa conflictos ni de apegarse a lo
que no pudo ser, se trata de romper esquemas enfrentando la consecuencias de
nuestros actos, reflexionar y meditar para extraer el aprendizaje de cada
experiencia (positiva o negativa).
El acto de consagración contó con
la presencia de nuestro Guadameñe Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen, y fue
oficiado por nuestro Faykan Decano Rukaden Ait Arehukas Teguise.
El Faykan Decano y Consagrador
inicio el rito de Consagración del que entresacamos algunos párrafos:
"A la gloria de la Sublime
Diosa Madre Chaxiraxi Creadora de los Mundos, en el nombre y bajo los auspicios
de La Diosa Magek, El Dios Luna y los Espíritus de nuestros Ancestros, declaro
abiertos los trabajos de este respetable Supremo Tagoro, en lo Visible como en
lo Invisible".
"Que las Fuerzas supremas
que rigen los destinos de los hombres se dignen en este instante descender
sobre este Tagoro de deseo espiritual y lo vuelvan animado, luminoso e
incorruptible."
Mas adelante en otra face del
ritual añade:
"Que este Fuego sagrado nos
ilumine, nos abrace y nos purifique. Que destruya en nosotros todo lo que
todavía tenemos de imperfecto y que, habiendo llegado a ser mejores, seamos
admitidos en el Misterio Inefable del Antiguo y Primitivo Rito de la Iglesia
del Pueblo Guanche".
Continuado:
a) Purificación mental.
El Venerable Consagrador dice:
"Ascenderemos al Altar de la
Verdad. Por Ella alegraremos nuestra juventud.
Purifiquemos nuestros corazones y nuestros
espíritus para ser admitidos en el Plano de la Elevación.
Purifiquemos primero nuestro
Pensamiento". Un momento de silencio.
b) Purificación física:
El Venerable Consagrador añade:
"Tenemos que lavar ya el
peso de nuestras faltas anteriores. Arrepintámonos y tengamos el más vivo dolor
de ellas y pidamos a la divina Naturaleza que nos perdone nuestras debilidades
pasadas. Escrutemos nuestra conciencia.
Sopesemos nuestros actos con
severidad. La Jueza nos escruta desde el centro del triángulo de la Llama
Sagrada y sopesa nuestros actos presentes y pasados.
Seamos Puros, Puros, Puros.
Lavemos nuestras faltas en el arrepentimiento y que el Agua Consagrada borre
todas sus trazas".
El Venerable Consagrador recoge
el Fuego Sagrado que arde en el altar y dice:
"Purifiquemos ahora nuestra
astralidad por el Fuego Sagrado".
"Que este Fuego sagrado
sitúe en torno de usted/es una protección constante, una Barrera Inefable. Y
ahora que hemos borrado nuestras faltas y eliminado nuestras últimas
imperfecciones, ascendamos, con corazón alegre, al Altar de la Verdad".
"Oh, Madre soberana a quien
se invoca bajo Nombres diversos, recibe en este momento nuestro homenaje,
nuestro amor y nuestro respeto. Haz de modo que este/os nuevos Guías de los
Hombres esté penetrado de Tu Luz, transportado por Tu Fuerza, devorado por Tu
Celo y abrasado por Tu Bondad que consume. Haz de modo que su corazones sean
puros, que su espíritu se ilumine, que su alma vibre de esperanza, porque Tu
eres él/ella, y él/ella se ha convertido en Ti.
Haz de modo que permanezca
siempre digno/a de Ti y que pase dignamente también la Antorcha Sagrada que hoy
se le ha confiado a aquel de sus discípulos que estime como el mejor, el más
puro, el más iluminado, el más digno de este favor supremo.
Sea bendito/a por los Espiritas
de Nuestros Antepasados y celebrado en la Eternidad por todas las Armonías de
las Esferas y las Irradiaciones de los Mundos".
Las hermanas consagradas
estuvieron arropadas por parientes y amigos,
una vez concluidos los ritos de consagración todos los asistentes
participamos de una espléndida y copiosa comida de hermandad compartida en
franca camaradería y fraternal amor, regada como no, de unos vasitos de buen
vino de nuestro país, degustados eso sí, con mucha moderación.
Buenos dias Quevehi.
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