viernes, 3 de abril de 2015

TESTAMENTO DE LA GUANCHE DÑA. CATALINA FERNANDEZ

1505 Noviembre 4.

En Eguerew n Chinech (La Laguna-Tenerife) Doña Catalina Fernández, guanche, hace testamento a su sobrino Andrés de Güímar para que con el producto de la herencia compre su libertad.


Andrés de Güímar de Llerena, considerado "príncipe guanche", "hijo o parte muy cercana del mencey de Güímar Añaterve" o "guanche principal del bando de su apellido", este conocido guanche fue esclavo de guerra, pese a pertenecer a uno de los reinos de paces; pasó a la propiedad y servicio del regidor don Fernando de Llarena, cuyo apellido tomó, por lo que fue conocido indistintamente con ambos nombres. Su tía, doña Catalina Fernández, que tenía regular fortuna en tierras y casas en la Ciudad, lo dejó por su heredero, según testamento otorgado ante don Sebastián Páez el 4 de noviembre de 1505, precisamente para que con el producto de la herencia se "ahorrase", y nombró albacea al propio don Fernando de Llarena. Las relaciones entre éste y su antiguo esclavo continuaron siendo buenas, ya que don Andrés le dio poder al regidor el 2 de septiembre de 1510 para resolver sus pleitos y cobrar sus deudas. La personalidad de don Andrés de Güímar o de Llarena es interesante. Perseguido por el Adelantado, que sin duda continuaba considerándolo presa de buena guerra, probablemente porque fuese alguno de los que de su bando se alzaron y siguieron a los que defendieron la independencia de la isla; probablemente fue esclavizado de nuevo por Lugo, por lo que al tomar don Lope de Sosa la residencia al Adelantado don Andrés se querelló en su contra, reclamando el pago de quince años al servicio de éste, por lo que Lugo fue condenado al pago de 50.000 maravedís, en que se había tasado "el rescate e premio e todo lo demás que diz que perdiste en ganar"; don Alonso apeló la sentencia y, tras una
Cédula de emplazamiento a don Andrés de Güímar para que se personase en la apelación, fechada a 9 de diciembre de 1508, sabemos que el 7 de junio de 1511 1a Reina doña Juana ordenó su libertad.

No obstante, continuó defendiéndose del Adelantado y defendiendo a los de su raza, y para evitar las represalias de éste, hubo de solicitar a los Reyes cartas de seguro, que logró obtener en abril de 1515, una por si y en nombre de los guanches de la isla contra las medidas del Adelantado, que les prohibía llevar armas y les obligaba a ir ala ciudad con gran perjuicio para sus bienes; otra por la que se ordenaba a don Alonso que pagase a aquél el resto de los maravedís que le debía, como consecuencia del pleito que habían sostenido, en el que el Gobernador había sido condenado; y la tercera, porque "se teme que por odio e enemistad e malquerencia que con él han e tienen don Alonso Fernández de Lugo e sus parientes e omes e criados (...) le ferirán o matarán o lisiarán o perderán o le tomarán o ocuparán sus bienes contra toda razón e derecho (...)", por ello pidió y le dieron carta de seguro. Aún tuvo arrestos y gallardía suficientes don Andrés para quejarse a doña Juana de la conducta del Adelantado con los de su raza, pues "por mala voluntad les hace muchos agravios, especialmente que por ser guanches los quiere mal y los echa de la tierra ", a lo que dio satisfacción la Reina expresando, en Real Cédula, que en adelante no quería que se motivara queja alguna de un guanche. Otorgó testamento el 4 de septiembre de 1527 ante don Alonso Gutiérrez, cuando iba a ir con el segundo Adelantado a Berbería, en cuya expedición probablemente perdió la vida, pues el 12 de octubre de 1528 su viuda solicitó, ante el escribano don Antón de Vallejo, la tutela de sus hijos Catalina y Andrés, y dio poder a don Marcos Pérez, el mayor de los que había tenido de su primer matrimonio con don Pedro de Adeje, para que defendiera sus intereses. Doña María de Lugo testó en Buenavista el 16 de octubre de 1530, ante el escribano don Rodrigo Fernández. Don Andrés tuvo con doña María cuatro hijos: don Diego de Llerena; doña María Díaz,  que casó con don Juan Gaspar, hijo de don Gaspar Ferrnández y de doña Catalina Francisca, guanches acomodados que ya hemos mencionado, con numerosa descendencia; don Andrés de Llerena, que casó con doña Margarita González, de los que nos ocupamos en otro texto; y doña Catalina de Lugo; de ellos, el primero y la cuarta debieron morir jóvenes.

Hijo de don Bartolomé Hernández y de doña Catalina Luis Sardo; nieto de don Bartolomé Hernández Criador "el Hidalgo" y de doña Ximona de Armas; bisnieto de don Juan Delgado Bensa, primo del mencey de Adeje, y de doña Juana Hernández Carujama (o Catalina Pérez Carujama). Fueron sus hijos: el capitán don Juan Delgado, vecino de Fasnia, donde casó con doña Bárbara González, origen de la ilustre familia sureña Delgado- Trinidad; el capitán don Gonzalo Delgado Llarena (1625-1706), esposo de doña Florentina Verde; el ayudante don Fernando de Baute, que casó con doña Águeda de Monguía; don Bartolomé Delgado Llarena (1629-1683), presbítero y beneficiado de Adeje; Sor Catalina de San Juan Delgado y Sor Margarita de la Encarnación Delgado, monjas clarisas.



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