1740. Se
produjo una nueva guerra de las habituales entre los reinos de España y
Inglaterra, como consecuencia de la misma los corsarios ingleses infestaron de
nuevo las aguas de esta colonia. Esta situación de merodeo por parte de los
corsarios ingleses, perturbaba el tráfico entre las islas ocasionando con ello
la falta de muchos productos de primera necesidad. Se organizó entonces no sólo
la defensa pasiva, sino también la caza a los piratas, forma ésta de defensa
que ya casi se había olvidado en las Islas. Como era habitual entre las
potencias marítimas europeas, cuando entraban en conflictos bélicos expedían
patentes de corso a favor de capitanes de su flota mercante e en ocasiones a
navíos reales dedicándose éstos a hostigar al enemigo, apresando a los barcos
mercantes y saqueando las poblaciones costeras y los puertos. La corona
española concedió patente a algunos de los navíos mercantes mejor artillado.
Uno de los capitanes patentados fue Antonio Miguel, patrón de la balandra
Canaria San Telmo, éste apreso un
bergantín inglés que transportaba una carga de bacalao y una corbeta de la
misma nacionalidad. Ambas embarcaciones fueron vendidas en Añazu n Chinet
(Santa Cruz de Tenerife), el bergantín en 2.000 pesos y su carga de pescado en
9.000. Como toda acción produce reacción, los ingleses desplazaron a nuestras
aguas un navío de 50 cañones con objeto resarcirse de las pérdidas, después de
cuatro días de acecho, logró apresar un barco de Tamaránt (Gran Canaria) que,
venía a Añazu (Santa Cruz) y que por fortuna venía en lastre.
1740 Octubre 21. Dejo ver sus velas frente a las costas de Erbania
(Fuerteventura) un navío ingles de 12 cañones que desembarco 50 hombres bien
armados con intención de dirigirse al pueblo de Tuineje y saquearlo. El buque
Corsario se había apoderado en fechas anteriores de 3 buques mercantes
castellanos.
Al enterarse de la noticia, el colono Gobernador de la isla, José Sánchez de Umpierrez, reunió a toda prisa como pudo a un grupo de milicianos para hacerles frente. Al final eran 37 hombres, pero muy mal armados ya que solo disponían de 5 armas de fuego.
Umpierrez salio al encuentro de la fuerza inglesa con la intención de contenerlos hasta que llegaran más refuerzos. Los ingleses se hicieron fuertes en una loma, y a Umpierrez no se le ocurre otra cosa que lanzarse al asalto, pero mandando en vanguardia una recua de 40 dromedarios. La descarga de los ingleses cayo sobre los animales, sin darles tiempo a volver a cargar los milicianos los atacaron al arma blanca, matando a 30 hombres y quedando los otros 20 prisioneros.
Umpierrez por su parte contó 5 muertos y 16 heridos, en esta insólita carga de dromedarios.
1740 Octubre 29. Un Corsario Británico queriendo vengar la derrota sufrida por sus compatriotas el pasado 21, desembarco en el mismo lugar 55 hombres y se encamino al mismo pueblo. Enterado de esta segunda irrupción, el capitán de milicias Melchor Cabrera Bethencourt reunió a algunos milicianos y empleo la misma táctica, lanzarles los camellos por delante y a degüello. No quedo un solo ingles con vida. Cabrera por su parte contó 6 muertos.
1740. Un barco
corsario inglés es avistado frente la playa del Azúcar en Hermigua en la isla
de La Gomera
que es atacado por las milicias gomeras que se cobran la vida de cinco
británicos y detienen a otros dos.
1740. El corsario y patrón de la Balandra canaria San
Telmo, Antonio de Miguel, navegando hacia Cádiz, apreso al buque ingles Samuel y lo condujo al Puerto de Añazu n
Chinech (Santa Cruz de Tenerife).Volviendo a zarpar para continuar su viaje,
capturo a una Corbeta también inglesa en aguas de Santa Cruz de Berberia
(actual Ifni).
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