Pablo Guedes González.
Según la Crónica Ovetense (1478-1512), la supuestamente más antigua de entre las conservadas, acerca de la conquista, que:
“Estos canarios tenían por santuario a dos riscos llamados Tirma y Cimarso [Amagro], que tienen dos leguas cada uno en redondo, que confinan con el mar, y el malhechor que a estos cerros se acogía era libre y seguro, y no le podían sacar de allí si él no quería, guardándolos y reverenciándolos como a iglesias, y como acá amparados la casa santa de Jerusalén juraban ellos Asitis tirma y Asitis magro”
En este artículo, queremos
destacar de este importante testimonio, la extensión que se le suponía a cada
uno de los territorios sagrados, que era de dos leguas, unos 10 km, confinando
con el mar.
Según la
Carta Arqueológica municipal de SBT, en Amurga hay 17 zonas (ver gráfico) donde
se encuentran mojones, o torretas de piedras, como las denominan los expertos,
que marcan un territorio comprendido entre el Barranco Hondo y el de Fataga y
desde los altos de Amurga y su almogarén hasta prácticamente las últimas
estribaciones montañosas antes de llegar al llano, en la zona de la costa. Este
territorio, forma un triángulo con las siguientes medidas: Lomo Pajarcillo -
Altos del Coronadero: un poco menos de 10 km., Lomo Pajarcillo altos de Lomo de
Maspalomas: algo mas de 10 km. y altos de Lomo de Maspalomas hasta Altos del
Coronadero: unos siete kilómetros.
En nuestro artículo sobre la relación de los yacimientos del Coronadero y de 4
Puertas, con la estrella Canopo y el calendario de los antiguos canarios,
hacíamos referencia a un texto del pleito sobre los linderos del Señorío
Episcopal de Agüimes, que tuvo lugar entre 1502 y 1517, en el que se citan
“santidades” o lugares sagrados, delimitados por mojones:
“...no teniendo el dicho
lugar o villa de Aguymes término limitado alguno que suyo fuese ni le
perteneciese como estava provado e averiguado porque si algunos testigos dezían
aver oido dezir tener termino limitado por otros muchos afirmativamente se
provava no lo tener más de aver en él una santidad donde los dichos canarios se
acogían con sus ganados en tiempos de guerras para estar seguros como en otras
partes muchas que avía semejantes en la dicha isla e que de la dicha santidad
serían los mojoenes si alguno oviese e que el dicho lugar era aldea de la
ciudad de Telde donde residía el Rey de la dicha isla.” (Cazorla León, S.
Agüimes, Real señorío de los obispos de Canarias (1486-1837)).
El texto hace referencia a los
“mojoenes”, a que los mismos delimitaban una “santidad” donde los canarios se
refugiaban con los ganados en tiempos de guerra, estableciéndose en estos
lugares el “derecho de asilo”.
Aunque no podemos afirmar que el
texto se refiera a los mojones de Amurga, queremos recordar que toda esta
comarca, aunque no se incluyó con posterioridad en el territorio del señorío, era
explotada por los pastores de Agüimes y los vecinos de la comarca se
consideraban de Agüimes, donde eran bautizados y enterrados hasta principios
del s XX.
De cualquier manera, en el texto se afirma que la función de este tipo de mojones para los canarios, era la de delimitación de los santuarios. Por otro lado el término “mojones” nos ha llegado desde los antiguos pastores hasta nosotros.
De cualquier manera, en el texto se afirma que la función de este tipo de mojones para los canarios, era la de delimitación de los santuarios. Por otro lado el término “mojones” nos ha llegado desde los antiguos pastores hasta nosotros.
Sebastián Jiménez Sánchez (1966)
define a los mojones como torretas troncocónicas, “son un conjunto de
piedras, por lo general lajas, maravillosamente dispuestas en ensamblamiento.
Dichas construcciones denotan idealización y alto espíritu estético”. Para
Jiménez tienen un carácter eminentemente cultual: “son tronos y soportes de
las almas de los héroes, de los antepasados y de los jerarcas de los poblados
cantorales pastoriles. En ellas tuvieron efecto ceremonias sacrales de carácter
astral.” (Exponentes megaliticos cultuales de los canarios aborígenes).
En un principio Jiménez pensaba
que los mojones eran el coronamiento de un túmulo funerario, opinión que
desechó después de hacer varias catas con resultado negativo.
Es posible que existieran mas
mojones que hubieran sido destruidos o desaparecido por roturaciones del
terreno (como así ha pasado en Mogán) y el territorio delimitado hubiera sido
mayor. En el texto del pleito se indica que había otros santuarios, señalizados
de la misma forma. Nosotros solo conocemos aparte de los de Amurga, los de
Mogán, la mayoría en Tauro con este tipo de construcciones, que para Jiménez
eran estructuras “arquitecturales por lo cuidadas”, que no se debían
confundir con otros amontonamientos de piedras, que provenían de la época
aborigen.
En realidad Jiménez solo hace
referencia a los mojones que están en Tauro, al suroeste de la isla y no nombra
a los de Amurga: “Las hemos encontrado en los yacimientos arqueológicos de
“Los Castilletes” de Tabaibales de Veneguera, “Llanos de Gamona”, “Ladera del
Lomo de los Gatos”, “Montaña Redonda” y en “Lomo de los Ritos, en Tauro Alto”,
dentro del término de Mogán, y en “Lomo de San José”, en la localidad de
Arguineguín, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana”.
Como comentamos anteriormente, que sepamos, los mojones solo se encuentran en Amurga y en Mogán, aunque en la carta municipal de SBT hay otros tres, uno en Arteara, otro cercano al actual Tunte y el último suponemos que es el que Jiménez localiza en “Lomo San José” cercano al Pajar. En la zona sureste, Amurga, se orientan al sol naciente y en la zona suroeste, Tauro, se orientan al poniente.
Jiménez continua afirmando que
las torretas “…le recuerdan a los montones de piedras de simbolismo sagrado
localizadas en la isla de La Palma y a los de los antiguos bereberes, con los
cuales se identifican. Construcciones de este tipo, que nos hace pensar en
crecientes lunares y, por lo tanto en un culto astral, las hemos localizado
también en la isla de Fuerteventura orientados al sol naciente.”
(Blog Historia Castillo de Romeral)
BIBLIOGRAFÍA.
Cuenca; Julio; Gil M. Carmen y Betancor Antonio, 1997. Carta Arqueológica del Término Municipal de San Bartolomé de Tirajana. El Museo Canario, Nº. 52, pp. 57-166.
Cazorla León, S. 1984. Agüimes,
Real señorío de los obispos de Canarias [1486-1837], Real Sociedad Económica de
Amigos del País, Las Palmas de Gran Canaria. Apéndice 4, p.101.
Jiménez Sanchez, Sebastian. 1966.
Exponentes megaliticos cultuales de los canarios
aborígenes. Presentado en el V Congreso Panafricano de prehistoria y
Estudios del Cuartenario y, publicado por el Museo Arqueológico de Santa Cruz
de Tenerife.
OVETENSE. 1993 (1639; 1478-1512). Libro de la conquista de la ysla de Gran Canaria y de las demás yslas della trasladado de otro libro orijinal de letra de mano fecho por el alferes Alonso Jaimes de Sotomayor que uino por alferes mayor de la dicha conquista el qual se halló en ella desde el principio hasta que se acabó y murió en la uilla de Gáldar en Canaria donde tiene oy uisnietos, el qual libro orijinal rremitió a esta ysla el capitán Jhoan de Quintana persona fidedina y de mucho crédito donde fue trasladado por el capitán Alonso de Xerez Cardona en quatro de marso de mil y seissientos y treynta y nueue años, en Morales Padrón (1993: 107-183).
Rodríguez Fleitas, Angel y col.
2002. Los Almogarenes Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria. En
F. Morales Padrón (coord.): XIV Coloquio de Historia canario- americana. 2000.
Las Palmas de Gran Canaria: 410-432.
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