Podemos, si estos son los amigos, bendito sea el enemigo: el mismo palo con la misma zanahoria que en el 78.

Dicen los que entienden de estas cosas, que el auge de podemos se debe a lo que llaman “transversalidad”, o la capacidad de usar un eufemismo. La tradicional “división ideológica” de la mayoría social, podemos decir que era, a groso modo, los pudientes de derechas, las clases medias centro derecha/ izquierda, y las clases menos pudientes de izquierdas, aunque la realidad era bastante más compleja.

Ahora, Podemos sustituye la división ideológica más o menos simplificada que acabo de exponer, y nos dicen que en realidad, ahora solo hay ricos y no pudientes, y que la lucha está en ese campo y no en el ideológico. Yo me pregunto, si han cambiado tanto las cosas como para que no se entienda este discurso como un vulgar sucedáneo, un eufemismo que viene a decirnos que la división y lucha está entre los que defienden a la clase pudiente y los que no, como si a lo largo de siglos de luchas sociales y revolucionarias, hubiera estado en otra cosa.

Pero rizan el rizo en torno a un problema nunca resuelto en la “españa donde todavía no llegado la Ilustración”, el de los territorios anexionados y conquistados, y que creían resuelto con el palo y la zanahoria del “estado de las autonomías”.

Podemos, como partido español que es, y orgullosos de serlo como se jactan, también trae en su recetario de fórmulas magistrales, la fórmula de la receta mágica para este problema y que españistán salga airoso del lance.

Reconocen el Derecho de los Catalanes a decidir, y a nosotros nos remiten a instancias internacionales y tal y cual; Son Profesores Universitarios de Ciencias Políticas los que dicen esto. Saben que ahora mismo el Movimiento de Liberación Canario es incapaz de interpelar a ninguna instancia fuera de Canarias, por eso nos remiten a ellas, pero ellos si saben cuál es nuestra situación y estatus reales, pero hacen como el PP y el resto de la “casta”; Si no se habla de algo, no existe.

Y como alternativa, nos ofrecen un nuevo “proceso constituyente y luego se verá”. Es decir, nos ofrecen “supuestamente reescribir la Constitución, en el que supuestamente se reestructurará la cuestión de las autonomías y nacionalidades históricas [Entre las cuales no somos reconocidos, solo vascos y catalanes] y luego decidir. Y cuando llegue el momento de de “decidir”, nos dirán “bueno, Uds. han participado en todo esto democráticamente, si no les gusta el resultado, no haber participado, la democracia es así, la mayoría decide...”; O algo por el estilo.

Así pues, como en el 78, nos ofrecen la posibilidad de que nuestro futuro se decida “democráticamente en unos comicios, frente a cuarenta y pico millones de españoles...” Esa es la alternativa que nos ofrece Podemos, el mismo palo y la misma zanahoria que en el 78, disfrazada bajo el mismo discurso, con más sinónimos y florituras semánticas que las empleadas por Felipe y Carrillo en aquella época, pero sin duda alguna, es el intento desesperado de que no salte hecho pedazos lo que artificialmente fue creado en el pasado. Si estos son los amigos de Canarias, “bendito sea el ‘enemigo’, que por lo menos viene a cara descubierta”.

Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.

9 Enero 2014