viernes, 27 de febrero de 2015

JUAN REYES ARMAS

1922 febrero 22.

Fallece en la ciudad de Arucas don Juan Reyes Armas

Texto de ISIDORO SANTANA GIL, sobre la vida y obra del recordado musicólogo lagunero - portuense don Juan Reyes Armas que titula “UNA ESTANCIA EN VENEZUELA DEL COMPOSITOR TINERFEÑO JUAN REYES ARMAS”: “…Juan Reyes Armas nació en La Laguna (Tenerife) el 14 de febrero de 1857. En esta misma ciudad inicia sus estudios de magisterio que abandona rápidamente para comenzar los musicales bajo la dirección del músico mayor militar el maestro Trabal. Además de los estudios de solfeo, Reyes Armas se inclina por los instrumentos piano y clarinete, siendo este último el que más satisfacciones le dará en el futuro.


A la muerte de su madre su familia se dispersa. Sus seis hermanas llegan al municipio norteño de Arucas (Gran Canaria) donde la mayor ha contraído matrimonio con el secretario del Ayuntamiento. Por otro lado nuestro compositor, Juan Reyes Armas, su padre, Juan Reyes Izquierdo, y su hermano José, emigran a Venezuela en 1878 en busca de nuevos horizontes.

Ya en Venezuela se establece la familia Reyes Armas en Caracas donde abren un negocio relacionado con el mundo de la peletería. En sus ratos de ocio Juan Reyes Armas no abandona su faceta musical y comienza tomar clases de música con el reconocido profesor de piano mexicano Carlos A. Serrano, para posteriormente recibirlas del francés Raimond Rassiel. Además, pone en práctica sus dotes pedagógicas dirigiendo la academia de música que la Sociedad de Españoles de Ins­trucción y Recreo «La Fraternidad» de Caracas ha montado bajo la presidencia de Gregario González, al poco tiempo de su creación. Esta sociedad, para agradecer la labor educativa que está realizando Juan Re­yes Armas, lo nombra Socio de Mérito el 16 de septiembre de 1879, concediéndoles además el derecho de voz y voto en las asambleas, por lo que participó activamente en los designios de dicha institución cultural.

Pero no sólo su afición musical quedó patente en sus clases en la Sociedad «La Fraternidad», sino que siguió preparándose y llegó a formar parte de la Banda Marcial de Caracas donde simultaneó el requinto y el clarinete, Esta banda, bajo la dirección del maestro Leopoldo Sucre, nombró subdirector de la misma a Juan Reyes Armas e incluso en nu­merosas ocasiones fue solista de clarinete en ella, Además, fue profesor de este instrumento en la academia de música de dicha banda. También simultaneó su labor en la Banda con la de integrante de la orquesta del Teatro Nacional de Caracas, en la que fue clarinete solis­ta, Con esta orquesta participó Juan Reyes Armas en los conciertos organizados para celebrar los actos del primer centenario del nacimien­to del libertador Simón Bolívar, El presidente de la República Venezo­lana, Guzmán Blanco, reconoció la labor de todos los participantes en dichos conciertos y les concedió una de las más altas condecoraciones del país, la orden del busto del libertador en quinta clase, y así fue publicado el decreto ministerial el 21 de septiembre de 1883, Esta con­decoración jamás llegó a manos de nuestro compositor por un error en la publicación de su nombre de pila, al que cambiaron por José. Rei­teradamente Juan Reyes Armas reclamó dicha condecoración e incluso escribió varias veces al presidente de la República Venezolana Guzmán Blanco, pero éste, al finalizar su mandato, se vino a vivir a París y le contestaba que debía dirigirse al presidente actual Hermógenes López.

No solo Reyes Armas fue solista de orquesta del Teatro Nacional, sino que también tomó parte como pianista y clarinetista en varias ac­tuaciones tanto en Caracas como en otras localidades de la República. Aclamadas fueron sus actuaciones con la soprano danesa y residente en Bógota, Emilia Benic, dirigida por el maestro Carlos A. Serrano, el 5 de agosto de 1883, en las que también participaron los pianistas Ramón G. Osario y su discípulo Andrés M. Delgado. Juan Reyes Armas inter­pretó una Fantasía en Mi bemol para clarinete. La soprano Emilia Benic, en una carta fechada en Caracas a 6 de agosto de 1883, agradece a Juan Reyes Armas su ayuda en las actuaciones realizadas en dicha capital y expresa la admiración y cálida acogida con que el público caraqueño premió la interpretación del joven compositor lagunero, El 7 de septiembre de 1883 también participó en el concierto a beneficio de los músicos mexicanos Carlos A. Serrano y Ramón G. Osario, en el que interpretó, entre otras obras, un vals de SchuIhoff para dos pianos a cuatro manos con los homenajeados.

En Venezuela, Juan Reyes Armas comienza también a escribir sus primeras composiciones musicales, siendo la colección de «Valses Venezolanos» uno de los primeros títulos editados por la editorial caraqueña Azpurúa. De esta obra no se ha podido encontrar ningún ejemplar hasta el momento. En cambio, en el Área de Musicología de El Museo Canario se conservan dos manuscritos del autor firmados en Caracas y que llevan títulos como «Danza nº 1» y «Dos PoIkas», esta última fechada en marzo de 1883 y dedicada a su amigo, el escritor lagunero Francis­co M. Pinto. Son obras para piano, de pequeña envergadura. No tene­mos conocimiento de otras obras de su etapa venezolana.

Juan Reyes Armas regresa a Canarias después de fallecidos su pa­dre y su hermano José en el país caribeño, llegando en 1885 para dar varios conciertos en Las Palmas de Gran Canaria y embarcar de nuevo rumbo a Tenerife, donde comienza un singladura como director de va­rias bandas de música de la zona norte de la isla.

En 1905 se traslada a Santa Cruz de Tenerife, donde dirigirá el sexteto del Hotel Quisisana y la orquesta del Círculo de Amistad XII de Enero, participando activa­mente en el resurgir musical de la capital tinerfeña. En 1917 es llama­do a Gran Canaria para dirigir la banda municipal de Arucas, labor que compaginará con la dirección de la banda del Puerto de la Luz. En toda su etapa canaria compaginará sus tareas de director musical y de profesor de piano con la composición musical, faceta de la que nos quedan numerosos ejemplos.

Fallece en la ciudad de Arucas el 22 de febrero de 1922. Su labor musical no desapareció con su óbito, sino que se mantuvo viva gracias a su hijo el también compositor Juan Reyes Bartlet…”


(Bruno Juan Álvarez Abreu)

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