EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL,
DÉCADA 1731-1740
CAPÍTULO XXXV
–II
Eduardo Pedro García Rodríguez
1742.
Relación de los lugares,
Distancias, Puestos, Atalayas y Gente de Armas que se encuentra en las costas
que circumbalan la Ysla
de Santa Cruz de Thenerife. Sacada en el año de 1742.- Advirtiendo sus aguadas,
Pozos inmediatos y parapetos próximos á la Marina.
Santa Cruz
Este Puerto es el principal de la Ysla, situado al Leste de
ella, dícese principal por asistir en él el May°r.Comercio, sus varias
fortificasiones se notarán en la situación en el Plano Gral. y con más
exactitud en su Plano Particular; tiene su atalya en la Punta que llaman de Naga
distante de dho Puerto 3 leguas cortas de donde se aperciben los Fuegos, uno de
obligación y los demás de Embarcaciones que avistase; este mismo orden ó estilo
se practica en las demás Atalayas de la
Y sla, y en caso de avistar pasadas de dos embarcaciones,
deve vajar el Atalayero á dar su haviso al Gral. Que reside en dho Puerto, y en
Cada Lugar á su Governador de Armas, para que este dé haviso al dho Capitán
Gral.
Candelaria
Este lugar y Santuario dista de
Santa Cruz 3 leguas y 2/3 tiene su Castillo á la orilla de la Mar, con una cerca al dho
Santuario ú Convento que sirve de entrada encubierta para ella defender é
impedir el desembarco de aquella raya, en caso de los enemigos intentar
haserle, tiene este lugar por todo su territorio desde el Barranco hondo á dho
Lugar 720 hombres de Armas, y en el recinto de dho lugar vivirán poco más ó
menos 60 hombres, esta Compañía pertenece al Rgto de Guimar y Candelaria y se
intitula la Coronela.
Su Theniente Capn D. Luís Franco
de Castro vive en dho territorio, esta Compañía haze Centinela con las demás de
este Regimiento en el Referido Castillo con 8 hombres y en el desembarcadero de
el Pozillo con otros 8, y lo mismo Sobre el paraje alto ó Hermita de la Magdalena encima del
Convento, y por ser este paraje el más dominante desde Territorio proximo al
Mar y Combento, y en su cercanía hállase la Playa de las Viudas; por donde en caso de
descuido los enemigos podrían desembarcar y Asaltar el dho Santuario, hallo en
mi sentir Combeniente Circumbalarcon un parapeto la dha Hermita de la Madalena en donde después
de su reedificación y concluida la Comunicasión empesada á ella tiene intensión así
los vezinos como Religiosos pasar la Santa Ymagen y thesoro de ella en el Caso
supuesto o aparensia de intentar el enemigo lo referido, pues según esto no
dejan de reconoser este puesto ventajoso, por quanto me parece digno este
paraje importante de semejante defensa, En Caso de revato concurre á este
paraje el Piquete Compuesto de Cinco Compañías puede un Navío con travajo dar
fondo en esta Playa y desembarcarse con Bonansas.
Güímar
Este lugar dista del de
Candelaria una Legua y del Mar; media, tiene tres Compañías su Atalaya llamada
Montaña del Socorro en la medianía de su distancia á la Mar descubre desde la Punta del Roquete hasta el
Puerto de Habona. Atalaya muy importante pero con algún descuido al tiempo que
pasé el Reconosimiento mandado es su obligación haser su Atalaya con un soldado
hasta las orasiones y los fuegos Como dije arriva puédese desembarcar con
Bonanza y Con ella dar fondo qualquiera Vandera, ay en la cercania de esta Playa
dos Pozillos, en uno sin Práctico no es fácil de encontrarse y ambos poco
capaces de hazer mucha Aguada.
El Escovonal
Son unas Casillas distantes de
Guimar una Corta Legua y de la Mar
un quarto, su jente de Armas 12 hombres poco más o menos tiene por aquella
parte Playas por donde se embarca la
Madera la dha gente depende del Regimiento de Guimar.
Zaiza o Barrio de Fasnea
Este lugar dista del Escovonal
tres quartos y medio de Legua y la casa del Capn Megia próximo á la atalaya
sobre el camino el lugar al mar algo más de dos tercios, y la dha Atalaya un
tercio de legua, los hombres de Armas que componen este referido Lug'
esparcidos en Barrios Serán 80, lo que con el haviso de la Atalaya en caso de
havistarse Embarcación alguna se aprontan con sus Armas asistiendo á su Costa
para el resguardo de ella, en donde Con la antizipasión de su haviso esperan
órdenes para otro movi- miento Combiene que se haga con puntualidad esta
Atalaya en dho paraje pues me parese ay algun descuido.
Arico y Lomo
Distan de Zaiza en recta Linia
legua y tercio y del Puerto de Abona tres quartos de legua su Atalaya sobre la Montañeta un tercio de
legua del dho Puerto y están con vigilancia en ella la gente que Componen estos
dos lugares, entre sí distancia de un quarto de legua son 200 vecinos ay una
fuente en el Barranco próximo á estos lugares alto apartada del Puerto y un
poco de Agua en un desembarcadero de Madera algo más al Leste de este Puerto;
ay en este Puerto algunos parapetos pero Combiene que los vesinos inmediatos á él
estén con vigilancia para apoderarse de ellos antes que los Enemigos, pues no
siendo así podrían ellos al revés de dho parapetos ofender á dhos vesinos.
El Río
Este dista del Lugar del Lomo dos
tercios de legua y de el Mar tres quartos. Corre al pié deste Lugar dentro de
un profundo Barranco una poca de Agua Manantial que con la permanensia de su
corriente le dieron el nombre de Río no hay duda que alguna Lancha puede haser
Aguada Con práctico, sus hombres de Armas Con los de la Ziznera componen dos Compañías
de 200 hombres.
La Granadilla
Este lugar dista del Río una
Legua y dos tersios y de la Mar
con corta diferencia lo mismo tiene su Atalaya en Montaña Gorda, ay vigilansia
en ella y dista de la Mar
una legua su gente la mayor parte vive en el Lugar y se compone de 300 vecinos
unidos con los de los Barrios de Chimieche y las Vegas que Confinan con el Río
Contando asimismo el Lugar del Draguito y San Ysidoro que Caen por vajo de dho
Lugar.
Chasna
Este Lugar dista de Granadilla
algo más de una legua y está apartado del Mar dos leguas y tres quartos sus
Casas serán 700 y todo su vesindario 600 que de hombres de Armas se componen
las Seis Compañías con la distinsión de sus hombres primera de dho Lugar;
segunda de sn Miguel, tercera de Chirama, quarta de Tamaide, quinta del Valle
del Ufadero y sesta de Araona.
Adeje
Este lugar es del Marqués de
Adexe y tiene su Casa de Campo en dho Lugar y en un ángulo de el.la que mira al
Sud tiene un Baluartito con cinco cañones y diferentes Pedreros de donde puede
defenderse qualquiera asalto dista este referido Lugar de Chasna en recta Linia
sinco quartos de Legua pero por el Camino de abajo ay otra tanta distancia,
está apartado del Mar tres quartos de Legua y del Puertesito una legua que es
de su nombre Adexe, está bien parapetado y es suficiente para Barquitos y
descubierto de los vientos Oueste, Ouest-Sud ouest y Sudoueste más al Sud de
este puerto ynmediato á la
Montaña de Guaza ay otro Puerto llamado de los Cristianos
distante de Adexe legua y tersio está algo mas resguardado de el Ouest pero
espuesto á los vientos dhos tiene asimismo parapetos y un Pozo de Agua salobre
donde los barquillos haz en tal qual Varrilillo de Agua, los vesinos de su
jurisdisión serán 14 los 90 en el mismo lugar 14 en el Barrio de Taucho
distanle media legua asia la cumbre. (En: José María Pinto de la Rosa, 1996)
1742 Mayo 3. Se declara en Tamaránt (Gran Canaria) una grave
epidemia de pleuresía que ocasionó numerosos muertos. El obispo de la secta
católica Juan Francisco Guillén ordenó el traslado de la Virgen del Pino a la Catedral, para que el
pueblo hiciera rogativas. Guillén pronunció cinco sermones con el fin de
erradicar la enfermedad.
1742 Diciembre 23. Cuatro navíos ingleses fondearon en la
playa de Veneguera e intentaron penetrar hacia el interior de la isla.
Enterados los milicianos de La
Aldea acudieron a su encuentro y cercándolos durante cinco
horas, lograron rechazarlos tras haberles causado una baja y cinco prisioneros,
que llevaron a la ciudad de Winiwuada (Las Palmas), sin la menor incidencia
entre los milicianos de este lugar.
1742. Las únicas
inversiones que la corona española realizaba en la colonia de Canarias
consistían en los edificios de Aduanas y en algunos cuarteles para las tropas
de ocupación. En Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife). En la explanada que
daba al desembarcadero de la caleta de Blas Díaz, pasado el boquete y a la
derecha, se instalaría un pequeño reducto, de nombre "La Concepción", para
proteger la zona del fondeadero frente al mejor acceso de pasajeros y
mercancías. Pegado a dicho fortín, hacia el sur, estaba la
"Plataforma", vestigio de una de las fortalezas de mediados del s.
XVI y el primer cuarto del XVIII, cuartel para la caballería. Bonito Pignatelli
consideró levantar en la "plataforma" un buen edificio para la Real Aduana, no sin
agrias controversias con los técnicos, dada la peligrosa vecindad de la citada
batería, que para el Comandante General de la colonia significaba todo lo
contrario: los cañones al par de custodiar al desembarcadero, defendían el
resguardo de los caudales del rey de España, sus funcionarios y mercancías en
depósito. Se salió con la suya. Resultó un amplio edificio cuadrado, altura de
dos pisos, de argamasa y madera, con amplio portalón de entrada al que decoró
con mármol traído expresamente de Lanzarote, las Armas Reales de España y esta
lápida: "Reynando Phelipe V el Animoso y siendo Comandante General de
estas Islas D. Andrés Bonito y Pignatelli se construyó esta Real Aduana" y
en la parte superior: "Anno de MDCCXXXXII". Esta puerta principal
daba a la que se llamaría calle de la
Caleta, de la
Aduana, de la
Tesorería y General Gutiérrez, pues tal edificio público casi
llegó a los dos siglos en pie y sería destruido para la posterior de ese tramo
costanero y edificar el actual Centro de Correos y Telégrafos. Menos tiempo
duró la Capilla
de la Real Aduana,
que se dedicó a la virgen del Buen Aire, derruida en 1822, de singular devoción
entre capitanes, maestres y dueños de navíos.
1742. El Estado
Borbónico potencia la figura del capitán general y presidente de la Real Audiencia de
la colonia de Canarias que, siendo el representante directo del poder
regio,acapara en este siglo la mayoria de los «ramos de jurisdicción». Este
incremento de facultades va en perjuicio de otras instituciones como el Santo
Oficio, la Real
Audiencia, corporaciones locales o Juzgado de Indias las
cuales observan como su ámbito competencial se va reduciendo considerablemente.
Si nos centramos en los contenciosos entablados entre el jefe militar y el
tribunal inquisitorial de Canarias, institución que a lo largo de todo el siglo
XVIII sufre una crisis paulatina pero progresiva, observamos numerosos
expedientes en los que el Santo Oficio presenta quejas a la Suprema ante las
pretensiones del general de conocer ciertas causas de su jurisdicción; además
se constata las reclamaciones de algunos de los inquisidores por los atropellos
que el jefe militar comete contra ellos a titulo particular.
Asi, el tribunal inquisitorial
de Canarias tramita en 1742 diligencias contra el general Bonito Pignatelli por
haber decretado orden de prisión contra el alguacil del Santo Oficio, Perdomo
Betancourt. El jefe militar imputa al alguacil una serie de cargos tales como
perturbar la paz y quietud publica con su genio raro y discolo, ordenando su
ingreso en prisión en el castillo de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife), a
pesar de la alegación del acusado apelando al fuero inquisitorial. El
presidente del Santo Oficio Fernando Pérez, recrimina al general su abuso de poder
al atentar contra la jurisdicción de su tribunal. Por tanto, le reclama la
remisión de los autos, para que se cumpla, segun palabras del ministro, «la
observancia de los privilegios y fueros que los sumos pontífices y reyes han
concedido a los ministros que se hallan sirviendo en su Santo Tribunal».
También el inquisidor le recuerda al capitán general el proceder de sus
antecesores, muy diferente del actual, y que consistía en la recíproca
correspondencia entre ambas instituciones (el Santo Tribunal y el jefe militar)
lo cual había permitido, parafraseando al ministro Pérez, «que siempre que
habían llegado a oídos del general justas quejas, las han participado a este
tribunal para que como a quien privativamente pertenece, las remedie y
corrija».
A pesar de tales alegaciones, el
general Bonito no depone su actitud de mantener en prisión al detenido,
negandose a remitir la causa al Santo Oficio. Este contencioso hace que los
inquisidores eleven sus quejas a la
Suprema, pero todo resulta en vano pues Felipe V resuelve a
favor del jefe militar.
Litigios muy similares al
expuesto se pueden encontrar a lo largo de toda la documentación inquisitorial
de la centuria, lo cual viene a corroborar el estado de decadencia en que se
encontraba el Santo Oficio del Archipiélago, situación que paulatinamente iría
en aumento según transcurre el siglo. Se llega incluso a la paradójica
situación de que ministros del propio tribunal sufren en 1744, por parte del
general Masones, una estrecha fiscalizacion. En este sentido, el caso del
inquisidor Matias Boza nos muestra como el jefe militar cuestiona su vida
cotidiana.
Las propias palabras del
ministro así lo constata: «ese hombre (el general> realiza pesquisas sobre
mi modo de vivir: cual si voy a las iglesias, si confieso cada ocho días; si
debo a alguna persona algo; si he tirado del espadín en este tiempo; si soy
cortes con todos y respetuoso con la justicia». Pero la situación se torna más
conflictiva cuando el general Masones ordena su destierro. Por este motivo, el
Santo Oficio de Canarias presenta su queja al jefe militar, alegando el
aforamiento del condenado pero el general mantiene su decisión.
No podemos olvidar, que la
decadencia competencial del tribunal inquisitorial de las islas va unida a la
crisis económica que padece la institución inquisitorial desde la Guerra de Sucesión en la
metrópoli; problema que se arrastra de épocas anteriores alcanzando durante el
siglo XVII! unas cotas insospechadas, convirtiéndose en un obstáculo importante
para su normal funcionamiento. Este hecho queda reflejado en numerosas cartas
remitidas por los inquisidores de las islas a la Suprema lamentando el
descenso del número de familiares, el incumplimiento de la visita de partido
por parte del inquisidor mas moderno, la eternización de las causas
permaneciendo los reos mucho tiempo en las cárceles esperando el dictamen de
sus sentencias o bien la desidia que se apoderaba de los calificadores, por lo
que su labor era demasiado lenta, contribuyendo esta tardanza a que cada vez se
introdujesen mas libros prohibidos.
(María Dolores Álamo, 1999)
1742.
La
comarca de Artenara fue un importante asentamiento aborigen. Esta población
precolonial se localiza sobre todo en los lugares de Acusa, Artenara y Tirma.
Tras la conquista de Tamarát (Gran Canaria), y debido fundamentalmente a la
distancia existente en relación a la "ciudad de Canaria", en Artenara
se produce durante casi un siglo la convivencia de población aborigen con las
familias de castellanos y portugueses que se asientan en el lugar, propiciando
la mezcla de ambos grupos de población. Los repartimientos de tierras se
realizarán igualmente en esta zona de cumbres, adjudicándose las tierras a la
nueva población de colonos. Sin embargo, los vecinos del lugar no son
numerosos, al contrario, siguen siendo muy escasos.
Estos
pobladores, al igual que los aborígenes canarios, se dedicarán al pastoreo,
desarrollando al mismo tiempo tareas agrícolas de subsistencia, basadas
fundamentalmente
en el cultivo del cereal. Con el transcurso de los siglos aumentarán los nuevos
núcleos de asentamiento.
La Iglesia en la zona de Artenara se remonta
documentalmente al primer tercio del siglo XVII, fecha en la que se llevan a
cabo, por parte del Beneficio de Santiago de Gáldar y el Convento franciscano de
dicha Villa, acciones evangelizadoras. Dada la necesidad de acudir a los cultos
religiosos, se dota la comarca con los lugares apropiados.
De
esta forma, se construyen las ermitas de la Candelaria, en Acusa, y
la del Rosario, llamada con posterioridad de San Matías, en Artenara,
dependiendo éstas de la
Iglesia Parroquial de Gáldar. En 1742, la Iglesia de San Matías se
convierte en Ayuda de Parroquia, constituyéndose en Parroquia casi un siglo más
tarde, concretamente en 1839. Durante este tiempo pasa por penurias económicas
y por diversos conflictos. A finales del siglo XIX este Templo será sustituido,
realizándose las torres y el decorado del interior a mediados del siglo XX.
Por
tanto, la población se irá asentando en torno a las ermitas, configurándose los
lugares de Acusa y Artenara. Ya en el siglo XVII, en 1666, se nombra el primer
alcalde real, D. Antonio González del Río, único para ambos lugares. Su función
será velar por los intereses de la colectividad, realizando funciones
relacionadas con el cuidado de los bienes públicos, abastos y festividades. En
este sentido, incluso desde 1687 Acusa ya posee una cárcel, con el significado
social y político que esto refleja, la existencia de una organización
cívico-administrativa que garantiza cierta independencia respecto del Cabildo
que rige los designios de la
Isla. Artenara se configura como municipio independiente y
por tanto como tal pueblo aparte tras las reformas de Carlos III, gracias a las
cuales al alcalde real se le sumarán un síndico personero y diputados del
común.
En el
siglo XIX asistimos a un proceso curioso y único en la historia insular que
tiene a Artenara como protagonista: en 1848, los vecinos de Artenara solicitan
su agregación a la parroquia matriz de Gáldar debido a la escasez de población.
Aunque también se barajaron los nombres de Santa Brígida y Agaete para la
agregación, parece ser que al final dicha petición no se llevó a cabo, y el
lugar continuó siendo municipio hasta nuestros días.
La
ocupación de la comarca será un proceso lento, debido a que la mayor parte de
la mano de obra de la isla está centrada en la producción azucarera, y la
comarca se hallaba a una altitud muy poco adecuada para el cultivo de la caña.
A finales del siglo XVI, esta situación varía, produciéndose un fuerte
crecimiento demográfico.
Durante
el siglo XX, un factor predominante, fundamentalmente a partir de la década de
los 60, es la emigración, el éxodo rural, debido a las condiciones socio -
económicas y a las características propias del lugar. La base económica sigue
siendo la actividad agrícola basada en la papa, el millo y los frutales de
regadío. Esta base agrícola se complementa con el pastoreo de cabras y ovejas.
Por otra parte, en los últimos años resurgen en el municipio nuevas
expectativas, basadas en la propuesta de creación de un Parque Nacional,
realizada a comienzos de 1990 por el Cabildo Insular de Gran Canaria, que
logrará la creación del Parque Natural del Nublo.
1742 Mayo 24. Nace en La
Laguna el criollo Cristóbal Afonso, fue pintor muy apreciado.
Se ejercitó también en la escultura y dio lecciones a don José Luján Pérez.
Falleció el 9 de marzo de 1797 en
Garachico. Su hijo, don Graciliano
Afonso, nos ha dejado noticias sobre su vida y su obra en las páginas
preliminares de su Oda al Teide.
Conocemos las siguientes obras:1.
Poema en octavas. 1778; 2. Laudatoria en elogio del Rey Nuestro Señor don
Carlos III. Presentada a su Ylustre Sociedad de La Laguna el día 4 de
noviembre de 1779; 3. Descripción de una caverna descubierta en el lugar de
Icod de Tenerife por Cristóbal Afonso, maestro de Pinturo.- Santa Cruz de
Tenerife, imprenta y Librería de D. Salvador Vidal, l865. 4. La Victoria de A centejo.
Comedia.
Representada en La Laguna, con motivo de las
fiestas en honor de Carlos IV.
1742 Septiembre 21.
El Papa
Benedicto XIV, en su Bula de esa fecha, reconoció el martirio de los jesuitas
asesinados por los franceses en Tazacorte, isla de Benahuare (La Palma) y Pío IX, en el día
de Pentecostés de 1862, los beatificó. Cuenta la leyenda que Santa Teresa de
Jesús aseguró a su confesor Baltasar Álvarez que en Julio de 1570 había visto a
estos mártires, entre los que se hallaba su pariente Francisco Pérez Godoy, en
escuadrón entrar en el cielo vestido de estrellas y con palmas victoriosas.
1743. Dos corsarios ingleses desembarcaron por una de las playas
del Suroeste de Tamaránt (Gran Canaria) donde con dos cañones y cuarenta
hombres se fortificaron y mantuvieron todo el tiempo que necesitaron y
emplearon en surtirse de agua sin que las milicias les pudiese desalojar.
1743
Junio 1.
El acecho a la espera de poder
capturar presas más o menos fáciles, por parte de los corsarios ingleses,
continúa en nuestras aguas. En 1743 la balandra inglesa The Fox (la que probablemente participó décadas más tarde en el
ataque de Nelson, y que fue hundida en el transcurso del mismo), al mando del
capitán Erskine, y el corsario The Sphire,
del capitán Charles Holmes, hicieron algunas presas en aguas Canarias, el
primero apresó varios navíos cuyo rescate fue negociado en Santa Cruz; el
segundo apresó dos barcos canarios con un total de 20 hombres. Uno de estos
buques transportaba el producto de su pesca en banco canario – sahariano; el
otro era el bergantín San Telmo, del
comerciante y corsario Antonio Miguel, quien de cazador pasó a ser presa.
El capitán Holmes se presentó con el navío The Saphire en la rada de Santa Cruz, el
primero de Junio de 1743 y envió aviso al comandante general de la colonia don Andrés Benito Pinagnatelli, notificándole que esperaría 24 horas en la Punta de Anaga por si le
interesaba el canje de prisioneros y el rescate de los navíos, El general ya
había convenido con Erskine la liberación de todos los prisioneros detenidos en
Canarias, en cuanto a los navíos se avino a su rescate. El importe del rescate
de los buques se solía pagar, en especie, vinos, aguardiente, harina, animales
vivos y dinero, o ambos medios.
(Eduardo Pedro García Rodríguez)
1743. El corsario inglés Charles Windham ataca Hipalám (San
Sebastián) en la isla de La
Gomera realizando un
duro ataque contra las defensas gomeras. Es rechazado por las tropas locales
donde al menos murieron tres personas. - Diversos clérigos y capitanes
promulgan una revuelta contra el Alcalde Mayor Diego Bueno y el Conde de la
isla.
1743. Se construye la Torre Tostón donde fue el puerto de la zona Norte
de la isla Erbania (Fuerteventura). Corresponde al ingeniero Claudio de Lisle,
que murió en la isla durante la construcción de la Torre del Tostón, bautizada
con el nombre de Nuestra Señora del Pilar y San Miguel.
1743. El
acecho a la espera de poder capturar presas más o menos fáciles, por parte de
los corsarios ingleses, continúa en nuestras aguas canarias. La balandra The Fox (la que probablemente participó
décadas más tarde en el ataque de Nelson, y que fue hundida en el transcurso
del mismo), al mando del capitán Erskine, y el corsario The Sphire, del capitán
Charles Holmes, hicieron algunas presas en aguas Canarias, el primero apresó
varios navíos cuyo rescate fue negociado en Añazu (Santa Cruz); el segundo
apresó dos barcos Canarios con un total de 20 hombres. Uno de estos buques
transportaba el producto de su pesca en banco Canario – Sahariano; el otro era
el bergantín San Telmo, del
comerciante y corsario Antonio Miguel, quien de cazador pasó a ser presa.
1743.
Se presenta ante Ipalam (San Sebastián) de la Gomera un escuadrilla inglesa de 3 buques al
mando del Comodoro Charles Windon, que cañoneó la Villa y sus dos castillos
todo un día. A la mañana siguiente intentaron desembarcar siendo rechazados en
la misma playa. Windon también apareció ante Benahuare (La Palma), pero desistió sin
intentar nada a las pocas horas al ver el estado de las Defensas.
1743 Mayo 31.
El Capitán de la Marina Real Inglesa,
Charles Windhan, llevó a cabo el ataque a La Gomera con dos navíos grandes y un pailebot
español, apresado en sus correrías: el 29 de mayo de 1743 avistaron La Palma y, al anochecer, las
atalayas del sudoeste de La
Gomera, emplazadas en las inmediaciones de Chipude, y las del
noreste en Vallehermoso, dieron la señal de alarma; el 30 la atalaya más
próxima a la capital dio asimismo la señal de alarma, y al recibir la
escuadrilla un disparo desde tierra enarbolaron bandera francesa quedando fuera
del puerto, y durante la noche se realizaron concentraciones por las milicias
de I.a isla. Al día siguiente, 31, cambiaron la bandera francesa por la
británica y entraron en puerto los tres buques iniciándose violento fuego entre
estos y los castillos, y al anochecer evacuaron la villa las mujeres,
niños y ancianos, desalojándose
las ermitas. El 1 de Junio iniciaron los navíos el bombardeo y echó gente a
tierra, enviando un ultimatum que fue rechazado por el Gobernador y, tras un
intenso bombardeo, se alejaron las embarcaciones, pasando a Jandía (Fuerteventura)
y después a Gran Canaria. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
1743 Junio. Una flotilla de 5 naves inglesas se presenta en
Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria. Se toca a alarma general y
las milicias ocupan las playas. Los ingleses desisten al cabo de 3 días de
amenazar la población.
1743 Junio 1. El capitán inglés Holmes se presentó con el navío The Saphire en la rada de Añazu (Santa
Cruz), y envió aviso al comandante general don Andrés Benito Pinagnatelli,
notificándole que esperaría 24 horas en la Punta de Anaga por si le interesaba el canje de
prisioneros y el rescate de los navíos, El general ya había convenido con
Erskine la liberación de todos los prisioneros detenidos en Canarias, en cuanto
a los navíos se avino a su rescate. El importe del rescate de los buques se
solía pagar, en especie, vinos, aguardiente, harina, animales vivos y dinero, o
ambos medios.
1743 Noviembre 5.
Fuerte de San Carlos o de Los
Guinchos en Santa Cruz de La
Palma.
Fue construido en el siglo XVIII
en sustitución de otro también denominado de San Carlos, situado a unos cinco
kilómeetros de la población más hacia el Sur que el anterior, para acercarlo a
la punta de Los Guinchos, llamada también de Bajamar o del Castillo; fue
proyectado en 1742 por el Ingeniero D. Manuel Hernández, y se inició la obra en
1743; era pequeño, de planta semicircular capaz para tres cañones que defendían
el acceso a la playa vecina. Ocupaba una superficie de 5.249,50 m2, con una
longitud de magistral de 40 mts, tenía un Cuerpo de Guardia de 26,10 m2 y dos almacenes,
uno de 7,92 m2,
para guardar pólvora, y otro de 20,70 m2, para enseres, a más de otro de 13,50 m2, para material.
Se hallaba a una cota de 20 mts, y distante unos 18 de la playa, siendo
propiedad del Ejército, inscrito el l0 de Octubre de 1900 al folio 152 del tomo
386, libro 20, de Breña Baja, finca número 752, inscripción la primera.
Se compone de una explanada con
parapeto semicircular en la gola y semienterrado en el flanco izquierdo, está
el almacén de pólvora que comunica con la explanada mediante una escalera de
piedra. En el flanco derecho y apoyado en el muro de gola están los almacenes
de municiones, juegos de armas y alojamientos, comunicándose directamente con
la explanada. Se denomina de San Carlos, de Los Guinchos y también Batería de
Bajamar. Linda al Norte y Este con riscos bañados por la mar, Sur con muro de
piedra en seco, que limita la finca de los herederos de D. Manuel Pérez Abreu,
y Oeste con camino de Bajamar, casa y terrenos de D. Antonio Yanes. Se cedió
temporalmente al Ayuntamiento de la ciudad, en 26 de octubre de 1918, para
dedicarlo a Lazareto, según orden telegráfica del Ministro de la Guerra de 22 del mismo mes.
El 15 de Noviembre de 1893 y por
orden del Capitán General había sido entregado al Ayuntamiento, quien lo
entregó de nuevo al Ejército el 8 de Octubre de 1912; nuevamente, y por Orden
del Capitán General de 16 de Febrero de 1913, se entrega en usufructo al vecino
D. Enrique Sánchez López, y el 23 de Abril de 1916 la misma superior Autoridad,
accediendo a los deseos de Dña. Dolores Lorenzo González, viuda del anterior,
le concedeel arrendamiento de este Fuerte por el canon de una peseta. Este
Castillo ha sido destruido y en su lugar, en 1943, se ha construido una
batería.
El l0 de Octubre de 1843 se
describía esta obra en un informe de la Comandancia de Ingenieros, del siguiente modo:
«A unas 3.800 varas del Castillo
de San Miguel y muelle del Puerto sobre un risco muy elevado al extremo derecho
de la playa llamada Bajamar. Es de figura circular con parapeto a barbeta de 41
varas de longitud y esplanada corrida de piedra dura.- La per-pendicular del
centro de la cuerda al arco que forma la barbeta es de 3 o varas y sobre esta
cuerda están a la derecha el Cpo. De Guardia de 7 por 5 1/2 varas con dos
puertas, un pasadizo cubierto con puerta de dos hojas a la batería y una
ventana al Campo por
la avenida ó camino al Castillo,
y en él otra puerta para la habitación del Comandante que es cuadrada de 5 1/2
varas de lado con dos ventanas y una alacena con tres tablas de entrepaños y
otra puerta al Común de esta habitación que tiene su tabla de asiento y
tapadera, el pavimento de la habitación de madera de tea en perfecto buen
estado y lo mismo toda la habitación sin más faltas que un pedazo de tabla en
su puerta y una quicialera de una ventana.- Bajo la habitación del Comandante
hay un almacén con puerta de dos hojas a lo exterior del Castillo y ventana que
dá al mar; y está condenada, que se halla en buen estado y sirve de almacén de
efectos de artillería.- A la izquierda de la entrada al Castillo esteriormente
está el repuesto de pólvora abobedado de 5 por 3 1/2
varas de lado, y su piso de
tierra volcánica arenisca y se conserva la pólvora muy bien en él. La puerta de
su entrada tiene dos cerraduras y está en buen estado, faltándole una
quicialera de bronce, y la bajada se hace al repuesto por una escalera de nueve
pasos de piedra labrada.- La puerta de entrada al Castillo necesita repararse,
y como solo tiene I 1/4 varas de ancho no permite entrar la Cureña sin desarmarse, por
lo que considero necesario ensanchar su hueco y construir la puerta con
dimensiones que permita entrar una cureña rodada.- Los tejados de las
habitaciones tienen muchas faltas y también necesitan regularizarse los pisos
del Cuerpo de Guardia y Almacén, y algunas reparaciones de repellados de los
muros.- Los fuegos de la artillería a barbeta pueden cruzarse dentro de la
bahía con los de la Torre
de San Miguel». (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
1743 Noviembre 7.
Es detenido en Santa Cruz de La Palma y conducido a Tenerife
por orden del Capitán General D. Andres Bonito Pignatelli, cierto subdito
portugués que se entretenía en examinar escrupulosamente las fortificaciones de
esta Ciudad, levantando croquis de ellas.
1744.
La
población de la isla de La Palma
es, según Macías (1992: 81) de 17.581 habitantes, que viven diseminados por
diferentes lugares de la geografía isleña, siendo Santa Cruz de La Palma, la única ciudad
destacable, que albergaría un 15% de la población insular (Martín, 1997: 53),
calificada por Glas (1999: 94) como una «gran ciudad, con dos
iglesias parroquiales, varios conventos de frailes y monjas y muchas casas
particulares de buen gusto», aunque no tan buenas, añade, como las de la vecina
isla de Tenerife. Destaca este último autor, también, la importancia de dos
pueblos: San Andrés y Tazacorte.
Como en el resto de las islas, la
población se encuentra dividida en cuatro estamentos, con sus propias
características, derechos y privilegios: la nobleza, el clero, la burguesía
agraria y comercial y las clases populares. Cada uno de estos segmentos de la
estructura social isleña trató se superar la crisis vitivinícola mediante las
soluciones que estaban a su alcance. Los hacendados, tratando de reducir los
costes de producción del viñedo, transformando las relaciones de producción
existentes hasta la fecha mediante la sustitución del trabajo a jornal por la
medianería, en un intento por trasladar parte de los costes de producción hacia
el medianero. Los pequeños viticultores diversificando sus cultivos y dedicando
nuevos terrenos arrebatados al baldío comunal o realengo a cultivos de
supervivencia o haciendo funcionar algún telar doméstico, para tejer la
vestimenta familiar y colocar, en la medida de lo posible, algún excedente en
el mercado indiano. Los jornaleros desplazados por la medianería, con un alto
paro estacional, hubieron de buscar su sustento en la explotación del
patrimonio comunal: carboneo, roturaciones clandestinas, pastoreo, o engrosando
la ya importante población de mendigos y vagabundos (Macías, 1992: 46-47). Un
importante número de isleños perece de hambre en las ciudades y pueblos; las
enfermedades se extienden con rapidez y algunas infecciones se vuelven
endémicas entre las clases menos favorecidas, como consecuencia de la falta de
defensas biológicas. En estas circunstancias, el paro y la emigración alcanzan
cotas alarmantes, debido al excedente de mano de obra. (Monzón, 1994: 13).
Pero,
sin duda, el fenómeno social más importante a lo largo de todo el siglo XVIII,
fue el fenómeno de la emigración, del que no se libraron ninguna de las capas
sociales de la isla. No obstante, hay que distinguir dos tipos de emigración:
la propiciada por la Corona,
embarcada mediante los derechos de familia y la favorecida por el
comercio canario-americano especialmente hacia Cuba y Venezuela. Con respecto
al primer tipo, se trata en su mayor parte de familias nucleares jóvenes de
cuatro a cinco miembros, de procedencia social baja, mientras que el segundo
grupo se nutrió fundamentalmente de jóvenes solteros o casados, -a pesar de la
existencia de cierta normativa que trató de evitarlo- pequeños y medianos
propietarios, los cuales se ven obligados, en muchos casos, a hipotecar o
vender sus bienes, lo que parece lógico si pensamos que estos emigrantes tenían
que pagar a los navieros, además de los correspondientes derechos de
familia, el importe de su pasaje. (Macías, 1992: 59-82). Es probable que
muchos de estos emigrantes lo hicieran en calidad de «pasajeros cargadores» o
incluso como tripulantes, ya que no es difícil encontrar, entre estos últimos,
individuos que, previo a su embarque, suscriben escrituras de riesgo, cuyo
importe, en algunos casos, es equivalente al precio a pagar por el pasaje a
Indias. (Francisco Javier Martín Pérez).
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