Eduardo Pedro García
Rodriguez
1595 Febrero 27.
Algunos de los procesos incoados
por la Inquisición
española en Canarias fueron extraordinariamente ruidosos, como el que se abrió
contra el alguacil de guerra por el capitán general Luís de la Cueva, contra Diego de
Castroverde, absuelto por la
Suprema después del retorno de don Luís a la metrópoli.
Actuó de calificador en el
proceso fray Basilio de Peñalosa, y depuso a favor de Castroverde, Gonzalo
Argote de Molina.
La sentencia absolutoria, expedida
en Madrid el 27 de febrero de 1595, era una dura amonestación para los
inquisidores en canarias. Decía asi: “... y pudierales excusar el ayer tenido
preso al susodicho en las cárceles secretas tanto tiempo, pues el negocio no lo
requería, de que estareis advertidos para adelante”. (M. C.: Inquisición, signats. VIII-2 y
Cvrll-7.)
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