BREVE
RESAÑA HISTORICA-BIOGRAFICA DE ALGUNOS DE LOS COLONOS DATADOS EN EL MENCEYATO
DE TEGUESTE
Asensio (Axenxo) Gómez
[Data 36, fecha 10-XI-1505]. Dona conjuntamente con su mujer unas tierras en Tegueste al convento de San Agustin
mediante escritura otorgada ante Hernán Guerra el 8 de abril de 1511, al fol.
263 r. “Asencio Gómez y Guiomar González, su mujer, vs., hacen donación a la
casa y frailes, que ahora están en la orden de San Agustín de esta isla, de
unas tierras en Tegueste, con su
agua, según como las tienen del Adelantado, que son desde las tierras de Pedro
López de Villera, difunto, hasta los canales que están puestos junto a la cueva
de Catalina Fernández, como dice el albalá. Por la donación los frailes tienen
que rogar a Dios por la vida del rey y la reina, la del Adelantado, la de los conquistadores de esta
isla y por los donantes. Se reservan parte del agua para su hacienda, la que
honestamente hubieran menester, además de 2 heridos de molino que están en el
barranco. Ts.: Pedro Azpeitia, carpintero, Fernán Esteban Cárdeno, y Francisco
Joven, vs,. y ests.- Pedro Azpeitia, Fernán Esteban Cárdeno, y Asencio Gómez.
Mantuvo
relaciones comerciales con otros colonos según figura en los protocolos del
escribano Hernán Guerra al fol. 669 r., de fecha 12 de noviembre de 1511: “Asensio Gómez, v°.,
reconoce deber a Fernando Martín de Espinar, v°., 1.300
mrs., porque se los debía Pero Alvarez, portugués, y Asensio Gómez a Pero
Álvarez; le pagará en dineros de contado, en agosto de
1512. Ts.: Rodrigo Alonso, gallego, Pero López,
carpintero, Juan Fernández y Fernán Esteban Cárdeno, vs. y
ests.—Asensio Gómez y Fernán Esteban
Pero
Alvarez, est., reconoce deber a Asensio Gómez, v°., 1.300 mrs. porque se obligó por él a Fernando de Espinar; ha de pagarle en dineros de contado, el primero de agosto de 1512; hipoteca
toda la hacienda que tiene en Taganana.
Ts.: Diego Fernández Amarillo y Juan Navarro, v°.—Sin firma.”.
En 13 de enero de 1511 ante
Hernán Guerra al fol. 413 r. Asensio Gómez,
v°., otorga poder general a Alonso Manuel, procurador de causas. Ts.: Juan Galán y Fernán Esteban Cárdeno.—Asensio Gómez.. Ante el mismo escribano el 13 de enero de
1511 al fol. 16 r. Gonzalo Yanes,
v°., reconoce deber a Asensio Gómez, v°., 112 fs. de trigo por la mitad de una sementera que le
compró, a pagar del primero que cogiere de la sementera, que está en Tegueste, en este año de la fecha. Ts.: Gonzalo Rixo, Antonio
Ribera y Fernán Esteban
Cárdeno.—Fernán Esteban Cárdeno.
Cabildo
colonial de fecha 11 de julio de 1511: Exponen “Axenxo Gomes, Zorroza, Gonzalo de Porto,
Rodrigo de León que ellos han trabajado muchos meses en hacer sus
viñas y que ahora que había de haber algún
provecho y trayendo las uvas de
muy lejos, que reciben agravio al mandarles vender a dos y medio la libra. Que está
bien.
Mateo
Viña
[Data 281-8, fecha 29-XII- 1504]. Mercader traficante de esclavos, invasor y
conquistador de la isla Chinech (Tenerife), fue uno de los que anticiparon a
Alonso de Lugo sus dineros para la empresa a cuenta de los guanches que
pudieran capturar y esclavizar, orchilla y ganados que pudieran apresar, tal
como le reconoce el capitán de los mercenarios Alonso de Lugo en un documento: “la propiedad de la cuarta parte de los
esclavos y ganados hurtados en Tenerife”, además de recibir tierras y aguas
una vez sometida la isla.
Este
genovés vino de Cádiz a establecerse en Tamarant
(Gran Canaria) participo en la invasión de Chinech (Tenerife) como armador y
proveedor de la expedición, aportando además de dineros algunos caballeros y
peones.
Además
de las tierras de Tegueste en la
actual Laguna en la Vega ,
recibió varias datas en el Valle de Araguygo, Gracia, Tacoronte y Anaga,
renunciando posteriormente a estas últimas a cambio de otras en Taoro y Daute.
El que
andando el tiempo fuera Adelantado de Canarias, Alonso Fernández de Lugo,
distingue al mercader y conquistador Viña con varias datas; en una de ellas se
contiene:.. "doy facultad a vos
Mateo Viña, conquistador y regidor de esta isla de Tenerife, para que veais, si
unas aguas y tierras que están en Daute entre la heredad, de la una parte
Cristóbal de Ponte y de la otra Gonzalianes, portugués, y si ella vos agradare
podáis sacar las dichas aguas y aprovecharos de ellas, en las tierras que se
pudiesen aprovechar, para que en ella faceis y fagais, una heredad de azúcar y
de otra cualquier cosa que vos queráis, porque desde ahora vos asigno y doy las
dichas tierras y aguas, por repartición y vecindad, por cuanto vos, desde el
primer día que yo vine a conquistar la dicha isla, viniste conmigo, con
vuestros criados, y fuísteis uno de los armadores e conquistadores, hasta que
se ganó; en lo cual hiciste mucho servicio a sus Altezas, así con lo mucho que
gastastes, como con lo que servistes con vuestra persona".
Este
formulismo en la redacción de las datas escondía la realidad del pago de la
cuantiosa deuda contraída con el “banquero” y esclavista genovés, que Lugo
trataba de saldar mediante la cesión de esclavos como hemos dicho y las
extensas haciendas, hecho que motivo que el futuro Adelantado fuese investigado
por el Consejo de Castilla tal como publica el investigador Aznar Vallejo: “1503 Junio 21. Alcalá de Henares. Orden al dr. Alonso
Escudero, juez de residencia de las islas de Canaria, para que informe al
Consejo sobre las tierras que Alonso de Lugo, adelantado de dichas islas y
gobernador de las de Tenerife y La
Palma , repartió a extranjeros por deudas que tenía con ellos,
especialmente a Blasino Italiano, al que dió en Tenerife tierras de regadío
para caña de azúcar y el asiento para un ingenio, cuyas rentas anuales suponen
300.000 maravedís, y a Mateo Viña, genovés, al que dió tierras de regadío e
hizo regidor de dicha isla, de las que entregó a Luís de Sepúlveda, criado que
fue del difunto don Gutierre de Cárdenas, comendador mayor de León,
consistentes en cinco o seis suertes de tierra y un ingenio, con 250.000
maravedís de rentas anuales, de las que dió a Juan Osorio, repostero de la
plata, que representan 200.000 maravedís de rentas anuales, de las que concedió
en La Palma a
Pedro de Benavente, catalán, y otros extranjeros, de las que entregó a Suárez
de Quemada, criado del duque de Medi- na Sidonia, en pago de los 800.000
maravedís que debía a dicho duque, de las que dió a ciertas personas a
condición de que le entregasen la mitad de las rentas, y de las que se adjudicó
a sí mismo, por valor superior a los tres cuentos de maravedís de rentas. Don
Alvaro. Franciscus licenciatus. Tello. La Fuente. Carvajal.
Santiago. Ruiz de Castañeda. Polanco. (E. Aznar; 1981)
A
pesar de ello la extensión de tierras que consiguió retener Mateo Viña fue muy
abundante; por ello tuvo que recurrir al préstamo de dos millones de
maravedíes, concedido por el Duque de Medina Sidonia para ponerlas en
producción. Roturó parte de ellas, las plantó de cañas y fabricó un molino
harinero. Posteriormente y por los mismos motivos económicos, tuvo que recurrir
a la familia Interián (Agustín Interián), lo que le obligó, a la postre, a
dividir con sus descendientes la propiedad de la hacienda.
Como recoge el historiador y
cronista oficial de Garachico José
Velásquez Méndez:
“…La
data de las tierras y aguas de Daute, hasta su arriendo y posterior venta de
una parte de ellas a los Interián, esta caleta se conoció como la Caleta del Viña.
las
tierras comprendidas entre la
Canaleta (finca de La Quinta Roja ) y el barranco de Correa o de La Palma de Daute y desde el mar a la montaña,
además, de todas las aguas que nacían en la "Madre del Agua", o Risco
de la Atalaya ,
sobre la bahía de Garachico y
cercana al actual municipio de El Tanque.
Por
ello, todo el espacio de tierra que ocupa hoy el pueblo de La Caleta de Interián,
perteneció, hasta 1840, a los descendientes de los Viña. El último de
ellos, don Laureano de Arauz, dueño de los “Partidos” o finca conocida por
"Las Siete Ventanas", cobraba, hasta este año, tributo de asiento a
los que habían edificado en su propiedad.”
Aparece
como regidor en cabildo de 13 de enero de 1500 y renuncia el 2 de julio de
1506, insistiendo en la renuncia en el de 8 de octubre de 1507
Era
apetencia habitual entre los invasores colono de cierta capacidad económica y
detentadores de haciendas extensas el crear capillas en detergidos templos
católicos o ermitas en sus tierras y en
ocasiones ambas iniciativas con las que pretendían recibir algún perdón del
cielo por sus muchas atrocidades al tiempo que pretendían dejar memoria de su
paso por este mundo, Mateo Viña no se quedó a la saga y mandó construir en su
feudo de Daute una ermita dedicada a San Andrés. Muerto Mateo Viña, le
sucedieron sus herederos, entre los que se encontraba Fabián Viña Negrón,
Alonso Fernández de Lugo y de las Casas
[Data 1381-19, fecha 10-VIII-1515]. Este segundón tenía repartidas sus raíces entre las
casas de la ciudad de Lugo, los Lugo, y de Santa Marta de Ortigueira, en A
Coruña, aunque natural de Sanlúcar de Barrameda.
Según
nos menciona el Padre Crespo, su antigüedad se hace remontar casi a los albores
de la Reconquista ,
nada menos que al Rey D. Fruela I (756-758), el cual habría tenido un hijo
natural de Ermesenda Romáriz, señora de la villa de Santa Marta de Ortigueira.
Habiendo
en un principio dos casas principales, la de Ortigueira y la de Lugo,
precediendo de esta última los que invadieron, conquistaron y colonizaron las
islas Benahuare (La Palma )
y Chinech (Tenerife), entre ellos el personaje más importante se puede decir
que fue el Capitán Alonso Fernández de
Lugo y de las Casas.
Alonso
Fernández de Lugo y de las Casas, nació en Sanlúcar de Barrameda, fue Capitán
de mercenarios, Justicia y Primer Adelantado de Canarias, invasor y
conquistador de Gran Canaria, Palma y Tenerife; Capitán General de las Costas
de África, ello, entre otros cargos. Contrajo matrimonio con la judía Catalina
Suárez Gallinato, hermana del también colono Andrés Xuárez Gallinato quien
llegó a Canarias en los primeros momentos de la invasión de las islas por
la Corona de
Castilla. Está su figura documentada en la historia de Canarias como hijo que
fue del judío Pedro de Algaba y la judía Leonor Xuárez Gallinato. Del
matrimonio de Catalina Xuárez Gallinato con Alonso Fernández de Lugo, nacería
el segundo Adelantado de Tenerife y La
Palma , Pedro Fernández de Lugo Xuárez Gallinato.
Alonso
Fernández de Lugo, en segundas nupcias se desposó con la dama de la reina
Isabel la católica, llamada Beatriz de
Bobadilla, de infausta memoria en Canarias. En tercer matrimonio casó con Juana Masieres, también dama, pero en este caso
de la reina Germana de Foix, segunda esposa de Fernando el católico; del aquí
mencionado Alonso Fernández de Lugo, quedaron varios hijos de sus tres
matrimonios, sucediéndole en sus estados el segundogénito de su primer
matrimonio, llamado Pedro Fernández de
Lugo Xuárez Gallinato, ha sido el segundo Adelantado mayor de las Islas Canarias, capitán general y justicia
mayor perpetuo de Tenerife y La
Palma ; conquistador y Adelantado de la provincia de Santa
Marta, en la actual República de Colombia.
Pedro Fernández de Lugo Xuárez Gallinato contrajo matrimonio en Tenerife
con Inés de Herrera y Ayala, de quienes
fue hijo y sucesor Alonso Luís Fernández
de Lugo y Pérez; el día 22 de febrero
de 1535, tomó posesión en nombre de su padre, del Adelantado vacante de Santa
Marta hasta la ribera del río Magdalena, la otra orilla se dejó para el
Gobierno de Cartagena de Indias, con el nombre de Nueva Andalucía, hasta el
Darién. Nombró Pedro por su teniente a
su hijo Alonso Luís de Lugo, quien “como
de casta le viene al galgo” no respecto
los mandatos de su padre, embarcando de una forma secreta para España y
llevando con él muchas riquezas. No quedó descendencia directa de Alonso
Fernández de Lugo en Canarias.
Viene
como mercenario, en 1478 a las órdenes de Juan Rejón, forma parte muy activa en
la conquista de Tamarant (Gran Canaria) y más tarde participa en expediciones a
lado de Pedro de Vera, quien le confió el mando del castillo de Agaete, desde
donde pactó con el pusilamine Thenesor Semidan (Fernando Guanarteme), la
entrega de este camuflada como apresamiento.
Su
personalidad demuestra la ambivalencia propia de la figura del mercenario
castellano, que no era más que una terrible mezcla de crueldad y ambición o
codicia, ello por una parte y a su vez gran capacidad y sentido de imponer
orden y gobierno en las tierras conquistadas.
Es
imposible negar el trato y las crueldades a las que fueron sometidos los
nuestros ancestros guanches, muchos de ellos, hombres mujeres y niños vendidos como esclavos en los mercados de
Valencia, Sevilla y Barcelona donde su ultima aspiración de libertad no era
otra que la muerte.
Su
agresiva actuación desmesurada codicia le hace acreedor de enormes gastos, a
los que tiene que hacer frente vendiendo el ingenio de Agaete, venta que
realizó en 28 de febrero de 1496; la misma fue confirmada por los Reyes
Católicos. A su vez realiza la venta de guanches en calidad de esclavos, como
fuente de ingresos económicos que ya habían practicado en la isla Benahuare (La Palma ) y practica normal
entre los cristianos.
En
el sometimiento de los guanches Fernández de Lugo tiene poco tacto, y no repara
a la hora de esclavizar la condición de los distintos bandos, es decir, aliados
o enemigos, ello le da igual, nefasto posicionamiento que da lugar a infinidad
de reclamaciones e incluso la
Corona se ve en la obligación de intervenir, mandando a
Sánchez de Valenzuela, que era gobernador de Tamarant (Gran Canaria), con la
orden de liberar a todos los isleños sometidos por el Lugo a la más dura
esclavitud.
Jurídicamente
los guanches eran tratados con la aplicación del llamado “viejo código
medieval” es decir infiel y enemigo de la fe cristiana. En aplicación de las
capitulaciones reales, ello suponía que el conquistador pasaba a ser el dueño
absoluto, tanto de las personas y ganados capturados, lo que le permitía
disponer libremente de los humanos y de las bestias.
Según
nos dice el profesor Xesús Rábade Paredes: “Los cautivos de buena guerra,
incluido el quinto real expresamente renunciando, le pertenecían como botín;
los demás naturales, sí eran de paces, escapaban de su poder, y los restantes
bandos, si habían burlado la captura en la lucha, ¿cómo justificar su
naturaleza y aprehensión en la paz?
Excluidos,
pues, los cuatro bandos de paces, al adelantado le quedan unos pocos guanches
de los cinco bandos restantes, casualmente cautivos, aparte de unas cuantas
cabezas de ganado, hecho que pone de relieve la apremiante situación económica
de los primeros años”. El conquistador se había quedado sin apenas peculio para
hacer frente a los numerosos acreedores, salvando la situación económica con la
venta de esclavos, sin reparar a que bando habían pertenecido, es decir daba
igual que fueran los que voluntariamente aceptaron ser sometidos y los que lo
fueron por la fuerza. Repasando la obra de Antonio Rumeu Armas, y otras sobre
el mismo tema, es frecuente en las mismas hallar referencias a lotes de
esclavos vendidos en Valencia, Sevilla y Barcelona cuyo importe líquido no
percibía el Lugo sino que pasaba directamente a sus acreedores.
Ya
desde 1502 Alonso de Lugo había predestinado el solar donde habría de
construirse la ermita de San Miguel, solar situado justo en frente de donde el
Adelantado estaba edificando su vivienda de la villa de abajo, tal como queda
recogido en la siguiente data:
“658-58.-Juan
Páez. "yo Alo de Lugo,
governador de las islas de Tenerife y la Palma e repartidor dellas, digo q. por quanto vos
J. P. avéis senbrado de ortaliza en un sitio en La Laguna , lo qual yo tengo
señalado donde se a de ha ser la iglesia de señor Sant Miguell, quiero y es mi
voluntad q. fasta q. se haga la dha. iglesia gocéis del dho. sitio y os
aprovachéis dél; la qual no se vos sea quitado fasta q. la iglesia se haga. ..y
la dha. iglesia comenzada de nuevo q. sea, ge la doy al culto devino, e dexéis
el dho. sitio para la dha. iglesia y ministros d ella. Alo de Lugo»
18-1-1502.”. (Datas de Tenerife, libros I al IV).
El
14 de mayo de 1506 fundó la ermita de San Miguel en la plaza que lleva su
titulo; pero que es popularmente más conocida como “Plaza de Abajo”.
La imagen de San Miguel Arcángel en San Cristóbal de
La Laguna , es el santo patrón de la isla de Tenerife y del
Ayuntamiento del municipio de San Cristóbal de La Laguna , su imagen aparece
reflejada en los escudos de ambos.
Por
su parte el investigador Miguel ángel Martín Sánchez nos indica que desde 1510
la figura del arcángel San Miguel aparece ilustrando el escudo heráldico del
incipiente municipio de La
Laguna. Sus alas desplegadas, símbolo de su poder ascensional
sobre el cielo de la isla de Tenerife, junto con una leyenda que reza en su
orla por la que se pide su protección divina, constituyen su simbología
esencial.
En
un principio, se podría insistir en un terreno abonado ya por el mismo
Conquistador y fundador de la ciudad, quien había hecho gala de una especial
devoción -más interesada que generosa- hacia el Arcángel en las conquistas de La Palma y Tenerife. Él había
puesto dos capillas bajo la advocación del referido Arcángel en el incipiente
casco urbano de La Laguna.
La primera se llamó ermita de San Miguel de las Victorias,
que ya estaba construida en 1500 y donde más tarde el Conquistador pidió ser
enterrado junto con sus familiares; la otra sería la ermita de San Miguel de
los Ángeles, que data de 1506. Podemos referirnos también a una concepción
existente un tanto providencial, mediante la cual se entendía que la isla había
sido ganada un 29 de septiembre, festividad precisamente del Arcángel. Una data
de 29 de mayo de 1505 da cuenta de ello (Libro de datas del Cabildo de
Tenerife, fol. 113). En otras datas otorgadas por el Conquistador se muestra
este hecho de manera menos explícita: 1.° A "los frailes del Espíritu
Santo ... con cargo de ... celebrar oficios divinos, de vísperas e missas, la
... fiesta ... de Sant Miguel a veintinueve de setiembre ..." (18 de
septiembre de 1504). 2.° " A la iglesia del Señor San Miguel..., por
cuanto el bienaventurado señor Sant Miguel es mi abogado y protector y defensor
en las conquistas que yo hice en estas dos islas..." (10 de agosto de
1515) (Miguel Ángel Martín Sánchez, 1991)
Parece
que la providencia ha preferido que este pequeño templo católico se haya
alejado de los fines de culto propuestos por su fundador, en un principio aún
sin concluir del todo sus obras sirvió como sala de reuniones del Cabildo
colonial, con el paso del tiempo fue perdiendo concurrencia de fieles hasta que
finalmente fue cerrada al culto.
Actualmente
tiene funciones de sala de exposiciones, llevándose a cabo en recinto diversas
actividades culturales.
“Desde
un punto de vista meramente constructivo, lo más valioso de la ermita se
concentra en la fachada principal; su parte central está ocupada por un pórtico
de considerables dimensiones enmarcado por un arco de medio punto sostenido por
pilastras de piedras labradas. Sobre la clave del arco se dibuja el relieve de
una cruz que descansa sobre una pequeña lápida en forma de peana donde figura
la fecha de la reconstrucción de la ermita (año 1759). Por encima de la cruz el
paramento se curva ligeramente, pero traduce con claridad la disposición de la
cubierta a dos aguas. El vértice de la fachada queda resaltado con un remate en
forma de yunque coronado por un perillón. En las esquinas, sobre el paramento,
se levantan dos graciosas espadañas de cantería simétrica entre sí; adoptan la
forma de unos sencillos cuerpos rectangulares -con los imprescindibles vanos
para las campanas- rematados por una delgada moldura y coronados por unos
elementos decorativos muy similares al del remate del vértice.
Sobre
el pavimento de la ermita se levantan dos pequeñas escalinatas que distribuyen
la nave en tres tramos a distintos niveles para culminar en el presbiterio. Una
vez franqueada la entrada principal, nos tropezamos con tres gradas de piedra
que delimitan en realidad un pequeño rellano; se trata de una circunstancia
poco corriente que nos hace pensar en la ampliación que sufrió el templo en el
siglo XVIII, cuando se procedió a avanzar el frontis hacia la Plaza del Adelantado. A
continuación, se extiende el cuerpo principal de la nave destinada a los
fieles, pero ésta resulta nuevamente delimitada por otras tres gradas de
cantería que conducen hacia la capilla mayor. En la cabecera se abre una
hornacina de cantería moderna que recuerda el emplazamiento del antiguo retablo
con la imagen del Santo Titular.” (Tomado de:
angelromero.es/nicolr.com/.../ermita-de-san-miguel-arcangel.html)
En
1509 Alonso de Lugo puso la primera piedra al convento grande de San Francisco,
cuya capilla mayor costeó y señaló para enterramiento suyo y de su familia.
El Mayorazgo:
En
1501 vio recompensados sus méritos ante la corona castellana con el título de
Adelantado de las islas Canarias, para sí, sus hijos y sucesores legítimos; de
que hizo mayorazgo conjuntamente con las extensas tierras agenciadas mas con
malas que con buenas arte, con facultad de la reina Juana (La loca) de 18 de
febrero de 1512 y por su poder e instrucción Andrés Xuárez Gallinato, su
cuñado, ante Gil Ruiz de las Eras, escribano de Medina del Campo, en 30 de
marzo de 1512, cuya fundación aprobó el adelantado por escritura que pasó ante
Antón de Vallejo, escribano de la
Laguna , en 19 de mayo de 1515, con precisa condición de que
el poseedor se llamase D. Alonso Fernández de Lugo, y usase las armas que desde
la batalla de las Navas de Tolosa venían usando sus antepasados, añadiendo como
cimera un brazo desnudo empuñando una lanza y el lema: Quien lanza sabe mover,
ella le dá de comer.
Fueron
notables las deudas económicas de este colono aspecto este recogido por los
historiadores y biógrafos de este personaje, se suele decir que Alonso de Lugo
jamás pagó del todo una deuda ni a su propio Dios. De la penuria que siempre le
acompañó nos ofrece una muestra un contrato de deuda suscrito en su nombre por
dos de sus criados ante el escribano Hernán Guerra, el 7 de abril de 1511 al
folio 277 r.:
“Pedro y
Francisco de Lugo, vs., se obligan a pagar a micer Cosme de Riberol 120 arrobas de azúcar, blanco, por 330 mrs. de la moneda de Tenerife, que recibieron para provisión
del ingenio de El Realejo. En virtud
del poder que del Adelantado tienen, se comprometen a pagar las 120 arrobas de azúcar, blanco y leal-dado, en el ingenio de El Realejo, en el mes de
junio. Hipotecan los azúcares
primeros que salieren del dicho ingenio y 3 esclavos, Fernando, Pedro y Gonzalo, que son blanco, azanege
y negro respectivamente. Ts.: Agustín
Leardo y Batista... (roto), ests.—Pedro de Lugo y Francisco de Lugo.
Como
en otras previsiones de Alonso Fernández de Lugo, el deseo de dejar memoria de
su nombre mediante sus descendietes le fue negada por la providencia que como
queda dicho no quedó en las islas ningún descendiente legitimo, y sus inmensas
posesiones pasaron a una sobrina de su nieto, Porcia Magdalena de Lugo, la que
había contraído matrimonio en Madrid (España) con Antonio Luís Leiva, Príncipe
de Asculi y Marqués de Atela, tomando la hacienda desde entonces su nombre
actual.
La
hacienda de Los Príncipes situada en el casco del Realejo Bajo en Taoro que Lugo se reservó, en el denominado
Campo del Rey, que fue el nombre que los conquistadores le dieron a las
posesiones usurpadas al Mencey Benchomo. El Adelantado puso en funcionamiento
el primer cultivo introducido en ésta zona, la de caña de azúcar.
Es
una antigua fábrica que actualmente cuenta con más de doscientas fanegadas. Su
importancia económica, así como el ingenio azucarero de la casa, favorecieron
la creación del Realejo Bajo, el primer núcleo urbano de esta zona del
municipio, ya que entorno a ella se construyeron las primeras casas del
municipio.
Actualmente
la Hacienda de los Príncipes
es una edificación tipica de la arquitectura rural colonial. De su fachada
principal destaca la galería balconada de su segunda planta. De la originaria
fábrica apenas hay rastros. La casa principal aún alberga un balcón con vistas
al camino de Tigaiga, aunque
antiguamente albergaba también dos miradores.
Alonso
Fernández de Lugo otorgó testamento ante el escribano Juan Márquez en 1525,
falleció en La Laguna
el 20 de mayo de 1525, siendo enterrado en el convento de San Francisco, sus
huesos fueron totalmente calcinados en el incendio que sufrió este convento en
la noche del 28 de julio de 1810.
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