miércoles, 18 de septiembre de 2013

CAPÍTULO XXXII –I



UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1701-1710 

CAPÍTULO XXXII –I



 
Eduardo Pedro Garcia Rodriguez

1701. Los orígenes de la actividad universitaria en española en la colonia Canaria se remontan al año 1701 al establecerse un centro de estudios superiores de los religiosos de la secta católica de los agustinos en la ciudad de Eguerew (La Laguna). Su posterior evolución histórica está jalonada por una serie de disposiciones y anulaciones que se suceden por parte de la Metropolis desde 1744, cuando por Bula Pontificia se transforma dicho centro en la Universidad Eclesiástica de San Agustín, que nunca llegó a ponerse en marcha.
1701 Mayo 18.   En el lugar de Arucas a dies Y ocho de Mayo de mill Y seteçientos Y un años estando en las Cassas de Blas de ortega Alcalde y Vezo de dho lugar el susodho dixo por press.a demi el e.no Y testos infrascriptos que por quitar qualesquiera dudas que puede hauer entre sus her.os Y Considerando que su diuina Mag.d ha sido seruido darle uida Y estar Con todo su Conosimiento y Juiçio Caual por uia de declarass.on o Como mexor puede por dro declara que por quanto a el tiempo que murio Maria de Almeda su segunda muger fue por el mes de sep.re del año passado de mill seiscientos Y nouenta y tres, Y quando hizo su testamento fue por Marzo de dho año se entiende que los multiplicados Y mitad de ganançiales que deue hauer la susodha han de ser hasta dho mes de sep.re q fue su falleçimiento pagadas las deudas Y el arrendamto del Mayorazgo Y todo lo demas adquirido hasta dho mes es ganançial entre el [mancha en e] y la dha su segunda muger Y asi lo declara en descargo de su conciencia. Declara asi mesmo que a el tiempo que uino de españa D.n Joseph de ortega su hixo uino a su compañia en la qual ha estado con mucha obediençia y respecto paternal Y para buscar su uida le señalo el que declara unos pedassos de tierras del Mayorazgo y sembrarlas como un estraño Y los frutos que se cogian todos los perseuia el otorgante [mancha en la última t] Y por ellos le mantenia Y alimentaua y ha dado algunos uestidos y asseos de su perss.a que compenssados con dhos frutos equiualdran  tanto lo vno como lo otro sin que el dho su hixo le deua cosa alguna y asi lo declara en descargo de su conçiençia para que sus her.os no le hagan cargo de nada de lo rreferido y les ruega tengan toda paz vnion y comformidad para que alcansen su bendicion yla de Dios nro s.or Y asi lo dixo y otorgo estando en cama acostado y al pareser en su caual Juiçio y entendim.to por hablar consertadamente a todo lo que se le preguntaua y lo firmo de su nombre siendo test.os Ant.o de Montesdoca Salu.or de Rossales Y Juan afonso Vezos deste lugar =emido = el = Vle   blas de ortega [rúbrica]  ante mi, Esteuan Perdomo Castellano ssno puco [rúbrica]
 Sin dros doi fee [rúbrica]  (José L. Fabelo y Mª Teresa Cáceres Lorenzo)
1702.
La construcción del Reducto de San Felipe. Esta Batería fue acordada, cuando visitó esta isla el Capitán General D. Miguel González de Otazo.

Fue delineada y construida en 1703 por el criollo D. Pedro Agustín del Castillo Ruiz de Vergara, Alférez Mayor y Decano del Cabildo secular en tiempos que estaba sirviendo el corregimiento político y militar de Gran Canaria, y fue hecha a sus expensas. Al abrir sus cimientos se hallaron enterramientos indígenas. Se trataba de un frente semiabaluartado donde jugaban las piezas a barbeta teniendo en uno de sus extremos de la gola, por donde estaba abierta, el almacén y en el otro una garita. Según consta en el plano dista, 300 tuesas de la orilla y 1500 de la ciudad.

Estaba situado en la loma de Guanarteme y fue construido después de la invasión de los holandeses de 1599, por ser éste uno de los lugares por donde entró el enemigo en la plaza; después se abandonó y se colocó su Artillería en la batería del Confital.

Dice Hermosilla: «Al concluir la lengua de arena que une la ysleta con el Cuerpo de la Isla, en la altura donde remata la colina que hace frente á la expresada lengua de Arena é Isleta y por el Oeste es la margen de la Isla en aquella parte y por el Sud Oeste sigue haciendo lo mismo hasta la ciudad de Las Palmas. Se encuentran los vestigios del antiguo fuerte de este nombre. Su situación es digna de la mayor atención y de que se mantenga siempre ocupada, por quanto los enemigos sin hacerse dueños de ella no podran acamparse ni mantenerse en todas las Playas del Puerto de la Luz y Confital que ella domina, ni menos pasar á la plaza, circunstancias que haviendolas hallado tanto los citados Yngenieros Riviere y La Pierre, y antes de ellos los de igual profesión Leonardo Turriano Ingeniero Mayor del Reino de Portugal, Tiburcio Espanoqui, Comendador e Ingeniero Mayor de S.M. y el Capitan e Ingeniero Prospero de Casola, todo me afianza en lo conveniente de que se proceda á su reedificación provisionalmente para mejor seguridad de la Ysla si intentasen atacarla los enemigos de la Corona en la actual guerra y para lo cual son necesarias á que se verifique la construcción de las obras, indispensables 3.000 pesos ó I5.000 reales de vellon».

En 1737 estaba artillada con 12 cañones.

No hemos podido encontrar vestigios de este reducto, lo que  no tiene nada de particular, teniendo en cuenta que estaba situado en un arenal y que éstas cambian de sitio alterando la fisonomía del terreno. Sobre el terreno hemos buscado un lugar que reúna condiciones de emplazamiento, y situado a la distancia mencionada de la playa y de la ciudad, y en esa forma se ha señalado en el plano la situación aproximada pero sin que podamos afirmarlo. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
 1702 Enero 3. En la ciudad de Canaria a tres de Enero de mill y setecientos y dos años ante mi el escriv.o pu.co Y testigos infraescriptos parecio presente El Capp.n D.n Diego Machado de Espinossa vesino del lugar de la Vega a quien doi fee conosco Y dijo que por quanto el otorgante impuso un senso rredimible de tresientos R.s de principal y su rredito en cada año quinse R.s conforme a la nueba prematica de su Mag.d a fabor del Lizenciado D.n Matheo Tello y Cassares Prior, dignidad e lasanza Yglecia Cathedral destas Yslas como capellan que fue de la capellania que instituio y fundo el lisenciado D.n Juan Thello y Cassares Presbiteros su hermano situada en el monasterio del señor San Ildefonso cuio tributo cargo sobre sus bienes y señaladamente sobre una hasienda de Biña y arboles frutales tierra calma casas y lagar y agua de su rriego en Satantejo y sobre otros que consta de la escriptura de su imposicion otorgada ante D.n Josep de Betancurt Y Herrera escriv.o pu.co su fha en diez y ocho de Julio del año passado de mill seis sientos y nobenta y tres an que se rremite Y por que en dha Capellania a subsedido D.n Joseph Marin de Cubas como pariente mas sercano y pretende le haga rreconosimiento de dho tributo lo qual por ser justo abenido en ello y poniendolo en efecto en aquella bia y forma quien mejor a lugar por dro. otorga que rreconose por dueño y señor de dho sensso al dho Capellan y de mas q. subsedieren en dha Capellania y se constituie deudor sensualista para satifaser y pagar sus rreditos segun sus plasos y por cada paga que dejare de haser quiere ser ejecutado y pagara las costas de su cobranza para lo qual da por buena la descriptura de mi posision y si es nesesario en fuersa de este contrato nuebamente lo inpone ya por rrepetidas aqui sus clausulas tenor y forma como si a la letra fuesen dhas y rrepetidas y en esa conformidad otorga rreconosimiento en bastante forma y a su cumplimiento se obliga segun puede por dño. y lo otorgo asi y firmo de su nombre siendo testigos Josep de Betancurt Y Cabrera. (Samuel Alonso Hernández y Mª Teresa Cáceres Lorenzo)
1702 Abril. Un nuevo brote de viruela en Tedote n Benahuare (Santa Cruz de la Palma) provoca la muerte de 104 personas. Esta grave enfermedad siguió azotando a todos los lugares de la Isla y a su capital
1702 Junio 20.
En sesión se dio lectura en el Cabildo de Gran Canaria de una Memoria de D. Pedro Agustín del Castillo, Alférez Mayor de la isla, relativa a la defensa de la misma, que fue aprobada.

1702 Noviembre 17.
La metrópoli expide una cédula por la cual se le autorizaba al Ayuntamiento colonial de Winiwuada (Las Palmas) para tomar a censo 4.000 ducados, cuyo rédito debía pagarse con el recargo de dos maravedises en cuartillo de vino, aplicando aquella suma a mejorar las condiciones de defensa de los tres imperfectos torreones que guarnecían la plaza, temiendo la repetición de los ataques de ingleses y holandeses.

Por easa mismas fechas a pesar de la miseria de la colonia, llegó no obstante a reunirse un donativo de 204.861 reales, o sea, 20.486 escudos de plata, como regalo de boda al verificarse el casamiento del rey de la metrópoli. Mientras esto tenía lugar, ya la guerra de sucesión asolaba los pueblos de España llenándolas de luto y ruinas.

1703.
Nació en Güímar Diego Hernández de la Oliva. Comenzó sus estudios en el convento de Santo Domingo Soriano de su localidad natal, donde descubrió su vocación religiosa, que luego decidió desarrollar en el clero secular. Por ello, en 1719 fue ordenado de Corona y cuatro Grados en Santa Cruz de Tenerife el obispo de Canarias don Lucas Conejero de Molina; y luego continuó la carrera eclesiástica hasta ordenarse de presbítero. Estuvo ausente de Güímar hasta comienzos de 1750, y en este año recibió el nombramiento de teniente de beneficiado. Desde entonces comenzó a actuar como cura servidor de la Iglesia de Santa Ana de Candelaria, a cuyo frente permaneció durante diez años, hasta 1760. A partir de entonces regresó a Güímar, donde continuó colaborando en las tareas parroquiales. En 1761 otorgó testamento ante testigos, en el que manifestaba su deseo de ser sepultado en la iglesia de San Pedro, en el sepulcro de sus abuelos y padres; asimismo debía celebrársele funeral por el beneficiado con capa, cruz alta, cuatro pausas, con la asistencia de la comunidad del convento de Santo Domingo.
Dejaba 180 misas rezadas, 40 de las cuales debían ser aplicadas por el padre suprior Fray Alexandro Albertos, morador en el Convento Real de Candelaria, y las restantes entre su hermano Fray Sebastián Álvarez y su sobrino Fray Diego Pérez, ambos agustinos. Nombró albaceas al alférez don Domingo Hernández de la Rosa y a don Amaro Martín, vecinos de Güímar, y como heredera universal a su sobrina doña Maria.
Don Pedro de Oliva (o Álvarez de Oliva y Ledesma), como también fue conocido, falleció en su domicilio de Güímar en ese mismo año 1761, cuando contaba 57 años de edad y recibió sepultura en la iglesia de San Pedro, tal como había dispuesto en su testamento.
1703 Noviembre 26.
…A remediar tantos infortunios acudió la piedad del pueblo, llevando a la ciudad de La Laguna y a Las Palmas las veneradas imágenes de la Candelaria y del Pino y recibiéndolas con rogativas, procesiones y novenarios que se repitieron con fervor mientras no comenzó a ceder el rigor del mal. El general, cónmovido por estas escenas y alarmado por las noticias de próximos trastornos, viéndose en un país privado de defensas y soldados, resolvió girar una visita a las fortalezas que custodiaban las playas de Añazu (Santa Cruz) y Winiwuada (Las Palmas,) depositando antes en lugar seguro los caudales de la hacienda pública y comprando en Cerdeña algunas partidas de trigo, si bien pagándolas a precios elevados. Aunque como hemos visto se había ordenado a los generales en diversas ocasiones fijar su residencia en Winiwuada (Las Palmas,) circunstancias especiales, entre las que dominaba la centralidad de Tenerife respecto a las tres islas realengas y el negocio de los vinos, cuyas principales factorías se hallaban allí establecidas, impedían el cumplimiento de aquella real disposición, resultando de todo esto el completo abandono de una población que era, sin duda, la capital religiosa y judicial colonial del Archipiélago.
1704. Años había tenido lugar el asentamiento de familias canarias en Banica. Vertebró en torno a sí el dinamismo de una región cuya base de crecimiento era precisamente el intercambio con los franceses. La demanda de ganado se convirtió en el mayor incitador a su crecimiento. A ella se le uniría en 1733 la de San Juan de la Maguana con hateros próximos, vecinos de Azua e isleños canarios dispersos. Conjuntamente con el impulso poblador de Hincha se inicia la del valle del Cibao. En la década de los treinta fue de tal calibre que su principal ciudad, Santiago, llegó a contar con una compañía de milicias isleñas canarias. Esa colonización interior favoreció la formación de un campesinado blanco o mulato claro en áreas de intenso predominio isleño como La Vega o Moca, los llamados monteros, símbolos rurales de la nacionalidad dominicana.
1704.
Fue reconstruido y ampliado el Cuerpo de Guardia del ejercito colonial español situado a la entrada del mulle de Santa Cruz de Tenerife.

Situado ala entrada del muelle, uniendo el tambor atrincherado del Castillo de San Cristóbal con las puertas que en aquel lugar existieron, fue reconstruido y ampliado en 1704 por el Ingeniero de Su Majestad D. Miguel Tiburcio Rossel de Lugo, de Orden del
Comandante General D. Miguel González de Otazo, Caballero de Santiago. En 1778 sufrió nueva reconstrucción, y los organismos públicos y corporaciones mostraban sus deseos de derribar este edificio para ensanchar la entrada del muelle y dar mayor radio a la curva que allí desarrollaba la vía férrea construida para conducir material para la escollera del muelle; con motivo de la revolución que derribó del trono a Da Isabel II, la Junta constituida en Santa Cruz de Tenerife, acordó su demolición el 13 de Octubre de 1868, así como la de la Batería de Santo Domingo, lo que se llevó a cabo, pero sin retirar los escombros; el Ministerio de la Gobernación obligó al Ayuntamiento a edificar otro Cuerpo de Guardia, aceptándose este compromiso en sesión de 17 de Diciembre de 1869 y acompañando plano y presupuesto por 11.000 escudos; el 18 de Mayo de 1872 acudió a S.M. el Ayuntamiento para que sustituyera la obra con un muro de cierre, quedando dentro del recinto para depósito de balas y así se con cedió por R.O. de 7 de Junio siguiente; posteriormente al golpe  de Estado de 3 de Enero de 1874 en Madrid, volvió a emprenderse la obra y se edificó un nuevo Cuerpo de Guardia.  Inscrito en el Registro de la Propiedad el 6 de Noviembre de  1900 al folio 195 vt, tomo 340, libro 101 del Ayuntamiento finca n° 6617, inscripción la, adosado al Castillo de San Cristóbal, con una superficie total edificada en una planta de 366,48 m2., lindando por el N. con el muelle; por el S. con el Castillo Principal; por el E. con la serventía que conducía a la playa situada delante del Castillo y por el O. con la Plaza de la Pila, Real, de la Constitución o Candelaria que todos esos nombres ha tenido. Fue construido en el foso de la antigua Batería de Santo Domingo que estaba adosada al Castillo Principal, habiéndose llevado a cabo las obras por el Excmo. Ayuntamiento, como se ha dicho, en sustitución del demolido en 1868.

Sirvió de alojamiento a la Guardia del Principal, y sucesivamente para el Sargento Mayor de Plaza y Oficial Celador de Fortificaciones, Sección de Caballería, vivienda del Secretario del Gobierno Militar, Almacenes de la Comandancia de Ingenieros, etc. Formaba parte del Castillo de San Cristóbal y siguió las vicisitudes del mismo hasta su demolición. ». (José María Pinto de la Rosa, 1996)

1704 Diciembre 24. Se produce un fuerte temblor de tierra en Eguerew (La Laguna) y gran parte de la isla, provocado por el volcán de Montaña Blanca que entró días más tarde en erupción. Este suceso fue recogido por Louis Feuillée en su viaje a las Canarias.

1704 Diciembre 24. Valle Sagrado de Güimar. Este valle aunque distinto del de la Orotava, no deja de ser productivo y pintoresco. En él están enclavados los pueblos de Arafo, localidad abundante en viñas y árboles frutales; Igueste, en anfiteatro; Candelaria besado por las aguas oceánicas y Güimar que ocupa el centro. El terreno es todo volcánico debido áerupciones antiguas y modernas. Temblores de tierra conmovieron dicha zona desde el 24 de Diciembre de 1704 al 27 de Marzo de 1705, día en que se abrió un pozo y por él reventó un volcán en el sitio llamado el Llano de los infantes, cuya ardiente lava abarcaba dos leguas. Otros dos habían ya aparecido; uno el 2 de Febrero de 1705, separándose el río lávico en dos torrentes, uno por el llano cerca de Güimar y el otro por el barranco de Arafo, internándose en el mar; y otro que estalló en 5 de Enero del dicho año, que se dirigió á la cañada de la Alberchiga, bajando sus betunes derretidos por el barranco de Fasnia y enfriándose á las dos leguas. Así es que las altas montañas que rodean el valle en su parte céntrica, quedaron cortadas por la ruptura volcánica en el sitio que da salida al pintoresco valle de la Orotava: dejó dos montañetas y multitud de barrancos profundos, siendo la mayor de la forma de un cono irregular truncado, teniendo su cráter la figura de un embudo que desciende hasta la superficie térrea, hallándose su exterior y bordes cubiertos de objetos lanzados por el fuego central, bajo caprichosas figuras imitando pájaros, tortugas, troncos, cestos y peces recubiertos por un negro barníz mineral.

La vista puede contar hasta 40 montañetas en el espacio de tres leguas; y de tres mil en toda la isla de Tenerife, que da un aspecto por demás agreste al terreno. Hay entre sus precipicios el de Badajoz, formado entre laderas cuajadas de árboles indígenas; elévase hasta la región de las brumas y es inaccesible su subida. Desde lo alto se precipita en cascada una corriente de espumosas aguas. Dirigida una visual á sus alturas, podemos contemplar esta imponente cortada, en donde las plantas Maljuradas lucen al sol sus amarillas flores, tapizando aquellas formidables paredes cortadas á pico verticalmente.

A la izquierda se descubre la cueva del culantrillo y á la derecha la madre vieja. La cascada aparece por una especie de embudo cortada verticalmente; también es in accesible. Más allá existe un agujero de dos piés de diámetro cuyo fondo es asombroso, pues cualquier piedra que en él se arroje se oye caer sucesivamente por aquel pozo insondable; llámase la Hondura ó fuga de cuatro reales. En la parte opuesta á la madre vieja existe otra terrible hondura llamada el Osario, donde suelen caer cabras sin que sea posible sacarlas aunque son bien perceptibles en su fondo los huesos de tales animales.

Al Sur-Este existe otro bonito barranco poblado de árboles montuosos y hacia el Norte están las barranqueras del Pico grande, también cubiertas de vegetación hasta llegar al del Río, lleno de añosos madroños, tilos y otra infinidad de plantas.

Entre sus pagos citaremos el Escobonal, llamado en lo antiguo Agache y en lengua guanche Axaentemir, significa guerrero; está en la carretera misma. Parece que hay en esta localidad piedras de filtrar agua.

En un barranco próximo nos acercamos á presenciar una de las populares diversiones entre la gente de fuerzas, cual es una lucha entre hombres, generalizada en todas las islas, sin duda heredada de los aborígenes. Acuden á ella los mozos más vigorosos de fuerza y destreza, habiéndolos que logran vencer hasta seis hombres seguidos á pesar del cansancio consiguiente de tantas luchas. Un gran grupo de campesinos hicieron corro 6 terrero, sentándose los delanteros en el santo suelo y quedando en pié los de mas. Dos hombres, jueces de la lucha, colocáronse á un lado. Los combatientes adelantáronse al terrero en calzón blanco de tela tejida en el país y en mangas de camisa empezaron á prepararse para la lucha, agarrándose mutuamente de la boca del cal-zoncillo con la mano izquierda y dejando ambos libres el brazo derecho. Enseguida pusiéronse de frente é inclinándose hacía adelante agarráronse con el brazo derecho al hombro izquierdo principiando la lucha. Dieron varias vueltas haciendo otras tantas paradas, con las cabezas apretándose de frente hasta que uno fué levantado en peso por un gran esfuerzo y fué de narices á besar el suelo arenoso. Diferentes nombres se dan á las caídas, como son de levantada, burra, media cadera, palmada al tobillo, á la corva, garabato por dentro, agachadilla, desvío y remolino. (Cipriano de Arribas y Sánchez; 1993)

1704 Diciembre 24.
A las dos de la tarde principiaban a sentirse en Tenerife los primeros síntomas de una erupción volcánica que iba a conmover los graníticos cimientos del Teide se oyó, en toda la región que comprende las extensas y enriscadas comarcas de La Orotava, Los Realejos, Icod, Garachico, Fasnia y Güímar, un espantoso ruido subterráneo con sacudimientos convulsivos en el suelo, como si la tierra palpitase, produciendo este fenómeno un profundo terror que obligó a los isleños a abandonar sus casas y templos, levantando barracas en 1as plazas, huertas y campos. El obispo de la secta católica, don Bernardo de Vicuña, que a la sazón se hallaba en la villa de La Orotava, buscó abrigo en una choza que se le alzó en campo raso, agravándosele con el susto la enfermedad que le tenía postrado en cama. Por orden suya las imágenes se colocaron a la puerta de
las iglesias, para que fuesen desde allí objeto de la veneración de los fieles y pudiesen implorar su piedad. La trepidación de la tierra y las oscilaciones que se sentían sin interrupción bajo su corteza, parecían anunciar una espantosa erupción.

En efecto, se vio el 31 de diciembre (1704) abrirse el suelo sobre la Degollada del Albérchigo, a tres leguas de Güímar, y aparecer un volcán que, en medio de furiosas detonaciones y arrojando una lluvia de arenas y de candentes rocas que en el aire se entrechocaban, iluminaba con sus siniestros y  pavorosos resplandores los más lejanos horizontes.

Felizmente el sitio donde tenía lugar el fenómeno era desierto y estéril, sin que hubiera que lamentar la pérdida de bosques, viñedos ni pastos.

No sucedió lo mismo con otro nuevo volcán que, el 2 de febrero de 1705, hizo su aparición entre dos elevados roques situados en los confines de los distritos de Güímar y Arafo, de cuyas bocas se desbordó un ancho río de fuego que cegó primeramente el cauce profundo de los barrancos que encontró al paso y, después, dividido en dos rama-
les, se dirigió uno a Candelaria y otro al pueblo de Arafo, amenazando envolverlos en ruinas. Horrorizado el vecindario de Eguerew (La Laguna,) se apresuró a salvar a imagen de la virgen conduciéndola a la ciudad, donde permaneció hasta el 5 de mayo, día en que al parecer habían comenzado a entrar los volcanes en un período de calma. El obispo, sin haber podido dominar su terror, falleció en la choza, siendo sepultado en la iglesia de la Concepción el 31 de enero de 1705. Al efecto refiere Viera: "Viósele, en los últimos períodos de su vida, sentado en una silla pedir todas sus armas, armarse de pies a cabeza y, blandiendo la espada, desafiar a gritos la muerte" (tomo 3°, p. 317).

Tres meses duraron, pues, estas espantosas erupciones que nadie hubiera podido antes sospechar, dejando un sentimiento de terror profundo en el ánimo de todos los habitantes de aquella isla.

1704 Diciembre 31. Grandes temblores de tierra en Chinet (Tenerife) anunciaron una nueva erupción volcánica. El 31 de Diciembre estallo un volcán en Guimar. Dos meses después, en febrero de 1705 se abrió una nueva boca en la cumbre de Arafo con dos ramales que amenazo con destruir los pueblos de Arafo y Candelaria. La población huyo a la Laguna, tras 3 meses el volcán volvió a la calma en mayo.

1705. La presión de los colonos terratenientes sobre las tierras baldías (de titularidad concejil o realenga) se manifiesta desde comienzos de la centuria bajo la forma de un proceso roturador detectable en muchas áreas de la colonia. En Tamaránt (Gran Canaria) el Concejo obtuvo autorización de la Corona de la metrópoli para arrendar las tierras baldías de la isla durante un plazo de 10 años, coincidiendo con una oleada de rozas clandestinas en las tierras realengas que se hallaban sin cultivar. En Chinet (Tenerife), los. expedientes de reconocimiento de montes públicos realizados por la Audiencia y el corregidor entre 1707 y 1718 indican la presión roturadora que se estaba desencadenando mediante usurpaciones de los terrenos de monte pertenecientes al Concejo.
1705. El capitán general de la Metrópoli en la colonia de Canarias Agustín de Robles y Lorenzana (1705-09) dotó de agua corriente a Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife), con mejores conducciones y obra de distribución, como la pila de basalto que mandó a colocar en la plaza del Castillo, en 1706, y que desde ese momento -y hasta principios del s.XIX- se llamaría Plaza de la Pila. Aquellas conducciones mejoradas consistían en canales de madera, pagados por, pósitos del Cabildo y personas del lugar añazero (santacrucero). Para su buena conservación y los debidos reparos, se impuso a las naves, beneficiadas también de ese racional aprovechamiento del agua, los siguientes derechos:
  • cien reales de plata por cada embarcación con rumbo a América
  • seis pesos por cada navío o fragata
  • cuatro pesos por los paquebotes, bergantines y goletas del comercio de fuera
  • cuatro reales de plata a los barcos del tráfico de la colonia.
  • dos reales de plata por los pequeños con los de primera tierra de Tamaránt (Gran Canaria)
Los Capitanes Generales de la Metrópoli en la isla nombraban a un "Alcalde de agua" para la administración de esos derechos, cobrados por la Real Aduana y de los cuales disponían aquellas máximas autoridades para en alguna ocasiones afrontar todos los gastos de ese servicio, eficaz recurso para la recalada de gran cantidad de navíos que "llegan a Añazu (Santa Cruz) a refrescarse y a hazer aguada".
Desde fines del siglo XVIII el agua se servía a los navíos directamente en el muelle, si se trataba de embarcaciones pequeñas, o por lanchas que transportaban las pipas del muelle a los navíos. Había en efecto un sistema de conducción de agua desde la pila hasta el muelle, por medio de una atarjea continuada por caños de madera introducidos profundamente en la obra. Había también, desde la misma época, una pila que servía para las aguadas, situada en la esquina que formaba el muelle con la playa, por debajo de la alameda de Branciforte; era tan cómoda como la otra, con la diferencia que había que descargar los barriles o rodarlos un poco por la playa, para llegar al surtidero.
1705. Un grupo de peregrinos, al regreso por mar desde Puntallana, (La Gomera) y con dirección a Hipalám (San Sebastián), es sorprendido por una tempestad en la que mueren ahogados todos ellos.
1705.
En este año falleció en Eguerew (La Laguna) el capitán general y virrey de la colonia, Miguel González de Otazo, dejando de su administración un nefasto recuerdo. Antes de saberse en España su muerte se le había nombrado por sucesor a don Agustín de Robles, que llegó a Añazu (Santa Cruz) el 30 de noviembre de aquel año.

No mejoraba, entretanto, la situación de la colonia, pues, además de los volcanes, continuaba la pérdida de las cosechas y la falta de agua, secándose por último en Titoreygatra (Lanzarote) y Erbania (Fuerteventura) los escasos manantiales que allí se encuentran.

El estado de guerra en que estaban las naciones del norte de Europa, únicas que sostenían con estas islas el tráfico de vinos, había agotado también esta fuente de riqueza. Agréguese a esto las tristes noticias que llegaban de Españala, presentando la causa del rey como enteramente perdida. Se sabía que el ejercito real había levantado el sitio de Barcelona, huyendo hacia el Rosellón, en cuya precipitada, fuga abandonó el Principado, refugiándose sus restos en Aragón y Valencia. También se sabía que las tropas anglolusitanas habían entrado triunfantes en Madrid, produciendo con la conquista de la capital un desaliento profundo entre los defensores de la dinastía francesa. Rogativas y novenarios eran las armas que los colonos y criollos isleños esgrimían en tan porfiada lucha, sin que los reveses amenguaran el cariño y fidelidad que habían jurado a su rey de la metrópoli.
1705 Mayo 5. Estalla el volcán de Trevejo en Garachico, la erupción dura 40 días y sepulta el puerto, parte de la villa y las zonas de cultivo. Este bello lugar guarda en sus calles, casonas, conventos e iglesias mucha historia de ahí que cuente con un increíble patrimonio cultural y artístico que la convierte en una de las localidades más interesantes a la hora de visitar en la isla de Tenerife. Garachico ha sido declarado Bien de Interés Cultural en 1994 por el Gobierno supuestamente autónomo de Canarias y está pendiente de su declaración por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La Villa posee La Medalla de Oro de las Bellas Artes, concedida en 1980, así como otras distinciones y premios de categoría nacional canaria.
 1705 Febrero 2.  Entra en erupción un volcán entre las localidades de Güímar y Arafo, en la isla de Tenerife.

1705 Agosto 22. Por otra R.C., se concedió a Winiwuada (Las Palmas) el importe del arrendamiento de todas las tierras baldías y realengas de la isla, por término de diez años con la misma aplicación. Esta concesión no dio resultado por ser sus productos de escasa importancia.

1705 Noviembre 19. Un Ponte Hoyo, fue declarado mentecato en el Cabildo colonial de Eguerew (La Laguna). Fue acogido en casa de un vecino, por falta de médicos, y falleció allí el 18/15.1705.

1705 Diciembre 14.
El criollo José Antonio de Anchieta Alarcón nació en La Orotava. Desde el año 1735 fue regidor perpetuo del cabildo de Tenerife. fue un laborioso investigador de las antigüedades canarias, que recogió en varios volúmenes manuscritos. .Falleció en La Laguna el II de diciembre de 1767.

Obras: I. Noticias históricas pertenecientes a las Canarias. -Ms. Los Libros de citas de Anchieta y Alarcón se encontraban en 1935 en la biblioteca particular de don Julio Fuentes, heredero de la marquesa de la Florida. Se trata de siete volúmenes en folio que comprenden las letras A (Cuaderno primero), B (Cuaderno de citas núm. 2), DEF (Cuaderno de citas núm. 4), aHJ (Cuaderno de citas núm. 5), JL (Cuaderno de citas núm. 6), PQR (Cuaderno de citas núm. 7), del que sólo perdura la portada, y MNO (Cuaderno de citas núm. 8). 2. Cuaderno primero de árboles genealógicos. Cuaderno segundo de árboles genealógicos.- Ms. 3. Diario (Apuntes Curiosos).- Ms., 330 hs. 4. Extracto de los libros de noticias que escribió don José de Anchieta y Alarcón, Regidor perpetuo de Tenerife.- Vide, Millares Torres, Colección de documentos para la historia de Canarias, tomo 111, pp. 1-15.
1706. Los pozos y norias que había mandado a  construir en los albores de la conquista el capitán de los invasores y futuro primer Adelantado se abrieron en terrenos próximos a la costa del campamento de Añazu, permaneciendo uno entre el lugar que andado el tiempo serían las calles de La Noria y calle de Miraflores, el resto estaban secos la mayoría desde el s.XVII, en cuyo tiempo el agua de abasto público venía de la fuente de Tamaide.
1706. El volcán de Garachico sepulta parte de la villa y puerto de esta población norteña. A raíz de este suceso el puerto de Añazu (Santa Cruz) dependiente de Eguerew (La Laguna) pasa a desempeñar el papel de puerto principal de la isla.
1706. Al regreso de una boda celebrada en Puntallana (isla de La Gomera) se produce el naufragio de una embarcación en la que mueren varias personas.
1706. A petición del personero, los alcaldes de las oficinas de albañilería y carpintería realizan una mejoría-declaración en la que se contabilizan 27 casas en ruinas en la ciudad de Eguerew n Chinet (La Laguna-Tenerife).

1706. Comienza la construcción del edificio de la Alhóndiga en la ciudad de Eguerew n Chinet (La Laguna-Tenerife) se concluye en 1709.

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