1809 noviembre 3.
Historia y
genealología de un emprendedor canario del siglo xix
Antonio Carlos
Díaz–Flores Cartaya nació en Fasnia el 3 de noviembre y se bautizó el 4 de
noviembre de 1809 en Güimar en la iglesia de Santiago Apóstol. Hijo de Antonio
Díaz–Flores y Díaz y Rosa María Cartaya Hernández. Su abuelo fue José
Díaz–Flores, primer alcalde de Fasnia, y, posteriormente, también lo fue su
padre Antonio Díaz–Flores y Díaz. Murió en Santa Cruz de Tenerife a las 10 de
la mañana del 3 de marzo de 1878.
Desempeñó el
empleo de sargento de milicias provinciales de Güimar.
Con 23 años deja
su modesto empleo y emigra a Venezuela hacia 1833 donde también se había
desplazado su padre, y anteriormente un tío y varios primos.
Estaba muy
bien relacionado con personalidades influyentes y con importante potencial
económico de emigrantes de origen canario en Venezuela (los hermanos Cocho, los
Iriarte, Matías Sopranos, Marcos Rivas, Juan Perdomo, Bethencourt, Fernando
Key, Tomas Muñoz), también por sus primos y su tío, que tenían relación con
ese, llamemos, lobbie canario. Tal vez por ello y quizá a través de ellos,
consiguió una relación directa con el gobierno venezolano, que le llevó a
tener negocios y asuntos, también de tipo financiero que fue una de sus
principales actividades, con transacciones entre Venezuela y Canarias.
Regresa a su
tierra hacia 1845 después de lograr amasar una gran fortuna producto de todos
los negocios que emprendió allí. Fortuna que trae a Tenerife, dicen
que reculando un barco, probablemente desde el puerto venezolano de La Guaira, para cargarlo con
sus pertenencias.
Es curiosa la
historia que cuenta que trajo todo su capital o gran parte de él en monedas de
oro fundidas que convirtió y dio la forma de clavos, para camuflarlas, con
objeto de que no se descubrieran dentro de un cargamento de maderas de gran
valor comercial intrínseco, principalmente caoba, que comercializó en
Canarias. En la actualidad hay muebles en la familia de la caoba que trajo
de Venezuela, y que, aparte de vender en su mayoría, aprovechó para decorar las
casas que compró en La Orotava,
La Laguna,
Puerto de la Cruz,
Santa Cruz, etc.
Escribe una
carta a su madre desde Venezuela renunciando a la legítima de la herencia que le
correspondía, tanto de su madre como de su padre, porque ya en ese momento
disponía de un considerable “caudal” y dijo que su parte la repartiese entre
sus hermanos.
Se casa en Santa
Cruz de Tenerife con Antonia de Vera y Espinosa el 2 de febrero de 1850. Tiene
tres hijos, Amelia, Antonio y Gonzalo Díaz-Flores de Vera.
Era el 2º mayor
contribuyente de Güimar por rústica y pecuaria en el periodo 1874-75, con
1.982,50 ptas. (1.907,50 por rústica y 75 por urbana), justo después de Cándido
Rodríguez García y por encima de Isabel Castro Baulén, F. Delgado
Trinidad, el Marqués de la
Quinta Roja, el Conde de Sietefuentes (Buenavista), el
Marqués de la Florida,
etc. Era en el conjunto de todos los obligados a pagar al fisco, el veintidós
mayor contribuyente de toda Canarias.
En Tenerife se
dedica al cultivo y elaboración del tinte producido por la cochinilla para la
exportación a todos los mercados, especialmente a la industria textil inglesa,
acaparando Canarias en esa época el 90% del comercio mundial, sobretodo hacia
Inglaterra, inmediatamente antes de la llegada de las anilinas que sustituyó a
la cochinilla como tinte utilizado en la industria textil. También desarrolla
técnicas para el transporte marítimo y también
por carretera.
Compra fincas y
participa en las subastas de la desamortización de Madoz donde adquiere al
menos por este sistema y que esté documentado, fincas, como una hacienda
rústica en La Orotava,
en el año 1866, de 9 Ha del clero regular por 3.100 r.v. una casa terrera (¿?)
en c/ Chorrillo, 6 en Vilaflor de 25 m2 por 60 r.v., el 30/10/1866, del
clero secular, y otras, hasta llegar a un total de 31.600 reales de vellón.
En la década de
1850 comienza la construcción de su casa residencial que llama “La Magnolia”, conocida hoy
como casa “Díaz-Flores” (antiguo ayuntamiento que se quemó en 1841 y, que
anteriormente, fuera colegio de los jesuitas) con 1.300 m2 construidos en dos
plantas de 650 m2 c/u, y amplios jardines de unos 2.500 m2 y una finca anexa,
situada en la calle Colegio,1 en la
Orotava, en la parte más noble de la ciudad, y considerada
hoy “Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico” dentro del
patrimonio histórico de Tenerife, donde dice: “en cuyo solar se levantó un gran
prisma con amplios jardines traseros y regido por los cánones del clasicismo
romántico del siglo XIX” (Decreto 22/2005, de 22 de febrero, del Gobierno de
Canarias).
En 1862 la
alquila a José Govéa Arbelo para reconvertirse en una especie de hotel, La Govéa, muy visitada por el
incipiente turismo inglés de lujo de esa época. En 1867 se alojó el General
laureado Serrano en su destierro en Canarias (amante de la reina Isabel II y el
de la calle del barrio Salamanca de Madrid). Se alojó también la pintora
Marianne North, una de las mejores y más cotizadas pintoras naturalistas,
durante su estancia en La
Orotava, en enero de 1875, probablemente en la misma
habitación que lo hicieron los Burton.
Richard Burton
fue un aventurero que participó en el descubrimiento del nacimiento del Nilo.
Más tarde en 1888, se llamaría Hotel Hespérides, administrado durante un año
por el francés Paul Michael y luego por el inglés Charles Metson, que lo
transformaría en un autentico english hotel, introduciendo las mejoras
pertinentes. Allí también se alojó George Graham-Tolder[1][1].
El hotel se
cerró en 1901 y dos años después 1903, lo vende la familia Díaz-Flores a través
de Gonzalo Díaz-Flores de Vera y compra la casa José Brier, abuelo del actual
dueño[2][2].
LAS PIRÁMIDES DE
GÜIMAR
Adquirió la
finca La Chacona
en Güimar, nombre que al parecer dan a la piedra en Venezuela[3][3].
Chacona fue el
nombre que le puso y que sigue llamándose hoy en día a la finca que adquirió
según escritura firmada en La
Laguna el 11 de abril de 1854 ante el escribano Miguel
Cúllen, a Isabel de Castro Ayala (posible pariente de su esposa), viuda de
Francisco Baulen García, y radicada en las afueras del casco de Güimar, en el
camino que va a Arafo, por la cantidad de 32.000 reales de vellón, y que era
parte del heredamiento que comprendía los terrenos y aguas que se extendía
desde Arafo hasta Agache.
Cuando compró la
finca solo se describía que se componía de un terreno de 73.800 m2.
En esta finca
construyó en 1875 una casa de dos plantas, de unos 800 m2 en total, sobre un
solar de unos 500 m2 (conocida popularmente en Güimar, cuando fue vendida por
la familia, como la casa del Miedo).
Chacona formaba
parte de una propiedad perteneciente a la familia Baulen que llegaba desde
Güimar hasta Arafo. No se sabe con certeza que hasta ese momento estuviera
cultivada, pero es bastante probable que no. Si no había cadenas y no se
dedicaba intensamente al cultivo, la zona sería un cardonal tabaibal.
A partir de
1854, la finca se dedica al cultivo intensivo de tuneras o chumberas, al objeto
de producir cochinilla. Es probable que en este momento se prepararan las
cadenas y bancales que son los que todavía existen.
La casa Chacona
se termina de construir en 1875 y aparecen descritas las pirámides o mojones.
Sobre la construcción de estos mojones existen diversas hipótesis.
Puede ser que en
algún momento entre 1854 y 1875 se produce una reorientación de algunas cadenas
hacia el solsticio por una afición del propietario hacia la cultura egipcia
antigua, americana precolombina o de bien también de tipo masónico.
O bien por el
contrario se encuentran y desentierran construcciones que ya existían allí en
el terreno, y que, aunque si bien no fueran construcciones indígenas, podría
tratarse de construcciones anteriores, de navegantes que desde el siglo X antes
de nuestra era, circunnavegaban las islas y realizaban asentamientos
temporales, y que al ser abandonadas pudieron ser reutilizadas por los
nuevos pobladores traídos con posterioridad, siendo por una parte desconocido
por el grueso de esa población, y también pasaría desapercibida por los
conquistadores ocultas bajo zarzas, matorrales y tierra.
Podría haber
pasado como a las instalaciones religiosas de Gran Canaria: Cuatro Puertas,
Amurga, Bentaiga, las cuevas del Caballero, Candiles, o Gáldar, Arteara,
Guayadeque, etc. que no fueron destruidas y quedaron ocultas o fuera de la
curiosidad y entendimiento de los conquistadores y gracias a ello se han
preservado.
A las propias
pirámides de Güimar que vemos hoy en día les pasó lo mismo. Las pirámides que
es evidente existían en el siglos XIX, se olvidaron y se volvieron a
redescubrir después de quedar prácticamente desaparecidas durante más de un
siglo hasta que fueron redescubiertas hace unos 20 años, en la década de los
ochenta del siglo pasado. (Redescubrimiento atribuido al portuense radicado en
Güimar, Emiliano Bethencourt)
En 1862, el
precio de la cochinilla descendió de 14 francos a 8. En 1864 los precios de la
grana reaccionan, hasta 1868, fecha en que se inicia el declive definitivo ya
que las anilinas fueron desplazando a la cochinilla.
Entre 1868 y
1875 iniciaría la sustitución de la cochinilla por el cultivo tabaco como una
salida a la recesión o mejor el "crak" económico de la década de 1870
que comenzaba. También se construiría un secadero de tabaco, estanque, cuadra y
16 horas de agua cada 14 días (1 hora = +/- 36 m3 = 36.000 litros, total
576.000 litros cada 14 días). Es significativo también tanta cantidad de agua
para regar chumberas (opuntia ficus barbarica L. Miller) que son plantas
xéricas que necesitan poco riego.
Se podría pensar
que esta finca tenía algo especial porque no era la más idónea para plantar
chumberas. Podría haber algo más importante oculto.
En esta finca se
encuentran las famosas pirámides de Güimar. No es normal construir pirámides a
lo largo de 7 Ha. Eso me parece que es una construcción demasiado
significativa. Evidentemente la pirámides ya estaban allí cuando la heredó mi
bisabuelo Antonio Díaz-Flores de Vera, pero debió ser que no se entendió
correctamente la monumentalidad de esta obra, tal vez porque las pirámides no
tenían valor comercial ni de otro tipo, y tampoco tenían ni para su hijo ni para el mercado de aquella época
un atractivo, sentido o significado concreto. Sin embargo hoy es la propiedad
de todas las que poseyó con un valor de explotación mayor, que aporta muchos
beneficios a la empresa que la gestiona, debido al atractivo de las pirámides,
independientemente de los valores especulativos propios de éste terreno y de
las del resto de propiedades de los otros lugares.
En 1874 ingresa
en la Masonería
con 63 años después de haber estado rodeado de masones en Venezuela desde los
23 años hasta los 36 años. Creo personalmente que ingresó por un interés
material, táctico o circunstancial. Por anécdotas y actuaciones de su vida se
sabe que nuestro tatarabuelo Antonio tuvo la rara virtud de saber “nadar y
guardar la ropa”.
La hipótesis de
que, como era masón, construyó pirámides, me parece un poco simple aunque dé
sentido y significado al tema. No me consta de nadie particular que haya construido
en el mundo un número de pirámides de esa envergadura, ni masones ni no
masones. Las pirámides masónicas son normalmente pinturas alegóricas o pequeñas
pirámides en tumbas, mausoleos o monumentos funerarios, pero no las conozco tan
grandes ni tampoco de base rectangular, sino de tipo cuadrada. Tampoco
conozco series de pirámides masónicas sino que están solas, ni tampoco existen
pirámides masónicas que no tengan otros símbolos masónicos.
En Chacona solo
hay pirámides como en Egipto antiguo o América prehispánica. Mi tatarabuelo no
era un excéntrico, fue masón ya de anciano, y perteneció solo tres años antes
de morirse en 1878, llegó al grado 3º pero, llegó a ese grado, de un total de
33, más por su categoría personal, intelectual, social y económica. Normalmente
hubiera sido grado 1º (aprendiz) pero José Sierra Afonso (su padrino del grado
33) se empeñó y le propuso personalmente para el grado 3 desde su entrada, algo
que no es frecuente.
No sé si estaba
muy convencido del mundo de la masonería, lo que sí creo es que se había dado
cuenta, de que era un lobby cada vez más influyente en el ámbito político y
económico de su isla. En esa sociedad “filantrópica” se cocían muchas
decisiones importantes[4][4].
Se ha comentado
también que era un campesino y nada más apartado de la realidad, porque
simplemente no lo era y no cogió nunca ni una hoz ni una azada para ganarse la
vida. Una de tantas hipótesis es que: el “campesino” que vivió allí las hizo
como solución estética a los amontonamientos de piedras producidos en la
preparación de las tierras para cultivo de las chumberas. Esto no es muy
lógico, porque prácticamente las pirámides dejaban poco espacio para el
cultivo. Si se quiere despedregar un terreno es porque se quiere aprovechar el
terreno y no para sembrarlo de pirámides. Por otro lado, es tanta la cantidad y
calidad de las piedras que se encuentran allí para la construcción de las
pirámides que se sabe que se usaron las
piedras llevadas de otros lugares, porque tanta densidad de piedras y de esa calidad
no son las que se encontraban allí.
OTRAS ACTUACIONES DE UN EMPRENDEDOR INCANSABLE
Bien fuera por
el interés de conservación del patrimonio o por interés restaurativo o por
interés estético o artístico, Antonio Díaz-Flores que era un empresario y un
emprendedor y que le gustaba hacer negocios, era un amante del patrimonio
artístico y las artes, y compró, entre otros, el palacio Méndez-Fonseca o Casa
de los Balcones de La Orotava,
hoy patrimonio histórico de Tenerife y que estaba abandonado y se encontraba en
mal estado. Asimismo promovió entre otras cosas la creación de una banda de
música de la Orotava
cuando fue alcalde, y llevó a La
Laguna, donde tenía otra vivienda, la costumbre de hacer las
alfombras de flores en las fiestas del Corpus, También se hizo pintar un
retrato él y otro su esposa por una joven promesa, el pintor Manuel González
Méndez en 1868 en La Orotava,
cuando estaba empezando y no muy conocido y que sería posteriormente el mejor
pintor canario de su época, etc.
Doña Leonor
Castillo de Monteverde, en 1847, diseñó una alfombra con motivos barrocos
frente a su casa pues la celebración del Corpus en La Orotava había decaído
bastante. …”Alentadas por su empuje, siguieron su ejemplo otras familias, como
los Sres. Lercaro, Díaz-Flores, García Lugo, Bethencourt Castro, conde del
Valle de Salazar y también llevaron la costumbre a La Laguna”.
“La iniciativa
de la familia Monteverde sorprendió al resto de la sociedad orotavense y pronto
encontraron a muchos continuadores entre los miembros de la aristocracia local.
En los años siguientes a 1847 se añadieron las señoritas de la familia
Lugo-Viña, las hijas de la marquesa de la Florida, los Machado, los Díaz Flores, los
Lercaro, los descendientes del conde del Valle Salazar, y un largo etcétera que
establecieron los principios artísticos de una manifestación floral que se
consolidó como tradición[5][5].”
Hacia 1855
adquirió la Casa
de Los Balcones o Méndez-Fonseca, en la c/ San Francisco, 3, y quizá también la
casa Jiménez-Franchi, en c/ San Francisco, 5. Fue su residencia habitual porque
La Magnolia,
en 1862, se la había alquilado a un hostelero para reconvertirla en una especie
de hotel inglés, La Govea.
Estas casas
están consideradas actualmente Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto
Histórico, dentro del patrimonio histórico de Tenerife (Decreto 22/2005, de 22
de febrero, del Gobierno de Canarias). Data del siglo XVII, concluyéndose su
construcción en el año 1670, destaca y sobresale de los materiales empleados la
tremenda presencia de la madera, tea de pino canario, difícil de tallar pero
utilizada en todas partes: vigas, puntales, tirantes, cabrios, techos,
frontales, traviesas, etc., su resistencia y belleza se mantiene con el paso
del tiempo, jamás ha sido pintada ni tratada, observamos la huella de los
siglos en algún punto de los exteriores de la casa, pero sin dejar de mostrar
el espectacular esculpido de sus maderas. El conjunto es un autentico monumento
a los maestros carpinteros canarios de todas las épocas. En su interior, la tea
de pino canario muestra todo su exuberante esplendor y fortaleza, aun hoy
continúa destilando resina. Los fantásticos y artísticos tallados de los techos
de cada uno de los salones, con estos perfectamente ambientados y amueblados
como sus dueños originariamente los tenían.
A su muerte
(3/3/1878), sus hijos y herederos Amelia, Antonio y Gonzalo Díaz-Flores de
Vera, realizaron la partición en 1881, y la vendieron, a Lorenzo Machado y
Benítez de Lugo. Hoy es propiedad de su nieto Carlos Schonfeldt Machado.
En el año 1875
se va a vivir a Santa Cruz de Tenerife. En su momento ya había adquirido la
finca Salamanca, en Santa Cruz de Tenerife, que incluye el actual barrio del
mismo nombre, hasta las Mimosas y toda la parte superior de las Ramblas hacia
el interior, de unos 700.000 m2. Esta finca es parte de una data que se le
otorgó a un judío converso apellidado Salamanca. “Francisco de Salamanca",
judío converso natural de Alba de Tormes, llegó a Tenerife en 1510, recibió
datas en La Laguna
y en la parte alta de Santa Cruz, su hijo casado con Bárbola Verde dio su
nombre a la finca y posterior barrio que luego se llamaría Salamanca[6][6]”.
En el barrio de
los Hoteles que conforma el ensanche de la ciudad de Santa Cruz, pertenecieron
a la familia unas propiedades en la c/ Veinticinco de Julio, en parcelas de
unos 500 m2 c/u que probablemente sean las casas que van de los nº 17 al nº
23.
También tenía
una casa en La Laguna
en la calle San Agustín o en la calle Carrera, donde solía ir a veranear,
delante de su casa se hacían las alfombras del Corpus, costumbre traída por él
y otras familias que tenían doble residencia en la Orotava y La Laguna.
Adquiere una
gran extensión de terrenos en la carretera que va de Güimar a Arafo, en el
lugar que hoy se conoce como Chogo (que es el nombre que utilizaba como
pseudónimo), Melozar y Chacona (nombre que también le puso a la finca de
Güimar) al parecer anteriormente perteneció a la familia Baulen. Aparece otra
casa en el Puerto de la Cruz.
La familia tenía casa y finca en Tejina, y finca en los
Realejos y otro número que sigo intentando investigar.
Por otro lado,
junto a otros socios de la
Orotava funda el 15 de junio 1859 una empresa de transporte
público formada por coches de caballos (ómnibus y charaban) para acabar con el
monopolio existente de una empresa de Santa Cruz. En el viaje inaugural de la
línea el coche de caballos en que viajaba tuvo un accidente y sufrió
heridas considerables. Seguidamente, para evitar la competencia, a
partir de ese momento, la empresa de Santa Cruz extendió la línea
pública regular de La Laguna
a la Orotava
que no existía. El surgimiento de la empresa de la Orotava forzó a los de la
otra empresa a bajar los precios de los billetes de Santa Cruz a La Laguna hasta 15 reales de
vellón.
“El 23 de
Octubre de 1856 es admitido como socio del Casino de La Orotava el industrial Don
Antonio Díaz-Flores y Cartaya”.
El 1 enero 1863
fue nombrado alcalde de la
Orotava, cesando el 31 diciembre de 1864. Alterna los
nombramientos de concejal y alcalde de esa villa hasta 1873 en que fue elegido
alcalde por tercera y última vez.
En 1875 en la Restauración de la
monarquía, es elegido diputado provincial.
“En Noviembre de
1868 se creó una junta de personalidades locales, encargada de proceder a la
demolición del convento para llevar a cabo en su solar las obras que se
considerase de utilidad publica. Dentro de esta junta se nombró una comisión
para dirigir los trabajos, integrada por Antonio María de Lugo Viña y
Sotomayor, Felipe Acosta y Bencomo, Alonso de Ascanio y Molina, Alonso y
Augusto Méndez de Lugo y Xuárez de la Guardia, Antonio Díaz Flores y Cartaya, Francisco
Román y Herrera, Fernando Monteverde y del Castillo, Lorenzo Machado y Benítez
de Lugo, Juan Salazar y Molina y el presbítero Manuel Padilla.”“Por el
prestigio que tenía en toda la isla, ingresó como socio ausente en la Sociedad Económica
de Amigos del País con el nº 265, el 23 febrero 1864”. El 20 de mayo 1865
promociona la banda de música de La
Orotava junto a otras personalidades como Antonio Lugo Viña,
El Conde del Palmar, Antonio Lercaro, Gabriel Pimienta y el Marqués de la Quinta Roja.
En 1870 vive en
su casa de la c/ San Agustín o La
Carrera de La
Laguna con tres sirvientes y un cochero. El 14 noviembre 1872
vuelve a La Orotava
y es nombrado de nuevo concejal y por unanimidad Alcalde-Presidente,
renunciando en enero de 1873. El 2 de enero de 1874 entra en la logia Teide 53
de la Orotava
con grado 3, por el prestigio que tenía, pues excepcionalmente, alteraron las
normas de ingreso y del grado 1 aprendiz, pasó al citado grado 3 de maestro,
con el nombre de Chogo. Fue apadrinado por José Sierra Afonso grado 33, el más
alto grado de la masonería. La masonería es una sociedad filantrópica que
degeneró y se desnaturalizó filtrada por lobbies y sociedades secretas de
intereses económicos y políticos, todo ello porque en esa época los lobbies
eran mal vistos y no podían establecerse abiertamente como hoy y tenían que
camuflarse en sociedades más o menos filantrópicas como la masonería, etc. En el
año 1875 funda en Santa Cruz de Tenerife, la logia Nivaria 96. Antonio
DÍAZ-FLORES CARTAYA forma parte, por tanto, de la masonería cuatro años, ya de
anciano (existe ficha de su pertenencia en el archivo de Salamanca) y para
algunos toda su existencia viene condicionada por este pequeño episodio en su
interesante vida.
Hizo testamento
en La Laguna
el 28 mayo 1868 ante Juan Navarrete que derogó por otro en S/C el 9 mayo 1872
ante Francisco Prada, donde reconoce sus tres hijos legítimos. Hace dos libros con
todas sus pertenencias que hoy han desaparecido, en un libro estaban las
propiedades que compró (fincas solares, etc.) y en el otro las modificaciones
que realizó (casas, aterrazamientos, mejoras, etc.), así como de los bienes
traídos por su esposa para ayudar a las cargas del matrimonio. El 29 diciembre
1881 se procedió a la partición de bienes ante el notario Nicolás Hernández
Escobar de la Orotava. La
casa Chacona fue dividida y la parte alta correspondió a Gonzalo y la baja a
Antonio. Existe retrato de 1868 pintado en La Orotava, propiedad de su
bisnieta María Rosa Díaz-Flores.
Figura en el
Tomo III pág. 856 del ”Nobiliario de Canarias” de Francisco Fernández
Bethencourt. Fue descendiente directo de la línea de varones de Diego de Adexe,
último mencey de Adeje, también llamado por algunos autores equivocadamente
Pelinor.
GENEALOGÍA DE ANTONIO DÍAZ FLORES CARTAYA
Su padre:
- ANTONIO DÍAZ-FLORES DÍAZ (Sabina Alta
–Fasnia en 1774 y falleció en Güimar hacia 1840). Se casa hacia 1807 en Güimar
con ROSA MARIA CARTAYA HERNÁNDEZ. 9º descendiente varón.
Su padre:
- JOSÉ DÍAZ FLORES
y GONZÁLEZ FARIÑAS (Sabina Alta –Fasnia-, Arico 1741-
1816 Fasnia) . En 1773 se casó en Arico con MARÍA JOSEFA DÍAZ. (Primer
Alcalde de Fasnia segregado de Arico y propietario). 8º nieto descendiente
varón.
Su padre:
- GASPAR DIAZ
(de Flores) PÉREZ (Sabina Alta, Fasnia-Arico
1712-¿?) En 1737 en Arico se casó con FLORENCIA
Mª GONZÁLEZ FARIÑAS LUIS (María Flores). 7º nieto descendiente varón.
Su padre:
- GASPAR DÍAZ (de
Flores) RAMOS (Sabina
Alta –Fasnia-, Arico 1657-¿?) En 1690 en Arico se casó con BRÍGIDA PÉREZ. 6º nieto descendiente varón.
Su padre:
- AMARO DÍAZ SEBASTIANA (1627-¿?) En 1649
en Güimar se casó con ANA (de Flores) RAMOS. 5º nieto descendiente varón.
Su padre:
- GONZALO DÍAZ LUGO (Güimar 1596-¿?) En
1616 en Güimar se casó con ANA SEBASTIANA. 4º nieto descendiente varón.
Su padre:
- BASTIÁN DÍAZ LORENZO (Laguna
1558-¿?) En 1588 en La Laguna
se casó con LUISA DE LUGO. Tataranieto
descendiente varón.
Su padre:
- GASPAR DÍAZ
DELGADO (Vilaflor 1537-¿?) En 1557 en Vilaflor se casó con ANA
LORENZO. Bisnieto descendiente varón (Alcalde de Vilaflor).
Su padre:
- JUAN DÍAZ DE
VERA (Masca-Buenavista, 1515-1587) En ¿1535? en ¿Masca
(Buenavista)? se casó con MARIA DELGADO.
Nieto descendiente varón.
Su padre:
- DIEGO DÍAZ (Adeje
1479-¿?) En 1513 en ¿Masca (Buenavista)? se casó con LUISA DE VERA. Hijo y
primero con el apellido Díaz de los de Adexe.
Su padre:
- DIEGO DE
ADEXE (Adeje 1479-¿?). Mencey de Adexe padre y origen de los
Díaz de Adexe.
(Tomado de: http://geneacanaria.blogspot.com.es/2012/10/historia-y-genealogia-de-un-emprendedor.html)
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