CAPITULO XXII
Chaurero n Eguerew
INVASIÓN, SAQUEO Y OCUPACIÓN DE LA ISLA CHINECH
(TENERIFE) XVII
Esclavitud del pueblo
guanche en los inicios del asentamiento colonial europeo.
En varios tratados españoles del
siglo XVI, la esclavitud como fenómeno social y comercial adquirió una
importancia teórica cada vez mayor con respecto al estatus legal y moral de los
seres humanos.
En mis observaciones quisiera
poner a discusión un aspecto particular de la discusión ética generada a partir
del período mencionado. A mí manera de ver, el tema sobresaliente, desde el
punto de vista filosófico, moral y ecómico es el de la tensión entre la
convicción cristiana de la libertad fundamental de todos los seres humanos y
las prácticas comerciales vigentes durante el inicio del período colonial en
Canarias.
Por
tanto no es que se elijan sólo procesos negativos para caracterizar la época de
la invasión y conquista de Canarias, es que la mayoría de ellos fueron
irremediablemente perjudiciales para el pueblo guanche.
Unas
pocas palabras, relacionadas exclusivamente por asociación de ideas, pueden
constituirse en una síntesis de más de 500 años de invasión conquista y
colonialismo español en Canarias: esclavización, inquisición, masacres,
explotación, saqueo, violaciones,
transculturación...
Estos
procesos negativos son la esencia de la historia no oficial descrita desde el
punto de vista de un pueblo sometido. Sin considerar esta versión como una
verdad absoluta, los testimonios comprobados de esos períodos históricos
manifiestan que la destrucción sistemática de la cultura guanche y su reemplazo
por las pautas culturales impuestas desde la metrópoli fue una tarea primordial
que justificaba el uso de cualquier medio para llevarla a cabo.
Los
invasores conquistadores españoles, vinieron a nuestras islas e impusieron una
supremacía: Como que ellos eran los civilizados y todos los demás éramos unos
salvajes incivilizados. Hay un problema de los colonizadores europeos con la
arrogancia que hollaron nuestra tierra. Es necesario, que las nuevas
generaciones reescriban la historia y revaloren “al otro” es decir, “nosotros”
desde una perspectiva más humana e incluyente.
La
campaña evangelizadora de la iglesia católica desnuclearizó la estructura
social tradicional. Los guanches eran alejados de sus menceyatos y auchones
multifamiliares y concentrados allí donde los invasores habían profanado los
antiguos santuarios construyendo encima o en sus alrededores templos católicos.
Como
expone el demógrafo uruguayo Macció: “La primera forma de dominación fue
sobre el cuerpo del hombre, lo que se dominaba era el cuerpo y la forma más
brutal no la única de dominación fue la esclavitud donde yo compraba el cuerpo
de los individuos y yo era propietario de la vida y el cuerpo del sujeto y eso
vamos a mostrar la magnitudes colosales en términos de vida y de muerte que
alcanzaron particularmente en nuestra América. Hoy la esclavitud sigue
existiendo en África, en Asia en el tráfico de personas, en el enclaustramiento
forzoso en trabajadores contratados en las regiones petroleras, es decir que
hay otras formas de esclavitud.
La
segunda forma de dominación fue sobre las creencias, es decir, el hombre dominó
al hombre controlando lo que esos hombres dominados creían sus dioses,
controlando sus dioses. Y lo tenemos emanados de España todo lo que fue la
persecución religiosa con muerte, drama, confiscación de bienes, limpieza de
sangre de la inquisición donde a uno le iba la vida según se sospechara o no de
que era confesor de determinada religión o no y una de las víctimas fueron
nuestros pueblos originarios que le robaron los dioses. Uno de los capítulos
que muestra la barbarie española y portuguesa es que la conquista le robó los
dioses a los pueblos y le metieron otro.” (Guillermo Macció)
Si lo
bien anteriormente expuesto por Macció se refiere a América, no debemos olvidar
que el Archipiélago Canario fue el “laboratorio” donde se ensayaron las
tácticas de masacre, esclavización y sometimiento de los pueblos invadidos que
después serían aplicadas a aquel continente.
Los invasores como primera medida
de dominio subvirtieron el ancestral orden social guanche e invirtieron los términos, así
pasaron de esclavista y ladrones a señores de la tierra y propietarios de los
medios de producción, tachando con el mayor descaro y cinismo a los desposeídos
guanches de ladrones cuando trataban de recuperar parte de lo que habían sido
despojados por la fuerza de las armas.
Esto es lo que hicieron los
españoles cuando lograron invadir a este pueblo considerándonos como “Bárbaros”
como ellos solían decir. (Hoy nos llaman moros
con corbata) Así se impuso la primera legislación “antiterrorista” que era la
base del Terrorismo de Estado Imperial español, creando así la primera forma de
Terrorismo de Estado Imperial en Canarias cuyo fundamento esencial se encuentra
en el Requerimiento al sometimiento político, territorial y al bautismo
cristiano, la forma “legal” de legitimar la invasión,
la esclavitud, la barbarie, la masacre, y el robo, según la “legalidad” emanada
del Papado.
Por tanto, a Canarias le cabe el
indeseado honor de haber sido campo de experimentación de las primeras guerras
bacteriológicas, y las tácticas de terrorismo de Estado, además de haber registrado
la primera huelga de hambre en la historia colonial española.[1]
Las víctimas “legales” del
conquistador fueron los guanches de los bandos de guerra, reducidos masivamente
a esclavitud y desterrados a la metrópoli para su venta en los mercados públicos.
Varios miles de indígenas nativos de Tegueste, Tacoronte, Taoro, Icod y Daute
tuvieron esta triste suerte. Las víctimas arbitrarias fueron múltiples guanches
de los bandos de paces, capturados como represalia por supuesta deslealtad o
infidencia. Esta medida afectó en mayor escala a los indígenas de Anaga, Abona
y Adeje, y en número mucho más reducido a los de Güímar.” (Antonio Rumeu de
Armas, 1975: 403)
Algunos autores nos cuentan la
falacia de la “integración” de los guanches con los invasores en los inicios de
la sociedad colonial, como si después de las llamadas paces de Los Realejos,
los invasores hubieran abierto los brazos amorosamente para acoger
cristianamente a los “desvalidos” guanches, como si la isla después de la
ocupación hubiera quedado como una balsa de aceite, sin conflictos entre
opresores y oprimidos, idea bucólica que nos han venido trasmitiendo
insistentemente desde los estamentos académicos y medios de comunicación
interesados en la situación colonial. La realidad documental nos ofrece
aspectos muy diferentes de la paradisíaca visión propugnada por el colonialismo mediante la
cual pretende que continuemos obnubilados, ajenos a los crueles hechos reales
que supuso la invasión y sometimiento del pueblo guanche.
Veamos algunos documentos
relativos a la esclavización de nuestros ancestros recogidos en el primer
Cabildo colonial de la isla.
1499 mayo 14.
En este dicho día entraron en Cabildo el señor Governador Alonso de
Lugo con el teniente viejo e
Cristóval d'Espino e Guillen Castellano e el alguazil, e mandaron que, puesto que esté por otra ordenança
mandado que qualquier pastor guanche,
asy horro como esclavo, que anduviere huera del hato que guardare, sy no diere razón legítima, quel que
toviere cargo de la guarda del canpo que lo pueda traer preso e lo entregue a la
justicia para que lo açoten al tal
esclavo e le den cien cientaçotes, e que asy mesmo que qualquiera de los
sobredichos, asy horros como cativos, estovieren en hato ageno asy mesmo la
dicha guarda sea obligado a lo prender
e traer a la justicia para que se le dé la misma pena, e para el trabajo desto ordenaron e mandaron que de cada hato se le
dé a la dicha guarda de sesenta cabras la una cabra e de lx cabras arriba; a los quales queses hazen saber que es Pero Fernández, e
que a todos los que por él fueren
requeridos e prendiere alguno que les ayuden e favorescan, so la misma pena sy
esclavo o horro fuere e sy alguna persona, qualquier que fuere, dc de la pena e para las obras públicas de la ysla. (Acuerdos…1497-1507)
1498 mayo 15 (Fol. 7 v.)
43.—Esclavos quo tuviese a otro (buena, salvo echalle de la ysla).
Ordenaron e mandaron
que qualquier esclavo que tuviere a otro escondido e se le provare que le diere de comer, que le den cient açotes y le
echen fuera de la ysla. 15 de mayo de
1508.
45.—[Person]as que se
entraren ........................ (buena).
Otrosy
ordenaron e mandaron que nuiguna persona sea osado de entrar.....
agena a azer ninguna cosa, asy en
lo cercado como en lo....... de su dueño, so
pena de lx mrs. cada vez que se entrare, más........ e sy fuere esclavo que le
den
cientagotes o que pague el dueño — por el daño o la pena. Es escripto entre
renglones, diz cer e diz cercar.
47.—Dapño de guanches.
Otrosy ordenaron e mandaron que por quanto la ysla ha estado rebuelta
con los esclavos alçados e hazen muchos dapños en todos los vecinos,
de los quales han sydo tomados muchos e son ydos fuera de la tierra,
de lo qual no se podría averyguar el mal que hazen e que han fecho
ni se podría pagar por ende, ordenaron e mandaron que de lo de hasta
aquí non se le pyda ni demande nada por lo susodicho, pero que dende aquí
adelante, sy hezieren algund dapño, que lo paguen e por via de
justicia serán echados de las tierras; entiéndese que por los muchos dapños
que ha rescybido el señor Governador e non son a personas con otros señores de
esclavos que ay pedimiento, se acordó que ninguna persona non demandase nada de
todo lo dicho, dixo porque nunca se
podría averiguar, salvo que de aquí adelante
lo hezieren que lo paguen: perdiese e
será echado fuera de la ysla. (Acuerdos…1497-1507)
Cabildo 16 de junio 1499.
Ordenaron e mandaron que todos los criadores de cabras e ovejas sean obligados
cada año de venir con sus ganados a la mesta en fin del mes de agosto
de cada año, so pena de xm para
los reparos de la ysla; e que sy supiere alguna persona dexare algund
ganado por traer a la mesta, que sy fuere suyo que lo pierda y sy fuere ageno
que pagará las setenas e qe lo demandarán por de
hurto; e que sy por ventura algund guanche dexare algunas escondidas con
licencia de su dueño e asy ello, le darán cientagotes. (Acuerdos…1497-1507)
Sesión
Cabildo colonial del 28 de julio de 1499 (Fol. 14 v.)
116.—Carta del señor
Governador.
De acá
fueron ciertos esclavos, éstos y los que se apregonaren serán de quien
los tomare y llamad todos los vecinos y fazer vuestras quadrillas de todos
los onbres sueltos y fáganse cinco o seys que vayan a buscar todos y yo los do
por byen tomados, salvo los de Adexe y Abona y Anaga y Guy-mar,
que todos se dé por cada uno mili mrs.; y esto tomad por máxima y por
byen para que por ésto haced vuestros pregonez y por ésta lo prometo, y asy
lo prometer y con toda diligencia. Que mucho vos ama, Alonso de Lugo.
117.—..... teniente Gerónimo sobre los esclavos.
E luego el dicho señor teniente Gerónimo de
Valdés dixo que por hazer el mandado del señor Governador que él
mandava que todos los esclavos que en esta ysla hasta oy día avya alçados
fuesen de la persona que los tomasen, segund
en la carta del dicho señor Governador se contenya, salvo los de Adexe y Abona y Guymar y Anaga y que por cada
uno déstos pagasen mili, mrs.; y mandó
a mí, el dicho escrivano, lo heziese pregonar. Testigos, todos los señores sobredichos.
118.—Pregón sobre
esclavos.
E luego, domingo xxviii de julio de xcix años,
se pregonó públicamente 28-VII-1499
a la puerta de la yglesia y dezía el pregón: «Manda el
señor teniente Gerónimo de Valdés que qualquier o qualesquier
persona que fueren a buscar esclavos por toda esta ysla de
Tenerife, convyene a saber de los que andan alçados que de
qualquiera manera que los tomaren serán suyos y él los da por bien tomados
y asy lo manda, y promete que haze seguras a todas personas dello syn
que le sea demandado ningund derecho, salvo los de Adexe y Abona y Guymar y
Anaga y que por cada pieza déstas les darán mili mrs.» (Acuerdos…1497-1507)
Sesión
de 9 octubre de 1499. (Fol. 15 v.)
124.—Esclavos.
Asy juntos en presencia de mí, Antón Sanches,
escrivano del Cabildo, dixo Juan de Badajos, jurado, que
requería al señor teniente que estava presente que dos
onbres que están en esta ysla, guachen,1 que se dizen el uno Juan Alonso
y el otro Alonso, y asy mesmo otros tres, uno que fue de Alonso Sánchez
e otro del teniente de Padilla y otro del señor Obispo, por la razón que
son onbres de quienes se espera mucho dapño en esta ysla, y que por
tanto que los mande echar desta dicha ysla, so protestación que faze qué sy
algund dapño dello veniere en la ysla, sea a cargo del dicho señor teniente
y no al suyo, por el cargo que tiene.
125.—Respuesta del teniente sobre los
esclavos.
Y luego el dicho señor teniente respondió y
dixo que él estava en esta ysla por persona del señor
Governador, a quien tiene que dar cuenta, e que vya que hera más
servycio de Dios y de sus Altezas soltallos por thomar los que andavan
alçados que no echallos de la tierra; y asy mismo responde a los tres que
agora se tomaron quél hará lo que fuere servycio de sus Altezas. (Acuerdos…1497-1507)
1500 abril 6. (Fol. 18 r.)
147.—Esclavos.
Asy mesmo ordenaron y
mandaron que vysto el mucho dapño que en la ysla de los esclavos, que qualquiera
esclavo que se huyera desde oy en adelante que muera por ello y quel Concejo lo pague a su dueño y sy fuere
muger que la den cientagotes y la echen de la
tierra. (Acuerdos…1497-1507)
Cabildo
10 de enero 1502.
…asy de los vecinos
de Taganana como de los otros vecinos de la ysla que entrare en la dicha raya
ya dicha, e de los vecinos de Taganana asy mesmo pasare la lomada que fuere señalada por dos regidores, Lope Fernández e
Guillen Castellano, que para ello son
proveydos, que saliendo de la dicha raya para entrar en la dehesa, seyendo tomados en ella, sy fuere guanche el que guardare el tal ganado, le den
en pena cientagotes «e por la segunda
cientagotes y el señor del ganado pague por
la primera vez seys cientos mrs. e por la segunda
mili e dozientos e por la tercera pierda el ganado, e el guancho que lo guardare salga de la ysla; e el que lo
acusare aya la tercia parte del dinero. (Acuerdos…1497-1507)
Cabildo, agosto 4, 1503.
(Fol. 43 v.)
329.—Ovejas.
Ordenaron e mandaron que todas las ovejas que se apacentaren desde Acentejo
fasta la laguna y de Anaga y de Thegueste que vengan todas a se apacentar
a Tacoronte e que cada noche fagan majada los pastores y ganados e
que estén recogidos a los almacigos debaxo de las tierras de Lope Fernández media
legua fazia las tierras de su Señoría y
el cargo destas ovejas ha de thener Pero Fernández de las Yslas el qual ha de ser obligado a contar los
dichos hatos e después de avelles sydo a ellos entregados y contados e
dar cuenta a sus dueños de más o de menos.
De más entiéndese para que lo den a
su dueño sy se fallare demasyado y sy de menos que sea obligado de fazérselo saber a su dueño el ganado que le falta; e
que los pastores esclavos o horros fagan lo que les mandaren en la guarda del dicho ganado y en el contar
dello y sy se fallare que el esclavo o horro pastor le faltare ganado
que le den término al susodicho para lo yr
a buscar y no lo trayendo que sea castigado por la Justicia
e que los ganados susodichos los traygan a Tacoronte dentro de xv días.
330.—Votos sobre las ovejas e esclavos.
E luego acordaron de votar sobre sy el
esclavo del señor non dando buena cuenta del ganado y alguno le faltare que sy deve
ser castigado por la Justicia
o le castigase su mismo amo.
331.—Voto.
Su Señoría votó que, porque aya buen recábudo
en los ganados e porque son mala gente los esclavos
guanches e ladrones, que sean castigados por la Justicia aquellos que no dieren buena cuenta a sus dueños e
les faltare non trayendo el ganado que asy perdieren dentro del
término de la dicha ordenança y esto dixo que su
Señoría votava non enbargante que tiene ganado, que su
Señoría lo a por byen. (Acuerdos…1497-1507)
En 31 de julio de 1508 se pregonó la ordenanza de
los esclavos. Ts.: Sebastián Paes, Juan Ruis de
Berlanga, escribanos públicos, Juan Felipe, Francisco Díaz, alguacil mayor, Luis Alvarez y otros.
Cabildo. 27 de septiembre
de 1508, en la iglesia de San Miguel. El Gob. Sosa; Trujillo, Las Hijas, Gallinato, Corvalán, Llerena, Reg.; F. Dias, Alg. m; Zorroza,
Personero; Benites, Reg.
Sobre el daño que los esclavos
pastores hacían en los ganados de sus señores, hurtándolos para sus rescates y dándolo en
guarda a sus parientes y amigos y por que a todos es manifiesto, acordó el dicho
señor Gob. y Regs. que ninguna persona reciba ningún esclavo vendido ni dado en guarda ni
de otra manera, ni ningún ganado, ni dinero, así de los esclavos guanches,
como de otros cualquier esclavos.
También se mandó pregonar que ninguno de los
guanches libres, ni otras personas,
no vayan a los hatos de los ganados, ni tomen ni coman ni reciban ninguna cosa de los dichos pastores esclavos.
Sobre la corambre hurtada que se saca de esta
isla y como por tener libertad en la saca es
mucha ocasión para que se hurte el ganado, ordenaron que no se saque sin
licencia del Cabildo, y que se pregone por si alguien la quiere por el tanto.
Se mandó pregonar lo de
los vagamundos,[2] que
vayan a trabajar y no estén en el pueblo
más de tercero día, ni los taberneros, ni los mesoneros les den más a comer.
Que todos y
cualesquier personas, en tañendo la campana de la queda se recojan a sus casas y no anden por la villa, so pena
de cárcel. (Acuerdos…1508-1513)
496.—Fue acordado e consultado en este Cabildo
que porque los pastores
guanches son ladrones y roban toda la ysla y destruyen
los ganados, de que se quexa todo el pueblo, y hasta aquí non se a
podido remediar de pastores castellanos por falta de non los aver, que
agora por evitar el daño dieron términos asy: y a todos los que tyenen pastores
guanches de aquí a quatro meses primeros syguientes saquen los dichos guanches
pastores fue[ra] desta dicha ysla, so pena
que sy por caso alguna persona non los quisyre sacar, que el tal esclavo o esclavos pertenesca a la cámara de sus
Altezas, para lo qual lo aplican. Lo
qual queda en secreto,' que non se notyfique a los que tyenen pastores
guanches. (Acuerdos…1508-1513)
Las
posibilidades “legales” de esclavización
de los guanches de los llamados
bandos de guerra fueron esquilmadas al máximo, lo que indujo al mercenario
Alonso de Lugo y a sus correligionarios a buscar otras fuentes de materia prima
para conseguir dinero en efectivo, lo cual en aquellos primeros momentos del
asentamiento europeo en la isla sólo era posible mediante la venta de los
hombres mujeres y niños del pueblo sometido, ante el agotamiento de la cantera
de guerra los codiciosos e inhumanos invasores fijaron su atención en los
menceyatos de paces, y haciendo deshonor una vez más a sus propios tratados e
incluso de las disposiciones emanadas de la metrópoli, comenzaron a usar las
armas que mejor dominaban el engaño, la alevosía y la felonía. Armas que ya
habían empleado con éxito con aquellos incautos que habían creído en las falsas
promesas de los invasores, recordemos como:
El
invasor y conquistador de Tenerife, Francisco Albornoz, en la Reformación del
Licenciado Juan Ortiz de Zárate, denuncia, el 7 de mayo de 1506, las maneras
del Adelantado Alonso Fernández de Lugo, en los confines de la conquista de
Tenerife, contra los guanches bautizados y los guanches de paces: “fizo llamar
e traer ante sí e ante algunos clérigos que estavan en el reino de Taoro, en El
Realejo, fasta cient ánimas de guanches desta isla , los quales heran del reino
de Tegueste, los quales estavan subidos en un risco de una sierra diziendo que
querían ser cristianos,… e después de batizados, los finieron enbarcar
forzosamente e los llevaron a vender, e algunos dellos vendieron en la dicha
isla… el dicho Adelantado fizo traer ante sí a los guanches del reino de Anaga,
en que podían aver entre hombres e mugeres doscientas ánimas poco más o menos,
las quales heran de paces mucho tiempo avían y en la dicha conquista ayudaron a
conquistar a los otros en fabor de sus Altezas e del dicho Adelantando, e que
no se le acuerda si los tornaron cristianos o non, pero que vió como cautivaron
e los repartieron por esclavos e los enbarcaron e llevaron a vender… el dicho
Adelantado fizo parecer ante sí fasta doscientos guanches entre honbres y
mugeres e niños, los quales heran del reino de Adexe e de los de las paces e
asimismo ayudaron a conquistar a los otros en esta manera e con tal engaño…e
que los llamava para que viniesen a tornar cristianos… e desque los tuvieron
dentro en el corral los cautivaron e los repartieron e enbarcaron por
cautivos.”
Un convencido defensor a
ultranza del imperialnacionalcatolicismo
español como fue el historiador Antonio Rumeu de Armas, a pesar de sus ingentes
esfuerzos dignos de mejor causa tendentes a
suavizar conceptos y acciones criminales en los temas de la invasión
y ocupación española y en tratar de
dignificar la indignificable figura del capitán de la conquista, al referirse a
las felonías cometidas por este traficante de esclavos y invasor de Chinech
Alonso de Lugo y su bárbaros mercenarios no le queda más remedio que admitir
que: “En cambio, lo que no tiene perdón fue la fechoría cometida con los
guanches de Abona, Adeje y Anaga, por la triple circunstancia de pertenecer a los
bandos de las paces, la ocultación perpetrada al obispo de Rubicón-Canaria de
las perversas intenciones de captura a traición, y, lo que es aún más grave, la
artera y sacrílega maniobra de utilizar un siniestro sicario disfrazado de
prelado para sucios fines de lucro a costa de indefensos seres humanos.” (Rumeu
de Armas, 1975)
A pesar de la situación
prepotente de los colonizadores resulta admirable contemplar el colosal
esfuerzo que desplegaron nuestros ancestros para recuperar la libertad,
integrándose al amado suelo una vez que fueron conociendo los entresijos
legales de los invasores, promoviendo pleitos ante el Consejo de Castilla, de
la mayoría de los cuales salieron victoriosos frente al Adelantado a pesar de
las influencias que este tenia compradas en la corrupta corte castellana,
forzando varios juicios de residencia al capitán invasor.
Los notables de los bandos de
paces contratan como mensajero en la corte castellana al colono Rodrigo de
Betanzos, quien solicitó al Consejo de Castilla que se hiciesen in formaciones testificales. Tanto en
Castilla principal centro de comercialización de los esclavos guanches
como en las islas Canarias, sobre la veracidad de las tropelías y violencias
denunciadas. Como fruto de las gestiones de Bentazos el Consejo accedió a la
demanda, expidiendo en Alcalá de Henares, el 29 de marzo de 1498, diversas
órdenes tendentes a aclarar la situación de los demandantes.
El 29 de marzo de 1498, el Consejo emite Orden real de
liberación de guanches de “las paces” cautivados, contra todo derecho, por el
capitán conquistador Alonso de Lugo. En la reclamación formulada por Rodrigo de
Betanzos:
“Don Fernando e doña Ysabel, etc. A vos Lope Sánchez de
Valençeuela, nuestro governador de la ysla de la Grand Canaria, salud
e gracia. Sepades que Rodrigo de Betancos, en nombre de ciertos canarios de los
vandos de Dexa e Bona e Güymar, nos fizo relación por su petición, diziendo:
que al tiempo que Alonso de Lugo, nuestro governador de la ysla de Tenerife,
fue a conquistar la dicha ysla, los dichos vandos diz que guardando las paces
que tenían puestas e asentadas con Pedro de la Vera, nuestro governador que fue de la dicha ysla
por virtud de los poderes que de nos tenía, diz que se juntaron con el dicho
Alonso de Lugo para conquistar la dicha ysla, e que fazían lo quel dicho Alonso
de Lugo les mandava, e que acogían en los dichos vandos a nuestras gentes e les
amparaban e defendían, e que les davan de sus mantenimientos; e que los dichos
canarios de los dichos bandos, faziendo todo lo susodicho e aviéndose
con-vertido a nuestra santa fee católica e seyendo christianos e libres, que el
dicho Alonso de Lugo, a bueltas de los otros que cautivó e tomó e conquistó de
la otra tierra que no heran de los dichos bandos, diz que tomó e cabtivó fasta
mil álmas de los susodichos bandos de Dexa e Bona e Güymad, e que ha vendido
parte dellos, seyendo christianos e libres, en las dichas vezes; e porque diz
que los dichos canarios están en poder del dicho Alonso de Lugo fasta CCC
ánimas, los quales diz que quiere vender, nos suplicó e pidió por merced que
los mandásemos poner en su libertad, pues diz que heran cristianos e libres, o
que sobre ello proveyésemos como la nuestra merced fuese. Sobre lo cual nos
mandamos aver cierta
ynformac;ión, la qual vista en el nuestro Consejo fue acordado que debíamos
mandar dar esta nuestra carta para vos en la dicha razón.
E nos tovímoslo por bien: por que
vos mandamos que vayáys luego a la dicha ysla de Tenerife e vos ynforméys qué
canarios están en poder del dicho Alonso de Lugo, o de otras personas de la
dicha ysla, de los dichos bandos de Dexa e Bona e Güymad o de qualesquier
dellos, e todos los que asy fallardes de los susodichos bandos, los toméys en
vuestro poder e les pongáys en secrestación, e no acudan con ellos a persona
alguna fasta tanto que por nos sea visto lo que dellos se debe faser, e les
embiemos a mandar a quien acuda con ellos. E mandamos al dicho Alonso de Lugo e
a otras qualesquier personas, en cuyo poder estovieren, que vos los den e
entreguen a vos, o a quien vuestro poder oviere, so las penas que vos de
nuestra parte les pusierdes e mandardes poner, las quales nos por la presente
les ponemos e avemos por puestas; e vos damos poder conplido para las executar
en los que remisos e ynobedientes fueren e en sus bienes. Para lo qual as y
faser e complir vos damos poder complido e etc.
E non fagades ende al, etc. Dada
en Alcalá de Henares, a XXIX de março año de XCVIII. = Juanes, episcopus
astoricensis. = Juanes, doctor. = Filipus, doctor. =Franciscus, licenciatus.=Juane&,
licenciatus.=Yo Luys del Castillo escrivano, e c.” (En A. Rumeu de Armas, 1975)
Así tenemos que en julio de 1498
el recién nombrado gobernador colonial en Tamaránt (Gran Canaria) Lope Sánchez
de Valenzuela se traslada Tenerife para cumplir la comisión encomendada por el
Consejo de Castilla en relación a los desmanes cometido con los guanches de
paces por el nefasto Alonso de Lugo, siendo recibido por el teniente Fernando
Trujillo ya que Alonso de Lugo se había retirado cautelarmente a la Gomera.
Después viene la denuncia del
atentado cometido contra los guanches de las paces, pese a su condición de
tales: “E aviéndose convertido a nuestra santa fe católica, e seyendo
christianos e libres, que el dicho Alonso de Lugo (a buelta de los otros que
cativó e tomó e conquistó de la otra tierra que non era de los dichos vandos) diz
que tomó e cabtivó fasta mil ánimas de los susodiclws vandos de Dexa e
Bona e Guymar, e que ha vendido parte dellos, seyendo christianos e de
las dichas pazes. ..”.
Paralelamente
a las gestiones de Valenzuela, el Consejo ordena al licenciado Maluenda, juez
de término de Sevilla, "para que informe sobre los canarios de los bandos
de Adeje, Abona y Güimar, precisando si realmente son cristianos, donde y por
quien fueron bautizados si eran de paces y si guardaron estas, y se unieron a
Alonso de Lugo, cuando éste fuera a la conquista de la isla de Tenerife,
obedeciendo las ordenes del conquistador y auxiliándole con mantenimientos.
“1498 Marzo 29. Alcalá de
Henares. (f. 25). Orden al licenciado de Maluenda, juez de términos de Sevilla,
para que informe al consejo sobre los canarios de los bandos de Adeje, Abona y
Güímar, precisando si realmente son cristianos, dónde, cómo y por quién fueron
bautizados, si eran de paces, si guardaron éstas y con quién las asentaron. Se
da a petición de Rodrigo de Batanzos, quien informó que dichos bandos guardaron
las paces asentadas con el gobernador Pedro de Vera y se unieron a Alonso de
Lugo, gobernador de Tenerife, cuando fue a conquistar dicha isla, haciendo lo
que se les mandaba, acogiendo a sus gentes, defendiéndolos y dándoles sus
mantenimientos, convirtiéndose además a la fe católica, a pesar de todo la cual
éste cautivó a 1.000 almas, como si fueran de otros bandos, vendiendo una parte
y queriendo hacer la mismo con 300 que aún le quedan en su poder. Episcopus
astoricencis. Juanes. Felipus.
Franciscus licencia tus. Juanes licenciatus. Castillo, escribano de
cámara.” (E. Aznar Vallejo)
Antonio Rumeu nos ofrece el
testimonio de dos milites que fueron actores en el criminal apresamiento de
guanches de los menceyatos de paces:
El primero, Alonso de las Hijas,
confiesa que… “los canarios de Abona e Adexe... heran de paces, e avían servido
a Sus Altezas al tiempo de la, conquista... contra los otros canarios que heran
en deservicio de Sus Alteza; e el obispo
asimismo los mandó veenir diziendo que se viniesen a tornar Cristianos, y ellos
vinieron a la Iglesia
seguramente, en que senan mas de
doscientas ánimas, y el obispo los tornó christianos; y a la ora después
de ser christianos, el dicho adelantado [Alonso de Lugo] los mandó encerrar en
una casa, donde los cautivó e los vendió, los quales davan vozes e reclamaban
diziendo que heran christianos servidores de Sus Altezas, que cómo hera aquello
que los vendían, e los llevaron a Valencia e a Barcelona e a otras
partes...”
Más repugnante es la declaración
de Francisco de Albornoz. Este destacado mílite atestigua: “Después no se ha
guardado justicia; especialmente otra vez, al dicho tiempo, el adelantado
[Alonso de Lugo] hizo traer ante sí a los guanches del reino de Anaga, unas
doscientas ánimas entre hombres y mujeres, los cuales eran de paces, y en la
conquista ayudaron a conquistar a los otros en favor de Sus Altezas. No se
acuerda si los tornaron cristianos o no, pero vio cómo los cautivaron y
enviaron a vender. Y asimismo en dicho tiempo, el adelantado hizo parecer ante
sí hasta doscientos guanches del reino de Adeje y de las paces, que asimismo
ayudaron a conquistar los otros. En esta manera y con tal engaño que- como
estaban escarmentados de lo pasado, pusieron en un corral, cercado de piedra,
un hombre (que se dice Sepúlveda) y cubriéronlo de ropa y dijeron que el
adelantado les llamaba para que viniesen a tornar cristianos, que estaba allí
el obispo, y al momento que los tuvieron dentro en el corral, los cautivaron y
los re-
partieron y embarcaron por
cautivos.
Hoy sabemos, por las denuncias
que luego se formularon, que el número de los cautivos de los reinos de las
paces pasaron de mil, de 1os cuales permanecían en Tenerife, en 1498, unos
trescientos. Otro importante grupo de guanches horros los tenía ocultos, en sus
posesiones de Sanlúcar de Barrameda, don Juan Alfonso de Guzmán, duque de
Medina Sidonia; era el precio de la colaboración prestada en la conquista de la
isla. (Rumeu de Armas, 1975)
Perico Benítez, quien antes
del bautismo por el rito católico era conocido por el nombre guanche de
Guanajao, obtiene del Consejo de Castilla el 20 de noviembre de 1500 una Orden dirigida al Licenciado de Maluenda, juez de término de Sevilla, “para que informe al
Consejo sobre la petición presentada por el bachiller Alonso de Sepúlveda, procurador de pobres, para
que continúe el pleito
que ante los alcaldes de casa y corte seguían Perico Benítez, canario, hijo de Bartolomé Benítez, que antes de ser
cristiano se llamaba Guanajao, y Bartolomé
Benítez, vecino de
Sanlúcar de Barrameda, en el que quedó demostrado que Perico Benítez era libre y que su padre lo había entregado a
Bartolomé Benítez para que lo instruyese en
la fe, confiándole a su muerte la herencia de su hijo, consistente en tres o cuatro esclavos, seiscientas
cabras, y tierras y casa valoradas en
150.000 maravedís, a pesar de lo cual Bartolomé Benítez consiguió, frandulentamente, detener el pleito y que Perico Benítez
le entregase cuatro castellanos,
para lo cual lo puso a soldada con otras personas, mientras declaraba interesadamente la libertad de Perico Benítez y
ofrecía 1.000 maravedís a Alonso Sepúlveda,
para sobornarlo. Episcopus ovetensis. Felipus. Johannes licenciatus. Kjrtinus. Zapata. Ruiz de Castañeda. Pérez. (E. Aznar, 1981:103)
La mayoría de las penurias que
debieron vivir en servidumbre, las siguieron padeciendo luego de ser
supuestamente liberados, ello motivó el que algunos notables guanches alzaran
su voz y acopiaran recursos para enfrentarse a los desmanes del invasor en
defensa de sus hermanos étnicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario