1940.
Fallecio Don Ramón Gil Roldan y Martin, contertulio
de mi abuelo materno, Bruno Abréu Rodríguez, zapatero y músico, reuniones que
mantenían en la zapatería orotavense, y en muchas ocasiones en la finca de don
Tomás Reyes en el Sauzal donde se reunían intelectuales de la época.
Nació en Santa
Cruz de Tenerife, el 28 de febrero de 1881. Cursó los estudios de bachillerato
en su ciudad natal. Fue pensionado para cursar la carrera de Derecho en la Facultad de Sevilla,
donde obtuvo el título de licenciado en el año 1906. Obtuvo premio extraordinario
para ampliar estudios en la
Universidad de Bolonia. También ostentaba el título de
maestro nacional. Fue tipógrafo en la imprenta de "El Liberal" de
Sevilla, de cuya redacción formó parte. Desempeñó las cátedras de Derecho
Romano e Historia del Derecho en la
Universi dad de La Laguna. Fue también pasante en el bufete de Don
Agustín Rodríguez. Durante 25 años fue asesor jurídico de la Armada. Presiden te
de la
Mancomunidad Provincial y diputado a Cortes por Tenerife.
Don Ramón
Gil-Roldán fue un hombre polifacético, ya que supo compaginar su profesión de
abogado con la política y la poesía. Fue el primer presidente de la Mancomunidad Interinsular
de Cabildos en Santa Cruz de Tenerife en el año 1931. Asimismo fue delegado del
Gobierno en la Junta
de Obras del Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Ejerció el puesto de profesor en
la Escuela Oficial
de Náutica de la capital de la provincia tinerfeña.
La guerra civil le
sorprendió en Santa Cruz de Tenerife, y por estar ya enfermo de cuidado, no fue
molestado en absoluto.
La realidad es que
don Ramón Gil-Roldán y Martín, diputado a Cortes en la II República Española
y gran tribuno, creador de la Ley
de los Cabildos Canarios, tuvo una época esplendorosa como maestro del Derecho
y abogado ilustre. Cuando él intervenía en la Audiencia , la Sala se llenaba de público y
sus magistrales defensas o ataques eran comentados durante mucho tiempo.
Tanto en lo legal
como en lo político, en su época, había que contar siempre con don Ramón.
Según cita Hugo
Masandi "parece ser que van a ser publicadas sus memorias, dado que se ha
estado trabajando en su recopilación y ordenación."
En su vida
privada, contrajo matrimonio con la distinguida señora doña Francisca Fernández
del Castillo y Hernández-Abad, fruto del cual fueron sus hijos: Francisca, Ana,
Ramón, Inocencio y Julio Gil Roldán y Fernández del Castillo.
Frente a este
esquema de datos biográficos, se alza el prestigio de un hombre y los rasgos de
su temperamento, y de sus virtudes. Ramón Gil-Roldán era todo ingenio y
corazón. Sobre todas las cosas puso siempre su fina ironía y su sonrisa.
Difícilmente encontramos entre todos los tinerfeños de su época un ingenio tan
fino como el suyo. En unos versos íntimos, halló entre risas, burlescas, el
dolor de esta idea: “…Mi vida ha sido una triste peripecia, / Perdida en una
pura democracia..."
Como poeta,
destaca su poesía galante, principalmente la que dedicó a la dama que
representaba el Menceyato de Anaga, en la Fiesta que organizó el Ateneo de La Laguna , celebrada en el
Teatro Leal de la ciudad universitaria, el 12 de septiembre de 1919: “…A la
raza y a la tierra mis canciones; / A sus pies los rendidos corazones / De
todos los poetas tinerfeños, / Que osados a los más duros empeños / Leguen su
gloria a las generaciones. / Y a vos, bella Señora y Reina mía, / - Reina por
siempre, serlo en este día – / En prueba de mi humilde vasallaje, / La
humilde estirpe de mi verso os fía / El más rendido y fiel pleito homenaje...”
Gil-Roldán era
corazón de poeta y corazón de niño. Fue uno de los poetas más originales de la
poesía tinerfeña. Su verso fue encendido y fervoroso. Su estrofa, limpia y
sonora.
Confiemos que la
publicación de sus memorias no se haga esperar más. Tanto éstas, como sus
restantes escritos y producción poética, no sólo servirán para avivar el
recuerdo de tan excepcional figura de las Letras, el Derecho y la Política , sino que
también nos mostrarán un interesante contenido del pasado tinerfeño. Fue uno de
los valores de más prestigio que tuvo Tenerife. (Bruno Juan Álvarez Abreu)
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