“Juicing”
viene de la palabra “juice”, jugo (o zumo), y simplemente consiste en hacer en
su propia casa jugos frescos de verduras y frutas crudas, que se consumen
diariamente, incluso varias veces al día, para obtener un efecto determinado
sobre la salud.
En efecto, no se trata sólo de disfrutar, aunque muchos cócteles son realmente deliciosos. Según los especialistas de los zumos, hay combinaciones:
En efecto, no se trata sólo de disfrutar, aunque muchos cócteles son realmente deliciosos. Según los especialistas de los zumos, hay combinaciones:
- contra la migraña
- para dormir mejor
- contra los las impurezas de la piel
- como “elixir de juventud”
- contra la hinchazón abdominal
- para prepararse antes de una comida copiosa
- para remineralizarse
- etc.
Un simple
ejemplo de jugo muy sencillo que hice anoche: mezcle dos manzanas con una gran
rama de apio. Parece que favorece la relajación y ayuda a dormir mejor. La
mezcla no sólo es saludable, sino que está riquísima.
¿Cómo funciona?
Hay cuatro
razones principales que podrían motivarle a hacer usted mismo sus propios
zumos:
- Los jugos ayudan a absorber más nutrientes que si los vegetales están enteros. Esto es importante porque la mayoría de nosotros sufrimos de digestiones alteradas o incompletas por los malos hábitos alimentarios adquiridos durante años. Extraer el jugo de los vegetales crudos permite romper las fibras y, por lo tanto, absorber más fácilmente los valiosos nutrientes.
- El zumo de vegetales es un elemento vivo que tiene muchas virtudes. Tiene el mérito de ayudar a las mucosas digestivas a reconstruirse, algo interesante y útil en caso de colitis, gastritis e inflamaciones en general; contiene todos los nutrientes de las verduras sin las fibras insolubles, que son las partes más duras, pero con las fibras solubles que son fermentadas por nuestras bacterias y fortalecen nuestro intestino.
- Los zumos permiten comer más verduras frescas. A muchas personas ya les cuesta trabajo tomar 5 frutas y verduras al día, cuando probablemente harían falta 8 ó 10, y mejor verduras en lugar de frutas. Bebiendo un vaso de zumo, aportará directamente a su cuerpo lo mejor que hay en varias verduras.
- Permiten tomar más variedad de verduras. Muchas personas comen las mismas ensaladas todos los días, lo que termina por cansar. Sin embargo, es muy fácil hacer jugos de verduras que normalmente usted no consume. También le dará la oportunidad de descubrir nuevos sabores con combinaciones sorprendentes (como por ejemplo la manzana y el apio).
Los jugos
son una forma estupenda de revitalizar el organismo, debido a que tienen una
alta concentración de principios nutritivos y elementos energéticos.
Qué frutas y verduras utilizar
Los jugos de
frutas son deliciosos, y la mezclas de frutas y verduras a veces incluso más,
gracias al ligero sabor amargo o ácido que aportan el apio, las espinacas, las
hojas de col...
Pero si
usted tiene sobrepeso, si tiene presión arterial alta, diabetes o riesgo
cardíaco, es mejor centrarse en los jugos de verduras orgánicas, especialmente
de los vegetales verdes (en lugar de los de frutas, que son ricos en azúcares).
Lo sorprendente
es que se puede hacer zumo con cualquier fruta y verdura (excepto con el
plátano y el aguacate, que sólo pueden batirse, salvo que use una potentísima
máquina de última generación y altas revoluciones, capaz de extraer jugo
también de ellos).
Están, por supuesto, el jugo de tomate, el de zanahoria y el de remolacha, pero son muy dulces.
De hecho, los grandes clásicos del “juicing” orgánico son las hojas de col de todo tipo (blanca, roja, verde, rizada...), el brócoli, el apio, los nabos, los pepinos, el hinojo, el perejil, las endivias, el calabacín, y los pimientos rojos, amarillos y verdes, los guisantes, el ajo y la cebolla (de la cebolla poca cantidad, porque no es fácil de digerir y produce gases).
Casi siempre se puede añadir un trozo de jengibre y jugo de limón o de lima.
Para mejorar aún más el sabor, no dude en poner una gota de estevia, un edulcorante natural que tiene sabor a regaliz y que va muy bien con los jugos de verduras.
Están, por supuesto, el jugo de tomate, el de zanahoria y el de remolacha, pero son muy dulces.
De hecho, los grandes clásicos del “juicing” orgánico son las hojas de col de todo tipo (blanca, roja, verde, rizada...), el brócoli, el apio, los nabos, los pepinos, el hinojo, el perejil, las endivias, el calabacín, y los pimientos rojos, amarillos y verdes, los guisantes, el ajo y la cebolla (de la cebolla poca cantidad, porque no es fácil de digerir y produce gases).
Casi siempre se puede añadir un trozo de jengibre y jugo de limón o de lima.
Para mejorar aún más el sabor, no dude en poner una gota de estevia, un edulcorante natural que tiene sabor a regaliz y que va muy bien con los jugos de verduras.
Se dará
cuenta de que las combinaciones son infinitas, y obtendrá los sabores más
variados, en general muy agradables. Es una verdadera aventura en el mundo de
los sabores olvidados, además de un gran regalo de nutrientes para su cuerpo.
La organización
El problema
del “juicing” es que requiere una cierta organización, ya que necesitará un
aparato especial para sacar todo el partido a los vegetales. Además, el jugo no
se conserva, sino que hay que beberlo inmediatamente, antes de que se oxide,
por lo que es imposible hacer una gran cantidad de una sola vez para irlo
tomarlo después poco a poco.
Para hacer
los zumos algunas personas utilizan una licuadora, que puede adquirirse a un
precio asequible, pero que tiene el inconveniente de no extraer correctamente
todo el jugo y la pulpa. Con la mayoría de las licuadoras, parte de las frutas
y verduras terminan en la basura en vez de en el vaso.
Por ello, la
única herramienta realmente eficaz para hacer jugo de vegetales es el
extractor.
Es mucho más caro, pero se aprovecha mucho más jugo y nutrientes. La pulpa que sale del extractor está casi seca, no se desperdicia nada. En cambio, el jugo es más puro que con una licuadora, que deja pasar gran cantidad de fibra. El extractor tiene la ventaja añadida de mantener el jugo todo el día, a salvo de la oxidación.
Es mucho más caro, pero se aprovecha mucho más jugo y nutrientes. La pulpa que sale del extractor está casi seca, no se desperdicia nada. En cambio, el jugo es más puro que con una licuadora, que deja pasar gran cantidad de fibra. El extractor tiene la ventaja añadida de mantener el jugo todo el día, a salvo de la oxidación.
Sin embargo,
es esencial elegir un modelo simple, que haga fácil su instalación y limpieza,
o de lo contrario acabará no utilizándolo. Si sólo va a hacer jugos para una
sola persona, hay extractores manuales que le podrán servir, que son mucho más
baratos.
Un último consejo
Comience a hacer sus zumos con
las verduras que consuma habitualmente, para que los sabores le resulten
familiares y agradables. Es muy importante saber escuchar a su cuerpo. Así,
tome un vaso en el desayuno y asegúrese de que no experimenta ninguna molestia
en el estómago durante toda la mañana. Si su estómago hace ruidos extraños, es
que usted no soporta uno o varios vegetales. En mi caso, me di cuenta de que no
podía beber una gran cantidad de jugo de col, lo cual es una pena porque es muy
bueno y sus propiedades contra el cáncer están probadas.
Volveré a hablar en Tener S@lud de posibles mezclas para hacer zumos de vegetales. ¡Son una fuente inagotable de salud y entretenimiento!
¡A su salud!
Juan-M Dupuis
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