Eduardo P. García Rodríguez
A raíz de la invasión y conquista
europea de las Islas Canarias, tanto la población autóctona como la criolla han
estado sometidas a un constante proceso de culturización en el cual ha tenido
un papel preponderante la secta católica. Esta situación de dependencia del
exterior ha ido conformando en la población un estado de extrema
pearmibilidad y como consecuencia del
mismo absorbe como una esponja toda influencia foránea, al tiempo que
paralelamente se va desarrollando un marcado sentimiento de endofobia.
Este sentimiento de que “todo lo que viene de fuera es mejor” - actitud
que por otra parte es propia de todos los pueblos sometidos - supo plasmarla en
una anécdota el criollo y sacerdote católico
profundamente comprometido con la oligarquía canaria José de Viera y
Clavijo quien nos narra el hecho de la manera siguiente: “Hubo un Comandante
General cuya mujer cojeaba ligeramente de un pie, pues bien, las damas de la
buena sociedad de Santa Cruz entendieron que la moda en Europa marcaba el
caminar cojeando ligeramente, por consiguiente en las recepciones, reuniones y
saraos las encopetadas damas andaban cojeando como signo de elegancia y distinción”.
Entre las modas foráneas que el
mercantilismo disfrazado de cultura ha venido imponiéndonos, últimamente
destaca la llamada fiesta de Halloween, fiesta de origen “pagano” que ciertas
confesiones religiosas dominantes no dudan en apoyar y promocionar en aras del
dios dinero, mientras que los estamentos políticos les sigue a la saga
promocionando dicha fiesta incluso en los colegios de primara y segunda
enseñanzas con un entusiasmo y proliferación de medios que para sí quisiéramos
quienes abogamos por la defensa y difusión de nuestra cultura y tradiciones
ancestrales.
Pero ¿que es
Halloween? Halloween significa "All hallow's
eve", palabra que proviene del inglés antiguo, y que significa
"víspera de todos los santos", ya que se refiere a la noche del 31 de
octubre, víspera de la fiesta cristiana de todos los santos. Sin embargo, la
antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para
celebrar en su lugar una mascarada o carnaval, la noche del terror, de las
brujas y los fantasmas.
Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en
los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folclor popular. Se le añadieron
diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes
hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y
monstruos de toda especie. Desde ahí, se ha propagado por todo el mundo.
La celebración del Halloween se inició con los celtas,
antiguos pobladores de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor. Entre
ellos habitaban los druidas, sacerdotes “paganos” veneradores de los árboles,
especialmente del roble, así como de la naturaleza en su conjunto.
Diversas tradiciones se unen, se mezclan y se influyen
mutuamente en este comienzo de noviembre en las culturas de los países
occidentales. En Asia y África, el culto a los antepasados y a los muertos
tiene fuertes raíces. Estas
raíces históricas del culto a los espíritus de los ancestros se remontan a la Prehistoria. Dicho
culto se manifiesta en formas familiares de tipo matriarcal y se impone con el afianzamiento
de las uniones de los grupos humanos y
la formación de estados, desarrollándose con éstos, junto al culto local, otro
nacional que lleva consigo la deificación de los antepasados de los jefes y
reyes. En las creencias de los pueblos africanos los espíritus de los
antepasados figuran generalmente como seres que protegen a la familia y al
grupo, son completamente benéficos.
En el caso de
Canarias, la religión foránea impuesta por las armas en un principio y por
decretos del Tribunal de la
Inquisición después, a pesar de su fanática y despiadada
cruzada contra la antiquísima religión del pueblo guanche no tuvo escrúpulos en asumir o tolerar determinados
aspectos de la ancestral religión del pueblo sometido, especialmente aquellos
que les proporcionaba algunas ventajas prácticas o económicas, entre ellos las
ofrendas a los difuntos, pues éstas engrosaban las despensas de los párrocos y
clérigos, pasando el tiempo y cuando ya en la colonia comenzaba a circular la
moneda, este clero decidió que las ofrendas a los difuntos se efectuaran en
metálico y no en especies, por consiguiente, comenzaron a tratar como herejía dichas
ofrendas y a demonizar esta ancestral
tradición espiritual del pueblo canario, reduciendo dichas ofrendas a la
colocación de algunas flores en las sepulturas como actualmente se viene
haciendo.
En los archivos
de los escribanos posteriores a la invasión y sometimiento de las islas abundan
los testamentos de guanches cristianizados, en los cuales disponen las ofrendas
de comida y bebida en sus tumbas, como ejemplo trascribimos algunos párrafos de
algunos de ellos tomados de la obra de Miguel A. Gómez Gómez el valle de Güímar
en el siglo XVI: Protocolos de Sánchez de Urtarte:
309.1577, marzo, 8, lunes - San
Juan de Güímar: Fol. 782 vº.
Alonso Pérez, morador en el valle
y heredamiento de San Juan de Güímar, vecino, por estar enfermo de su cuerpo y
sano de la voluntad, otorga su testamento. Primeramente manda su alma a Dios
que la crió y redimió y su cuerpo a la tierra de donde fue hecho, a ella sea
reducido. Manda ser sepultado en el monasterio de Ntra. Sra. de Candelaria, en
la sepultura que pareciere a sus albaceas, y si caso fuere que falleciera en la
ciudad de San Cristóbal, en la casa y hospital real e iglesia de Ntra. Sra. de
los Dolores que está junto al monasterio de San Agustín, en la sepultura que
pareciere a sus albaceas.
El día de su enterramiento si
fuese hora o al día siguiente, en la parte o lugar en que fuese enterrado su
cuerpo le digan una misa cantada de cuerpo presente, con su vigilia, con 5
misas rezadas de réquiem, y celebrado el oficio cada sacerdote diga un responso
sobre su sepultura. Manda que donde fuere enterrado le digan las nueve misas de
los nueve días, ofrendado de una fanega de trigo y un barril de vino, donde
fuere enterrado le digan al cabo de nueve días y cabo de año, que son dos misas
cantadas todo en un día, con su vigilia como es costumbre, con 5 misas de
réquiem rezadas, todo en un día, ofrendados estos oficios de un barril de vino
y una fanega de trigo […]
370. 1578, díciembre, 28, sábado
-Candelaria. Fol. 930 vº.
Magros Martín, morador en el
pueblo de Santa María de Candelaria, término y jurisdicción de San Cristóbal en
esta isla de Tenerife, vecinos, estando enfermo del cuerpo y sano de la
voluntad, en todo su juicio y entendimiento otorga su testamento en la forma y
manera siguiente: Primeramente manda su alma a Dios Ntro. Señor, que la redimió
por su preciosa sangre y su cuerpo a la tierra de donde fue formado, que a ella
sea reducido. Manda que su cuerpo sea sepultado en la santa casa y monasterio
de Ntra. Sra. Sta. María de Candelaria, en la sepultura de Rodrigo Hernández,
canario.
Manda que el día de su
enterramiento si fuese hora o al siguiente día y por los frailes del mismo se
le diga una misa cantada de cuerpo presente con otras tres misas rezadas
ofrendadas de pan y vino a voluntad de sus albaceas. […]
399.1578, agosto, 8, viernes
-Candelaria. Fol. 991 ro
Juan Castellano, morador en el
pueblo de Candelaria, término y jurisdicción de San Cristóbal de La Laguna , estando enfermo del
cuerpo y sano de la mente, otorga su testamento. Primeramente manda su alma a
Dios y su cuerpo a la tierra de donde fue hecho.
Manda ser sepultado en la casa y
monasterio de Ntra. Sra. de Candelaria, en donde su mujer e hijos tienen
sepultura. El día de su enterramiento se diga una misa cantada de cuerpo
presente de réquiem y dos misas rezadas de réquiem ofrendado de una fanega de
trigo y un barril de vino de diez
azumbres .Manda que por los frailes del monasterio le digan las nueve misas de
los nueve días y se pague por ello la limosna acostumbrada. Manda que en el
dicho monasterio y por los frailes del mismo se diga una misa rezada a los
nueve días y el mismo día otra misa cantada de cabo de año, con dos misas
rezadas ofrendado de una fanega de trigo y un barril de vinovino de diez
azumbres y dos carneros, dos misas rezadas de la advocación de Nrra. Sra. de
Candelaria y más una misa a las ánimas […]
472. 1579, julio, 18, sábado - Canáelaria. Fol.
1.126 vº.
Luis Alonso, natural de Tenerife,
morador en el pueblo de Ntra. Sra. de Candelaria, vecino, por estar enfermo del
cuerpo y sano de la voluntad, otorga su testamento de la forma y manera
siguiente:
Primeramente manda su ánima a
Dios Ntro. Señor y su cuerpo a la tierra de donde fue formado que a ella sea
reducido. Iten manda que su cuerpo sea sepultado en el monasterio de Ntra. Sra.
de Santa María de Candelaria, en la sepultura de su padre Pedro Alonso y suya.
Manda que el día de su enterramiento, por el vicario, frailes y convento de
Ntra. Sra. de Candelaria se diga una misa cantada de cuerpo presente y otra
misa rezada de réquiem, ofrendado de una fanega de trigo, un carnero y un
cántaro de vino. Manda que en la santa casa y por los frailes se digan las
nueve misas de los nueve días, ofrendado de una fanega de trigo y un cántaro de
vino. […]
437. 1579 febrero, 6, viernes
-Candelaria. Fol. 1.065 ro
Francisca Pérez, viuda, mujer que
fue de Antón Albertos, difunto, vecina y moradora en el pueblo de Ntra. Sra. de
Candelaria, término y jurisdicción de la ciudad de San Cristóbal, que es en
esta isla de Tenerife, estando enferma del cuerpo y sana de la voluntad otorga
este su testamento a honor y gloria de Dios en la forma y manera siguiente:
Primeramente manda su ánima a
Dios, nuestro señor. lten manda su cuerpo a la tierra de donde fue formado que
a ella sea reducido. Manda que su cuerpo sea sepultado en el monasterio de
Ntra. Sra. de Santa María de Candelaria, en la sepultura donde está enterrada
María Albertos, hija de Antón Albertos su marido y suya.
Manda que el día de su
enterramiento por el vicario, frailes y convento de Ntra. Sra. de Candelaria se
diga una misa cantada de cuerpo presente y todas las misas rezadas que se
puedan decir en aquel día, ofrendado de pan y vino a la disposición de sus
albaceas.
Manda que en la santa casa y por
los frailes se digan las nueve misas de los nueve días y por ello se pague la
limosna acostumbrada.
Manda que en la santa casa y
monasterio por los frailes se diga y celebre al cabo de nueve días que es una misa
cantada y el mismo día otra misa cantada de cabo de año con todas las demás
misas que se pudieran decir y celebrar aquel día rezadas, de la forma que
pareciere a sus albaceas ofrendado de pan y vino a su disposición. […]
Consideramos interesante destacar
que el Príncipe Guetón hijo del mencey de Güímar Añaterve, le impusieron en el
bautismo por el rito católico el nombre de Antón Albertos.
Ciudad colonial de Eguerew, octubre de 2007
Fuentes consultadas:
Eduardo R. Cattaneo
ecattaneo@fullzero.com.ar
ecattaneo@fullzero.com.ar
Miguel
A. Gómez Gómez
El
Valle de Güímar en el siglo XVI: Protocolos de Sánchez de Urtarte
Santa
Cruz de Tenerife, 2000.
Imagen
tomada de: www.mundoguanche.
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