1990 junio 12.
Falleció en la
Clínica de San Juan de Dios de Santa Cruz de Tenerife, a la
una y cuarto de la madrugada, Juan Gonzalez Sabina ·Cachucho” (1916-1990).
Pescador, cabo de infantería por merito s de guerra, sepulturero y barrendero,
que da nombre a una calle de la Villa
Mariana
Fue uno de los personajes más
populares y queridos de Candelaria, por su nobleza e ingenuidad. Trabajó en la
pesca y fue movilizado con motivo de la Guerra Civil, ascendiendo a cabo de Infantería
por una acción heroica. Después de licenciado trabajó primero como sepulturero
y luego como barrendero, siendo el único existente en su localidad natal.
Recientemente, muchos años después de su muerte, se le ha dado su nombre a una
calle de la Villa
Mariana.
Era un hombre muy bueno y
cariñoso, pero tuvo que sufrir las burlas sobre su apodo del sector más
intransigente con el diferente que siempre ha existido. Durante las fiestas de
agosto se pasaba el día entre los puestos de feriantes que se instalaban en la
calle de San Blas, donde compraba muñecos y abalorios que luego regalaba a los
niños, a cambio de un café o de una simple sonrisa.1
Pescador y cabo de
infantería por meritos de guerra
Conocido por sus paisanos como
“Juan Cachucho”, nació en Candelaria el 10 de julio de 1916, siendo hijo de don
Pedro Manuel González y doña Claudina Sabina Delgado. El 23 de ese mismo mes
fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don José Trujillo
y Trujillo, y actuó como padrino don Juan de Mesa Torres, de la misma vecindad.
En su juventud trabajó como
pescador; de ahí su apodo de “Cachucho”, que heredó de su padre y que se aplica
a un pez muy estimado, común en el Atlántico oriental, de unos 40 cm de largo y
color escarlata.
En 1937 fue movilizado con motivo
de la Guerra Civil
y entró a servir como soldado en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 38,
siendo destinado al frente. Durante la campaña mostró un comportamiento
heroico, pues arriesgando su vida se apoderó él solo de un nido de
ametralladoras del ejército enemigo, que estaba dotado con una ametralladora
pesada que no dejaba avanzar a las tropas, salvando con ello muchas vidas; por
esta actuación se le concedió un diploma y el empleo de cabo de Infantería, no
pudiendo ascender a sargento por ser prácticamente analfabeto.
Aunque la tradición
oral sostiene que
por dicha acción
se le concedió la Cruz Laureada de
San Fernando, no
existe constancia documental
de ello. Además, en esa contienda
bélica fue herido en una oreja.
Sepulturero y
barrendero de Candelaria
Una vez licenciado, el 6 de mayo
de 1940, a los 23 años de edad, contrajo matrimonio
en la parroquia de Santa Ana de
Candelaria con doña María del Carmen Herrera Gómez, de 18 años, vecina de
Igueste e hija de don Emiliano Herrera y doña Amalia Gómez; los casó y
veló el
cura encargado fray
Ramón Fernández y
actuaron como padrinos-testigos don Celestino González Sabina y doña Caridad
Ramos. Inicialmente fueron vecinos de esta villa en la calle de La Arena, pero pronto se
separaron sin haber tenido sucesión.
Movilizado de nuevo, en ese mismo
año 1940 volvió a prestar sus servicios como cabo en el Regimiento de
Infantería Tenerife nº 38, en el que continuaba en 1943, probablemente
destinado en el Destacamento que se mantuvo en Candelaria durante la II Guerra Mundial.
Tras ser licenciado definitivamente, nuestro biografiado
obtuvo una plaza de fosero o sepulturero en el Ayuntamiento de Candelaria,
cuidando durante años el cementerio de Santa Sabina, donde incluso solía dormir
en ocasiones, y en el que continuó hasta que en el Pleno celebrado el 31 de
agosto de 1968 fue sustituido por don Domingo Castillo Expósito2.
Luego obtuvo la plaza de
barrendero, que ocupó durante muchos años y en la que sus paisanos lo recuerdan
aún, pues era el único del casco, a pesar de lo cual siempre procuraba tener lo
más limpios posible aquellos lugares con una mayor afluencia de visitantes,
como los alrededores de la
Basílica, del Ayuntamiento y de la iglesia de Santa Ana. Se
jubiló en 1981, a los 65 años de edad.
Aún se le recuerda con sus brazos
llenos de pulseras y su carretilla verde, adornada con una bandera y todos los
abalorios que se iba encontrando, así como una muñeca sentada en la parte
delantera y un teléfono en la parte baja. Como curiosidad, cuando alguien había
perdido algo solía dirigirse a él para preguntarle si lo había encontrado; si
era así, como lo llevaba todo encima, no tenía ningún problema en
entregárselo.3
Vivía en un cuartito que le
construyó el Ayuntamiento en La
Cardonera. Éste sufrió un incendio, que tuvo que ser sofocado
por los bomberos, en un día que también es recordado por haber caído una fuerte
granizada en Candelaria. Esa noche, un vecino se encontró a don Juan medio
desnudo, agachado y escondido al lado de su casa, por lo que fue a buscar una
manta y lo tapó, ejemplo claro del cariño que sentían por él sus paisanos.4
Inauguración de la calle Juan “Cachucho”, en el barrio de
Santa Ana, con asistencia de un sobrino, las autoridades locales y el cronista.
Fallecimiento y
nominación de una calle
Don Juan González Sabina falleció
en la Clínica
de San Juan de Dios de Santa Cruz de
Tenerife el 12 de junio de 1990,
a la una y cuarto de la madrugada, cuando contaba 73 años de edad y tras
recibir los Santos Sacramentos. Ese mismo día se oficiaron las honras fúnebres
en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco Fray Jesús Mendoza
González y a continuación recibió sepultura en el cementerio de esta villa.
En reconocimiento a su
popularidad y a propuesta de la Mesa Comunitaria de Candelaria casco-La Viuda, el
Ayuntamiento de Candelaria acordó el 29 de junio de 2009 dar el nombre de “Juan
Cachucho (Barrendero)” a una calle del barrio de La Cardonera. El rótulo
que la nomina fue descubierto oficialmente el 19 de abril de 2010 por el
alcalde don José Gumersindo García Trujillo y un sobrino del homenajeado, en un
emotivo acto en el que también se nominaron otras calles de la misma zona.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2013)
(Cronista Oficial de Candelaria) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1 Algunas anécdotas
de su vida han sido recordadas desde la
página de “Candelaria forever” en facebook.
2 Archivo Municipal de Candelaria. Libros de actas del
Pleno, 1968.
3 Véase la página de “Candelaria forever” en facebook.
4 Ibidem.
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