martes, 17 de junio de 2014

JOSE SIERRA PEREZ





1885 junio 22.
Falleció en su domicilio de Arona , a causa de  una “enfermedad  desconocida”; José Sierra Pérez (1808-1885), Capitán de milicias, comandante de armas de Adeje y Arona, tallador de quintos y alcalde de Arona1

Nuestro biografiado creció en el seno de una familia de modesta, aunque notable, tradición militar, que influyó en él para ascender desde simple soldado hasta capitán de las Milicias de Abona, con lo que logró superar a todos sus parientes. Asimismo, como oficial residente de mayor graduación, fue nombrado comandante de armas de Adeje y Arona. De este último pueblo lo fue incluso después de su retiro y en esa situación ejerció también como tallador de quintos del Ayuntamiento. Además, fue elegido alcalde popular de Arona, pero renunció a dicho cargo por incompatibilidad con la Comandancia de Armas que aún desempeñaba.

Una familia de tradición militar

Nació en el pago del Valle (Arona) el 4 de mayo de 1808, siendo hijo de don Antonio(Rodríguez) de la Sierra y García y doña María de las Nieves Pérez Delgado, vecinos y naturales de dicho lugar. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio Abad por el cura párroco don Luis Herrera y Cruz; se le puso por nombre “José Antonio del Sacramento” y actuó como padrino don Domingo Rodríguez Sierra, su abuelo paterno, del mismo vecindario.

Creció en el seno de una familia vinculada a las Milicias Canarias, aunque en empleos modestos, en la que destacaron: su bisabuelo, don Francisco (Rodríguez) de la Sierra (1709-1783), sargento de Milicias y alhondiguero; su padre, don Antonio Rodríguez de la Sierra y García  (1777-1842), sargento 1º de Milicias y alcalde de Arona; su hermano, don Narciso (Rodríguez) Sierra Pérez (1805-1863), alcalde y juez de paz suplente de Arona; su sobrino, don Narciso Sierra Hernández (1835-?), subteniente de Milicias y concejal del Ayuntamiento de Arona; y sus primos, don Lorenzo Antonio Sierra de Torres (1795-1872), sargento 1º de Milicias y propietario, y don Agustín De León Sierra (1823-1878), sargento 2º de Milicias.

Tras aprender las primeras letras, don José comenzó a ayudar a su padre, destacado propietario, en las duras faenas agrícolas que suponían el cuidado de su hacienda. Luego, antes  de  cumplir  los  18  años  de  edad,  entró  a  servir  por  su  suerte  como  soldado  del Regimiento de Milicias Provinciales de Abona, al que se incorporó el 12 de marzo de 1827.

Los conocimientos, dedicación y disciplina de nuestro personaje le hicieron prosperar rápidamente en la carrera militar; así, el 23 de mayo de 1828 ascendió por elección a cabo 2º de la 2ª Compañía del citado Regimiento; en ese mismo año figuraba como vecino de Arona, con 20 años y soltero; tenía una estatura de 5 pies, 6 pulgadas y 4 líneas; y llevaba de servicio 1 año, 5 meses y 19 días.

El 15 de octubre de 1829 ascendió, también por elección, a sargento 1º de la 4ª Compañía del mismo Regimiento de Abona. En ese último mes fue nombrado por el párroco, don Miguel Rodríguez Guillama, como uno de los proveedores que debían correr con la cobranza y organización de la función anual que se le hacía a Ntra. Sra. del Rosario, Patrona de la parroquia, para el siguiente año 1830, en que le correspondía celebrarla al lugar de Abajo; este nombramiento confirma que por entonces ya se le consideraba como uno de los vecinos más destacados de la localidad, a lo que se unía el hecho de que su padre ocupaba la Alcaldía de Arona en el momento de su designación.

Como tal sargento 1º, el 27 de julio de 1830 don José Sierra actuó como comandante accidental de su Compañía, la 4ª del Regimiento Provincial de Abona, por ausencia de los oficiales de la misma.

De subteniente a captan de milicias, comandante de armas de Arona y Adeje

En virtud de Real Despacho, dado en palacio a 20 de febrero de 1833 por el Rey don Fernando VII, don José ascendió a subteniente de la 5ª Compañía del mismo Regimiento, con la antigüedad del 12 de noviembre del año anterior, plaza que había quedado vacante por ascenso del adejero don José Jorge Acebedo.

Hacia 1837 vivía en Adeje, donde desempeñaba el cargo de comandante de armas de dicha villa, por ser el militar de mayor graduación residente en ella. En dicho cometido era el encargado de atender las solicitudes de los milicianos en activo o retirados con fuero, supervisar el reclutamiento, autorizar las bodas, etc., de los milicianos de su jurisdicción.

Por Real Orden de la Reina Gobernadora doña María Cristina de Borbón, fechada a 4 de mayo de 1840, don José Sierra ascendió por antigüedad a teniente de la 4ª Compañía del mismo Regimiento de Milicias de Abona, cubriendo la plaza que había quedado vacante por ascenso de su paisano don José Espínola; el 10 de ese mismo mes se le expidió en palacio el correspondiente Real Despacho. Su plaza de subteniente fue cubierta ese mismo año por don Miguel Alfonso Feo, natural de San Miguel de Abona. En su empleo de teniente, hacia 1841 prestó sus servicios en el Destacamento de Milicias de Santa Cruz de Tenerife.

Como tal teniente se estableció en Arona y, al ser el militar de mayor graduación que residía en dicho pueblo, fue nombrado comandante de armas del mismo, comisión que ya desempeñaba el 15 de noviembre de 1842, aunque probablemente lo hizo desde septiembre de ese año hasta el 24 de diciembre del mismo año 1847, en que obtuvo su retiro.

El 23 de noviembre de 1842, a los 34 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de  San Antonio Abad de  Arona con doña María  de  los  Dolores Bethencourt Medina2, natural del mismo pueblo e hija de don Juan de Bethencourt Alayón y doña María de los Dolores Medina Bethencourt y Domínguez; los casó y veló el cura párroco propio don Miguel Rodríguez Guillama, siendo testigos don Antonio Sarabia, don Narciso Sierra Pérez y don Francisco Villarreal, todos de la misma vecindad. En su expediente matrimonial don José figuraba como natural y vecino de Arona, municipio en el que se estableció la nueva pareja y donde nacieron sus hijos.

En 1842, don José Sierra condujo hasta la parroquia, con animales de su propiedad, un tablón que se le había comprado a don Antonio González de la Cruz para construir el retablo del Señor de la Salud; por este trabajo percibió nuestro personaje 221 reales y 8 maravedíes.3

A causa de la supresión del Regimiento de Abona, el 1 de agosto de 1844 el teniente
Sierra Pérez pasó al Regimiento de Garachico, del que dependió hasta el 1 de noviembre de 1845. Con esta última fecha se reintegró al nuevo Batallón Provincial de Abona nº 31 de las Islas Canarias, donde permanecería hasta su retiro. En dicho año 1845 fue movilizado para contribuir a la persecución del contrabando, que por aquella época era frecuente en las costas del Sur de la isla; permaneció en dicho servicio durante ocho días en el mes de junio, así como otros once en octubre y diciembre del mismo año.

El 23 de noviembre de 1846 don José Sierra ascendió a capitán de Milicias, por nombramiento del capitán general de Canarias, al haber quedado vacante dicha plaza en la 5ª Compañía  por  la  nueva  reorganización  de  las  Milicias;  este  empleo  le  sería  ratificado mediante Real Despacho, dado en palacio a 25 de mayo de 1847 por la Reina doña Isabel II, con la antigüedad de su nombramiento.

Por su hoja de servicios, fechada a 20 de septiembre de dicho año 1847, conocemos las notas de concepto que este capitán merecía al comandante accidental del cuerpo, don Juan Tururet: se le consideraba valor; regular aplicación, capacidad y conducta; su instrucción era regular en táctica, ordenanza, causas o procedimientos militares, documentos y contabilidad. Según su jefe superior, este oficial había hecho “bastantes”  progresos en su instrucción durante el tiempo que llevaba de servicio. Como curiosidad, contaba 39 años de edad, gozaba de buena salud y estaba casado.

Poco tiempo después, el capitán don José Sierra Pérez solicitó su retiro, que le fue concedido mediante Real Cédula dada a 24 de diciembre del mismo año 1847 por la Reina, con uso de uniforme y fuero militar. Tenía tan solo 39 años de edad, de los cuales más de 20 de servicio en las Milicias Canarias, casi todos ellos en situación de provincia. Por ello, el 23 de diciembre de 1851 don José figuraba como capitán de Milicias retirado.

Capitán  retirado, comandante, tallador, elector y alcalde de Arona

A  partir  de  su  retiro,  don  José  Sierra  se  dedicó  al  cuidado  de  las  importantes propiedades agrícolas que poseía, logrando mejorar en poco tiempo su economía. Por ello, pasó a figurar entre los mayores contribuyentes de la localidad, lo que le daba derecho a ser incluido entre los electores del municipio de Arona para las elecciones de diputados a Cortes y de compromisarios para senadores, según las relaciones que publicaba periódicamente el Boletín Oficial de la Provincia de Canarias.  Así, en julio de 1858 era uno de los dos únicos electores de dicho pueblo según el artículo 14 de la Ley electoral. El 23 de noviembre de ese mismo año participó en la votación efectuada en Granadilla, como cabecera de la 2ª Sección del Distrito electoral de La Laguna, en la elección de diputados a Cortes. En noviembre de 1865 figuraba entre los “Electores por pagar 20, ó mas escudos”, pues contribuía con 54,828 escudos, siendo el tercer mayor contribuyente de la localidad, tras don Antonio Francisco Domínguez y don Juan Antonio Reverón; en idéntica situación continuaba en enero de 1866. El 12 de marzo de 1867 tomó parte en la votación para la elección general de diputados a Cortes celebrada en la Villa de La Orotava, con el número 74. En febrero de 1878 estaba inserto en la “Lista definitiva de electores para Diputados á Cortes”, entre los contribuyentes de  la  Sección  de  Arona.  Y  en  febrero  de  1905  seguía  incluido  entre  los  mayores contribuyentes de Arona, “con derecho á elegir Compromisarios para la elección de Senadores”.

Su espíritu solidario quedó de manifiesto en 1863, al contribuir con 20 reales de vellón a la “Junta Provincial de la suscrición abierta en favor de las viudas y huérfanos pobres que ha dejado la fiebre amarilla en esta Capital y demás necesidades de urgencia”, según publicó el 26 de enero de dicho año el Boletín Oficial de la Provincia de Canarias.

Después de su retiro volvió a ser nombrado comandante de armas de Arona, por no residir en este pueblo ningún oficial. Permaneció en dicho cargo hasta el 11 de octubre de 1871, en que el capitán general de Canarias dispuso: “Residiendo en el pueblo de Arona de esta Isla el Alférez de la Sección Provincial de Abona Don Eugenio Domínguez y Alfonso y correspondiéndole hacerse  cargo  de la Comandancia de Armas del espresado  pueblo por pertenecer  á la Compañía de aquella  demarcación,  he tenido por conveniente nombrarle para el desempeño de dicho cargo, quedando satisfecho del celo con que lo ha ejercido hasta la fecha el Capitán retirado don José Sierra y Pérez”4.

También como capitán retirado, el 28 de julio de 1872 fue “nombrado por el Ayuntamiento a falta de sargento tallador” para la medición y el pesado de los quintos de l municipio de Arona. Por entonces volvió a ser nombrado comandante de armas de
Arona, cargo en el que continuaba al año siguiente.

Al margen de sus responsabilidades militares, fue elegido alcalde popular de Arona a comienzos de 1873, pero renunció a dicho cargo por incompatibilidad, al estar ejerciendo aún como comandante de armas de la localidad. Esta dimisión le fue aceptada por el Ayuntamiento y la Comisión Provincial de Canarias quedó enterada de ello en la sesión celebrada el 21 de febrero de  dicho  año:  “12.º  Quedar  enterada  de  un  oficio  del  Alcalde de  Arona,  poniendo  en conocimiento de este Cuerpo haber presentado al mismo su dimisión el Alcalde Don José Sierra Pérez por la incompatibilidad de ser Comandante de armas de aquel pueblo, la que le fué admitida por el Ayuntamiento”5.

No obstante, el Sr. Sierra siguió interesado por la política, pues en la sesión celebrada el
16 de noviembre de 1877 por la Comisión Permanente de la Diputación Provincial se tomó el siguiente acuerdo: “8.º Vista la  reclamación  de Don José  Sierra  Pérez, vecino de Arona, pidiendo la inclusión de varios sujetos en las listas electorales de dicha localidad, así como que se rectifiquen los apellidos de otros, cuya circunstancia manifiesta el Alcalde ser cierta en su informe; consultar al Excmo. Sr. Gobernador que en sentir de la Comisión procede que se acceda á la peticion del reclamante”6.
El 22 de mayo de 1878, don José Sierra Pérez, presentó su renuncia al cargo de comandante de armas de Arona, que aún desempeñaba, tal como le comunicó en dicha fecha al comandante militar del Cantón de Abona: “Habiendo  sido nombrado  Comandante  de armas de este pueblo, como Capitan retirado con fuero militar en circunstancias especiales, que en este pueblo no habia  oficial  ni persona  que pudiera  desempeñar  dicho cargo  y variadas  aquellas  circunstancias  por hallarse  en la actualidad  viviendo en este pueblo el Capitan  Don Eugenio Domínguez á quien por ordenanza  pertenece, y hallarme  ya en la avanzada edad de setenta años con mis desasones habituales, me impiden atender al servicio cual corresponde  y me obliga á renunciar  el expresado cargo  de Comandante de armas, como lo verifico”. Atendiendo a dicha solicitud, al día siguiente dicho comandante militar le expuso  al  gobernador  militar  que  “el  Capitan  de  la  Seccion  de  Abona  Don  Eugenio Domínguez y Alfonso reside como vecino de dicho pueblo, por haberse trasladado de la Villa de Adeje, cuya Comandancia  de armas  biene desempeñando hace tiempo la cual dista 2 leguas de su actual residencia, y como creo convenga mas al mejor servicio desempeñe la deArona, lo propongo á V.E., por si tomándolo en consideración se digna elevarlo al

Exmo.
Señor Capitán  General  del Distrito”.  Y el 28 de ese mismo mes de mayo se aceptó la propuesta, nombrándose comandante de armas de Arona al capitán don Eugenio Domínguez Alfonso, que hasta entonces desempeñaba la de la Villa de Adeje.7

El Sr. Sierra adquirió una finca en Los Llanos del Rey de Arona, procedente del clero, que había sido embargada y administrada por Hacienda, en virtud de la Ley de 13 de junio de 1878. Pero en el cuarto cuatrimestre de 1878-1879 adeudaba a la Administración Económica de la Provincia de Canarias un plazo de 50 pesetas, vencido el 18 de febrero de 1879, por el que había sido apremiado el 5 de mayo de dicho año. En el tercer trimestre de 1880-1881 adeudaba dos plazos, por un importe de 100 pesetas, vencidos el 18 de febrero de 1880 y 1881, por los que había sido apremiado el 12 de marzo de 1881. El 10 de febrero de 1882 ya adeudaba a la Administración de Propiedades e Impuestos de la Provincia de Canarias tres plazos, por un importe de 150 pesetas, vencidos el 18 de febrero de los años 1880, 1881 y
1882. El 3 de febrero de 1885 solo adeudaba un plazo de 50 pesetas, que vencía el 18 de dicho mes.8

Asimismo, el 9 de abril de 1880 figuraba como deudor de la contribución en el Ayuntamiento de  Adeje,  con  una  cantidad  de  94,93 pesetas;  pero  al  notificársele dicha circunstancia “no quiso firmar”.

Fallecimiento y descendencia

Don José Sierra Pérez falleció en su domicilio de Arona el 22 de junio de 1885, a causa de  una “enfermedad  desconocida”;  contaba 77 años de  edad.  Al  día  siguiente se oficiaron las honras fúnebres en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco propio don Julio Mendoza Morera y a continuación recibió sepultura en el cementerio de dicha localidad, siendo testigos del triste acontecimiento don Francisco y don Antonio Villarreal, del mismo vecindario.

En el momento de su muerte se hallaba viudo de doña María de los Dolores Bethencourt Medina, con quien había procreado diez hijos: doña María  Dolores Sierra  y Bethencourt, que casó en 1876 con don Nicolás Grijalva y Sánchez, natural y vecino del Realejo Alto, hijo de don Nicolás Grijalva y Brito y doña María Sánchez del Castillo; doña Juana  Antonia (?-1912), casada en 1869 con don Julián Tavío Delgado, natural de Ifonche (Adeje)  e  hijo  de  don  Pedro  Antonio  Tavío  Reverón  y  doña  María  Antonia  Delgado Tacoronte; doña Eloísa Antonia (1847-1915), que casó en 1871 con su primo don Virgilio Bethencourt Medina, hijo de don Antonio Bethencourt Medina y doña María Medina Domínguez, y falleció en Arona a los 68 años de edad; doña Ismenia, de la que no tenemos más información; Evaristo Juan  Antonio (?-1850), que falleció siendo párvulo en Arona; Francisco José (?-1850), muerto también de corta edad; doña Quiteria, casada en 1878 con don Antonio Villarreal Frías, hijo de don Francisco Villarreal Bethencourt y doña Jerónima de Frías Delgado, con descendencia; Celia Carlota (?-1854), que murió con tan solo cinco meses de vida; José Demetrio (?-1856), fallecido a los cuatro meses; y doña Carolina María de los Dolores Sierra Bethencourt (1858-1911), que murió soltera a los 53 años de edad.9

Como curiosidad, después de su muerte, en octubre de 1886 la Administración de Propiedades e Impuestos de la Provincia de Canarias subastó la finca que nuestro biografiado había adquirido en los Llanos del Rey de Arona, que comprendía 61 áreas y 230 miliáreas de tierras, por “Quiebra de D. José Sierra Pérez” y por un importe de tan solo 18 pesetas10. No obstante, el 1 de febrero de 1888 continuaba figurando como deudor de la misma Administración, por su finca de los Llanos del Rey, aunque con tan solo un plazo de 50 pesetas que vencía el 18 de dicho mes11.
(Octavio Rodríguez Delgado) [blog.octaviordelgado.es]

Notas:

1  Sobre este personaje puede verse también otro artículo de este mismo autor: “Personajes del Sur (Arona-Adeje): Don José Sierra Pérez y don José Alba de Mederos, oficiales de las Milicias Canarias en el siglo XIX”. El Día (La Prensa del domingo), 14 de julio de 1991. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos. También puede consultarse su expediente personal en el Archivo General Militar de Segovia y en el Archivo Regional Militar de Canarias.
2  Doña María de los Dolores era hermana de: don José Bethencourt Medina (1811-?), teniente de Milicias; doña Pilar Bethencourt Medina (1813-1896), primera maestra titulada de Arona; don Diego Bethencourt Medina (1815-?), alcalde, segundo subteniente de la Compañía de la Milicia Nacional de Arona y subteniente abanderado del primer Batallón de Nacionales; don Evaristo  Bethencourt Medina (1822-1901), capitán de Milicias, alcalde de Arona y propietario agrícola; y don Cesáreo  Bethencourt Medina (1824-1881), alcalde, capitán de la Compañía de la Milicia Nacional de Arona y 2º comandante del Primer Batallón de Nacionales.
3  Carmen Rosa PÉREZ BARRIOS (1987). Noticias históricas acerca  de la vida religiosa en Arona (S. XVI-XIX). pág. 3.
4 Archivo Regional Militar de Canarias. Milicias.
5 “Comisión Provincial de Canarias”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,  7 de abril de 1873, 6 “Comisión Permanente de la Diputación Provincial”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 23 de enero de 1878, pág. 2.
7 Archivo Regional Militar de Canarias. Milicias.
8 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 11 de julio de 1879, pág. 2; 6 de abril de 1881, pág. 2; 27 de febrero de 1882, pág. 4; 6 de febrero de 1885, pág. 3.
9 Nelson DÍAZ FRÍAS (2010). El Santo Hermano Pedro de Bethencourt y su familia. Guanches, canarios y repobladores hispanos en el Tenerife del siglo XVI. Págs. 433-434.
10 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,  1 de octubre de 1886, págs. 1-2; 8 de octubre de 1886, págs. 1-2.
11 Ibidem, 20 de febrero de 1888, pág. 3.



No hay comentarios:

Publicar un comentario