Eduardo Pedro García Rodríguez
1587 Febrero 18.
Mayor peligro supuso para el
Archipiélago el año siguiente de 1587, a medida que las relaciones de la
metrópoli con Inglaterra entraban ya en la fase preparatoria de la guerra, y en
cuyo año la sombra de Drake se mantuvo amenazadora sobre las islas como una
pesadilla.
Este estado de alarma tuvo
reflejo en la actuación de los inquisidores que extremaron la vigilancia en los
puertos canarios, dispuestos a cerrar el acceso a los mismos a todos los
súbditos de la reina Isabel tachados por el Santo Oficio de herejes y luteranos
.El 18 de febrero de 1587 arribó a Santa Cruz de La Palma el navío portugués Buena Fortuna de Caridad, propiedad de
Francisco da Rocha Paris, piloto lusitano tachado de simpatizante con el
pretendiente don Antonio, prior de Crato, que navegaba con pasaporte especial
del almirante de Inglaterra para resguardo contra los piratas. Dichas
circunstancias despertaron los recelos de las autoridades locales hasta el
punto que el teniente de gobernador, Jerónimo de Salazar, ordenó la detención
del navío hasta tanto que se aclaraba su verdadera procedencia.
No fueron menores los recelos de la Inquisición por su
arribo, hasta el punto de que si bien Francisco da Rocha pudo convencer al
gobernador Salazar de la licitud de sus propósitos y tratos, no consiguieron lo
mismo varios pasajeros ingleses acogidos al navío, que fueron detenidos por el
Santo Oficio como herejes luteranos y procesados a renglón seguido. De esta
manera vinieron a engrosar la larga lista de los ingleses cautivos: Edward
Stephens, Richard Newman y otros de nombre ignorado. (En: A. Rumeu de Armas, 1991)
Julio de 2013.
eduardobenchomo@gmail.con
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