EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL,
DÉCADA 1731-1740
CAPÍTULO XXXV –I
Eduardo Pedro García Rodríguez
1741.
Testó en Güímar la guanche doña
María del Rosario Delgado de Medina.
Fue cofrade de las Hermandades de
la iglesia de San Pedro. Fundó con su marido (También guanche) una capellanía
de 15 misas cada año, nombrando primer capellán a su hijo don Tomás Hernández
de Oliva.
1741.
Fue construida la
Batería de Santa Isabel en Santa Cruz de Tenerife.
Situada entre la de San Antonio y
la de San Pedro, a unos 98 mts., de la del Pilar, en una pequeña altura que
domina completamente a la de San Antonio, fue construida por el Ingeniero de
S.M. Coronel del Real Cuerpo D. José de Andonaegui; el sitio elegido fue la
parte meridional de la Huerta
de los Melones, acorta distancia de la que en su día ocupó la de las Cruces o
del Calvario, y por estar en posición dominante contribuía bien con fuegos a la
defensa de la Bahía.
En 1788 estaba artillada con 2
cañones de a 24, 2 de a 16 y 2 morteros de a 9, y su guarnición se componía de
1 Sargento, 1 Cabo y 5 soldados, previstos para tiempo de guerra 2 oficiales, 1
Sargento, 2 Cabos y 40 hombres.
En un informe de la Comandancia de
Ingenieros del 10 de Octubre de 1843 se cita esta obra de la siguiente manera: «Sobre un risco de 19 varas sobre el mar y
116 á la derecha de San Antonio, capaz de cuatro morteros, para los cuales
tiene cuatro explanadas de sillería y permite su espacio servirse otra pieza.
Está cercada en el espacio preciso para su servicio, comprendiendo Cuerpos de
Guardia, Repuesto y Tinglado o Almacén proporcionado.
Observaciones. Sólo puede servir contra los buques fondeados ó que
crucen por su frente pues no puede prestar otra por su elevación y línea de sus
fuegos, contra un desembarco en la playa á su izquierda y la parte que hay á su
pié que no la descubre». (José María Pinto de la Rosa, 1996)
1741. El comandante
general de la metrópoli en la colonia Bonito y Pignatelli ordenó al ingeniero
Antonio La Riviere
el estudio y proyecto de un muelle en el lugar indicado doce años atrás por
Benito Herrán, en Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife). Al año siguiente La Riviere entregó su
proyecto que fue aprobado en Madrid (España) en mayo de 1742. No obstante el
proyecto se quedó en papel.
1741.
El reducto de Santa Isabel en Las
Palmas de Gran Canaria, parece fue construido en de Orden del Comandante General D. Andrés
Bonito de Pignatelly, y con el parecer de los Ingenieros en Jefe y en Segundo
Riviere y La Pierre,
para reemplazar al viejo reducto del Cristo y en un lugar que había sido
elegido en el siglo XVI por el Gobernador de la isla, D. Pedro Rodríguez de
Herrera.
En 1779 estaba muy deteriorado.
Si se hubiese avanzado 40 ó 50
varas más al mar, que se pudo hacer dada la buena cimentación que se
encontraba, hubiese amenazado sus fuegos con la Torre de Santa Ana,
defendiendo la Playa
intermedia, y también por el Sur hubiese reconocido la entrada de San
Cristóbal.
Era capaz de 3 cañones a barbeta,
y debajo de la explanada existía el repuesto de pólvora y sobre el piso de la
explanada, o baluarte, se hallaba el Cuerpo de Guardia para 4 u 8 hombres.
La explanada se hallaba rodeada
de un muro-parapeto de 0,60 mts de alto donde se hallaba -en la gola-, un
edificio de una planta y azotea alojamiento de los sirvientes, y tenía tres
huecos. Una puerta y una ventana daban a la explanada y el tercero –otra
puerta-, a un camino de servicio que se unía a pocos pasos con otro que
conducía a la población. Además, tenía un camino cubierto formado por el muro
de la batería y otro de contención de tierras de las huertas contiguas, y en el
que había un repuesto abierto bajo la explanada, cuyo camino tenía una puerta
de entrada por la playa. Tenía un camino de servicio que la unía con el camino
público que conducía a la playa por el lado Sur de aquella y por la playa, una
serventía de paso. Los propietarios de las fincas colindantes se apoderaron de
los caminos de acceso, ronda, trozos de muralla, etc., y lo dedicaron a
cultivos ordinarios, habiéndose solicitado un deslinde con aquéllos, al objeto
de rescatar parte de estos solares.
Lindaba por el Este con el mar:
por el Norte y Oeste con terrenos de D. Miguel González y por el Sur con camino
que baja de los Reyes a esta Batería.
Hermosilla dice así: «...Por la parte del Sur empieza la Fortificación en la Mar con el Reducto de Santa
ysabel, de figura de un baluarte bastante pequeño, como lo indica el no poder
montar más que tres cañones que están á barbeta y á la altura de 4 varas; tiene
debajo de la veda que sirve de repuesto, y sobre el piso del el Cuerpo de
Guardia para 4 á 8 hombres y sin defensa en su puerta...». Tenía 2 cañones
de bronce de a 18 y I de hierro del mismo calibre, consistiendo su guarnición
en un soldado casado para cuidar de su aseo.
Este Reducto fue desartillado el
12 de Mayo de 1885 y, dado su estado ruinoso, se ordenó su entrega a la Administración Militar,
previo informe de la
Comandancia de Ingenieros de 20 de Marzo de 1888; la entrega
se verificó el 9 de Abril del mismo, y se hallaba inscrito en el Registro de la Propiedad al tomo 892,
folio 96, finca número 6028, inscripción la, de 16 de Mayo de 1900, con una
superficie de 194,00
metros cuadrados.
El 4 de Julio de 1921, el Rector
del Colegio de San Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús en la ciudad de Las Palmas,
elevó instancia solicitando la adquisición de este Reducto. Informada la misma
favorablemente por las Autoridades, por R.O. de 2 de Octubre de 1922 se dispone
su entrega al Ministerio de Hacienda, para su enajenación o destino que más
convenga al Estado. Adquirido por el citado Colegio, sobre él tiene fundado una
de las esquinas del edificio como se ve en los planos, existiendo aun en él
lápida que se copia, y las construcciones bajo la explanada. (En: José María
Pinto y de la Rosa.
1996)
1741. Se establece en la
Orotava, Chinech (Tenerife) el médico británico William
Heberden, este había recogido las observaciones de su hermano Thomas sobre su
ascensión al Pico del Teide y las publicó en la revista de la Royal Society
británica Philosophical Transactions en 1752 y 1765 respectivamente en
sus volúmenes 47 y 55. Eran dos significados científicos imbuidos del espíritu
reformista e ilustrado. William nació en Southwark en 1710, falleciendo en Palm
Mall en 1801.
Doctorado en medicina en el
Colegio de Saint John de Cambridge, en 1746 ingresa en el Real Colegio de
Físicos y en 1750 en la
Royal Society. En la primera es el creador de sus Medical
Transactions en 1768, inspirada en el espíritu experimentalista de las
Filosóficas, de las que fue un habitual colaborador. Es autor de dos obras
fundamentales en la historia de la medicina, Instrucciones de inoculación, en
la que impulsó ese método para frenar el azote de la viruela, del que fue un
defensor, llegándose a cartear para ello con Benjamín Franklin, y muy
especialmente de sus Comentarios de historia y cura de las enfermedades, una
obra que ha sido reeditada en más de una decena de veces a lo largo de la
historia.
Thomas, cirujano y naturalista,
había nacido en 1703 en la misma localidad. Fue miembro, como su hermano, de la Royal Society, en la
que ingresó en 1761. Estuvo trabajando como cirujano en Rotherhithe hasta 1739.
En 1740 marchó hacia Winiwuada (Las Palmas). Debido a la escasez de
facultativos en ella fue contratado inmediatamente por la Compañía de Jesús de la
secta católica y otros integrantes de la elite dirigente colonial local por el
salario anual de 2.400 reales de vellón, no incluyendo en él los gastos en
medicamentos, que corrían a cargo de los pacientes. Pero sus problemas con la Inquisición fueron
inmediatos. En ese mismo año fue preso en sus cárceles secretas. Se le acusó de
afirmar que las relaciones sexuales no eran pecado y que “no era necesario
confesar éstos, ni ninguno otros pecados, porque no era precisa para salvarse
la confesión”. De esa forma conseguía “inclinar y atraer más a su deseo a
diferentes mujeres de todos estados que solicitaba”. Angustiado por su
detención, solicitó para paliarla convertirse al catolicismo, por lo que su causa
terminó en una simple reprehensión. Al año siguiente se le incautaron libros
prohibidos, por lo que el Tribunal, al dar cuenta de ello a la Suprema, puntualizaba que
su "reducción tiene el recelo de que la hizo hallándose entonces
preso".
Quizás por tal acoso en 1741
dejó la sede del “Santo Oficio” y se estableció en La Orotava, Chinet (Tenerife)
donde residió, como él mismo refiere, por espacio de seis a siete años. Sobre
1747 se despidió de Canarias y se embarcó para Madeira, donde permaneció por el
resto de su vida. Afincado en una casa en las colinas, cerca de dos millas de
Funchal, dividió su tiempo entre el ejercicio de la medicina y sus
preocupaciones científicas. Observó el tiempo de la isla y acumuló datos sobre
su temperatura, presión barométrica y lluvia, que publicó en Philosophical
Transactions.
Con su telescopio observó durante cinco
años el primer satélite de Júpiter. Fue testigo y narrador de dos terremotos y
abordó un estudio demográfico de la población madeirense. La demanda de
servicios médicos que había experimentado por la escasez de facultativos le
llevó a licenciarse en Medicina en 1759. Debemos señalar al respecto que en esa
época Medicina y Cirugía eran dos carreras nítidamente diferenciadas y objeto
de una complicada convivencia.
La primera expedición de James
Cook a los Mares del Sur hizo escala en Madeira en septiembre de 1768. En ella
viajaban dos amigos de los hermanos Heberden, el naturalista sueco Daniel
Solander, discípulo de Linneo y el futuro presidente de la Royal Society y de
los Jardines Reales de Kew, Joseph Banks, cerebro científico de la expedición,
cuya fortuna personal le permitió dotar a la nave Endeavur de todos los
aparatos precisos para sus observaciones científicas, en las que acumuló una
inmensa colección. Durante los cinco días que permanecieron en la isla, Thomas
fue su guía. Banks reconoció en su diario sus aportaciones al conocimiento
botánico de la isla. Le proporcionó una descripción de sus árboles y varias
muestras de minerales que había recolectado en su ascensión al Teide. Falleció
al año siguiente. En su recuerdo Banks le dio el hombre de heberdenia a un
árbol de la familia de las Mirsináceas.
El primero de
los textos narra su ascensión al Teide desde La Orotava. Describe
la Estancia
de los Ingleses, la cueva del Hielo y el Pan de Azúcar, que según él es
conocido como La Pericosa
por los isleños. Esa denominación hace referencia comúnmente a la parte más
alta de algo, particularmente de los árboles, los montes y los cerros. Habla
del vapor condensado, que produce lo que “los habitantes llaman azufre de
gota”, de las fumarolas y del cubrimiento de nieve del Pan de Azúcar la mayor
parte del año. En su tiempo lo estuvo desde octubre de 1742 hasta junio de
1743.
La altura del
Teide aportada por Heberden de 2.566 brazas, que equivalía a unos 15.396 pies, sobre unos
4.609 metros
era evidentemente disparatadas, pero se inscribía dentro de los errores de
cálculo de la época descritos con minuciosidad por Humboldt en su célebre
viaje. Señala que había hecho dos observaciones, que reflejaron idéntico
resultado, al igual que otras dos efectuadas unos años antes, mediante
operaciones trigonométricas por John Crosse. Éste último fue un significado
miembro de una familia de la burguesía comercial del Puerto de la Cruz de origen escocés y
religión presbiteriana que desempeñó como su tío de idéntico nombre y apellido
el consulado de Inglaterra en las islas. A los 16 años abandonó el hogar
paterno, como también lo hicieron sus hermanos Catalina y Carlos, para
convertirse al catolicismo.
Entre los datos etnográficos que
proporcionan ambos textos podemos señalar un aberrunto clásico, el del
sombrerillo del Teide, señal segura de lluvia, y la comercialización de su
salitre por 5 peniques la libra, del que hacen con él fósforos mojando papel en
una solución fuerte. Glas reseña que subían al Teide “algunas pobres gentes que
se ganan la vida recogiendo azufre”. En aquella época se empleaba básicamente,
como recoge José Betancourt y Castro, para mechas para beneficiar los toneles
de vino, ya que su empleo en el azufrado de las viñas sólo se efectuó a raíz de
las plagas de oídium y míldium en la década de los 50 del XIX, cuando el médico
Miguel Villalba lo introdujo, no sin oposición, para luchar contra esos
parásitos. El propio Viera llegó a propugnar la creación de una fábrica de
ácido sulfúrico, partiendo del azufre teideano. Pero, como ha estudiado Tomás
Méndez, no hubo realmente una explotación sistemática del mismo sino hasta la Primera Guerra
Mundial por las circunstancias del bloqueo de los puertos isleños, dada su mala
calidad.
Los argumentos científicos
para sus análisis los toma William de dos científicos británicos contemporáneos
suyos, José Black, miembro del Colegio de Físicos de Edimburgo, que describió
sus experimentos sobre cristales y Henry Cavendish que efectuó tres de ellos
con la sal proporcionada por Heberden. Cavendish es recordado particularmente
por sus investigaciones sobre la naturaleza de los gases y los elementos
integrantes del aire y del agua. (Manuel Hernández González/2003)
1741.
Se procede a la reparación de la Batería de Santa Rosa o
del Rosario, en la plaza de Santa Cruz de Tenerife.
Situada entre los Castillos de
San Pedro y de San Cristóbal, era una parte del parapeto donde se abrieron tres
cañoneras, teniendo a su izquierda otras dos para flanquear la Batería de San Pedro y
parte de la línea comprendida entre ambas obras. Esta batería llamada también
del Rosario o de Nuestra Señora de la
Rosa, fue reparada en 1741 por el Coronel del Real Cuerpo de
Ingenieros D. José de Andonaegui.
En 1788 estaba artillada con 2
cañones de a 24 y 2 de a 16, guarnecida por 1 cabo y 4 hombres, previsto su
aumento en tiempo de guerra a 1 Oficial, 1 Sargento, 2 cabos y 40 hombres,
hallándose en un pequeño rediente formado por el parapeto.
En un informe de la Comandancia de
Ingenieros del 10 de Octubre de 1843, se decía que «...se hallaba á 186 varas del Castillo de San Pedro, paralela á la
playa y capaz de cuatro piezas con un parapeto á merlones; en su izquierda tiene
un pequeño flanco en que puede servirse una pieza en defensa de la playa que
hay entre ella y San Pedro. Sus fuegos son en defensa del principal fondeadero,
playa sobre que está construida y muelle, pero su emplazamiento es terrizo y no
puede servirse sobre él la artillería.-
Unido á su Cuerpo de Guardia había un corto y estrecho tinglado que
sirve de Taller y Parque de Fortificación, por no haber donde depositar ó
custodiar los pocos efectos de Parque que existen, y esto ha ocasionado la
pérdida de muchos efectos y herramientas, por cuya razón, de acuerdo y con el
consentimiento del Excmo. Sr. Capitán General para construir un Almacén en el
espacio que hay entre esta batería y la Alameda Pública en
cuya fábrica se está trabajando, estando ya bien adelantada y acopiados la
mayor parte de los materiales necesarios, incluso una decente portada
correspondiente á lo restante del frente de la calle que ocupa y objeto á que
se destina...».
En 1850 se hallaba la Batería en buen estado de
servicio; inscrita en el Registro de la Propiedad el 6 de noviembre de 1900 al folio 193
del tomo 340, libro 101 de este ayuntamiento, finca n° 6116, inscripción la,
con una superficie total de 1.423,90
m2 de los que están hoy edificados con una planta 1.163,10 m2 y con dos 240,00 m2, linda por el
N. con la antigua muralla, al S. con la Alameda del Muelle, al E. con el camino que
conducía al Muelle de la
Frescura, y al O. con la calle de La Marina, su forma es
irregular.
Según proyecto aprobado por R.O.
de 7 de Enero de 1875, en esta Batería se construyó el Parque de Ingenieros que
quedó terminado en 1879 por un importe de 83.000,00 pts., con
un cuerpo de edificio de mampostería de una sola planta en la fachada principal
la de la calle de La Marina-
y dos en la del naciente, existiendo como anexo por la parte del Norte un
pequeño jardín correspondiente a los pabellones-viviendas del Jefe del Detall y
Oficial Pagador, ambos de la
Comandancia de Obras. En el ala S. se halla el pabellón del
Coronel Jefe, y en el edificio a más de estos tres pabellones se halla un
Almacén para aparcamiento de materiales, oficinas de la Comandancia de
Ingenieros con alojamiento para los Ordenanzas de la dependencia, archivos,
etc. En 1920 se formuló un proyecto de demolición del muro de cerca y locales
anexos, cuyo estudio no llegó a ser aprobado porque en virtud de R.O.C. de 16
de Junio de 1924, se permutaron con el Ministerio de Fomento los terrenos
necesarios para la modificación del solar, ejecutándose las obras de demolición
y muro de cerca del jardín del ala Norte ya citado.
Con motivo de la construcción de
la vía del Litoral que une los diques Sur y Norte, si bien este edificio queda
por completo fuera de la misma, se ha pretendido por algunos organismos sea
cedido al Ayuntamiento para su demolición y ampliación de los jar-dines de la Alameda del Muelle, hechas
las oportunas gestiones cerca del Excmo. Sr. Capitán General García Escámez dio
su conformidad a tal proyecto, siempre que por cuenta de los organismos citados
se procediera a la construcción de un edificio que había de ser cedido al
Ejército, donde instalar las oficinas de Ingenieros y pabellones-viviendas,
llegando incluso -para disminuir el costo- a ceder gratuitamente el solar del
Ejército sito en el cuartel de Almeyda frente a la Comandancia de Marina,
y ordenar a la
Comandancia de Ingenieros se
redactase un tanteo de edificio, como se hizo, para entregar al Excmo.
Ayuntamiento por si quería tomarlo en consideración. ». (José María Pinto de la
Rosa, 1996)
1741.
El Corsario ingles Joseph Stocker de la Corbeta Resolution, pierde la vida junto con alguno de
sus hombres. Noviembre, se divisa una Flota de 13 buques de Guerra con Bandera
Francesa que pretenden penetrar en el Puerto de Santa Cruz.
La Flota cambia de bandera y se descubre que es inglesa y esta al mando del Almirante Jennings.Se decreta alarma general y se movilizan las Milicias de la isla, hasta 4.000 hombres ocupan las playas y fortalezas. El fuego lo inicia el Castillo de San Cristobal, principal fortaleza de la Isla, mientras los ingleses intentan desembarcar en las Playas una fuerza de infantería por medio de 37 lanchas.
La Fuerza Inglesa es descubierta a tiempo y rechazada con muchas perdidas. Al cabo de unas horas se presenta otra lancha, pero con Bandera de Parlamento. El Almirante Ingles se disculpa por el ataque e informa a las autoridades de lo mal que le van las cosas de la Guerra a Felipe V, invitándolas a cambiar de bando y proclamar al Archiduque Carlos.
Esta fue la repuesta:
”Por
lo que toca a las noticias acerca del estado de la Guerra, aquí sabemos y
estamos muy satisfechos de las gloriosas Armas de nuestro Rey Don Felipe V,
restituido a su Corte y arrojados sus enemigos de los Reinos de Castilla.
Cuando, Dios no lo quiera, se halle S.M. en diferente estado, siempre esta
Tierra se conservara en el fiel cumplimiento de sus obligaciones como
fidelísimos vasallos de S.M. Felipe V, a quien Dios Guarde, hasta el ultimo
espíritu
La contestación y el resultado del combate obligo a Jenning a retirarse dando por terminada su aventura en aguas Canarias.
El Comercio de Vinos con Inglaterra, principal producto de exportación de Tenerife, se dio por liquidado al retirarse los comerciantes Ingleses, con gran perjuicio para la economía del Archipiélago.
1741.
A 44 varas de la puerta de
Triana, ó 198 varas de la Torre
de Santa Ana, se formó sobre la muralla por el interior, de orden del General
D. Andrés Bonito de Pignatelly, y con el parecer de los Ingenieros Riviere y La Pierre, en el año 174 I, un
rectángulo de 14 varas de lado para dos cañones de a 18, que miran a la campaña
y defienden de frente la llegada a la Plaza. Tiene a su espalda un Cuerpo de Guardia
para cuatro hombre y Repuestos de pólvora.
Como se ve existían en la ciudad
de Las Palmas dos reductos con el mismo nombre de San Felipe: éste que estamos
describiendo y el ya citado anteriormente, próximo a la actual batería de
Guanarteme.
Cuando la invasión de los
holandeses de 1599, una vez que el enemigo fue dueño del Castillo de la Luz, se apoderó de su Artillería
que era de bronce y mejor que la que ellos traían y marcharon hacia los muros
de la ciudad, abrieron brecha, pero no se atrevieron a entrar en ella, por el
daño que les hacía un reducto situado en el remate de la muralla donde hoy está
el castillo de Casa Mata, por lo que entraron en la ciudad por el Oeste, donde
no existía muralla ni castillo alguno, ya que aún no había comenzado la
construcción del de San Francisco del Risco. Según Hermosilla la guarnición de
este reducto la componía un soldado de Infantería casado, que vivía allí y
cuidaba de su aseo.
1741. El
comandante general de la
Metrópoli en Canarias Bonito y Pignatelli ordenó al ingeniero
Antonio La Riviere
el estudio y proyecto de un muelle en el lugar indicado doce años atrás por
Benito Herrán. Al año siguiente La
Riviere entregó su proyecto que fue aprobado en Madrid en
mayo de 1742. No obstante el proyecto se quedó en papel.
1741 Febrero 2.
Llega a Winiwuada (Las Palmas) el
obispo de la secta católica en la colonia Juan Francisco Guillén.
“Le presentó para la mitra Felipe
V el 28 de febrero de 1739 y le expidió las bulas Clemente XII en 30 de
septiembre del mismo año.
El temor de caer en manos de los
ingleses le detuvo largo tiempo en España hasta que, aprovechando la salida de
Cádiz de una nave genovesa, se embarcó en ella y llegó a Las Palmas el 2 de
febrero de 1741.
Traía este prelado una comisión
escabrosa que debía cumplir respecto de su cabildo.
Parece que había sido nombrado en
1738 arcediano de Canaria el doctor don Lorenzo Bernardo Pereyra de Ocampo,
natural de Tenerife, después de haber desempeñado honrosos cargos en otras
diócesis con unánime aplauso de sus prelados; pero este nombramiento, recibido
por el cabildo de Canarias con profundo disgusto, encontró entre sus individuos
una oposición que llegó al punto de negarle la toma de posesión de su prebenda,
consignando en sus actas acuerdos denigrantes para Pereyra y su familia.
Se hallaban al frente del bando
enemigo el arcediano de Fuerteventura don Nicolás Alfaro y Franchy y el
racionero don Diego Álvarez de Silva, quienes en 20 de octubre de 1738
dirigieron al rey un durisimo informe, en nombre de aquella corporación,
atribuyendo a los ascendientes del solicitante un origen judaico y la condena
de penas aflictivas, impuestas por el Santo Oficio, que 1o inutilizaban para
ejercer toda clase de cargos honrosos.
Siguiéronse a este informe las
rotundas negativas de Pereyra, sus pruebas de limpieza de sangre, sus alegatos
y apelaciones, creciendo el odio con la violencia de los escritos presentados
por ambas partes, los comentarios del público y los recursos a la Audiencia y al Consejo.
Por último, triunfó en esta lid el arcediano Pereyra, obteniendo una real
cédula que hizo enmudecer a sus contrarios. En ella se declaraba la pureza de
raza de su familia, se mandaba borrar de las actas del cabildo las frases
ofensivas que allí se habían consignado, quemar el proceso a presencia de los
canónigos, dar posesión de su silla al don Lorenzo, pagándoles las rentas de su
prebenda desde el día que debió tomar posesión y condenando en las costas a los
dos opositores a quienes el rey llamaba a la Corte. Del cumplimiento
de esta sentencia tan dura para el cabildo venía encargado el obispo, por lo
cual, al llenar su cometido, vio que era blanco de las secretas iras de la
corporación, que no le perdonaba la parte que en su humillación había tomado.
Recorrió este prelado su diócesis
haciendo cuantiosas limosnas y consolando a muchos huérfanos, siendo
considerables las do naciones que hizo a iglesias y conventos.
En 1749, hallándose en La Laguna a tiempo en que la
virgen de la Candelaria
había sido conducida desde su santuario a aquella ciudad, prohibió que saliera
en procesión el día del Corpus con el prudente designio de evitar
irreverencias, pero esta acertada disposición fue objeto de críticas y
censuras, circulando con tal motivo insolentes anónimos y dando lugar a
manifestaciones tumultuosas de parte del ignorante populacho. Molesto el obispo
con estos sucesos y con la oposición que sis-temáticamente le presentaba el
cabildo en todas ocasiones, aceptó con júbilo su nombramiento de arzobispo de
Burgos, abandonando las islas el 29 de abril de 1751 y dejando fama de
ilustrado, laborioso y caritativo. Millares T. 1977)
1741 Febrero 14.
Por Real Orden de la metrópoli se
tomaba en consideración la idea del Comandante General gobernador de la colonia
y se disponía se limpiase la rada de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife)
de las anclas hundidas a través de tantos años de naufragios y combates,
procediéndose a efectuarlo el mismo año, mientras que el Ingeniero Riviere
llevaba a cabo los sondeos y estudios adecuados, pudiendo entregar afines de
1742 el Proyecto completo al Comandante General, quien lo remitió a Madrid
donde fue aprobado por el Monarca en Aranjuez en Mayo de 1743, autorizándose el
comienzo de las obras de un muelle, pero éstas no se ejecutaron durante el
mando de este General, ni en el de sus dos sucesores, Don José Masones de Lima
y Don Luís Mayony Salazar.
1741 Abril 4.
Se produce en el Cabildo colonial
de la Isla una
reunión a la que asiste el representante
de Garachico, Lázaro Álvarez de Abreu,
quien consigue que se inviertan algunas cantidades en los intentos de
desescombro de la bahía. Acosta señala
que siempre ocurría lo mismo: “La desproporción
entre las cantidades invertidas y la ambición de los proyectos era evidente”.
1741 Agosto 31.
Es ratificado
por la Audiencia
el nombramiento de Cstellano de la fortaleza de Santa Cruz el Coronel José
Jacinto de Mesa y Castilla. Hubo carta súplica del Comandante General para que
nombrase Castellano al Alférez Mayor y algunos Regidores pretendieron la
nulidad del nombramiento hecho a favor de D. José de Mesa. Se intentó
recurso a la Audiencia de Canaria, y
esta por su provisión confirmó el auto del Corregidor en que se aprobó la
elección hecha del Coronel Mesa por la mayor parte, y que en adelante las
elecciones que se hagan sean por votos secretos, y que no se lean cartas
suplicatorios ni recomendatorias en los Cabildos de elección que puedan turbar
la libertad de los votantes, fecha 3 I de Agosto de este año.
1741 Octubre. Estaba fondeado en la Rada de Gando en Tamaránt (Gran Canaria), un
Bergantín conocida como El Canario.
Se presenta un Corsario inglés con ánimo de capturarla, pero ante la defensa
que efectuaron sus marineros y los disparos de la Torre de Gando, finalmente
desisten.
No acaba aquí esta historia. El Corsario pone rumbo a Madeira y se encuentra con un Buque de Guerra de su país. Ajusta la captura del Bergantin canario de Gando. El 15 de octubre se presentan los dos buques en Gando y empiezan a batir la Fortaleza. Acuden a la defensa todas las milicias del Sur de tamaránt (Gran Canaria), más de 1.000 hombres, armados de Palos, Chuzos, y Fusiles. Los ingleses tienen que abandonar Gando con 70 bajas entre muertos y heridos a causa de los Tiros de metralla muy bien dirigidos desde la Fortaleza.
1742. Los Silos, Chinech (Tenerife). La ocupación por parte de los terratenientes de terrenos comunales dedicados a canteras y dehesas provoca el motín del pueblo.
1742. La isla de La
Gomera cuenta, según el ingeniero Antonio Riviere, con 6277
habitantes divididos de la siguiente forma: Ipalám (San Sebastián) 1352;
Alaxero 600; Chipude 933, Valle Hermoso 1529; Valle de Hermigua 1294 y Angulo
569.
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