1864 agosto 1.
Falleció en su domicilio de
Arona, en el pago de Las Casas, Domingo Estrada de la Guerra y Sarabia.
Dedicamos este artículo a uno de
los muchos oficiales de las Milicias Canarias nacidos en el Sur de Tenerife.
Propietario agrícola y miembro de una familia de destacada tradición militar,
don Domingo Estrada figuró en varias relaciones de “paisanos honrados” aptos
para oficiales de las Milicias Canarias; pero antes de ingresar en ellas
ostentó los cargos de diputado del Ayuntamiento y alcalde constitucional de
Arona, donde transcurrió toda su vida. Luego fue nombrado subteniente del
Regimiento Provincial de Abona, empleo en el que permaneció durante 15 años y
con el que desempeñó el cargo de comandante de armas de Arona, al ser por
entonces el militar de mayor graduación que allí residía.
Su destacada familia
Nació en el entonces pago de
Arona el 3 de septiembre de 1788, siendo hijo de don Domingo Estrada de la Guerra, natural de la Villa de La Orotava, y de su segunda
esposa doña María de las Mercedes Sarabia Domínguez, que lo era del citado
pueblo sureño. Tres días después fue bautizado en la iglesia matriz de San
Pedro de Vilaflor, a cuya amplia jurisdicción pertenecía por entonces dicho
pueblo, por el beneficiado don Agustín Lorenzo Viera Torres; se le puso por
nombre “Domingo” y actuó como padrino su tío materno, el sargento don José
Antonio Sarabia, vecino de Arona.
Creció en el seno de una ilustre
familia sureña, en la que destacaron, entre otros: su padre, don Domingo
Estrada de la Guerra
(1737-1806), carpintero, propietario agrícola y alcalde real de Arona, que
antes había vivido en Adeje; su mencionado tío materno, don José Antonio
Sarabia González (1752-1832), sargento de las Milicias Canarias y alcalde real
de Arona; su abuelo materno, don Bartolomé Agustín de Sarabia (1726-1812),
capitán graduado de Milicias, notario público eclesiástico y fiel de fechos,
así como alcalde de la amplia jurisdicción de Vilaflor y primero del pueblo de
Arona; sus bisabuelos maternos, don José Perera de Sarabia (?-1734), escribano
público de Vilaflor, y don Pedro Alonso Martínez (1680-1774), ayudante del
Regimiento de Milicias de Abona; y uno de sus tatarabuelos, don Salvador
Rodríguez Quixada (?-1705), capitán de Milicias.
El 26 de noviembre de 1807,
cuando tan sólo contaba 19 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de
San Antonio Abad de Arona con su prima hermana doña Juana Sarabia y González
Bethencourt, natural de dicho lugar e hija de don José Antonio Sarabia González
(o Domínguez) y doña Francisca González Betancourt y García de Acevedo, de
ilustres familias2 y vecinos de dicho
pueblo en Altavista, aunque bautizados en Vilaflor; los casó y veló don Antonio
Esteban Peraza y Ayala, beneficiado curado propio de Vilaflor y examinador
sinodal del Obispado, con licencia del cura párroco don Luis Herrera y Cruz, y
actuaron como testigos el capitán don Agustín González Bethencourt, el teniente
don Bartolomé Sarabia y
don Francisco de
Fuentes, del mismo
vecindario. Habían sido dispensados de un segundo grado igual de
consanguinidad por el obispo don Manuel Verdugo el 17 de agosto anterior.
Alcalde
constitucional de Arona y subteniente de milicias
A causa de su arraigada tradición
familiar, don Domingo se vio inclinado desde joven
a la carrera militar. De este
modo, el 22 de junio de 1810, cuando contaba 21 años de edad, ya se le
consideraba “paisano con aptitud para oficial” y residía casado en Arona,
demarcación de la 2ª compañía del Regimiento de Milicias Provinciales de
Abona.3
Asimismo, a pesar de su juventud
ya demostraba aptitud para los cargos públicos, por lo que
fue elegido para
algunos de ellos.
Así, en 1811
ejerció como diputado
del Ayuntamiento y en 1821 como alcalde constitucional de Arona.
Años más tarde, el 16 de
septiembre de 1814 figuraba en tercer lugar en otra relación de “paisanos
honrados” aptos para oficiales; estaba casado y residía en la demarcación de la
2ª compañía; al final de dicho informe se especificaba que: “Todos tienen
regulares conveniencias, honradez y adición a los soberanos derechos del Rey N.
S. para ser atendidos según el orden de su colocación”. Pero por entonces no
obtuvo ningún nombramiento militar.
Una década después, el 31 de
enero de 1824, fue propuesto para subteniente de la 7ª Compañía del citado
regimiento, por ser “paisano honrado apto para oficial”; por entonces
continuaba residiendo casado en la demarcación de la 2ª Compañía4. En esta
ocasión la consulta fue estimada, pues el 30 de enero de 1825 se le confirió
provisionalmente dicho empleo, cuando nuestro biografiado ya superaba los 36
años de edad. Le fue ratificado el 23 de abril de 1826, mediante un Real
Despacho dado en Aranjuez por el Rey don Fernando VII, por el
que se nombraba
a don Domingo
Estrada “Subteniente de
la 7ª compañía
del Regimiento Provincial de Abona”, que había dejado vacante don José
Peraza y Hoyo, con la antigüedad de su nombramiento provisional5.
Comandante de armas
de Arona y retiro.
Por entonces, en 1824, nuestro
biografiado continuaba empadronado en Arona; le acompañaba su mujer, doña Juana
Sarabia, y cuatro hijos: don Juan, don José, don Domingo y doña María; también
vivía con ellos su madre, doña María Merced Sarabia, por entonces viuda.6
Como subteniente de Milicias, el
19 mayo 1827 don Domingo actuó como testigo en un testamento otorgado en Arona.
En virtud de su empleo, por lo menos de 1826 a 1829 desempeñó el cargo de
gobernador o comandante de armas de Arona, al ser el militar de mayor
graduación que allí residía por entonces. Y en dicho año 1829 fue agregado a la
4ª compañía del mismo Regimiento de Abona.
El 28 de febrero de 1835, el
coronel de su Regimiento, don Pascual Moles, y el sargento mayor, don Francisco
José Domínguez, informaban desde Granadilla que el subteniente agregado a la 4ª
compañía, don Domingo Estrada, “Quedó agregado en 1829, y aunque tiene
capacidad, su suma pobreza á qe. se halla reducido, no le permite asistir á las
academias, ni ha pedido su retiro”7.
Su difícil situación económica
hizo que necesitase más tiempo para dedicarse a las labores agrícolas, de las
que dependía el sustento familiar. Por ello, tras 15 años de servicio en las
Milicias solicitó su retiro, que atendiendo a las razones alegadas le fue
aceptado sin ninguna reserva, pues el 12 de abril de 1840 la Reina gobernadora firmaba en
palacio un Real Despacho por el que concedía “licencia absoluta para retirarse
del servicio a don Domingo Estrada, Subteniente agregado al Regimiento
Provincial de Abona”8.
A partir de entonces, el Sr.
Estrada se dedicó al cuidado de sus propiedades agrícolas, actividad en la que
continuó hasta su muerte.
Fallecimiento y
descendencia.
Don Domingo Estrada de la Guerra y Sarabia falleció en su domicilio de
Arona, en el
pago de Las Casas, el 1 de agosto
de 1864, cuando estaba a punto de cumplir los 76 años de edad; no había
testado, pero sí recibido los Santos Sacramentos. Al día siguiente se oficiaron
las honras fúnebres en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco don
Miguel Rodríguez Guillama y a continuación recibió sepultura en el cementerio
de dicha localidad, de lo que fueron testigos don Antonio Domínguez y don Blas
de Alayón.
Le sobrevivió su esposa, doña
Juana Sarabia, quien murió en su domicilio de Las Casas el 20 de diciembre de
1868; al día siguiente se ofició el funeral en la iglesia de San Antonio Abad y
a continuación recibió sepultura en el mismo cementerio de Arona9.
En el momento de su muerte
continuaba viuda de don Domingo Estrada, con quien había procreado seis hijos:
doña Juana Antonia de la Salud
(1811-?); don Juan; don José; don Domingo (1820-?) primer subteniente de la Compañía de la Milicia Nacional
de Arona; doña María; y don Arcadio Benito Estrada y Sarabia (1826-?), sargento
2º de Milicias Provinciales, que contrajo matrimonio en 1853 con su prima doña
Ramona Espínola y Sarabia, hija del teniente coronel don Gonzalo José Espínola
García y doña María Josefa Sarabia González, con descendencia en Puerto Rico y
Estados Unidos10.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2014) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1
Sobre este personaje puede verse también otro artículo de este mismo
autor: “Personajes del Sur (Arona): Don Domingo de Frías Bello y don Domingo
Estrada Sarabia, militares del siglo XIX”. El Día (La Prensa del domingo), 23 de
febrero de 1992. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto
enriquecida con nuevos datos.
2 A don José Antonio Sarabia ya
lo hemos mencionado como tío materno de nuestro biografiado, quien era hijo de
don Bartolomé Agustín de Sarabia y doña Beatriz González (Alonso) y Domínguez,
ambos de Arona; mientras que doña Francisca González Betancourt era hija del
capitán don Agustín González Bethencourt (y Muros), natural de Granadilla, y de
doña Dorotea Antonia García de Acevedo, que lo era de la Villa de Adeje.
3 Archivo Municipal de La Laguna. Milicias.
4 Ibidem.
5 Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Tenerife (La Laguna).
Fondo Tabares de Nava (Reales Despachos). Un extracto de este Real Despacho fue
reproducido por José HERNÁNDEZ MORÁN (1982). Reales Despachos de oficiales de
Milicias en Canarias que se custodian en la Real Sociedad
Económica de Amigos del País de Tenerife. Años 1771-1852. Nº 381, pág. 141.
6 Archivo Parroquial de San Antonio Abad de Arona. Padrones
parroquiales, 1824. En la actualidad depositado en el Archivo Diocesano de La Laguna.
7 Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Tenerife (La Laguna).
Milicias.
8 Ibidem. Fondo Tabares de Nava (Reales Despachos). Un
extracto de este Real Despacho fue reproducido por HERNÁNDEZ MORÁN, op. cit.,
nº 382, pág. 141.
9 Nelson DÍAZ FRÍAS (2013). Testamentos aroneros (Siglo
XIX). Una visión de la vida en Arona a través de los testamentos otorgados por
sus vecinos. Tomo III, pág. 259 y 530.
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