1885 junio 22.
Falleció en su domicilio de Arona
, a causa de una “enfermedad desconocida”; José Sierra Pérez (1808-1885), Capitán
de milicias, comandante de armas de Adeje y Arona, tallador de quintos y alcalde
de Arona1
Nuestro biografiado creció en el
seno de una familia de modesta, aunque notable, tradición militar, que influyó
en él para ascender desde simple soldado hasta capitán de las Milicias de
Abona, con lo que logró superar a todos sus parientes. Asimismo, como oficial
residente de mayor graduación, fue nombrado comandante de armas de Adeje y
Arona. De este último pueblo lo fue incluso después de su retiro y en esa
situación ejerció también como tallador de quintos del Ayuntamiento. Además,
fue elegido alcalde popular de Arona, pero renunció a dicho cargo por
incompatibilidad con la
Comandancia de Armas que aún desempeñaba.
Una familia de tradición
militar
Nació en el pago del Valle
(Arona) el 4 de mayo de 1808, siendo hijo de don Antonio(Rodríguez) de la Sierra y García y doña
María de las Nieves Pérez Delgado, vecinos y naturales de dicho lugar. Cuatro
días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio Abad por el
cura párroco don Luis Herrera y Cruz; se le puso por nombre “José Antonio del
Sacramento” y actuó como padrino don Domingo Rodríguez Sierra, su abuelo
paterno, del mismo vecindario.
Creció en el seno de una familia
vinculada a las Milicias Canarias, aunque en empleos modestos, en la que destacaron:
su bisabuelo, don Francisco (Rodríguez) de la Sierra (1709-1783), sargento de Milicias y
alhondiguero; su padre, don Antonio Rodríguez de la Sierra y García (1777-1842), sargento 1º de Milicias y
alcalde de Arona; su hermano, don Narciso (Rodríguez) Sierra Pérez (1805-1863),
alcalde y juez de paz suplente de Arona; su sobrino, don Narciso Sierra
Hernández (1835-?), subteniente de Milicias y concejal del Ayuntamiento de
Arona; y sus primos, don Lorenzo Antonio Sierra de Torres (1795-1872), sargento
1º de Milicias y propietario, y don Agustín De León Sierra (1823-1878),
sargento 2º de Milicias.
Tras aprender las primeras
letras, don José comenzó a ayudar a su padre, destacado propietario, en las
duras faenas agrícolas que suponían el cuidado de su hacienda. Luego,
antes de
cumplir los 18
años de edad,
entró a servir
por su suerte
como soldado del Regimiento de Milicias Provinciales de
Abona, al que se incorporó el 12 de marzo de 1827.
Los conocimientos, dedicación y
disciplina de nuestro personaje le hicieron prosperar rápidamente en la carrera
militar; así, el 23 de mayo de 1828 ascendió por elección a cabo 2º de la 2ª
Compañía del citado Regimiento; en ese mismo año figuraba como vecino de Arona,
con 20 años y soltero; tenía una estatura de 5 pies, 6 pulgadas y 4 líneas; y
llevaba de servicio 1 año, 5 meses y 19 días.
El 15 de octubre de 1829
ascendió, también por elección, a sargento 1º de la 4ª Compañía del mismo
Regimiento de Abona. En ese último mes fue nombrado por el párroco, don Miguel
Rodríguez Guillama, como uno de los proveedores que debían correr con la
cobranza y organización de la función anual que se le hacía a Ntra. Sra. del
Rosario, Patrona de la parroquia, para el siguiente año 1830, en que le
correspondía celebrarla al lugar de Abajo; este nombramiento confirma que por
entonces ya se le consideraba como uno de los vecinos más destacados de la
localidad, a lo que se unía el hecho de que su padre ocupaba la Alcaldía de Arona en el
momento de su designación.
Como tal sargento 1º, el 27 de
julio de 1830 don José Sierra actuó como comandante accidental de su Compañía,
la 4ª del Regimiento Provincial de Abona, por ausencia de los oficiales de la
misma.
De subteniente a captan de milicias, comandante de armas de Arona y
Adeje
En virtud de Real Despacho, dado
en palacio a 20 de febrero de 1833 por el Rey don Fernando VII, don José
ascendió a subteniente de la 5ª Compañía del mismo Regimiento, con la
antigüedad del 12 de noviembre del año anterior, plaza que había quedado
vacante por ascenso del adejero don José Jorge Acebedo.
Hacia 1837 vivía en Adeje, donde
desempeñaba el cargo de comandante de armas de dicha villa, por ser el militar
de mayor graduación residente en ella. En dicho cometido era el encargado de
atender las solicitudes de los milicianos en activo o retirados con fuero,
supervisar el reclutamiento, autorizar las bodas, etc., de los milicianos de su
jurisdicción.
Por Real Orden de la Reina Gobernadora
doña María Cristina de Borbón, fechada a 4 de mayo de 1840, don José Sierra
ascendió por antigüedad a teniente de la 4ª Compañía del mismo Regimiento de
Milicias de Abona, cubriendo la plaza que había quedado vacante por ascenso de
su paisano don José Espínola; el 10 de ese mismo mes se le expidió en palacio
el correspondiente Real Despacho. Su plaza de subteniente fue cubierta ese
mismo año por don Miguel Alfonso Feo, natural de San Miguel de Abona. En su
empleo de teniente, hacia 1841 prestó sus servicios en el Destacamento de Milicias
de Santa Cruz de Tenerife.
Como tal teniente se estableció
en Arona y, al ser el militar de mayor graduación que residía en dicho pueblo,
fue nombrado comandante de armas del mismo, comisión que ya desempeñaba el 15
de noviembre de 1842, aunque probablemente lo hizo desde septiembre de ese año
hasta el 24 de diciembre del mismo año 1847, en que obtuvo su retiro.
El 23 de noviembre de 1842, a los
34 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Antonio Abad de Arona con doña María de
los Dolores Bethencourt Medina2,
natural del mismo pueblo e hija de don Juan de Bethencourt Alayón y doña María
de los Dolores Medina Bethencourt y Domínguez; los casó y veló el cura párroco
propio don Miguel Rodríguez Guillama, siendo testigos don Antonio Sarabia, don
Narciso Sierra Pérez y don Francisco Villarreal, todos de la misma vecindad. En
su expediente matrimonial don José figuraba como natural y vecino de Arona,
municipio en el que se estableció la nueva pareja y donde nacieron sus hijos.
En 1842, don José Sierra condujo
hasta la parroquia, con animales de su propiedad, un tablón que se le había
comprado a don Antonio González de la
Cruz para construir el retablo del Señor de la Salud; por este trabajo
percibió nuestro personaje 221 reales y 8 maravedíes.3
A causa de la supresión del
Regimiento de Abona, el 1 de agosto de 1844 el teniente
Sierra Pérez pasó al Regimiento
de Garachico, del que dependió hasta el 1 de noviembre de 1845. Con esta última
fecha se reintegró al nuevo Batallón Provincial de Abona nº 31 de las Islas
Canarias, donde permanecería hasta su retiro. En dicho año 1845 fue movilizado
para contribuir a la persecución del contrabando, que por aquella época era
frecuente en las costas del Sur de la isla; permaneció en dicho servicio durante
ocho días en el mes de junio, así como otros once en octubre y diciembre del
mismo año.
El 23 de noviembre de 1846 don
José Sierra ascendió a capitán de Milicias, por nombramiento del capitán
general de Canarias, al haber quedado vacante dicha plaza en la 5ª
Compañía por la
nueva reorganización de
las Milicias; este
empleo le sería
ratificado mediante Real Despacho, dado en palacio a 25 de mayo de 1847
por la Reina
doña Isabel II, con la antigüedad de su nombramiento.
Por su hoja de servicios, fechada
a 20 de septiembre de dicho año 1847, conocemos las notas de concepto que este
capitán merecía al comandante accidental del cuerpo, don Juan Tururet: se le
consideraba valor; regular aplicación, capacidad y conducta; su instrucción era
regular en táctica, ordenanza, causas o procedimientos militares, documentos y
contabilidad. Según su jefe superior, este oficial había hecho “bastantes” progresos en su instrucción durante el tiempo
que llevaba de servicio. Como curiosidad, contaba 39 años de edad, gozaba de
buena salud y estaba casado.
Poco tiempo después, el capitán
don José Sierra Pérez solicitó su retiro, que le fue concedido mediante Real
Cédula dada a 24 de diciembre del mismo año 1847 por la Reina, con uso de uniforme y
fuero militar. Tenía tan solo 39 años de edad, de los cuales más de 20 de
servicio en las Milicias Canarias, casi todos ellos en situación de provincia.
Por ello, el 23 de diciembre de 1851 don José figuraba como capitán de Milicias
retirado.
Capitán retirado, comandante,
tallador, elector y alcalde de Arona
A
partir de su
retiro, don José
Sierra se dedicó
al cuidado de
las importantes propiedades
agrícolas que poseía, logrando mejorar en poco tiempo su economía. Por ello,
pasó a figurar entre los mayores contribuyentes de la localidad, lo que le daba
derecho a ser incluido entre los electores del municipio de Arona para las
elecciones de diputados a Cortes y de compromisarios para senadores, según las
relaciones que publicaba periódicamente el Boletín Oficial de la Provincia de
Canarias. Así, en julio de 1858 era uno
de los dos únicos electores de dicho pueblo según el artículo 14 de la Ley electoral. El 23 de
noviembre de ese mismo año participó en la votación efectuada en Granadilla,
como cabecera de la 2ª Sección del Distrito electoral de La Laguna, en la elección de
diputados a Cortes. En noviembre de 1865 figuraba entre los “Electores por
pagar 20, ó mas escudos”, pues contribuía con 54,828 escudos, siendo el tercer
mayor contribuyente de la localidad, tras don Antonio Francisco Domínguez y don
Juan Antonio Reverón; en idéntica situación continuaba en enero de 1866. El 12
de marzo de 1867 tomó parte en la votación para la elección general de
diputados a Cortes celebrada en la
Villa de La
Orotava, con el número 74. En febrero de 1878 estaba inserto
en la “Lista definitiva de electores para Diputados á Cortes”, entre los
contribuyentes de la
Sección de Arona.
Y en febrero
de 1905 seguía
incluido entre los
mayores contribuyentes de Arona, “con derecho á elegir Compromisarios
para la elección de Senadores”.
Su espíritu solidario quedó de
manifiesto en 1863, al contribuir con 20 reales de vellón a la “Junta
Provincial de la suscrición abierta en favor de las viudas y huérfanos pobres
que ha dejado la fiebre amarilla en esta Capital y demás necesidades de
urgencia”, según publicó el 26 de enero de dicho año el Boletín Oficial de la Provincia de Canarias.
Después de su retiro volvió a ser
nombrado comandante de armas de Arona, por no residir en este pueblo ningún
oficial. Permaneció en dicho cargo hasta el 11 de octubre de 1871, en que el
capitán general de Canarias dispuso: “Residiendo en el pueblo de Arona de esta
Isla el Alférez de la
Sección Provincial de Abona Don Eugenio Domínguez y Alfonso y
correspondiéndole hacerse cargo de la Comandancia de Armas del espresado pueblo por pertenecer á la Compañía de aquella demarcación,
he tenido por conveniente nombrarle para el desempeño de dicho cargo,
quedando satisfecho del celo con que lo ha ejercido hasta la fecha el Capitán
retirado don José Sierra y Pérez”4.
También como capitán retirado, el
28 de julio de 1872 fue “nombrado por el Ayuntamiento a falta de sargento
tallador” para la medición y el pesado de los quintos de l municipio de Arona.
Por entonces volvió a ser nombrado comandante de armas de
Arona, cargo en el que continuaba
al año siguiente.
Al margen de sus
responsabilidades militares, fue elegido alcalde popular de Arona a comienzos
de 1873, pero renunció a dicho cargo por incompatibilidad, al estar ejerciendo
aún como comandante de armas de la localidad. Esta dimisión le fue aceptada por
el Ayuntamiento y la
Comisión Provincial de Canarias quedó enterada de ello en la
sesión celebrada el 21 de febrero de
dicho año: “12.º
Quedar enterada de
un oficio del
Alcalde de Arona, poniendo
en conocimiento de este Cuerpo haber presentado al mismo su dimisión el
Alcalde Don José Sierra Pérez por la incompatibilidad de ser Comandante de armas
de aquel pueblo, la que le fué admitida por el Ayuntamiento”5.
No obstante, el Sr. Sierra siguió
interesado por la política, pues en la sesión celebrada el
16 de noviembre de 1877 por la Comisión Permanente
de la Diputación
Provincial se tomó el siguiente acuerdo: “8.º Vista la reclamación
de Don José Sierra Pérez, vecino de Arona, pidiendo la inclusión
de varios sujetos en las listas electorales de dicha localidad, así como que se
rectifiquen los apellidos de otros, cuya circunstancia manifiesta el Alcalde
ser cierta en su informe; consultar al Excmo. Sr. Gobernador que en sentir de la Comisión procede que se
acceda á la peticion del reclamante”6.
El 22 de mayo de 1878, don José
Sierra Pérez, presentó su renuncia al cargo de comandante de armas de Arona,
que aún desempeñaba, tal como le comunicó en dicha fecha al comandante militar
del Cantón de Abona: “Habiendo sido
nombrado Comandante de armas de este pueblo, como Capitan
retirado con fuero militar en circunstancias especiales, que en este pueblo no
habia oficial ni persona
que pudiera desempeñar dicho cargo
y variadas aquellas circunstancias por hallarse
en la actualidad viviendo en este
pueblo el Capitan Don Eugenio Domínguez
á quien por ordenanza pertenece, y
hallarme ya en la avanzada edad de
setenta años con mis desasones habituales, me impiden atender al servicio cual
corresponde y me obliga á renunciar el expresado cargo de Comandante de armas, como lo verifico”.
Atendiendo a dicha solicitud, al día siguiente dicho comandante militar le
expuso al gobernador
militar que “el
Capitan de la Seccion de
Abona Don Eugenio Domínguez y Alfonso reside como
vecino de dicho pueblo, por haberse trasladado de la Villa de Adeje, cuya
Comandancia de armas biene desempeñando hace tiempo la cual dista
2 leguas de su actual residencia, y como creo convenga mas al mejor servicio
desempeñe la deArona, lo propongo á V.E., por si tomándolo en consideración se
digna elevarlo al
Exmo.
Señor Capitán General
del Distrito”. Y el 28 de ese
mismo mes de mayo se aceptó la propuesta, nombrándose comandante de armas de
Arona al capitán don Eugenio Domínguez Alfonso, que hasta entonces desempeñaba
la de la Villa
de Adeje.7
El Sr. Sierra adquirió una finca
en Los Llanos del Rey de Arona, procedente del clero, que había sido embargada
y administrada por Hacienda, en virtud de la Ley de 13 de junio de 1878. Pero en el cuarto
cuatrimestre de 1878-1879 adeudaba a la Administración Económica
de la Provincia
de Canarias un plazo de 50 pesetas, vencido el 18 de febrero de 1879, por el
que había sido apremiado el 5 de mayo de dicho año. En el tercer trimestre de
1880-1881 adeudaba dos plazos, por un importe de 100 pesetas, vencidos el 18 de
febrero de 1880 y 1881, por los que había sido apremiado el 12 de marzo de
1881. El 10 de febrero de 1882 ya adeudaba a la Administración de
Propiedades e Impuestos de la
Provincia de Canarias tres plazos, por un importe de 150
pesetas, vencidos el 18 de febrero de los años 1880, 1881 y
1882. El 3 de febrero de 1885
solo adeudaba un plazo de 50 pesetas, que vencía el 18 de dicho mes.8
Asimismo, el 9 de abril de 1880
figuraba como deudor de la contribución en el Ayuntamiento de Adeje,
con una cantidad
de 94,93 pesetas; pero
al notificársele dicha
circunstancia “no quiso firmar”.
Fallecimiento y
descendencia
Don José Sierra Pérez falleció en
su domicilio de Arona el 22 de junio de 1885, a causa de una “enfermedad desconocida”;
contaba 77 años de edad. Al
día siguiente se oficiaron las
honras fúnebres en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco propio
don Julio Mendoza Morera y a continuación recibió sepultura en el cementerio de
dicha localidad, siendo testigos del triste acontecimiento don Francisco y don
Antonio Villarreal, del mismo vecindario.
En el momento de su muerte se
hallaba viudo de doña María de los Dolores Bethencourt Medina, con quien había
procreado diez hijos: doña María Dolores
Sierra y Bethencourt, que casó en 1876
con don Nicolás Grijalva y Sánchez, natural y vecino del Realejo Alto, hijo de
don Nicolás Grijalva y Brito y doña María Sánchez del Castillo; doña Juana Antonia (?-1912), casada en 1869 con don
Julián Tavío Delgado, natural de Ifonche (Adeje) e
hijo de don
Pedro Antonio Tavío
Reverón y doña
María Antonia Delgado Tacoronte; doña Eloísa Antonia
(1847-1915), que casó en 1871 con su primo don Virgilio Bethencourt Medina,
hijo de don Antonio Bethencourt Medina y doña María Medina Domínguez, y
falleció en Arona a los 68 años de edad; doña Ismenia, de la que no tenemos más
información; Evaristo Juan Antonio
(?-1850), que falleció siendo párvulo en Arona; Francisco José (?-1850), muerto
también de corta edad; doña Quiteria, casada en 1878 con don Antonio Villarreal
Frías, hijo de don Francisco Villarreal Bethencourt y doña Jerónima de Frías
Delgado, con descendencia; Celia Carlota (?-1854), que murió con tan solo cinco
meses de vida; José Demetrio (?-1856), fallecido a los cuatro meses; y doña
Carolina María de los Dolores Sierra Bethencourt (1858-1911), que murió soltera
a los 53 años de edad.9
Como curiosidad, después de su
muerte, en octubre de 1886 la
Administración de Propiedades e Impuestos de la Provincia de Canarias
subastó la finca que nuestro biografiado había adquirido en los Llanos del Rey
de Arona, que comprendía 61 áreas y 230 miliáreas de tierras, por “Quiebra de
D. José Sierra Pérez” y por un importe de tan solo 18 pesetas10. No obstante,
el 1 de febrero de 1888 continuaba figurando como deudor de la misma
Administración, por su finca de los Llanos del Rey, aunque con tan solo un
plazo de 50 pesetas que vencía el 18 de dicho mes11.
(Octavio Rodríguez Delgado) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1
Sobre este personaje puede verse también otro artículo de este mismo
autor: “Personajes del Sur (Arona-Adeje): Don José Sierra Pérez y don José Alba
de Mederos, oficiales de las Milicias Canarias en el siglo XIX”. El Día (La Prensa del domingo), 14 de
julio de 1991. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida
con nuevos datos. También puede consultarse su expediente personal en el
Archivo General Militar de Segovia y en el Archivo Regional Militar de
Canarias.
2
Doña María de los Dolores era hermana de: don José Bethencourt Medina
(1811-?), teniente de Milicias; doña Pilar Bethencourt Medina (1813-1896),
primera maestra titulada de Arona; don Diego Bethencourt Medina (1815-?),
alcalde, segundo subteniente de la
Compañía de la Milicia Nacional de Arona y subteniente
abanderado del primer Batallón de Nacionales; don Evaristo Bethencourt Medina (1822-1901), capitán de
Milicias, alcalde de Arona y propietario agrícola; y don Cesáreo Bethencourt Medina (1824-1881), alcalde,
capitán de la Compañía
de la Milicia
Nacional de Arona y 2º comandante del Primer Batallón de
Nacionales.
3
Carmen Rosa PÉREZ BARRIOS (1987). Noticias históricas acerca de la vida religiosa en Arona (S. XVI-XIX). pág.
3.
4 Archivo Regional Militar de
Canarias. Milicias.
5 “Comisión Provincial de
Canarias”. Boletín Oficial de la
Provincia de Canarias,
7 de abril de 1873, 6 “Comisión Permanente de la Diputación Provincial”.
Boletín Oficial de la
Provincia de Canarias, 23 de enero de 1878, pág. 2.
7 Archivo Regional Militar de
Canarias. Milicias.
8 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
11 de julio de 1879, pág. 2; 6 de abril de 1881, pág. 2; 27 de febrero de 1882,
pág. 4; 6 de febrero de 1885, pág. 3.
9 Nelson DÍAZ FRÍAS (2010). El
Santo Hermano Pedro de Bethencourt y su familia. Guanches, canarios y
repobladores hispanos en el Tenerife del siglo XVI. Págs. 433-434.
10 Boletín Oficial de la Provincia de
Canarias, 1 de octubre de 1886, págs.
1-2; 8 de octubre de 1886, págs. 1-2.
11 Ibidem, 20 de febrero de 1888, pág. 3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario