Rukaden Ait Anaga
A nadie con dos dedos de frente se le escapaba
que, un tribunal nombrado mayoritariamente por el PPSOE, iba a salvaguardar a
la colonia de canarias de las prospecciones petrolíferas, pero algunas almas
cándidas habían puesto, sino todas, gran parte de sus esperanzas en la “cordura
de la ¿Administración de Justicia?”, y como es lógico, se encontraron con que
la realidad no es la burbuja rosa de los mundos de fantasía con que nuestros
dirigentes, NO-DO mediante, han hecho creer a gran parte de la sociedad
canaria.
Era algo, al menos para mí lógico y esperable tal
decisión; Como dicen que decía Aníbal Barca, si quien se te opone es un general
incompetente, debes ofrecerle alguna pequeña victoria de vez en cuando, para
que sus superiores no lo cambien por otro más capaz, de forma que siempre se
nos enfrente un idiota (Más o menos) bien, pues con el ministro Soria, el amigo
Paulino, caso de que de verdad fuera presidente de algo y encima nuestro, tiene
una oportunidad de oro en sus manos; No hace falta ser ninguna lumbrera
política ni académica, para que cualquiera no solo rebata, sino incluso de una
lección sobre el tema, al flamante ministro de la derecha colonial, tal es el
grado de mediocridad político intelectual de la política en general y de la
canaria en particular.
A estas alturas, intentar una regeneración es imposible, pues si hay que arar con estos bueyes, son tan mal ganado que ni para sacar crías, y esperar que desde los mismos cuadras salga algo mejor, se obtiene más aceite exprimiendo bloques de basalto. Aparentemente, Podemos parece ser esa renovación esperada y ansiada por una sociedad asqueada y asfixiada, pero en lo que a la realidad colonial canaria se refiere, creo que poco podemos esperar.
A estas alturas, intentar una regeneración es imposible, pues si hay que arar con estos bueyes, son tan mal ganado que ni para sacar crías, y esperar que desde los mismos cuadras salga algo mejor, se obtiene más aceite exprimiendo bloques de basalto. Aparentemente, Podemos parece ser esa renovación esperada y ansiada por una sociedad asqueada y asfixiada, pero en lo que a la realidad colonial canaria se refiere, creo que poco podemos esperar.
Esto nos deja solo dos opciones:
a- Seguimos actuando solo en el aspecto cultural
y etnográfico.
b- Somos nosotros esa fuerza generadora necesaria
e imprescindible en la vida Pública (Política) canaria.
No hay más opciones. Yo no doy ni quito
importancia a ninguna de las dos opciones, pues indiscutiblemente tienen que ir
de la mano, siendo la segunda consecuencia directa de la primera (O al menos
así debiera y deberá ser en el futuro) Es de suma importancia que las
generaciones actuales y venideras adquieran Conciencia de Pueblo, de Nación,
como la tenemos nosotros, y eso se consigue con Educación Cultural,
etnográfica, etc., y también Política. Y como tenemos Conciencia de Pueblo y de
Nación (Sojuzgados todavía), debemos dotarnos de un instrumento político que,
no solo de a conocer nuestro ideario y propuestas, sino sea una organización
capaz de aplicar su ideario allí donde el Pueblo decidiera.
Han sido innumerables los avatares y el baile de siglas y formaciones que intentaron abordar la cuestión Nacional, desde la década de los 60 en adelante, de las cuales apenas quedan dos o tres grupos organizados como tales organizaciones políticas; No sé si decir “con alivio”, pues resultaría imposible llegar a un acuerdo entre muchas organizaciones, cuando parece un imposible entre unas pocas.
Los motivos que al parecer “impiden la unidad” no
son netamente programáticos, como podría esperarse. Tras estudiar el material
(Más bien poco) que he podido conseguir, más o menos actual y antiguo, nos
revela que en realidad, salvo pequeños matices, las propuestas programáticas
sino son netamente iguales si son muy parecidas, y no costaría mucho a alguien
independiente refundir todas las propuestas en un solo programa.
Me he encontrado con que absolutamente todos, caen en el error de querer más allá de la Independencia, es decir, tras la consecución de la Libertad patria y crear un modelo de estado Republicano y Social, se intenta definir la trayectoria como país libre y su desenvolvimiento futuro, algo que por un lado corresponde a la decisión popular y por otro al comportamiento de los países fronterizos y cercanos. Entendiendo que la casa hay que construirla desde los cimientos, siguiendo un plan (Plano) preestablecido, debemos preocuparnos primero en construir la casa y luego planificar las fiestas y actividades que desarrollaremos en ella.
Me he encontrado con que absolutamente todos, caen en el error de querer más allá de la Independencia, es decir, tras la consecución de la Libertad patria y crear un modelo de estado Republicano y Social, se intenta definir la trayectoria como país libre y su desenvolvimiento futuro, algo que por un lado corresponde a la decisión popular y por otro al comportamiento de los países fronterizos y cercanos. Entendiendo que la casa hay que construirla desde los cimientos, siguiendo un plan (Plano) preestablecido, debemos preocuparnos primero en construir la casa y luego planificar las fiestas y actividades que desarrollaremos en ella.
Luego, si no son netamente programáticos, debemos
enfocar el tema desde el ámbito personal, y esas son aguas profundas donde ni
me apetece ni quiero nadar, pues este tipo de diferencias son imposibles de
solventar, salvo casos extraordinarios de generosidad por todas las partes
implicadas, porque, raro es que alguien se baje del burro (Aunque le amputen
las patas al animalito), pues todos creen tener la razón de su parte. La cosa
se complica cuando aparece, de nuevo, la humana condición, en el sentido de
aquello que se criticaba del MPAIAC, que tenía más comandantes que efectivos
combatientes; Me refiero al personalismo, a que todo el mundo aspira o a
Comandante o a Líder, pero nadie quiere ser mando intermedio o de tropa
(Disculpen la terminología militarista pero es solo para que se entienda mejor
lo que quiero expresar)
Claro está, nadie sobra en esto, pero creo que
los que ya, de una forma u otra estamos algo quemados y por las causas que sean
no logramos crear ese Frente Popular de Liberación Nacional, deberíamos dejar
paso a quienes si puedan hacerlo, lo que no significa, ni renunciar a la lucha
o jubilarnos, pero si podemos estar en otro plano, asesorando, aconsejando y
aportando toda la experiencia política y organizativa acumulada en décadas de
resistencia antifascista y anticolonial.
(Continuará)
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