ZONA ARQUEOLOGICA DE "LA GUANCHA,EL AGUJERO Y BOCABARRANCO".
Desde la década de los treinta del siglo XX, se
producen los primeros hallazgos arqueológicos en esta área, si bien, con toda
probabilidad, parte de las ruinas eran reconocidas por la población del lugar.
La excavación de un gran túmulo en el año 1934, hoy desaparecido y del que se
dio cuenta en la prensa local, levantó una gran expectación social y aportó una
serie de restos arqueológicos de gran valor, como las piezas de cerámica
pintada con bellos motivos que formaban parte del ajuar funerario y que, desde
entonces, se encuentran expuestas en el Museo Canario. A partir de esa fecha se
van excavando y exhumando diversas estructuras, bien funerarias, bien de
hábitat y otras, de significado desconocido, a pesar de que la literatura
arqueológica de la segunda mitad del s. XX le atribuye diferentes
interpretaciones. Muchas de aquellas interpretaciones han sido cuestionadas a
la luz de las recientes investigaciones, pudiéndose hoy observar un amplio
conjunto de construcciones relacionadas con el hábitat, con prácticas
funerarias y con recintos de significados diversos.
El conjunto de estructuras conocidas hasta la actualidad, se concentran
en tres zonas a lo largo de este sector de la costa de Gáldar. Estas tres
unidades se denominan, La
Guancha, El Agujero (que en ocasiones le da la denominación
al conjunto) y Bocabarranco:
1.- La Guancha:
se trata de la zona más oriental del conjunto y es la que presenta mayores
dimensiones y complejidad, en la medida que en este sector se encuentran la
mayor diversidad de construcciones, en cuanto a sus usos primitivos. En este
grupo podemos identificar seis casas aborígenes (aunque en los resultados de
las últimas excavaciones afloran otras que han estado enterradas o en la base
de estructuras más recientes), varias construcciones tumulares (algunas
reconstruidas sin excesivo rigor en la década de los cincuenta del pasado
siglo), así como un recinto de gran tamaño con una especie de grada de piedra
seca, identificado como Palacio de Justicia (término hoy puesto en duda).
Dentro del grupo de los enterramientos, destaca en la parte más
oriental de la Zona
Arqueológica el gran túmulo de La Guancha, que es, por el momento,
el de mayores dimensiones y complejidad de la isla y del Archipiélago. En este
recinto, se localizaron los restos de cuarenta y tres individuos repartidos en
cuarenta y dos cistas. Unas decenas de metros hacia el mar, se localiza una
pequeña construcción de tendencia circular de significado, hasta ahora,
desconocido.
En lo que se refiere a las casas, hay que decir que son de tipología
diferente, si bien la tendencia general es al modelo característico de las
viviendas de plantas cruciformes, aunque en La Guancha algunas de estas
viviendas prescinden de algunos de los habitáculos laterales, lo que da pie a
plantas más atípicas, por lo general rectangulares; no obstante, por los
resultados preliminares de las recientes excavaciones llevadas en este yacimiento,
se han podido comprobar las diferentes reutilizaciones a que estuvo sometido
este lugar en época de los antiguos canarios. También hay que decir, que muchas
de estas construcciones fueron seriamente alteradas y transformadas hace unas
pocas décadas, sin rigor y con un indudable falseamiento de su tipología
original.
Hay que destacar que en las últimas campañas arqueológicas se han
localizado alineaciones superficiales que nos atestiguan la existencia de otras
casas hasta ahora desconocidas, lo que aporta una nueva imagen de este sector
con un urbanismo mucho más abigarrado y complejo. Se han obtenido nuevas
dataciones absolutas para este sector entre los siglos XI y el XV de la era.
Este primer sector de la Zona Arqueológica, se encuentra actualmente
acotado por una valla perimetral.
2.- El Agujero: está constituido por un conjunto de casas aborígenes,
de tendencia cruciforme, si bien hay algunas variantes constructivas, que
forman un entramado constructivo de gran valor, con pasillos entre las viviendas,
escaleras de acceso, muros adosados, etc. Este conjunto está atravesado por una
carretera que afectó de forma importante al yacimiento y que lo divide
artificialmente en dos, por lo que el vallado del mismo forma dos unidades
separadas.
Posiblemente este grupo fue más amplio, sobre todo hacia la parte del
mar, ya que existen referencias del desplazamiento de estructuras, durante los
años cincuenta, para la construcción de las actuales viviendas del Agujero. Por
fotografías aéreas de los años sesenta se puede observar que algunas de las
casas originales han quedado semisepultadas por edificaciones actuales. En
cuanto a la parte oriental y sur de este conjunto, ha sido vaciado
prácticamente en su totalidad, durante el acondicionamiento de las fincas que
estuvieron en explotación hasta hace pocos años, por lo que los restos que
pudieron existir, hoy están desaparecidos.
3.- Bocabarranco: en este tercer sector de la Zona Arqueológica,
se identifican varias viviendas de los antiguos canarios, si bien las
estructuras que hasta hace poco se podían observar, tenían poco que ver con lo
que fue la construcción original, algo que se ha demostrado en las recientes
excavaciones arqueológicas. Este sector estuvo sometido a diversas
reutilizaciones, desde las chabolas que estaban ubicadas en este lugar y cuya
construcción afectó a los paramentos de las viviendas originales, hasta las
recreaciones, que se hicieron en los años cincuenta del pasado siglo.
En las últimas excavaciones arqueológicas se ha podido
identificar una nueva estructura con muros de gran tamaño, que parece envolver
parte del recinto. Recientemente se han obtenido varias fechas por Carbono 14
para esta zona, destacando una del siglo VII de la era.
También pueden observarse otras estructuras enterradas más cerca del
acantilado, e incluso el afloramiento de paredes en el, lo que nos lleva a
pensar que pueden existir más construcciones hoy imperceptibles. La importante
cantidad de material arqueológico presente en el perfil del acantilado nos
habla de una destacada potencia arqueológica de este sector, en el cual no
podemos descartar la presencia de enterramientos, hoy ocultos. Si bien no
sabemos el lugar exacto donde estaba el gran túmulo excavado y destruido en los
años treinta del pasado siglo, diversas informaciones lo sitúan entre este
sector y el sector 2 de la Zona Arqueológica.
Hay que destacar, también en este sector el hallazgo de
algunas piezas de madera trabajadas y utilizadas como elementos constructivos
de las viviendas aborígenes. En uno de los casos se trata del quicio de una
puerta con diversos rebajes perfectamente trabajados. En el otro caso se trata
de una gran viga de madera encima de la cual descansa un muro de piedra de una
construcción posterior.
Como podemos comprobar, se trata no solo del primer
yacimiento con reconocimiento legal y administrativo del Archipiélago, sino que
presenta una enorme importancia en cuanto a los valores arqueológicos que
encierra y, con toda seguridad, de los que aún quedan por descubrir. En este sentido,
existen indicios de que este asentamiento costero fue más amplio y que en los
años en que se expande el cultivo del plátano en estos terrenos, propiedad en
aquel entonces de Mr. Leacock, se destruye parte del mismo. Abundando en esta
idea, se pueden observar en la actualidad, y hacia la parte más occidental de la Playa de Bocabarranco,
restos de material arqueológico en superficie y en los perfiles del acantilado,
lo que nos hace suponer que el poblado se extendía hacia el otro lado del
citado barranco.
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